Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
En
estos días y desde mediados del verano hemos dando cuenta de las huelgas de
hambre que los activistas y otros detenidos estaban manteniendo en Egipto como
forma de protestar contra la "Ley antiprotesta", una ley aprobada en
2013, es decir, con anterioridad, a la elección del actual presidente, Abdel
Fattah al-Sisi.
La
noticia de hoy mismo es la liberación de la activista alejandrina, la
socialista Mahienour El-Masry. Lo que se ha producido es una suspensión de la
condena por parte de los jueces. Parece existir una cierta "lucha"
entre la judicatura y el gobierno, representado por la fiscalía, en los efectos
y aplicaciones de las detenciones con la cuestionada ley. Los jueces han
enmendado una ley que es claramente política y cuya función es eliminar
cualquier tipo de disidencia, crítica o protesta de las calles.
Ahram
Online nos señala:
El-Masry, detained since May, was serving a
six-month jail term after her two-year sentence from earlier this year was reduced
by an Alexandria court in July.
She and eight other activists were
convicted on charges of "illegal protesting" during the Khaled Said
murder retrial in December 2013.
A law banning all non-sanctioned
protests was passed by Egypt's interim government that same month, imposing
stiff jail terms and fines for violators.
El-Masry has already spent four of
the six-month sentence in prison. The suspension of the sentence means that she
won't pay a LE50,000 fine for violating the protest law.
She briefly joined a hunger strike
campaign calling for the revoking of the protest law, which critics and rights
groups have deemed too restrictive.
However, El-Masry cut her hunger
strike short over fears of the health of others in her cell, who wanted to join
the strike in solidarity but were elderly and faced health issues.
The ongoing hunger strike campaign,
which started over two weeks ago, has gained recent momentum among political
detainees, with over 80 persons joining in Egyptian jails.
Many others, including family
members, journalists and political parties, have joined the hunger strike in
solidarity.
Alaa Abdel-Fattah, another prominent
activist also convicted under the protest law, was released last week on bail.
He is set to be retried soon.*
Parece
evidente que la intención no es la del gobierno, tal como se desprende de las
palabras con las que se cierra la noticia: "A cabinet spokesman said last
week that the government doesn't have intentions to amend the law in the near
future."* El objetivo es que la autoridad gubernamental sea
incuestionable, que no se ve el más mínimo síntoma de duda en la aplicación de
las leyes que se realizan para el control.
Curiosamente, esta iniciativa de los jueces de liberar a los
activistas de la revolución que estaban encarcelados coincide con la
publicación el día 18 de agosto, de un artículo en Ahram Weekly, por el
comentarista político Ahmed El Tonsi, titulado "The truth about the
judiciary"**, y que el propio semanario presenta así: " Egypt’s
courts have long served as a bulwark against the abuse of executive power".**
La tesis general del artículo de El Tonsi es que la
judicatura ha tratado de ser, a lo largo de los años, una institución separada
del poder político para poder mantener la confianza del pueblo egipcio y la
eficiencia de la justicia. Podemos creer en las casualidades, pero también
pensar que el artículo trata de evitar que los jueces se hagan responsables de
lo que los políticos hacen de forma desmedida. El Tonsi hace un repaso de las
tensiones de la judicatura con los gobiernos desde la época de Nasser, y
recuerda cómo los jueces echaron para atrás muchas iniciativas abusivas de
Hosni Mubarak, haciendo que el gobierno las retirara al declararlas inconstitucionales.
El papel de los jueces egipcios, tras la revolución ha sido
bastante complicado, pues tanto la SCAF —el periodo militar que siguió a la
caída de Mubarak— como el intento de asalto y desmantelamiento de los
islamistas fueron de gran tensión entre los poderes. Los jueces han tenido a
gala su independencia y ha sido una institución muy respetada en la sociedad
egipcia, que los veía como un último bastión ante la arbitrariedad de poder.
El artículo de Mohamed El Tonsi se cierra con una defensa
global de la judicatura egipcia:
It is also important to mention here that the
February 2014 report of the International Bar Association’s Human Rights
Institute commented on the Egyptian situation by saying that “there is a role
for the executive — through the president or the minister of justice — in some
senior appointments, but this is not per se incompatible with international
standards.”
An institution with the Egyptian judiciary’s
history of striving for independence cannot be easily co-opted or contained.
Moreover, the diversity of Egypt’s judges in terms of their intellectual
orientations would make any attempt at co-option impossible. There have been
co-opted elements and even corrupt members, but the institution as a whole has
never been characterised by either.**
En efecto, la judicatura es muy variada y no se pueden hacer
valoraciones de conjunto. Pero también es cierto que determinados procesos
judiciales, con sus dilaciones constantes, y otros con sus forma sumarísimas,
no han contribuido a que exista una percepción demasiado positiva.
Todavía es confuso el movimiento que ha cancelado las
condenas de los activistas mandándolos a sus casas. El tiempo dirá si se trata
de una maniobra para reducir las protestas que dañan la imagen autoritaria que
el gobierno egipcio está acumulando, si es un intento de reducir tensiones ante
las próximas elecciones generales, que atraerán indudablemente la atención de
la prensa internacional, o si se trata solo de un hecho aislado.
La Ley anti protestas es de aplicación arbitraria y produce
acusaciones absurdas para acumular condenas desproporcionadas con la intención
de frenar las protestas. Es una forma de intimidación, que produce detenciones
y puede hacer pasar tiempo hasta que se sea llevado ante un juez. Pero
las protestas de los activistas son muy diferentes a las que justificaron la creación, el intento de
frenar las protestas islamistas por la represión y la detención de los líderes
de la Hermandad, con el ex presidente Morsi al frente. Las muertes primero y
las condenas a muerte después no han servido para apaciguar Egipto. Ayer mismo fueron varios los muertos producidos por un atentado terrorista junto al
ministerio de Asuntos Exteriores, en El Cairo.
Las protestas que se silencian también son las de la tercera
vía, es decir, las de aquellos egipcios que siguen comprometidos con los valores
de la revolución del 25 de enero y para los que la situación actual es resultado de una reacción pendular. Salieron de un régimen militar autoritario para pasar a uno
autoritario islamista y regresar a otro similar al inicial. El sueño de las libertades se perdió por el camino. Los egipcios de la
tercera vía siguen aspirando a un Egipto verdaderamente civil, sin militares ni
islamistas en el poder, a una sociedad abierta e ilustrada, moderna y de
convivencia, de justicia social. Eso les ha valido las críticas desde el poder
y por parte de todos aquellos que se muestran cómodos, tras el periodo
islamista, con un poder de autoridad y mano dura.
La liberación de los activistas presos puede tener también
un motivo político y diplomático. El presidente Al-Sisi intervendrá en unos días en las
Naciones Unidas y un gesto de este tipo rebajaría la presión sobre la cuestión
de los derechos humanos en Egipto.
El diario Ahram Online dedica una larga lista de
declaraciones bastante "interesantes" sobre las nuevas relaciones
entre el régimen de al-Sisi, al que consideran "consolidado", y Estados
Unidos y la Unión Europea. Sin citar las fuentes más que de forma muy general,
Ahram Online señala:
The US administration then decided that it would
like to spare itself the headache of being criticised for meeting El-Sisi. This
criticism would not have come, as the same sources indicate, on the basis that
El-Sisi was seen in some Western quarters last year as the "head of a
military intervention to ouster an elected president," but rather because
he is seen as an undemocratic president whose rule is compromising human
rights.
In Cairo, some Western diplomats acknowledge
the fact that democracy and human rights do not seem to be number one
priorities of the vast majority of Egyptians nowadays.
This was the reason why the head of the
European Union delegation this week advised his counterpart in Geneva,
according to informed sources, to avoid giving accentuated attention to the
situation of human rights in Egypt in his statement before the Human Rights
Council.
The decision to criticise the human rights
situation in the statement of the EU before the Geneva-based UN human rights
body was prompted, Geneva-based sources say, by the influence of human rights
groups and European parliamentarians.
In New York later this week, El-Sisi will
surely hear appeals from Western interlocutors to be more observant of human
rights standards and of inclusive democracy. He will likely respond that all
violations are being punished and that Egypt is walking the path of
"development and democracy."
However, Egyptian and Western diplomats both
argue this will not be top the agenda of talks in which El-Sisi will
participate in New York. Rather, the war against ISIS (the Islamic State in
Iraq and the Levant) is expected to grab greater time and attention, with the
focus so far as Egypt is concerned being the potential of expanding cooperation
with the West on the security and intelligence fronts.***
No sé si el hecho de que los derechos humanos y la
democracia hayan dejado de ser una prioridad para "the vast majority of
Egyptians nowadays", como se señala, debe ser considerado un atenuante de
nada. El riesgo para los derechos humanos es el mismo que lo fue en décadas
anteriores, que el peso estratégico de Egipto en la zona sea considerado una
excusa para mantener un régimen de autoridad que aproveche para desmantelar las
críticas al sistema y sus actuaciones. Muchos países miraron para otro lado
dado el compromiso que mantenían con el régimen de Mubarak. Lo pagó el pueblo
egipcio. Ahora esa política no se debería repetir.
La Ley antiprotesta es una forma de silenciamiento que acaba
con los opositores, sin distinguir los democráticos de los que no lo son, en
las cárceles egipcias, denunciadas también —como señalábamos el otro día— por
su estado y actuaciones en ellas. Y a la comunidad internacional no debe
importarle que a muchos o pocos egipcios les parezca bien porque, según ese
principio, no habría política posible de derechos humanos en ningún sitio.
Decir que se construye una democracia echando por tierra los derechos humanos
es una simpleza. Convencer a la gente de que no son prioritarios, una simpleza
peligrosa. Por eso el párrafo con el que acaba el artículo de Ahram Online es
muy engañoso:
Cairo-based Western diplomats argue that if
stability continues to be consolidated in Egypt, "then you would for sure
be getting more tourism and more investment, and for sure more cooperation. It
might be slow at first, but it will pick up."***
Confundir la "estabilidad" con la eliminación de
los derechos humanos y señalar que con el empleo autoritario de la fuerza
"volverá el turismo" es una gran perversión, aunque fuera cierto. La
víctima volvería a ser el pueblo egipcio que sería reprimido en sus derechos en
nombre de una tranquilidad, de una "paz turística". El atentado de
ayer con varios muertos en El Cairo nos recuerda que eso puede ser un goteo
continuo que eche al traste la idea de la "estabilidad" artificial.
Al margen de los motivos, sean cuales sean, no podemos menos
que alegrarnos por la liberación de estos activistas que siguen combatiendo por
sus principios porque ellos son parte del futuro de un Egipto posible, basado
en una democracia respetuosa de los derechos humanos. No aspiran a menos. Los
valoren o no, está luchando por el futuro de todos.
*
"Egyptian activist Mahienour El-Masry to be released after sentence
suspended" Ahram Online 21/09/2014
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/111319/Egypt/Politics-/Egyptian-activist-Mahienour-ElMasry-to-be-released.aspx
**
"The truth about the judiciary" Ahram Weekly 18/09/2014
http://weekly.ahram.org.eg/News/7261/21/The-truth-about-the-judiciary.aspx
***
"President El-Sisi is consolidating his regime, say Western
diplomats" Ahram Online 21/09/2014
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/111245/Egypt/Politics-/President-ElSisi-is-consolidating-his-regime,-say-.aspx
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.