sábado, 29 de marzo de 2025

Acoso: ¿qué sociedad queremos?

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

No sé muy bien si tenemos un modelo de persona y de sociedad o simplemente navegamos entre palabrería y malos ejemplos. Esto adquiere especial significación cuando se tratan casos dados en lo que llamamos "infancia", un constructo, un concepto en el que volcamos una serie de ideas preconcebidas que la realidad cuestiona cada día.

El caso del maltrato, acoso, agresión contra el menor con parálisis cerebral, convertido en objeto de mofa por sus compañeros agresores es algo más que un "caso". Son unos hechos que deben llevarnos a la reflexión sobre muchas cosas, para eliminar los tópicos sobre la "infancia", como un estado o totalidad.

Podemos pensar muchas cosas, como qué es un "centro escolar" y cuál es su "función formativa", qué modelo de persona saldrá de allí, qué experiencia de convivencia se adquiere. Podemos pensar en cuáles son los valores que traen los alumnos desde sus casas, si es allí donde adquieren eso que les permite atacar, burlarse de otros compañeros sin sentir ningún remordimiento o sentido de la maldad cometida. Podemos pensar en las reacciones de las familias ante los hechos incuestionables y la enseñanza de qué todo vale o que eso pasa por permitir que "personas discapacitadas" vayan a los centros. Podemos pensar en los centros y su incapacidad para evitar llegar a estas situaciones; podemos pensar en la insuficiencia personal y presupuestaria, una queja frecuente. Podemos hacerlo también sobre el absurdo de los tratamientos legales en estas situaciones y la extensión de la idea de que los menores son "inimputables", por lo que pueden hacer lo que quieran sin consecuencias, algo derivado de una serie de ideas preconcebidas sobre la infancia que quizá habría que revisar con seriedad, a la vista del aumento de los delitos. Podemos pensar sobre los modelos de violencia que se transmiten a través de los medios, de un clima de enfrentamiento que puede convertir la violencia en algo cotidiano y en espectáculo, ejemplificado en las relaciones políticas, sociales, deportivas...

Sí, podemos pensar en muchas cosas. Algunas se evitan deliberadamente porque nos llevan demasiado lejos; otras, sencillamente se ignoran. Pero los actos están ahí, incómodos, inquietantes porque sabemos que no son resultado de un mal día, sino una constante que crece.

En 20minutos se nos ofrecen datos sobre situaciones de este tipo, del acoso a las personas con discapacidades:

Hace unos días conocimos otro terrible caso de acoso escolar a un alumno con discapacidad, en esta ocasión a un adolescente con parálisis cerebral cuyos compañeros grababan y golpeaban mientras él estaba sentado en su silla de ruedas.

El caso se dio a conocer en el programa de Ana Rosa, y, tras pedir Jesús Martín Blanco director general de Derechos de las Personas con Discapacidad, a la fiscalía que actuara, se espera que esté pronto en manos de la justicia.

Sin embargo, y a la espera de que se resuelva este caso, cabe recordar que el caso [de] este alumno cántabro no es mucho menos una excepción, pues el 80% de los alumnos con discapacidad ha sufrido acoso o bullying en algún momento, porcentaje que se eleva hasta el 92 % en la educación ordinaria, como el instituto en el que está matriculado este alumno. En la educación especial en cambio, el porcentaje de alumnos que sufren acoso no llega al 3%, “cualquier forma de violencia o discriminación hacia las personas con discapacidad es intolerable. Desde ambas entidades creemos que es imprescindible seguir trabajando para construir entornos educativos seguros, respetuosos e inclusivos para todas las personas”, aseguraban desde Aspace al saltar la noticia.* 


El caso es, ni mucho menos, una excepción a la vista de los datos que se nos cuentan. Más bien parece una norma por las cifras, una situación cuya "normalización" asusta y nos lleva de nuevo a las grandes preguntas del comienzo, a las básicas: ¿qué sociedad estamos construyendo, qué tipo de personas estamos (de)formando?

En estas páginas hemos sostenido y lo seguiremos haciendo que la "infancia" no es un pasado que se deja atrás, sino una etapa de iniciación al futuro, que el maltratador en la infancia lo será de adulto con gran probabilidad sino es corregido, si no toma conciencia de la maldad de su acción.

Las cifras de violencia y la gravedad de los delitos aumentan a la vez que las edades descienden. Nos lo repiten con datos y nos lo muestran como casos en los medios cada día. La violencia, el acoso, el maltrato, etc. va aumentando y son cada vez más jóvenes. Violaciones en grupo, apuñalamientos, etc. ya forman parte de la experiencia infantil.


Estamos ya viviendo en una sociedad distorsionada en la que estos casos saltan a los medios (¿existe lo que no está en los medios?) o dejan de hacerlo por lo cotidiano. La creación de grupos, asociaciones, ONGs, etc. y su manifestación en calles y centros escolares, la publicación de informes, etc. no logran frenar todo esto en medio de la maraña de problemas que la política, el deporte y los casos fabricados expresamente para consumo de los medios tratan de atenuar.

Hay demasiado ruido mediático para atender a los grandes problemas sociales, tanto de hechos como de principios. Estos casos nos obligan a ponernos delante del espejo, ante una imagen poco favorecedora, necesitada de maquillaje.

 

* "8 de cada 10 alumnos con discapacidad ha sufrido acoso, 9 de cada 10 en la educación ordinaria" 20minutos 29/03/2025 https://www.20minutos.es/noticia/5695617/0/9-cada-10-alumnos-con-discapacidad-ha-sufrido-bullying-9-cada-10-ellos-educacion-ordinaria/

viernes, 28 de marzo de 2025

Mazón, el apestado

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Una de las preguntas que más se hacen en estos momentos no tiene que ver con Trump p con Putin, sino sobre el destino de Carlos Mazón. Dado el cariz y las prácticas de la política española, está claro que Carlos Mazón así no puede durar mucho. Un milagro tendría que ocurrir y no estás los tiempos para milagros.

Todo es una cadena de hechos y Mazón está bien encadenado a ellos. La cuestión está en cómo se liberan del encadenamiento el resto, aquellos a los que arrastra. El principio político español de "sostenerla y no enmendarla" hace que su propio partido tenga que apoyarle simplemente porque los que le exigen la dimisión no son ellos (como desearían) y se la piden todos los demás. Que los demás pidan tu dimisión, hace que el PP se resista dentro de esta extraña relación solidaria —hoy por ti, mañana por mí— que mantienen los partidos.

Un Carlos Mazón que no puede pisar la calle, recibir víctimas, etc. porque le dicen de todo, de asesino a insolidario, no puede ser un buen activo. Lo que ocurre es eso, esa extraña forma de solidaridad que impide pedirle la dimisión. Estas crisis siempre se resuelven cesando o dimitiendo los peones de por abajo, pero el caso es tan grave, con muertos por medio, que nadie deja de apuntar a la cabeza de Mazón y, de paso, a la de Núñez Feijoo.

Para acabar de arreglarlo, Mazón hace una salida hacia adelante y pacta los presupuestos con Vox, otro error político que deja al PP a los pies de los caballos en el panorama nacional y, lo que es peor, internacional, donde la presencia de Abascal junto a Donald Trump no es posible atenuar.

Pero Mazón es un kamikaze y puestos a luchar saca el sable y se envalentona, un gesto melodramático que no tiene valor político alguno. Todos saben que está acabado, aunque lance su avión a estrellarse contra el palacio de La Moncloa, que es lo que está haciendo.

La táctica española frente al desastre es lanzarse contra el enemigo y tratar de causar la mayor cifra de bajas posible. Pero Mazón tiene la respuesta en casa y un presidente autonómico que no puede presidir, inaugurar, etc. es un activo peligroso, carne de reporteros y cámaras. Mazón, con las distancias lógicas, es el Rubiales de la política española, el punto al que van las bofetadas mientras grita "¡no dimitiré, no dimitiré!" Pero, como en el caso Rubiales, Mazón ya es merecidamente el malo de la película. Es el centro indiscutible del caso, como muestran las imágenes de cámaras de seguridad, el análisis de de sus diversas versiones, los testimonios de media humanidad, y los carteles y gritos en las calles. Todo eso y mucho más es lo que Carlos Mazón ha obtenido y que seguirá en cada telediario, en cada aniversario (meses, años, aniversario de los cinco, de los diez....) Es Mazón el apestado.

De vez en cuando emulará a Clint Eastwood y mirará desafiante a las cámaras y a la humanidad detrás, como ha hecho recientemente con lo del "lo que hay que tener", pero es más humo que otra cosa, un pequeño giro de guion, poco más.

El caso Mazón (podemos llamar así al conjunto de hechos y respuestas, de características específicas que lo definen frente a otros) es muy propio de la política española. Obedece a la peculiar estructura de partidos que hemos ido fabricando en este país en las décadas pasadas. Cada miembro que colocamos en un puesto elevado repercute sobre los cimientos.

Releía estos días una obra que causó sensación en el momento de su aparición, en 1969, El principio de Peter. Tratado sobre la incompetencia o porque las cosas van siempre m**, firmado por el Dr. Laurence J. Peter y Raymond Hull. En la obra se recogían los años de observaciones de Dr. Peter y la fundación de un nuevo campo, la "jerarquiología". La obra se publicó en España ya en 1970 y tuvo excelente acogida. como en muchos otros países pues fue un bestseller mundial.

En su presentación, Peter explica:

Mi principio es la clave para la compresión de todos los sistemas jerárquicos y, por tanto, para la comprensión de la estructura toda de la civilización. Unos cuantos excéntricos tratan de no verse insertos en jerarquías, pero todos cuantos participan en el comercio, la industria, el sindicalismo, la política, el Gobierno, las Fuerzas Armadas, la religión y la educación se hallan inmersos en ellas. Todos se encuentran regidos por el Principio de Peter.   

Desde luego, muchos de ellos pueden conseguir uno o dos ascensos, pasando de un nivel de competencia a otro nivel superior de competencia. Pero la competencia en ese nuevo puesto les califica para otro nuevo ascenso. Para cada individuo, para usted, para mí, el ascenso final lo es desde un nivel de competencia a un nivel de incompetencia.

En consecuencia, dado un lapso de tiempo suficiente, y supuesta la existencia de un suficiente número de grados en la jerarquía, todo empleado asciende a, y permanece en, su nivel de incompetencia. El Corolario de Peter dice:   

Con el tiempo, todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones. *

No tengo dudas que, según el principio del profesor Peter, Mazón llegó a su nivel de incompetencia en la jerarquía. No ha sido el único que se ha mostrado incompetente, es decir, que estaba donde no debía, incapaz de enfrentarse a los problemas a los que su nivel exigía enfrentarse. La incompetencia se ha mostrado a lo largo de la línea jerárquica, como se ha visto. Los que había no estaban a lo que debían, bloqueados, indecisos, miedosos ante las decisiones que había que tomar y no se atrevieron.

Las respuestas a esto, en el caso específico de Mazón, son variadas y habrá que esperar para ver hacia dónde se dará la patada, si hacia arriba o hacia abajo. Habrá que ver cuánto tiempo considera el PP que es necesario tenerle en su particular situación. Cuando no haya más remedio, lo mandarán lejos, pero a sabiendas de que Mazón ha quedado marcado y que allí donde aparezca se escucharan gritos, se verán pintadas y carteles, intentos de agresión. 

Mazón es un apestado y en su partido lo saben. Pero... 


* Dr, Laurence J. Peter y Raymond Hull (1969, trad. 1985). El principio de Peter. Tratado sobre la incompetencia o porque las cosas van siempre m**. Trad. Adolfo Martín.

jueves, 27 de marzo de 2025

La política pirotécnica española

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Mientras desde Europa se nos recomiendan "kits" de supervivencia para guerras, desastres climáticos, volcanes y terremotos, y el mundo avanza hacia un colapso económico con un loco en la Casa Blanca y otro en el Kremlin, ¿aquí seguimos con lo nuestro?

Lo "nuestro", todo hay que decirlo, son discusiones impresentables, declaraciones de Mazón sobre "lo que hay que tener", casos de esposas y hermanos, ausencia de presupuestos, polémicas futboleras, correos de fiscales, extorsiones de fugados... y un sinfín de naderías cuyo efecto conjunto es el de una mascletá.

No, no hay nada que pare este declive, esta decadencia global de la política española, esta incapacidad crónica para enfrentarse a una realidad que la supera. Da igual lo que ocurra fuera; nosotros seguimos nuestro rumbo pirotécnico hacia la nada.

El discurso reivindicativo de Mazón proponiéndose como el modelo de actuación y reclamando a los demás ese "lo que hay que tener" con el perfecto énfasis del que lo ha ensayado horas frente al espejo, levantado de ceja incluido (los asesores de imagen se gana el sueldo) muestra ese tránsito del que es llamado "asesino" en plena calle y se esconde en la tribuna tras las falleras, al "killer" amenazante, al duelo al amanecer en OK Corral.


Todo este barullo entre La Moncloa y los populares repartidos por nuestra sufrida superficie se ha resuelto de la peor manera posible: los pactos de los populares con Vox para poder gobernar con su "apoyo". ¡A grandes males, peores remedios! Una vez que se supera el tabú, los distintos gobiernos se lanzan a repetirlos. Mientras Europa cerca a la ultraderecha tratando de crear un cinturón de seguridad, en España les ponemos despacho y les damos la oportunidad de decidir.

Las dos condiciones de Vox son claras en muchos sentidos. Por un lado está el tema recurrente de la inmigración, que le permite ampliar sus discursos racista y xenófobos que tan buenos resultados le está dando, incluidos los Estados Unidos de Trump; pero por el otro se ataca (también con Trump como modelo) al "ecologismo", que se considera un freno radical a los intereses industriales por las limitaciones y cuidados que se exigen.

Todo lo que el trumpista Vox exige frenar y combatir es considerado "radical" y eso va del ecologismo a las políticas de igualdad de género, pasando por el tema central de la inmigración.

¿Sabe el Partido Popular dónde se ha metido? Critica a Sánchez depender del chantaje de Puigdemont... ¿y se entrega al chantaje de Vox?


Cuando crece la necesidad de alejarse de las políticas chantajistas, agresivas de Trump, ¿se lanzan en brazos de aquellos de los que Trump asegura que están haciendo un "buen trabajo"? Vox es el trumpismo en España. A Abascal le gusta que le pasen la mano por la espalda en las visitas a la Casa Blanca. Ahora se la van a pasar por las Autonomías españolas a cuyo gobierno se incorporen o controlen con sus votos.

¿No se acuerdan de las censuras en bibliotecas, de los recortes en sectores claves para ellos en ayuntamientos y Autonomías?

La inutilidad de las autoridades valencianas durante la danas es grave y muestra su defecto básico, su incapacidad para tomar decisiones que lesionen los intereses económicos de la zona. El resultado catastrófico está a la vista. Pero la alianza con Vox muestra algo más, otro tipo de incapacidades y de cegueras políticas. No sé si la cabeza de Mazón vale tanto como el precio que van a tener que pagar.

La fragmentación de la política española, que muchos saludaron como el "fin del bipartidismo", la hace débil, caprichosa y calculadora, la condena a estar el día contando los apoyos disponibles para cualquier cosa que tenga que aprobar. Eso quiebra el principio democrático al dar más poder al más pequeño, que puede decidir el destino de todos con solo un voto si este es el que falta para aprobar algo.

Produce también unos políticos que respetan poco la llamada "voluntad popular" que es suplantada por quienes saben que van a sacar un buen provecho de la debilidad de los otros. Todo se vuelve presente calculado, circunstancial.

Que el trumpismo tenga a Vox en España como su mejor aliado es algo que el PP no puede dejar de lado y que sentirá pronto. Esto le pasará factura y lo pagaremos entre todos.

¡Vaya panorama! 

miércoles, 26 de marzo de 2025

El kit de supervivencia

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Está en lugar preferente en casi todos los medios españoles. Lo del "kit de supervivencia" propugnado desde Europa nos ha llegado al alma festiva española. El titular de 20minutos, por ejemplo, usa la expresión "tambores de guerra", mientras que en La Vanguardia se centran en la duración, esas "72 horas", esos tres días que hay que "sobrevivir" hasta que pase "algo" como que nos vengan a "rescatar", "vuelva la luz", "nos saquen del ascensor", del "coche atrapado" o cualquiera de las manifestaciones concretas de lo que oscila entre ataques y catástrofes naturales.

Por supuesto que habrá todo tipo de "kits", el del sibarita —bien surtido, lleno de exquisiteces— y el del 3x2 del supermercado de la esquina porque no se pasa uno la vida trabajando para que luego nos fundamos todos en una desgracia.

En La Vanguardia, su corresponsal en Bruselas, Anna Buj; explicaba el inicio de esto hace unos pocos minutos: 

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, fue clara en un discurso ante una academia militar danesa la semana pasada. “Europa debe prepararse para la guerra”, advirtió. Una semana después, la UE lo quiere poner en práctica no solo estableciendo un sistema para que los estados miembros estén listos y armados de aquí al 2030, sino también implicando a todos los hogares del continente. En un borrador de un plan comunitario de preparación ante una pandemia, una catástrofe natural o incluso una guerra, la Comisión Europea describe que quiere apoyar a los Estados miembros para que logren que la población europea pueda resistir tres días, o 72 horas, en caso de una emergencia.

El plan, que el Ejecutivo comunitario presentará hoy, asegura que los ciudadanos y los hogares deben ser capaces de aguantar estos primeros tres días habiendo almacenado bienes esenciales como agua, comida, medicamentos y otros servicios básicos hasta que llegue la ayuda exterior. Se trata de un enfoque parecido al descrito por el expresidente finlandés Sauli Niinistö en un informe encargado por la Comisión Europea. Niinistö, proveniente de un país con tradición en este tipo de dispositivos, ya señalaba hace unos meses que la UE debía promover que cada hogar estuviera equipado para poder subsistir durante un mínimo de 72 horas. El finlandés introducía en sus recomendaciones un sondeo del Eurobarómetro del año pasado en el que los europeos citaban lo más básico en una emergencia de este tipo: además de agua, comida o medicamentos, mencionaban una radio con pilas, velas y linternas o tener una mochila lista para evacuar rápidamente en un caso extremo.*


El "incluso una guerra", como se señala en el texto, establece un cierto orden de probabilidad: ¿qué es más probable una "pandemia", una "dana" o similar o una "guerra"? Pero el atractivo periodístico y el miedo de los lectores apuntan hacia una guerra como más probable. Lo de las "72 horas", despista un poco, pero es la hipótesis que se baraja como más probable para su manejo. No nos piden que almacenemos para tres años, sino para tres días, que son los que calculan con cierto optimismo, especialmente tras experimentar las duraciones de los fenómenos atmosféricos y de los encierros en las pandemias. En este sentido, la 72 horas dejan de ser pesimistas (hay una guerra) y deben verse de forma optimista (pero durará poquito).

Lo que se propone para el kit permite hacer una cierta tipificación de los países, pues no todos se llevan lo mismo al refugio. En ABC nos dan cuenta de las cosas que se recomiendan en algunos países. En Suecia, por ejemplo:

En cuanto a los artículos necesarios para sobrevivir, la guía recomienda aprovisionarse de alimentos energéticos, altos en grasas, como el pesto, los tomates secados al sol en aceite, la mantequilla de cacahuete, las nueces y las semillas. Asimismo, insta a apostar por alimentos que puedan prepararse rápidamente con muy poca agua, un bien que llama a almacenar embotellada. Además, pide no olvidarse de las mascotas y disponer también de comida para ellas.**

Esta muy bien eso de pensar en las mascotas, que no tienen culpa de nada y cuyo destino puede oscilar entre el abandono y otros destinos que no me atrevo a citar siquiera.

Si el kit se personaliza, será el reflejo del dueño de la mochilita. Habrá quien se lleve un libro —ninguno de los que he visto lo menciona— mientras que otros no renunciarán a la videoconsola. Si la cosa se alarga, el libro incluso te lo puedes comer, algo que deberían tener en cuentas las editoriales y promocionar las nuevas ediciones como doble alimento, espiritual y material.

La industria y el comercio, siempre pendientes de las "oportunidades", empezarán a promover packs para llevarse al refugio, para el que se ofrecerán nuevas decoraciones positivas de los trasteros. Sobrevivir en un entorno agradable siempre es más placentero y deja menos secuelas.

¿Debemos los europeos estar preparados para esta variada posibilidad de desastres? Por supuesto. La idea de preparación es esencial en estos casos. En un país turístico como el nuestro, se debería incluir apartamento más refugio de 72 horas, con un kit de productos locales, por si nos pilla en vacaciones.

En La Vanguardia, su director Jordi Juan, titula "Que lejos nos queda Rusia", donde viene a decir que España es diferente:

La noticia no sorprenderá en la Europa del Este, donde la población vive muy sensibilizada ante la amenaza de una conflagración bélica, pero suena alarmista y desmesurada a ojos de la cultura de esta parte de Europa más hacia el oeste donde vivimos. Justamente se dio a conocer ayer una encuesta del Eurobarómetro que refleja estas diferencias de criterio. Para la media europea, la principal preocupación es la seguridad y la defensa, mientras que para los ciudadanos españoles esta amenaza cae a la quinta posición en cuanto a las cuestiones que más inquietud despiertan.***

¿Por qué somos o pensamos así? Muy sencillo: España necesita de la paz para sobrevivir más allá de las 72 horas. Pensar en términos bélicos es pasar a la inexistencia radical, a la desaparición del turista como materia prima. Lo hemos visto con la pandemia, donde se han antepuesto los intereses turístico comerciales. ¿Recuerdan los trenes de los turistas franceses que venía a hacer aquí lo que no les dejaban en su país?) o incluso ahora con las danas, cuyos efectos han sido terribles por no "perjudicar" los intereses turísticos y construyendo donde no se debía, como denunciaban repetidamente los expertos?

Nosotros, dice el director de La Vanguardia, no queremos pensar en escenarios complicados. 


* Anna Buj "La UE pide a la población que tenga provisiones para resistir tres días" La Vanguardia 26/03/2025 https://www.lavanguardia.com/internacional/20250326/10518213/ue-pide-poblacion-tenga-provisiones-resistir-tres-dias.html

** África Albalá y Alexia Columba Jerez  "" ABC 26/03/2025 https://www.abc.es/internacional/pesto-suecos-tabletas-yodo-finlandeses-imprescindibles-kits-20250325225133-nt.html

*** Jordi Juan "Qué lejos nos queda Rusia" La Vanguardia 26/03/2025 https://www.lavanguardia.com/opinion/20250326/10518286/que-lejos-queda-rusia.html

martes, 25 de marzo de 2025

Lo que la brecha de seguridad revela

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

De entre la francamente oscura, tenebrosa sarta de noticias con las que nos levantan hoy —pactos infames, contraofensivas impresentables, "aguaceros primaverales", pleno de aranceles, chantajes políticos...— me quedó con la metedura de pata en la "seguridad" norteamericana de la que se nos dice que "todo el mundo habla" en los Estados Unidos.

Hoy martes tienen programada una reunión sobre las "amenazas" a la seguridad nacional, donde supongo que considerarán como tales a los propios políticos de la administración trumpista.

No hay otra forma de plantearlo tras el fiasco del chat entre autoridades que ha salido a la luz. En Independent en español nos dan cuenta de lo ocurrido:

Los principales funcionarios de inteligencia del gobierno del presidente Donald Trump comparecerán ante el Congreso en audiencias consecutivas esta semana, su primera oportunidad desde que fueron juramentados en el cargo para testificar sobre las amenazas que enfrenta Estados Unidos y lo que el gobierno está haciendo para contrarrestarlas.

El director del FBI, Kash Patel; el director de la CIA, John Ratcliffe, y Tulsi Gabbard, la directora de inteligencia nacional, se encuentran entre los testigos que comparecerán el martes ante la Comisión de Inteligencia del Senado y el miércoles ante la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes.

La audiencia del martes tendrá lugar un día después de que se conociera la noticia de que varios altos funcionarios de seguridad nacional en el gobierno de Trump, incluidos Ratcliffe y el secretario de Defensa Pete Hegseth, enviaron planes de guerra para próximos ataques militares en Yemen a un chat grupal en una aplicación de mensajería segura en el que estaba incluido el editor en jefe de la revista The Atlantic.*


Lo ocurrido da para un nuevo "Teléfono rojo ¡Volamos hacia Moscú!", de estar el mundo para bromas sobre estos temas. Las inversiones multimillonarias en defensa, en armamento, tiradas ante lo patética imagen de unos dirigentes que se dedican a "chatear" sobre sus ataques a Yemen, No es un agujero de seguridad; es un auténtico socavón. ¡Estas cosas no pasan en el Kremlin!

Sin embargo, lo que ha dejado la conversación publicada en The Atlantic es algo más que un "hueco de seguridad". Me quedo con algo que me preocupa: la oposición del vicepresidente Vance al bombardeo a los hutíes. No eran motivos humanitarios o pacifistas, sino la idea de que atacando a los hutíes se beneficiaba a Europa, ya que ellos se dedican a atacar los barcos de transporte (básicamente desde China) que van hacia Europa.

No estamos hablando ya de "guerras arancelarias", sino de algo muy distinto que hace tambalearse de nuevo la idea de que los Estados Unidos de Trump sea un "aliado" de alguien que no sean ellos mismos. Las afirmaciones de Vance en el chat publicado son una forma de agresión, una vez más, hacia Europa. El vicepresidente norteamericano forma parte de esa aparentemente "suave" política a la sombra del propio Trump.

Alguien me preguntó, tras el discurso "europeo" de Vance, en dónde veía yo (y la mitad de la humanidad) los ataques a Europa; creo que si no lo entendió entonces, puede que lo entienda mejor ahora.

Esto es algo más que una "brecha"; es una muestra clara de la agresividad de las políticas norteamericanas y de la necesidad de una defensa clara y autónoma de Europa. Si los chantajes sobre Ucrania, si las amenazas a Canadá, a Groenlandia, a Panamá, etc. son directas, las amenazas a la Unión Europea comienzan a serlo tras una cortina de aparente diplomacia. Tras ella se esconde la idea que a Trump se le "escapó": la Unión Europea se creó para "jo..." a Estados Unidos. No pensemos que se trata de una afirmación solo de un "ignorante", que también lo es. El chat filtrado muestra la verdadera intención de la administración norteamericana. Podemos reírnos de la chapuza, pero no podemos ignorar lo que está revela.

Al igual que se está haciendo con Ucrania —un chantaje en toda regla para quedarse con los recursos, que serán "respetados" por Rusia—, Europa asume el mismo riesgo, como demuestran la palabras de Vance. Hacer "grande" a América pasa realmente por hacer "pequeño" al resto del mundo.

Los involucrados en la chapuza de la filtración nos muestra —y eso es lo que preocupa allí— que la seguridad se viene abajo en manos de estos personajes que Trump ha convocado para los puestos clave. En RTVE.es se nos dice que, pese a la negación de la veracidad de lo filtrado, 

El Consejo de Seguridad Nacional (NSC) ha confirmado la autenticidad del mensaje y ha iniciado una investigación para determinar cómo fue posible que un periodista accediera a una información de tal nivel de confidencialidad. La filtración ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad operacional y la vulnerabilidad de las comunicaciones internas en la Administración Trump. "Estamos tratando de entender cómo ocurrió esta falla y asegurarnos de que no vuelva a suceder", ha declarado el portavoz de Seguridad Nacional, Brian Hughes.

Asimismo, Golberg ha asegurado que el secretario de Defensa compartió planes "minuto a minuto" del ataque en Yemen. En entrevistas en MSNBC y CNN ha dicho que, aunque decidió no incluirlo en su artículo, tiene pruebas de que Hegseth compartió detalles minuciosos previos a los ataques y que su negativa de que así fuera es "mentira".** 

No debemos quedarnos en la filtración y preocuparnos por lo que lo filtrado nos muestra. Trump apenas lleva semanas en la Casa Blanca y ya ha cambiado el sistema de relaciones, la forma de actuar. Debemos ser conscientes de que Estados Unidos ya no es el que era, que sus intenciones son otras muy diferentes, que sus fronteras le saben a poco y que pretende dirigir el mundo mediante chantajes con sanciones, aranceles y, como se muestra en el chat, haciendo que otros hagan el trabajo sucio del que se beneficiaría. Ese es el tipo de político que Trump ha llevado a la vicepresidencia.

Cuando el mundo haya sido llevado al límite, Trump responsabilizará a los otros, los que siempre resultarán culpables. Cuando en la economía norteamericana se cumplan los desastres que le auguran, Trump echará la culpa a Europa, China, Venezuela o a quien haga falta y le venga bien en cada momento.

Está desmantelando el país en la mejor tradición dictatorial, del sistema educativo a los medios públicos, mientras que favorece el silenciamiento de los privados, expulsa a los trabajadores hispanos e importa a los afrikáners de Sudáfrica, etc. ¿Cuánto tardarán los norteamericanos en darse cuenta de que son el nuevo imperialismo, una dictadura universal en ciernes que suscita el rechazo?


* Eric Tucker & David Klepper "Funcionarios de inteligencia de EEUU informarán al Senado sobre amenazas a la seguridad nacional" Independent en español 25/03/2025 https://www.independentespanol.com/noticias/mundo/europa/funcionarios-de-inteligencia-de-eeuu-informaran-al-senado-sobre-amenazas-a-la-seguridad-nacional-b2720946.html