jueves, 28 de marzo de 2024

Trump te vende la Biblia buena

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Indudablemente, Donald Trump se equivocó de universo. Lo suyo era haber sido un personaje de ficción capaz de ajustarse a cualquier situación, una especie de "Jaimito" o similar, capaz de protagonizar cualquier historia, de ser el héroe de cualquier chiste sin causar extrañeza. Lo de Trump, pues, va más allá de la excentricidad, más allá del desparpajo o la pérdida del sentido de la realidad. Es una especie de "Zelig", aquel personaje de Woody Allen que se transformaba en función del entorno. Trump es la constancia del cambio sin perder su esencial, algo complicado que deberían analizar los expertos en... ¿Trump? ¿Es esto posible o ante él solo queda la perplejidad?

En 20minutos podemos leer lo último (penúltimo) de Trump con el titular "Donald Trump se lanza al negocio de las biblias para recaudar dinero en plena Semana Santa: "Es mi libro favorito"" . Con información de EFE, en el texto se nos cuenta este furor lector del expresidente y ahora aspirante: 

El expresidente Donald Trump, que lleva años comercializando productos con su nombre, ha presentado en plena Semana Santa su Biblia con el eslogan "Hagamos que América ore otra vez" (Make America Pray Again) a un precio de 60 dólares (unos 55 euros).

Trump aprovecha este nuevo producto con su marca, después de las zapatillas que presentó el mes pasado, para pedir a los estadounidenses que oren y contribuyan a su campaña por la reelección.

"Todos los estadounidenses necesitan la Biblia en su hogar... y yo tengo muchas", dice Trump en el video. "Es mi libro favorito. Me siento orgulloso de darle mi aval y les aliento para que obtengan esta Biblia", añade.

Además de la Biblia, el libro contiene una copia de la Constitución de Estados Unidos, la Carta de Derechos, la Declaración de Independencia, el Juramento de Fidelidad a la Bandera". Según Trump estos textos "son parte de la Biblia USA".* 


¿Es posible? ¡Sin duda! Por extravagante que pueda parecer, todo lo que es posible, aunque inverosímil, se cumple con Donald Trump.

Creo que todo parte en él de un principio cuantificable: siempre hay gente que se creerá lo que digas por extraño, extravagante, etc. que pueda ser. Trump se compra a sí mismo, ¿por qué no lo van a hacer muchos otros? Y el principio funciona.

Una de las fotos más famosas de Trump es precisamente ante una iglesia con una biblia en la mano. Y la gente —muchos millones— la aceptaron, por muy indecente, adúltero, sobón, falsificador, mentiroso, vanidoso... que fuera; vamos, todo aquello que Antiguo y Nuevo Testamentos condenan. De lo que Trump podría presumir es de sus futuros enfrentamientos con San Pedro sobre quién es Dios.

Y, sin embargo, ya no solo se fotografía con la Biblia sino que la vende en una "edición Trump", donde vende algo más que papel. En ese extraño país que son los Estados Unidos de América, siempre ha existido es fe en el "destino manifiesto" que le convierte a sus propios ojos en una nueva "tierra prometida·, lo que les convierte automáticamente en el "pueblo elegido bis". Todo pueblo elegido necesita de profetas y de  mesías y Trump asume esos papeles como anillo al dedo, con una naturalidad absoluta.

Desde esa perspectiva, Trump no puede asumir que ha perdido unas elecciones. Eso anularía su carácter profético y mesiánico. No solo anuncia "una verdad", sino que se convierte en "la verdad".  Su narcisismo da para eso y mucho más.

Con la ampliación de la Biblia con los textos "americanos" Trump hace suyas las creencias surgidas en el siglo XIX según la cual a los norteamericanos les tocaba construir un nuevo "reino de Dios" en la tierra, algo que gustan creer muchos de ellos. De esta forma, Trump representa el "destino manifiesto" mientras que los que se le oponen representan las fuerzas del mal, lo diabólico que hay que erradicar de la faz de la Tierra.

El "hacer que América rece de nuevo" ((Make America Pray Again) es hacer que rece por él, por su triunfo electoral, y saque al país del "infierno" en que se encuentra. Así Trump puede anunciar, como ha hecho hace unos días, un "baño de sangre" si no gana las elecciones. Nadie se toma a broma esto. Ya tratamos hace unos días la preocupación norteamericana porque esto acabe con serios enfrentamientos armados con esas milicias a las que alienta, como sucedió con el asalto al Capitolio, un acto cuya intención era evitar la proclamación de Joe Biden como presidente electo.

En el Miami Herald, Brendan Rascius nos dice que Trump no ha sido el primer expresidente en vender biblias. Nos cuenta que Thomas Jefferson escribió su propia versión de los Evangelios y señala las profundas diferencias en intenciones entre ambos: 

The differences between the Trump and Jefferson Bibles, which are numerous and stark, shed light on how both men saw the role of Christianity in America, according to historians. “It would be hard to find a sharper contrast between (Jefferson’s) private, deeply thoughtful experience with Trump’s use of the Bible for political purposes,” Lindsay Chervinsky, a senior fellow at the Southern Methodist University’s Center for Presidential History, told McClatchy News.**

 Podemos reírnos de un Trump vendedor de biblias, pero no debemos infravalorar lo que supone, especialmente ante lo que queda por delante. Vendiendo biblias Trump se acerca a esos norteamericanos que le quieren ver como un enviado. Lo sorprendente es ese extraño "cristianismo" que casa poco con lo que en otros espacios podamos entender por tal, desde la humildad hasta el amor al prójimo. Pero ese "cristianismo" fundamentalista que se gastan en partes de la América profunda es algo más que peculiar y ha encontrado en esa fantasía Trump un héroe o profeta (las dos cosas) a su medida, capaz de prometerles las cosas más insólitas y confirmarles que sí, que ellos son los elegidos para traer el Reino a la Tierra.

Hace unos años comentamos aquí la aparentemente extraña relación entre unos grupos fundamentalistas cristianos estadounidenses con otros fundamentalistas islámicos. La explicación la daban ellos: sus enemigos eran los ateos. Y es que cuando se tienen las ideas tan claras, es fácil dividir el mundo en dos.


Dice Trump que la Biblia es su libro favorito. Lo contrastamos con una vieja declaración suya que nos viene a la memoria: sus libros favoritos eran los que había "escrito" él, es decir, aquellos en que otros daban forma a lo que salía por esa boca. Los demás, decía, no merecen la pena leerse. ¿Cree ahora que la Biblia habla de él? ¡Quién sabe! A lo mejor solo se trata de que otros lo crean. Pero también, una vez más, ha conseguido irritar a otra parte, los que hablan ya de "estafa blasfema" (blasphemous grift), como recoge Newsweek en su titular de ayer. Una cosa es vender zapatillas "mágicas" y otra biblias electorales.

Trump vende algo más que biblias con las biblias. Como esos vendedores de biblias puerta a puerta, te dice que la que tú tienes no vale porque la tradujeron mal adrede, que ellos venden la buena, la que de verdad te cuenta lo que quiere Dios. Y lo que quiere Dios en este caso es que votes a Donald Trump. ¡Amén! 

* "Donald Trump se lanza al negocio de las biblias para recaudar dinero en plena Semana Santa: "Es mi libro favorito"" 20minutos / EFE 27/03/2024  https://www.20minutos.es/noticia/5231249/0/donald-trump-se-apunta-negocio-las-biblias-por-semana-santa-hagamos-que-america-ore-otra-vez/


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