martes, 8 de marzo de 2016

Nivel 4 o qué se cuece dentro de la chistera

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Si llevamos algún tiempo avisando de que la temperatura política está subiendo en Egipto no es en vano. La misma sensación es la que está empezando a tenerse en diversos escenarios y desde muchas perspectivas. Cuando no se soluciona ningún problema y todos tienden a agravarse, los indicadores son precisamente los que se perciben: un aumento de la retórica del régimen, una negación de lo evidente y el aumento de la represión para acallar la disidencia y aceptar lo inaceptable. Todo ello está presente en un grado cada vez más elevado.
Si un gobierno falla en una democracia, se puede ir a las urnas y cambiar. Pero ¿qué se puede cambiar en Egipto después de una revolución, unas elecciones y un golpe de estado? En Egipto fracasó el régimen de Mubarak, fracasaron los islamistas y está fracasando el régimen actual. Cada uno lo hizo a su manera, pero con efectos terribles porque lo que trajo cada uno superó a lo anterior. En medio, la revolución a la que nadie quería ver triunfar, pero a la que cantaron hasta en el preámbulo constitucional.


Pero esto debe entenderse de una manera muy especial. Desde un plano retórico, en cambio, triunfó la revolución, triunfaron los islamistas (que arrasaron en las urnas con un 70% de los votos de salafistas y hermanos) y triunfó un golpe de estado por aclamación popular que voto a su dictador con más del 95% . Es decir: en Egipto todo el que gana, pierde.
Este principio sorprendente —cómo el éxito lleva al fracaso— hace preguntarse sobre cuál puede ser el siguiente paso, algo que se contempla con inquietud, pues se ha llegado al límite imaginativo: ¿qué puede quedar dentro de la chistera?
Hoy todos los periódicos llevan un ejemplo de esta paradoja constante, el de la condena del juez Zakariya Abdel Aziz a manos de sus colegas en la carrera judicial. Egypt Independent señala escuetamente:

Egypt’s judges disciplinary council referred on Monday Judge Zakariya Abdel Aziz, a former chairman of the Judges' Club, to retirement over his alleged involvement in assaults on a security facility following the 2011 uprising.
Investigations by the council, based on photos and video clips, had found Abdel Aziz guilty of partaking in mob raids at the dissolved State Security Investigation Service’s headquarter in Nasr City in March 2011, nearly two months after the outbreak of the popular uprising that toppled former President Hosni Mubarak and was triggered by anti-police sentiments.
Abdel Aziz was celebrated by democracy advocates as one of the figures who struggled for judicial independence under Mubarak.*


Aparentemente, todo lo que se dice del juez Abdel Aziz parece correcto según lo que entendería un observador que, como Jeffries, está con su pierna escayolada mirando por la ventana a la casa de enfrente. Sin embargo, el juez ha sido condenado y obligado a retirarse. Cayó Mubarak, se disolvió su tinglado policial, triunfó la Revolución..., pero el juez es el que paga las consecuencias.

Es un caso más para comprobar cómo funcionan las cosas. Por ejemplo, desde que los islamistas fueron derribados y perseguidos han aumentado las denuncias contra los ateos y reformistas por difamar al islam; desde que se reformó la constitución para hacerla más liberal hay más periodistas encarcelados, después de terminar la hoja de ruta hacia la democracia, hay más represión, desaparecidos, torturas... Se podría seguir así, caso por caso, viendo lo que ocurre.
En Daily News Egypt, Amr Khalifa ha regresado con un texto incendiario, de título casi literal más que metafórico, "Heat rises in Cairo". El comienzo del texto no deja dudas sobre el estado que pretende describir:

Egypt is set to explode. When and how is dependent on who pulls the trigger and why. Those who had the opportunity to peruse the previous article came to quickly understand that Egypt has galloped to a 3, on a danger scale of 1-5, in 2.5 years of de jure Al-Sisi rule. A combination of human rights abuses, security failure, and economic failures have each contributed to increasing pressure on a regime that history may judge as, potentially, the most brutal in modern Egyptian history.
Even though Nasser, Sadat, Mubarak and Morsi were anything but lovers of democracy Abdel Fattah Al-Sisi has managed to make those who preceded him look like Gandhi. By heading, with speed and certitude, towards Maximum Threat Level, Al-Sisi poses a mortal danger to the Egyptian nation state.
If you have come here looking for specifics – in terms of day, week, or month – of the onslaught you have come to the wrong place. The best we can hope to achieve in this ongoing discussion of a murky Egyptian domestic scene is to strip down a more linear diagram of the protagonists, causes and where they will lead us. As Al-Sisi gallops towards Threat Level 4, desperation has become the dominant currency.**


Khalifa dice que se está subiendo del 3 al 4 y que solo queda llegar al 5 para que todo salte. El "cinco" es que lo que salga de la chistera del mago el león del número anterior y se coma al propio mago después de hacer estragos entre la sorprendida audiencia que disfruta del espectáculo.
El problema es que el cinco es volver a la casilla de salida a un sistema sostenido de forma artificial, comatoso, financiado desde el exterior, con una retórica mayor o menor que salve el honor patrio, pero sin salida en otros treinta años, que son los que El-Sisi ha pedido para construir su democracia de partido único, moral vigorosa y canto patriótico, el estado virtuoso. Es como si Mubarak hubiera pedido un margen de treinta años para construir una dictadura aburrida.


La diplomacia —y el instinto de supervivencia— hace que Khalifa procure dejar unos márgenes para la asfixia que ahora mismo vive Egipto. Los que prefieren seguir danzando alrededor del hombre-milagro para evitar pensar en el desastre que están creando, mandando a la cárcel o eliminando a todos los que osan manifestar que se llegará pronto al cinco.
¿Cómo entender, si no, la propuesta realizada por el ex candidato a la presidencia Sabbahi hace un par de días sobre la formación de coaliciones ante esa situación previsible de emergencia? Nos cuentan en Mada Masr:

Three days after former presidential candidate Hamdeen Sabbahi issued a statement calling on political powers to form a “civilian alternative” to the current political situation, there remain many unanswered questions regarding his initiative's goals, political orientation and members.
Sabbahi’s March 4 statement was issued in cooperation with the founders of the Karama (Dignity) Party and the Popular Current Party, both of which he has led, and was signed by the Preparation Committee to Unite Civil Forces — a new initiative which, presumably, Sabbahi intends to act as this “alternative.” But little is known about the committee. Its coordinator Tarek Saeed said that it includes "a large number of leading members of the Karama Party and the Popular Current, in addition to intellectuals and independent politicians,” according to the Parlmany website (an offshoot of the privately owned Youm7 newspaper dedicated to parliamentary news), but the identity of most of these members is not known.
Sabbahi said the initiative aims to “unite the Popular Current and the Karama Party and open the door for independent politicians to join, as well as attempt to strengthen the Civil Democratic Current as a political front,” Youm7 reported.
The initiative aims to include those who do not necessarily belong to a particular political group, but would like to join “a large front that includes civil political parties and civil society organizations," says Saeed, who is a leading member of the Karama Party.
Pressing questions have also arisen around the committee’s actual goals — particularly as it comes two years before the next presidential elections and just a couple months after the parliamentary elections, leading some to wonder if the committee is going to call for an early presidential race.***


Confuso, como todo lo egipcio. Allí donde el régimen se concentra en la voz hipnótica del presidente —esa voz que pide que le escuchen solo a él—, la oposición es una extraña amalgama de silencios, confusión y medias tintas por temor a quedar fuera de juego en cualquier instante.
De nuevo, el peculiar sistema egipcio —la peculiar mentalidad egipcia, habría que decir mejor— hace que la figura que pretende aglutinar a los egipcios disidentes por las buenas haya sido la que fracasó en su intento anterior de rescatar el poder de manos militares. La mentalidad egipcia no ve sentido en que alguien que perdió por goleada sea ahora capaz de rescatar la ilusión del conjunto.
Sin caer en tópicos, los resultados de las elecciones egipcias en cualquiera de sus variantes son esencialmente pendulares, es decir, van de un extremo a otro. Se pasa de aplaudir a los revolucionarios para después considerarlos traidores; se vota masivamente a los islamistas para luego, igualmente, pedir su cabeza. Aunque muchos votaron a los islamistas para no votar a los militares, después se pide a voces el regreso de los militares, que es lo que interpreta El-Sisi que dice entonces que no quiere ser presidente pero que ahora está haciendo planes para 2030. Cualquiera se puede perder por el camino.
¿Qué saldrá de la chistera del mago cuando los indicadores señalen que se ha pasado del nivel cuatro y se sigue avanzando hacia el cinco, por seguir la analogía de Amr Khalifa? ¿Saldrá el león? ¿O quizá será el león quien saque de la chistera a un nuevo mago?


* "Judge forced to retire over national security office sabotage" Egypt Independent 7/03/2016  http://www.egyptindependent.com//news/judge-forced-retire-over-national-security-office-sabotage
** "Heat rises in Cairo" Daily News Egypt 7/03/2016 http://www.dailynewsegypt.com/2016/03/07/heat-rises-cairo/
*** "What is Sabbahi's alternative? Questions loom around new opposition front" Mada Masr 7/03/2016 http://www.madamasr.com/sections/politics/what-sabbahis-alternative



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