Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
novela de Naguib Mahfuz "Miramar" transcurre en el viejo edificio de
una pensión de Alejandría y comienza con estos pensamientos de uno de sus
personajes, el octogenario Ámer Wagadi, en su reencuentro con la ciudad:
Por fin, Alejandría.
Alejandría, gota de rocío, erupción de
blancas nubes, diana de los rayos del sol que el agua del cielo ha limpiado...
Corazón de los recuerdos impregnados de miel y lágrimas. (21)
Probablemente
casi todo el mundo esté de acuerdo en que Alejandría es una de las ciudades más
bellas y significativas por su historia del Mediterráneo. Es una ciudad que
representa sobre todo un mundo cosmopolita, un encuentro de culturas y tiempos,
un lugar de llegada y partida. Es una ciudad profundamente mediterránea en
oposición a la interioridad de El Cairo. Una es ciudad de mar y la otra de río,
una es de brisa y la otra de viento seco aliviado por el paso de las aguas, pero ambas componen lo complementario
de Egipto en su apertura al mundo.
Leo en
el diario egipcio Al Ahram que el
destino de la Villa Ambron, en la que Lawrence Durrell vivió y donde escribió
parte de las novelas que componen el "Cuarteto de Alejandría" durante
los últimos años de la Guerra Mundial, es, más que incierto, relativamente
predecible si no se producen novedades. La casa se encuentra en un estado
absolutamente ruinoso, abandonada, convertida en un de pósito de basura
circundante y almacén improvisado de los fruteros que rondan la zona. En la web
Lonely Planet se decía de la Villa hace
ya unos años: «Durrell's room was on top of an octagonal tower in the garden, though
sadly the place has deteriorated badly over the past couple of decades. »
La
Villa es un ejemplo de la modernidad poderosa de la ciudad y refleja, como
ocurrió también en El Cairo, los barrios de grandes villas a la europea,
realizadas por arquitectos que contribuyeron a forjar la imagen cosmopolita de
Alejandría. Pero al igual que otras zonas de Egipto la desidia gubernamental y
de los propietarios han ido dejando que muchas cosas se destruyeran sin el
menor intento de impedirlo.
En Al
Ahram algunos sostienen que el deterioro y la amenaza de que entre la
maquinaria destruir lo que queda dejando el solar vacío, listo para edificar,
es una estrategia del propietario, que compró la casa hace casi veinte años a
la familia Ambron, la del arquitecto propietario que la diseñó y construyó en
los años 20, en un época importante de la vida de Alejandría. Con ella pretende
justificar la demolición de una casa que compró con la pretensión de que, al
tener valor cultural, podría vender bien. Según parece la jugada no le resultó
como esperaba y ahora el edificio se encuentra en ruinas. El propietario
contesta así a las preguntas del diario:
Why is the villa sinking into
disrepair? Abdel Aziz Ahmed
Abdel Aziz, a 63-year-old realtor and owner of the villa, shared his side of
the story with Ahram Online.
"I bought the villa from the Ambron family
in 1996 and the villa was no condition to be lived in since. Actually, I have
four judicial verdicts and in my favour to demolish the villa. Judicial verdict
No 2439 for 1995 states that the villa has no historical or cultural value of
any kind. It can’t be included under Greek, Christian, Islamic or Ancient
Egyptian heritage. Judicial verdict No 6640 stipulates that the court should
appoint a civil engineer to inspect if the villa, to see if it should be
demolished or not." The engineer concluded that the villa could be demolished
if the owner wished. The last two judicial verdicts stipulate that the villa
should be removed from Alexandria Heritage Preservation List and demolition
order be established.
Now Abdel Aziz claims that since he bought the
villa it was in a state beyond repair. That it needed to be taken down and then
rebuilt all over again. Hence he kept it all these years, aiming for
governmental intervention or that Durell's fans would weigh in and buy it.*
La acumulación de sentencias que quitan importancia a la casa nos muestra la resistencia del propietario a demolerla definitivamente. Podría haberlo hecho desde el momento en que quedó fuera de las únicas excepciones que deben ser preservadas: la casa no tiene valor "griego, cristiano, islámico o egipcio antiguo", según le dijeron ya con la primera sentencia. Nada al margen de esas categorías merece preservarse, según estimaron los jueces, que más bien debieron decirle que eso era un problema suyo ya que la había comprado.
La Villa Ambron es un ejemplo del deterioro de una época del
Egipto moderno que ha quedado al margen de las presiones históricas internas:
su momento cosmopolita, del que Alejandría es un gran ejemplo. El
cosmopolitismo se mueve en un orden distinto al nacionalismo, lo religioso o la
historia antigua egipcia, porque precisamente no se funda en las diferencias
sino en la idea integradora de la convivencia. Hay una parte de la historia de Egipto
que representa ese espacio. Los hay que presumen de su religión o de su
nacionalismo, algunos de los dos, pero casi nadie reivindica ese pasado cosmopolita
en el que se elegía Egipto para vivir o trabajar más que para visitarlo como
"turista" de tour de cinco días, fotos y a casa.
Alejandría sufre la desaparición de edificios de esta época, finales del XIX y la primera mitad del siglo XX, una época modernista y cosmopolita que aceró tanto a Alejandría como a El Cairo a las grandes ciudades europeas. En ese
pasado muchos artistas, intelectuales, profesionales formaron parte un Egipto que
les dejó una huella y en el que dejaron la suya.
Muchas veces he criticado los intentos de cerrar Egipto, del aislamiento o de
alentar el desprecio o el recelo hacia lo que viene de fuera camuflándolo como
defensa ante agresiones o perversiones foráneas. Esto solo interesa a los que
quieren controlarlo para evitar que vuelva a ser un espacio cosmopolita,
ejemplo de convivencia y apertura al mundo.
El deterioro de viejo edificio de Alejandría, la Villa Ambron, me parece un símbolo de ese alejamiento de un pasado que debería ser recuperado por todos como parte de esa modernidad egipcia que debe salir de nuevo como un espacio abierto al mundo. No sé si se salvará de la piqueta o de la especulación. Ignoro si los "fans de Durrell" llegarán a hacer alguna oferta que pueda interesar al astuto propietario. Con su desaparición se pierde una parte de su historia, que aunque no sea posible encuadrarla en ninguno de los cuatro supuestos que las leyes de protección consideran aplicables, no por ello deja de ser parte de su legado.
La Villa Ambron no es el único caso de esta destrucción del periodo que cubre la primera mitad del siglo XX.
En mayo
de 2013, Al Arham nos daba cuenta de la destrucción de uno de los edificios emblemáticos
de Alejandría, su Cine Rialto, un edificio vinculado con una ciudad y su
identidad cinematográfica. El cine es muy importante en Egipto y forma parte de la memoria individual y de colectiva. A pesar de
los intentos de la asociación "Save Alexandría", que llegan a rodear
los edificios protegerlos, el cine no logró salvarse de la destrucción
especulativa o de la indiferencia. Señalaban en Al Haram:
Rialto Cinema was built in the late 19th
century with distinguished art deco. Though there is no clear evidence on when
exactly it was built, an old map of Alexandria posted on the Save Alexandria
website, one of the largest initiatives that works to save the old city's
inheritance and artistic legacy, marks Rialto's presence in the late 1930s.
"I grew up when the cinema was in its
prime during the 1940s and 50s. I remember seeing renowned singers Abdel-Halim
Hafez and Shadya, actors Kamal El-Shenawy and Faten Hamama as well as musical
composer Farid El-Atrash attend the premiers of their films in this
cinema," said Mohamed Abdel Baset, a seventy-year-old doorman in El-Raml
neighbourhood.
The art of cinema is deeply rooted in the heart
of the Mediterranean city that witnessed the first cinema screening in 1897,
built the first cinema studio in 1907, and published the first cinema magazine
in 1919.**
Han logrado salvar algunos edificios de la ciudad, pero la
piqueta ha acabado y con mucho de ese legado cosmopolita de una Alejandría que
forma parte de la historia egipcia. Y lo que no es por acción de las máquinas es
por el abandono de sus propietarios o responsables. Esperemos que mejore para orgullo de los alejandrinos y alegría de los que recorran sus calles llegados desde todos los lugares del mundo.
En Egipto la historia está debajo de cada piedra esperando
ser recuperada, pero debajo de los escombros de la Villa Ambron o del cine Rialto no quedará ya nada
que recuperar.
* "Lawrence Durell’s Alexandria villa
faces uncertain fate" Al Ahram Online 16/01/2014
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/32/97/91693/Folk/Street-Smart/Lawrence-Durell%E2%80%99s-Alexandria-villa-faces-uncertain.aspx
** "Alexandria mourns loss of historical Rialto Cinema" Al Ahram Online 21/05/2013 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/32/0/71517/Folk/0/Alexandria-mourns-loss-of-historical-Rialto-Cinema.aspx
** "Alexandria mourns loss of historical Rialto Cinema" Al Ahram Online 21/05/2013 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/32/0/71517/Folk/0/Alexandria-mourns-loss-of-historical-Rialto-Cinema.aspx
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