Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Que la
guerra es un negocio para algunos no
es una novedad. Esconderse tras grandes palabras que sirvan para ocultar la
realidad suele ser habitual. Por eso la lucha por los relatos, por ser quién
imponga su discurso suele ser la otra parte de la batalla.
En el
caso de la guerra de Ucrania se está produciendo una de esas batallas por el
sentido de lo que ocurre. Pero la voz dominante quiere ser la de los Estados
Unidos de Trump dando una versión un tanto diferente y, en muchos momentos,
contradictoria. La cuestión con Donald Trump es que quiere ocupar muchas
posiciones en el tablero al tener que asumir papeles distintos. Por un lado se
proclama "negociador" y "promotor" de la "paz" y
por otro trata de aprovecharse de la guerra, es decir, lo que él entiende por
"cobrar" los servicios prestados. Trump lo ha dicho con claridad;
Estados Unidos tiene que "recuperar lo invertido" en la guerra.
Estados Unidos ha financiado con su dinero la guerra y quiere cobrarse lo
invertido.
De esta
forma, la "paz" no es más que el final del contrato, el momento en el
que el "tío Sam", convertido en el "cobrador del frac",
pasa a llevarse lo que le deben. Trump ha pisoteado la imagen elaborada en los
Estados Unidos del país de "principios", de la "causa de la
libertad", de la "democracia", de los "derechos", etc. Hasta el momento, esos eran
los discursos habituales. Ahora Trump, hombre de negocios, deja claro sobre la
mesa cuál es la cuestión real y
arrastra con ella a los Estados Unidos.
Ya no
hay causas, solo negocios. Los Estados Unidos van a cobrarse la inversión bélica quedándose con parte de Ucrania y sus
recursos y repartiendo otra parte a Rusia, que se quedará, si nada lo remedia,
con la parte de Ucrania que ha invadido. Todo es tan impresentable, tan
"anti americano", que no se sabe bien hasta dónde puede llegar Trump
"recuperando" inversiones previas. ¿Puede cobrar por el
"desembarco de Normandía? ¿Por qué no?
Pero
todo esto lleva a cierto desajuste en los discursos, en la forma de hacer
"presentable" lo impresentable. Ya no solo de trata de pasar a la
Historia, sino de pasar ante la opinión pública norteamericana vendiendo la honorabilidad de las medidas. Se trata
de mantener la imagen interna, de que los norteamericanos sientan que se está
haciendo justicia, que Zelenski no es más que un dictador, como Trump le ha
llamado, que está sangrando a los Estados Unidos con sus peticiones de
armamento, ayudas, etc.
Veamos cómo se nos cuenta lo ocurrido en las Naciones Unidas con la propuesta de los Estados Unidos de reescribir lo ocurrido:
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha adoptado por primera vez una resolución redactada por Estados Unidos para conmemorar el tercer aniversario de la guerra entre Rusia y Ucrania. Su aprobación suaviza el impasse de larga data de la ONU sobre el conflicto y en un momento clave para el presidente estadounidense, Donald Trump, quien busca negociar la paz entre Kiev y Moscú.
La resolución ha recibido 10 votos a favor, mientras Francia y Reino Unido, miembros permanentes del Consejo que podrían haber hecho uso de su derecho a veto, se han abstenido. La resolución ha obtenido el apoyo tanto de Rusia como de China, así como de los países africanos y asiáticos del Consejo.
El texto no señala en ningún momento la guerra de agresión de Moscú contra Kiev, y tan solo "implora" el fin del conflicto y "una paz duradera" entre ambos contendientes.
Por el momento, Francia, Reino Unido, Dinamarca, Eslovenia y Grecia han presentado tres enmiendas al proyecto de resolución contenido en el documento S/2025/112 para cambiar el término "conflicto entre Rusia y Ucrania" por "invasión de la Federación Rusa a gran escala de Ucrania". Por su parte, Rusia ha propuesto dos, todas pendientes de aprobación.
"Esta resolución nos pone en el camino de la paz, es un primer paso, pero crucial, del que todos deberíamos estar orgullosos", ha afirmado ante el Consejo la embajadora interina de Estados Unidos ante la ONU, Dorothy Shea. "Ahora debemos usarlo para construir un futuro pacífico para Ucrania, Rusia y la comunidad internacional", ha señalado.
Previamente, la propuesta había sido rechazada cuando fue sometida a votación en la Asamblea General. El documento fue modificado hasta en tres ocasiones por países europeos con el fin de incluir una condena explícita a la invasión rusa y la exigencia de respetar la soberanía ucraniana.
Las modificaciones desvirtuaron la intención original de Washington, que terminó absteniéndose de su propia propuesta. La resolución, aprobada con 93 votos a favor, reflejó una disminución del apoyo diplomático a Ucrania en comparación con años anteriores. Países como China, India, Brasil y Arabia Saudí se abstuvieron, mientras que Hungría rompió la unidad europea al votar en contra.
Un descenso en los apoyos que no ha impedido que la alta representante de la UE para asuntos exteriores y política de seguridad, Kaja Kallas, acogiera con satisfacción la adopción de la resolución de la Asamblea General de la ONU. Kallas subrayó cómo esta reafirmaba la "importancia de la integridad territorial y la soberanía", en línea con la Carta de las Naciones Unidas.*
Como
puede apreciarse, el texto de salida y el de entrada difieren precisamente en
la forma de calificar los hechos y las intenciones. De igual forma, lo apoyos, abstenciones y rechazos de la
propuesta aprobada marcan las diferentes valoraciones, incluida la de la desertora
y anti europeísta Hungría.
Cualquier
resolución que ignore quién comenzó la guerra y cuáles han sido sus resultados,
incluso que niegue la existencia de la propia guerra tratando de camuflarla a
gusto de los intereses de Estados Unidos y de Rusia, no son más que palabras,
eso sí, palabras salidas de Naciones Unidas. Algunos argumentarán que son cosas
de la diplomacia, pero esto va más allá y deshace la propia función que guió la
creación de las instituciones internacionales con el fin preciso de evitar
conflictos, no de camuflarlos.
Pero los
Estados Unidos de Trump son negacionistas por naturaleza, lo que cubre de la
violencia de género o la diversidad a los efectos de las vacunas o del cambio
climático. Para Trump solo hay una respuesta, la que cubre sus intereses.
Los
europeos (no sé los húngaros) comienzan a tener que se empiecen a producir
"conflictos" inexplicables que se resuelvan con el cobro de recursos,
la imposición de compras o las sanciones por comprar más barato en otros
lugares. Si la cosa funciona, a Trump le interesa la "amenaza rusa"
de su buen amigo Putin, que siempre se acaba llevando una parte y que no
necesita que le animen en ir "recortando" el mapa europeo.
Cualquier
texto que niegue directa o indirectamente que Rusia es la agresora, que se
trata de una "guerra" en toda regla o que Estados Unidos ha comenzado
a "cobrarse" los servicios quedándose con los recursos que le apetece
no es más que papel mojado.
La
reacción de la Unión Europea es cada vez más necesaria, pero el temor a lo que
pueda hacer Estados Unidos con Trump al frente hace medir los pasos
cuidadosamente. ¿Dejará Trump que Europa se arme y defienda o, por contra,
seguirá considerando a los europeos como rehenes rentables?
Que se
haya tenido que cambiar tres veces el texto presentado que evitaba hablar de la
realidad de la guerra es bastante indicativo de la lucha por los relatos. Pero
por mucho relato que haya hay ciertas cosas que las palabras no pueden cambiar.
Recordemos que las primeras que trataron de evitar los juegos con las palabras
fueron las familias de los combatientes rusos muertos en el inexistente frente.
Si no se reconocía que eran soldados muertos en el frente en acción bélica,
sencillamente, no podía cobrar las pensiones correspondientes.
Los
soldados rusos fueron enviados al frente sin los uniformes oficiales para
evitar que Moscú fuera acusado de invasión. Todo eso está ahí, en la Historia
que ahora se quiere negar planteando la igualdad o, incluso, que fue Ucrania
quien empezó la guerra. Aquí no han existido los hechos, ni los rusos ni los
prorrusos; Moscú solo iba en ayuda de los oprimidos en una generosa operación
pacifista.
A lo hecho por Putin se suma lo hecho por Trump convirtiendo en irreconocibles los hechos. Trump cree que el mundo se puede renombrar a su gusto, como ha hecho con el Golfo de México, ahora para su Google, libros de texto, etc. el "Golfo de América". ¿Será "paz" lo que salga de cualquier acción de los Estados Unidos?
* "EE.UU. recibe el apoyo de Rusia y China en una resolución de la ONU sobre Ucrania y Francia y Reino Unido se abstienen" RTVE.es / AGENCIAS 24/02/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250224/consejo-seguridad-aprueba-resolucion-ucrania-abstencion-francia-reino-unido/16464487.shtml
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