miércoles, 23 de abril de 2025

Sobre el modelo educativo

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

El titular de RTVE.es no nos deja mucho margen para la duda: "España sufre una "significativa" falta de profesores en asignaturas como Matemáticas o Filosofía"* Sin embargo, las materias señaladas podrían señalarse como una excepción, pero lo cierto es que el titular nos desvía del verdadero problema, que las asignaturas apuntan. No, no es un problema solo de contenidos: es algo más profundo, algo que cualquiera que sienta preocupación por lo que significa la enseñanza respecto al modelo social percibe. Lo que nos cuentan son solo los síntomas exteriores de un mal mayor.

Y ese "mal mayor" es precisamente la carencia de un "modelo" de cultura y de "persona culta" en una sociedad como la nuestra. Frente a la cultura como formación de las personas, algo que conlleva muchas aristas, le oponemos el modelo del éxito, algo que se basa en otra forma de reconocimiento social  centrado en lo económico y en factores de superficie.

La creencia que la "cultura" no sirve para nada se ha ido extendiendo por nuestra sociedad convirtiéndose conceptos como "teoría", "filosofía", "ideas" o todo lo que represente falta de practicidad (es lo práctico lo que lleva al éxito) en lastres usándose muchas veces como formas de condena. No es de extrañar que se resalte "filosofía" o "matemáticas" como centros del problema educativo. Pero el artículo, que desarrolla la información de un amplio informe, va más allá, a los efectos que esto tiene en el propio profesorado, en lo que supone todo esto en la autoestima, incluso en su salud mental.

En la introducción se nos señala el problema general:

El mundo se enfrenta a una "escasez crítica de docentes" alimentada por factores como la sobrecarga laboral, los bajos salarios y la falta de reconocimiento. En el caso de España se refleja en la falta de profesores en materias como Matemáticas, Filosofía o lenguas autonómicas.

Así lo refleja el Informe Mundial sobre el Personal Docente, presentado este martes en Madrid, y publicado por la UNESCO, el Equipo Especial Internacional sobre Docentes para Educación 2030 y la Fundación SM. El objetivo, según remarcan en el estudio, es servir de "hoja de ruta que apunta a elevar el estatus de la profesión docente y garantizar una educación de calidad para todo el alumnado".

A nivel mundial, los datos son menos halagüeños, ya que se estima que hacen alta cerca de 44 millones de docentes en el mundo para lograr una educación universal en 2030. En el caso de Europa y América del Norte, más del 90% de los 4,8 millones de vacantes de docentes para ese año se deben al abandono de la profesión, especialmente en Educación Secundaria Obligatoria. Asimismo, en Europa, la jubilación es un factor clave, debido en gran medida a la elevada edad media de los docentes.*


La cuestión de "elevar el estatus" se suele traducir de forma habitual como "subir el sueldo", respuesta lógica que ya incluye parte del problema, pues el mayor o menor estatus dependerá de cuánto ganas. Es precisamente esta suposición lo que hace que la profesión docente se valore por el sueldo más que por su importancia cultural o social. Hay países que tienen en alta estima la profesión docente y no miran el sueldo sino su "valor social", su efecto. Pero si dejamos de valorar la cultura, la formación de las personas, la profesión y su valor se hunden. Compensar con subidas de sueldo lo que la sociedad no valora se hace complicado. Los sueldos bajos son una forma más de percibir la falta de valoración social.

Difícilmente se valorará positivamente la tarea del profesor si no se puede medir en términos de éxito y este en términos económicos. Una "buena educación" es la que permite alcanzar ese estatus deseado; lo demás no cuenta.


Hemos llegado a un punto en el que muchos jóvenes ocultan su interés por la cultura por temor a ser rechazados por sus compañeros. Hemos pasado, por ejemplo, de unas universidades en las que íbamos a clase con un libro a esconderlo en el caso de tenerlo. Cuente en el transporte público —la gran biblioteca— cuántos llevan un libro y cuántos van pegados a sus teléfonos. 
Son ya la segunda generación que no lee; no han visto libros en sus casas porque sus padres ya no lo hacían. No es de extrañar que sean las asignaturas consideradas como más culturales, es decir, que se perciben como menos prácticas las víctimas del abandono y de la baja autoestima de su profesorado, que está expuesto a la indiferencia del alumnado.

El sistema educativo no deja de ser responsable en gran medida de esto. Las armas para la promoción del profesorado se han dirigido hacia otros campos. También aquí se ha medido el "éxito" conforme a otros criterios, no siempre los más adecuados, lo que ha llevado a promociones en muchos casos sorprendentes.

Se nos señala en el reportaje de RTVE.es que: 

El informe subraya que la inestabilidad laboral del profesorado es otra de las principales inquietudes entre los profesionales. Según la OCDE, más del 20% de los profesores en España tiene contratos temporales. Una cifra que aumenta entre los menores de 30 años en comparación con quienes superan los 50 años y que se repite en países como Austria, Rumanía e Italia. En la Unión Europea, el 16% del personal docente se encuentra en condiciones laborales similares, con contratos de un año o menos.

El agotamiento y la baja moral están deteriorando aún más la profesión. Un análisis de la Fundación SM muestra que dos de cada cinco docentes se enfrentan a su trabajo con distanciamiento e indiferencia, y casi la mitad (47%) se muestra neutral ante la posibilidad de abandonar la profesión. Además, uno de cada tres docentes ha reportado haber experimentado una pérdida de motivación o ilusión, y dos de cada cinco muestran síntomas compatibles con agotamiento, ansiedad o depresión.

"Si creemos que los docentes son la clave para lograr una transformación personal y social a través de la cultura y la educación, y contamos con un profesorado agotado y desmotivado, difícilmente van a poder ocuparse de la complejidad que supone hoy educar. La profesión es mucho más que responder al contenido de un currículo", ha afirmado la directora de la Fundación SM, Mayte Ortiz.* 

Si no fuera porque puede empeorar, diríamos que la situación descrita está en el límite. Ese "distanciamiento y la baja moral" es la descripción de lo contrario que la enseñanza debe mostrar. Gran parte de la fuerza educativa se basa en el compromiso y el entusiasmo. El compromiso es la idea de que eso repercute en la mejora de la sociedad; el entusiasmo es la energía que se transmite mostrando que se cree en el valor de lo que se transmite.

Esa "complejidad" parte de la necesidad de comprender la verdadera dirección del problema. Si la sociedad no valora la educación más allá de las palabras bonitas, difícilmente se transmitirá esta en el acto educativo, el que compromete en un mismo momento al educador y al educando. Si no tenemos un modelo de persona más allá del éxito económico y social, si transmitimos la sensación de que formarse en un acto egocéntrico, difícilmente  servirá de algo la educación. Lo que vemos cada día tristemente nos lo confirma. La profesión, sí, es más que un currículum. Pero no basta con decirlo.

Si te pagan mal, tu empleo es precario, no te valoran socialmente y no le importa lo que dices al que tiene delante, ¿de qué crisis estamos hablando? No, no son las Matemáticas las que están en crisis; somos nosotros.


* "España sufre una "significativa" falta de profesores en asignaturas como Matemáticas o Filosofía" RTVE.es 22/04/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250422/espana-sufre-significativa-falta-profesores-asignaturas-matematicas-filosofia/16548942.shtml

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