Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Hay tres
momentos especialmente incómodos. Los dos primeros son los aniversarios del 25
de enero de 2011, el arranque de la Primavera Árabe en Egipto, y del 30 de
junio de 2013, el "no-coup" que sacó a Morsi del poder. Cuando llegan
esos días, muchos periódicos de todo el mundo retoman los temas y hacen
balance, casi siempre de forma negativa para el gobierno egipcio. Dos días de
memoria dolorosa sobre todo por la reivindicación artificial que el gobierno
hace de ellas.
La primera,
el 25, por más que lo intente el gobierno cambiar, fue una protesta realizada
el Día Nacional de la Policía, un cuerpo omnipresente en la vida egipcia de
antes y ahora. Los egipcios se levantaron ese día y fueron a pedir la caída del
régimen, pero este, como los gatos, cayó de pie. La segunda fecha marca otra caída,
esta vez la del presidente islamista, Mohamed Morsi, tras un desastroso año de
gobierno. Al mando de la Policía seguían los mismos haciendo lo mismo. Tras el
derrocamiento de Morsi, siguieron haciendo lo mismo: deteniendo, encarcelando y
haciendo desaparecer. Los propios afectos al régimen aconsejaban mediante
artículos a Abdel Fattah al-Sisi que se desprendiera de aquellos que habían reprimido
en tres etapas del país: la de Mubarak, el periodo revolucionario y con
islamistas. Después han seguido haciendo lo mismo con la misma eficacia. Son
las ventajas de mantener Policía, Ejército y jueces del régimen.
Y es
ahí donde entre la tercera fecha, la de septiembre, que tiene como cita la celebración
de la Asamblea Anual de las Naciones Unidas. Por ello se emiten los informes
del año anterior sobre el estado de Egipto desde diversas agencia oficiales
internacionales y desde organizaciones dedicadas a velar por los Derechos
Humanos. Es el momento en el que los activistas toman plumas y micrófonos con
la seguridad de que son escuchados.
Cuando
llega septiembre, Egipto se prepara a recibir informes, reportajes, artículos,
etc. en los que se da cuenta de cómo son pisoteados los derechos de muchas
personas. Es el momento en el que las defensas egipcias actúan con toda
intensidad explicando que todo son argucias y mentiras elaboradas por enemigos
y envidiosos infiltrados en todo tipo de organizaciones para destruir la imagen
de Egipto. Sí, septiembre es un mes duro.
Y esto
lo ha sido más al tener los recortes en las ayudas estadounidenses a Egipto
tras las audiencias en el Comité presidido por el republicano Lindsay Graham,
que calificó lo escuchado a los expertos como "descorazonador". A
finales de agosto se vieron los resultados avisados, que Egipto dice no esperar
pese a llevar varios meses protestando.
Son
varios los medios que se han hecho eco de los resultados de los informes sobre
la situación de los Derechos Humanos. Egyptian Streets recoge en extenso
el informe de Human Rights Watch (HRW) y las reacciones del ministerio de Asuntos
Exteriores:
Egypt’s Foreign Ministry released a statement
on Wednesday refuting the latest report of the international rights
organization Human Rights Watch (HRW) that tackled the human rights status in
Egypt.
The Foreign Ministry’s spokesperson Ahmed Abou
Zaid described HRW as “politically motivated and biased” after the latter had
cracked hard on Egypt’s Interior Ministry in its report.
HRW report stated that the Egyptian authorities
are following “systematic practices in torturing political detainees”, a claim
which Abou Zaid described as endless series to downgrade and distort the image
of Egypt. The spokesperson added that HRW expressed the viewpoint of the
countries it works in favour of, intending to distort and target Egypt
negatively.
While it is known for its policy that
disregards this kind of reports, Abou Zaid said that the Foreign Ministry
responded to this report as it is keen on the right of citizens to know the
truth of these forged claims.
Abou Zeid further criticized the “desperate
attempts” to deliberately distort the 30 June uprising and describing it as a
military coup. He also slammed the report stating that the status of human
rights in Egypt is similar to its status before the revolution of 25 January in
2011, which is a clear sign of incitement.
The Foreign Ministry also added in the
statement that it is comprehensible from the HRW report that it was rather
selective in the sources it opted for during the preparation and relying on
undocumented testimonies.
On Wednesday morning, the HRW report was
released and stirred debates after it had accused the Egyptian security forces
of heavily torturing political detainees, further accusing president Abdel
Fattah Al-Sisi of giving a carte blanche to them to crack down on opposition
figures.
Additionally, the rights organization report
said that the interior ministry uses electrical shocks and other torturing
means.
HRW report was based on 19 interviews with
former detainees and the family of another detainee who was tortured between
2014 and 2016. Of the 20 cases documented by HRW, 13 cases were tortured in
National Security offices, five in police stations and two in both.
The report also cited reports published by
various NGOs over the past 25 years highlighting the increasing torture in
security directorates and police stations.*
La furia del ministerio siempre es la misma, pero nunca dice
quiénes son los países que tratan de atacar a Egipto. La fórmula es vieja,
gastada e ineficaz. Sirve para que los acólitos del gobierno escriban
indignadas tribunas en los periódicos para loa del régimen y sigan sembrando el
nacionalismo reactivo de los que les creen sin cuestionarse después de décadas
de este tipo de excusas.
Habrá que recordar las palabras del propio presidente
Al-Sisi cuando explicó que los "Derechos Humanos" eran un lujo
occidental. La cuestión quedó clara a todos y estas son las consecuencias. Las
visitas del presidente al extranjero suelen ser un clamor mediático sobre el
estado de las libertades en el país. Por supuesto, cerrar o bloquear los medios
de comunicación, hacer que tus amigos los compren para que hablen bien de ti,
etc. no es el clima más favorable. El trato a medios y periodistas forma parte
de los propios derechos a informar y a ser informado. La visión egipcia de la
información, en cambio, no sobrepasa la fórmula de la propaganda.
Por su parte, Mada Masr se centra más en el informe de
Naciones Unidas ante la próxima celebración de la asamblea general anual. La publicación egipcia señala:
The UN Committee Against Torture describes
abuse of human rights in Egypt as routine practice in an annual report
presented to the UN General Assembly. The report revealed the results of a
five-year investigation launched in 2012 following complaints submitted by
al-Karama Foundation regarding the issue.
The report noted that the Egyptian government
had commented on the results in June 2016, acknowledging its inability to
respond to specific allegations made by the committee, but concluded that this
alone does not justify the pronouncement of systematic torture.
The Egyptian government reportedly considered
these allegations baseless and lacking in “supporting evidence,” but was
welcoming of some of the committee’s recommendations, asserting that they are
already being implemented.
However, the government refused a number of the
committee’s recommendations, including those proposing an end to solitary
confinement; establishing an independent body to investigate claims of torture,
forced disappearances and maltreatment; limiting military trials to non-civilian
cases; and abolishing virginity and anal tests on prisoners.
The report was presented just days preceding
the General Assembly conference in New York, which President Abdel Fattah
al-Sisi is expected to attend amid waves of criticism leveled against the
government regarding human rights abuses, most recently in a report published
by Human Rights Watch, whose website was blocked shortly after.
The report states that the sources upon which
the report is based reveal that “torture is carried out by Egyptian military,
police, and prison officials for the purposes of punishing protesters and,
since 2013, members and supporters of the Muslim Brotherhood, to coerce
confessions, and pressure detainees to implicate others in crimes.”
The committee added that: “The sources alleged
that impunity for torture was widespread and was facilitated by the absence of
an independent investigating authority for complaints of torture, the excessive
use of military courts, a lack of regular independent monitoring of places of
detention, and the inadequate independence and competence of the National
Council for Human Rights.”
The report also noted that torture usually
follows arbitrary arrests, and practiced to coerce confessions, or to
intimidate and punish political prisoners. The committee accuses public
prosecutors, judges, and prison officials of facilitating human rights abuses
due to their failure in curbing “practices of torture, arbitrary detention, and
ill-treatment, or [acting] on complaints.”
The report claims that the routine use of
torture by security forces may constitute a crime against humanity and calls on
the Egyptian government to put an end to them and refer the perpetrators to
court.**
Las negativas constantes del gobierno egipcio son ya un
estilo clásico de la comunicación. Egipto lo niega todo siempre, por sistema.
Niega un atentado en un avión ruso de turistas (y se queda sin turistas rusos);
niega el asesinato de Giulio Regeni (y se queda sin embajador durante más de un
año y medio y se gana la oposición de toda Italia)... Y el sistema no funciona
ya desde hace mucho. Ahora se presenta como un "logro" la pronta
llegada del embajador italiano. No hay victoria alguna en ello, sino más bien
lo contrario.
Los derechos humanos son una cuestión muy seria. Que en
Egipto militares y policías no hayan tenido que dar cuenta de muchas cosas ante
la justicia en la más absoluta impunidad no significa que esté bien ni que la
comunidad internacional lo aplauda.
La función de la denuncia sobre la situación de los Derechos Humanos, por más que digan otra cosa, no
es atacar a Egipto ni difamarlo, sino proteger a sus ciudadanos, evitar que el silencio haga aumentar los casos. La vigilancia
en este campo debe ser constante y la denuncia clara para evitar las
desapariciones en el silencio de la impunidad.
Septiembre sigue siendo el mes del mal trago.
* "Egypt
Slams HRW Report Accusing It of “Systematic Torture Practices of
Detainees”" Egyptian Streets 7/09/2017 https://egyptianstreets.com/2017/09/07/egypt-slams-hrw-report-accusing-it-of-systematic-torture-practices-of-detainees/
** "UN
committee calls torture in Egypt a systemic practice" Mada Masr 9/09/2017
https://www.madamasr.com/en/2017/09/09/news/u/un-committee-calls-torture-systemic-practice-in-egypt/
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