viernes, 17 de junio de 2016

Porqué los radicales matan a los dialogantes y nunca ocurre al revés

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El asesinato de Jo Cox en el Reino Unido a manos de un energúmeno al grito de "Britain first" en momentos en los que todavía nos preguntamos sobre el atentado en Orlando con cuarenta y nueve muertos más el criminal que acabó con ellos, debería hacer reflexionar a algunos sobre los efectos terribles que el radicalismo creciente nos está dejando y sus orígenes.
Esta es la descripción que hace The Washington Post del asesino de la diputada laborista Jo Cox:

The man detained by police in connection with the killing of a rising star of British politics had longstanding ties to a U.S.-based neo-Nazi organization and, in the past, had ordered a how-to guide for assembling a homemade gun, according to a watchdog group that tracks extremist behavior.
The revelation came as police on Friday continued to investigate the motive behind the killing of the British lawmaker, Jo Cox, who was stabbed and shot midday Thursday in an attack that stunned the nation and led to a suspension of the European Union referendum campaign just a week before the vote. Cox had been a strong advocate of an inclusive and multicultural Britain amid a wave of hostility toward immigrants that is helping to fuel the anti-E.U. campaign.
Cox’s suspected killer was not named by police but was identified in the British media as 52-year-old Tommy Mair, a local resident whom neighbors described as quiet and devoted to his mother. Family members said that Mair had never expressed strong political views, but that he had an obsessive personality. He was arrested shortly after the attack.
According to documents obtained by the Southern Poverty Law Center, the U.S.-based organization that tracks extremist groups, Mair was a long-time supporter of the National Alliance, a once-prominent white supremacist group. In 1999, Mair bought a manual from the organization that included instructions on how to build a pistol, the center said.
Cox was shot by a weapon that witnesses described as either homemade or antique.
In all, Mair sent $620 to the group's publishing imprint for titles including "Incendiaries," "Chemistry of Powder and Explosives" and "Improvised Munitions Handbook," the law center said.
The Daily Telegraph also reported that Mair had subscribed to a South African magazine published by the White Rhino Club, a pro-apartheid group.
Officials have not commented on a possible motive for the killing. But British media organizations including the Guardian, the BBC and Sky News quoted witnesses as saying that the assailant shouted “Britain first!” during and after the attack.*


A la vista de todo lo expuesto anteriormente sobre las características del detenido, preguntarse por la motivación del asesino es tan ridículo como hacerlo en el caso de Orlando. El asesino es un radical nato, un globo que se ha ido hinchando durante décadas con todo tipo de causas en los lugares más dispares. ¿No es razonable esperar que algún día estalle? Lo ha hecho y se ha llevado por delante una persona cuyo perfil era exactamente el contrario: el de la persona entregada a causas de integración, de paz y progreso. Este es el retrato que la BBC nos ofrece a través de las personas que la recuerdan, de su esposo a los rivales políticos:

"Today is the beginning of a new chapter in our lives. More difficult, more painful, less joyful, less full of love.
I and Jo's friends and family are going to work every moment of our lives to love and nurture our kids and to fight against the hate that killed Jo.
Jo believed in a better world and she fought for it everyday of her life with an energy, and a zest for life that would exhaust most people.
[...]
She would have wanted two things above all else to happen now, one that our precious children are bathed in love and two, that we all unite to fight against the hatred that killed her."
An un-named constituent, who broke down in tears while talking to BBC Radio Leeds, said: "She was trying to make everything better for us. Why?
She started her political career as an adviser and later became head of campaigns pro-European pressure group Britain in Europe.
Before she was elected in the 2015 election, she also worked for charities including Oxfam, Save the Children and the NSPCC.**


No puede haber retrato más opuesto al de su asesino. Una y otro representan el amor hacia las causas mediante las que se puede ayudar a los que lo necesitan y el odio por parte del asesino. Allí donde Jo Cox construía, su asesino destruía. Donde ella llevaba amor, él sembraba odio y violencia. Mientras ella trataba de aliviar a través de ONG o de la acción política, él se dedicaba a construir armas caseras y a financiar el racismo.
Da en ocasiones la impresión de que las autoridades tratan de camuflar su incompetencia a la hora de frenar los radicalismos de grupos y personas presumiéndoles una complejidad inexistente.
Los que matan al grito de "¡Dios es grande!" o de "¡Britania primero!" pertenecen a un grupo muy específico de personas que son adoctrinadas en el odio y encaminadas hacia la eliminación del otro, al que han racionalizado como un obstáculo en el camino de algo que está por encima de ellos, Dios o Patria, que les exige eliminarlos a sangre y fuego.


La tarea señalada por el marido de Jo Cox es muy importante: "to fight against the hate that killed Jo". ¿Cómo será esa lucha? ¿Cuáles son sus limitaciones y límites? El odio está creciendo en sus manifestaciones más extremas y violentas: religioso, racista, nacionalista.
Los asesinatos de Orlando ha sido una manifestación triple de odio: político, religioso y homófobo. En el caso de Omar Mateen, estos tres elementos, se dan de forma conjunta porque las creencias propias confunden los tres elementos, por lo que los intentos de reducirlo solo a uno son absurdos. En el asesino de Jo Cox ha acumulado otros odios: racismo y nacionalismo, que ha fundido en su acción usando el nombre de "su" país, del que tiene la exclusiva interpretativa.

Pero estamos viendo que el odio se va extendiendo cada vez más de forma incontrolada y que estalla en circunstancias que no debería hacerlo de la forma en que lo hace. Los acontecimientos deportivos, por ejemplo, se han convertido en problemas de orden público, como estamos viendo estos días. En ellos deporte, nacionalismo y racismo se funden para producir el odio.
Señalaremos, como siempre, que la religión, el deporte o la política no tienen la "culpa", que son las personas las que hacen sus propias interpretaciones que desembocan en estos casos violentos. ¿Pero es esto cierto? La creciente radicalización pide algo más que este continuo golpe de pecho que se queda en nada y se limita a la espera de la siguiente ocasión de demostrar indignación.
Nos falla la política, nos falla la educación.


La política se ha convertido en un encuentro de esgrima que contribuye con su propia radicalización, su constante ataque a los otros, su falta de ejemplaridad, etc. en una fuente de odio. La función de la política y de los políticos es precisamente la creación de un espacio social de convivencia. La crispación constante en la que vivimos en casi todos los países está promocionada y usada en su beneficio por los grupos políticos que han renunciado a esa convivencia en favor de una más llamativa confrontación permanente, con el foco de los medios de comunicación.
La radicalización del deporte, como analogía con la política, padece los mismos males: el foco mediático determina la actuación de los intervinientes para conseguir la atracción, lo más complicado en una sociedad saturada de información. La búsqueda de la empatía mediante el recurso a los elementos primarios del grupo —nacional, religioso, deportivo...— busca la identidad en la confrontación con el otro distinto, sobre el que se hace recaer lo que el grupo necesite. La irresponsabilidad política y mediática es creciente y crea ese ambiente de confrontación, lo que la lingüista Deborah Tannen llamó "la cultura de la polémica". Es la escenificación comunicativa de la confrontación constante mediante la polarización de los discursos que se vuelven cada vez más descalificadores del otro.
Es responsabilidad de los partidos ideológicamente moderados —de cualquier orientación— promover una cultura de diálogo y no una constante demostración de virulencia y descalificación del otro. Los partidos moderados, por el contrario, se dejan arrastrar por los que irrumpen como elefantes en una cacharrería para intentar compensar su falta de recorrido. El exceso atrae el foco mediático y los mensajes virulentos prenden en el cuerpo social, donde son jaleados por los radicales.



El ejemplo que debería cerrar esto por la evidencia es el de Donald Trump en los Estados Unidos. Su práctica del exceso y su control de los mecanismos mediáticos le han llevado a las puertas de la Casa Blanca y han provocado la división del país, que se ha radicalizado a su alrededor asumiendo sus excesos verbales e ideológicos. Trump practica la dialéctica social del odio. Lo ha hecho con su racismo, xenofobia, islamofobia y machismo. Le salen imitadores en distintos países, personas que saben que estos mensajes tienen un atractivo creciente en unas sociedades cada vez más presionadas mediáticamente, saturadas de mensajes a través de redes sociales y medios tradicionales, canales del odio y de la intransigencia que son usados por muchos para extender sus mensajes e influencia.


La responsabilidad de los políticos en esto es grande porque son capaces de condolerse pero no de anticiparse. Pueden dedicar unas cuantas palabras sinceras de dolor, pero pronto se vuelve a las viejas mañanas. ¿De qué sirven las condolencias sinceras  de un Farage ante miles de mensajes poniendo a Europa y a los europeístas como agentes que quieren destruir Gran Bretaña, como secuestradores de su soberanía? ¿De qué sirven las condolencias de Boris Johnson, el ex alcalde de Londres y aspirante a líder conservador tras encabezar la campaña contra la UE, después de sus comparaciones de Europa con la Alemania nazi? ¿De qué sirven las condolencias de los que ven en los extranjeros un peligro para la pureza de las comunidades?

El asesinato de cuarenta y nueve homosexuales en Orlando ha sido una buena muestra de cómo se gestiona este tipo de situaciones y cómo aflora el odio. ¿Son tolerables las manifestaciones del Pastor Roger Jiménez, que tuvimos el horror de presentar ayer, predicando desde el púlpito que lamentaba que no se hubiera matado a todos? Sin embargo, como nos contaban, esos sermones incendiarios le han llevado nuevos "fieles" a su iglesia del odio.
Hemos visto cómo los políticos trataban de gestionar el hecho de que el asesino fuera afgano por familia y norteamericano de nacimiento, educado a la vez en una familia musulmana y en una sociedad occidental, que dirigiera su odio hacia los homosexuales y que él mismo pudiera serlo de forma reprimida y traumática, que fuera votante registrado demócrata y se alegrara del 11-SS reivindicando su matanza al jurar lealtad al Estado islámico. ¿Un laberinto? No, simplemente un ejemplo extremo de la confusión en la que vivimos, de las fuerzas radicalizadas que tiran de nosotros en diferentes direcciones.
Cuando el nacionalismo se convierte en odio a los demás, la religión en odio a los que profesan otra, cuando el pensamiento se transforma en dogma, y el otro en obstáculo, enemigo, pecador, invasor, espía, traidor, etc. ocurren estas cosas, del fútbol a la política.
Todas estas cosas tienen un denominador común: el dogmatismo. Todas son hijas del pensamiento dogmático y del salto a la violencia de lo que se dice y se piensa. Y la forma de combatir el dogmatismo son las ideas y las palabras. No me refiero a las palabras de condena, las que llegan cuando ya el mal está hecho, sino a la palabra que combate, a la palabra inteligente que desmonta los argumentos.


Y esa palabra se encuentra principalmente en la Educación. Pero la Educación misma se encuentra en la encrucijada de la técnica sin idea, solo en busca de la eficiencia. La Educación debe ir más allá de unas cuantas ideas simples sobre la naturaleza humana y la hermandad universal. Debe dar profundidad a la persona, capacidad de sobreponerse a las fuerzas que la arrastran hacia el dogma, hacia la intransigencia y la violencia.
Allí donde falla la Educación surge el dogma. Y el dogma es el núcleo de la identidad del grupo, ya sea político, religioso o de cualquier otro tipo. Si el dogmatismo no dialoga, por eso su único lenguaje es la violencia, la imposición y la destrucción del que se resiste u opone.
El dogmatismo que ha llevado a las muertes de Orlando y de Reino Unido, al asesinato de la pareja de policías franceses, son formas de odio alentadas por la intransigencia y la cerrazón del dogma. Tras todas ellas hay un discurso que afirma que eso está bien, que matar es una necesidad.
Tenemos que enfrentarnos de otra manera a la Educación porque es ahí donde debemos luchar en nuestro entorno inmediato para evitar que nuestras sociedades se vuelvan espacios conflictivos, de recelo y caigan en los discursos de odio, en el dogmatismo religioso o político. Hay que dar herramientas mentales para defenderse y para evitar ser abducidos por esos agujeros negros de odio que adquieren un poderoso atractivo en una sociedades cada vez más vacías, superficiales y mecánicas. El dogmatismo sirve para superar las dudas sobre uno mismo, nos define como superiores y nos asegura que nuestro sacrificio no quedará sin recompensa en este o en otro mundo, en nuestro espacio inmediato o en unas tierras lejanas. Producimos en masa ignorantes e inseguros, personas deseando que llegue algo que les saque de sus miedos y dudas, de su vacío personal. El fenómeno de las sectas, que comenzó hace tiempo, se ha transformado en grandes corrientes religiosas, nacionalistas, políticas... que han descubierto que el mundo tiene sentido si se navega en ese barco de odio. El caos interior se ordena en una estructura dogmática, bajo reglas estrictas, bajo sanción por el incumplimiento.


Una vida caótica, sin rumbo, llena de indefiniciones en todos los sentidos, sembrada de miedos y amenazas, adquiere consistencia bajo la armadura exterior del dogmatismo, mecanización del pensamiento para obedecer, para responder sin pensar. Lo dará el Estado islámico o el partido de la Supremacía Blanca. El débil adquiere la fortaleza del dogma al sumarse a él. No necesita comprender, solo destruir, matar en su nombre.
Las víctimas son siempre las personas que preconizan la tolerancia, que admiten a su lado a todos, que reciben los ataques de los que llegan cargando el dogma y el de los que les reciben de forma dogmática. Las personas moderadas usan el diálogo como arma y por eso no se les deja hablar, se les silencia intencionadamente o se les sepulta bajo los decibelios del ruido dogmático, de los insultos, que atraen la atención de los medios.
El mundo que se nos abre por delante es un mundo en el que como ocurre en los países árabes se está haciendo desaparecer a las personas moderadas, a los partidarios de los diálogos, en beneficio de los que solo predican dogmas y conflicto, los que usan el enganche del odio para reclutar para su causa. En Occidente, amparados en la libertad que pisotean, crecen nuevos dogmatismos y se extienden los viejos al sonido de la flauta de encantadores como Trump y sus imitadores. Proliferan por todas partes —Oriente y Occidente— los dogmáticos xenófobos, racistas, homófobos, radicales religiosos.
Euronews nos trae desde Australia una noticia:

¿Mataría usted a sus oponentes para ganar unas elecciones? El político australiano Bob Katter lo ha hecho, eso sí, virtualmente, en un vídeo promocional de cara a las elecciones del dos de julio.
Katter, un diputado independiente del estado norteño de Queensland, sopla el revolver humeante con el que en la ficción habría eliminado a dos rivales a los que acusa de querer vender el país. Como telón de fondo, se ven los “cadáveres” de dos personas que acababan de clavar en el campo un anuncio de “se vende”.
La difusión del vídeo, apenas dos días después de la masacre de Orlando, en Estados Unidos, le ha acarreado un aluvión de críticas por banalizar el uso de las armas. Como respuesta, Katter ha dicho que no estaba al corriente de lo que había ocurrido en Orlando y que el vídeo le parece divertido. Lo que no me parece divertido, ha añadido, es que haya gente haya puesto en venta a nuestro país.***


No necesita muchos comentarios y sí una sola condena.
Hay que exigir a la política que se construyan otros discursos, que debata con quien haya que debatir, pero que no se eche leña al fuego que otros aprovechan; hay que dar ejemplo de tolerancia y unidad cada día, de que es posible discrepar sin llegar al odio. Hay que exigir a la educación que forme en la libertad, en la capacidad crítica, en el respeto, algo que se va perdiendo ante la indiferencia y el dogmatismo educativo, que algunos disfrazan de libertad de lección. Formar en la ignorancia o en la intolerancia tiene un coste social terrible.
En menos de una semana hemos tenido ejemplos de todas las formas de intolerancia, de todos los colores, procedencias y credos. No es, como algunos hacen, una excusa, sino —por el contrario— la constatación de que el odio se expande por el mundo a una velocidad insospechada e incendiaria. De ello nos llegan todos los días, de todas partes, constataciones.
Los radicales matan a las personas dialogantes porque les asustan, se saben inferiores en su dogmatismo; temen ser convencidas, generando ese odio parecido al que sentía Omar Mateen contra la comunidad homosexual y que creía curar provocando una matanza en nombre del Estado Islámico. Jo Cox murió a manos de quien quería silenciarla porque sus argumentos y hechos eran más convincentes que los de su asesino.
Está en la naturaleza del moderado, del dialogante, del crítico, usar la palabra y no la violencia, Está en la naturaleza del dogmático recurrir a la violencia ante la huida de la palabra convincente y de la idea consistente.


* "Suspected killer of British lawmaker Jo Cox had ties to U.S.-based neo-Nazi group, watchdog says" The Washington Post 17/06/2016https://www.washingtonpost.com/world/suspected-killer-of-british-lawmaker-jo-cox-ties-neo-nazi-ties-group-says/2016/06/17/2067ea0a-33ef-11e6-ab9d-1da2b0f24f93_story.html?hpid=hp_hp-top-table-main_britain-425am%3Ahomepage%2Fstory

** "Jo Cox death: Husband leads tributes to shot MP" BBC 16/206/2016 http://www.bbc.com/news/uk-england-leeds-36553308
*** "Un político australiano “mata” a dos rivales para ganar las elecciones" Euronews 16/06/2016 http://es.euronews.com/2016/06/16/un-politico-australiano-mata-a-dos-rivales-para-ganar-las-elecciones/

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