viernes, 23 de diciembre de 2016

El turismo, los expatriados y la ministra

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La libra egipcia ya se cambia por veinte el dólar en algunos bancos, nos dice la prensa local. Pese a los deseos del gobierno, el mercado sigue sin dar tregua a un sistema tan artificial por un lado y tan complejo, lleno de trucos, por otro. El sistema es artificial porque ha estado recibiendo inyecciones que trataban de mantenerlo vivo mucho tiempo y trucado porque no hay un mecanismo de mercado claro sino toda una serie de productos que han estado subvencionados de forma permanente, muchos de ellos mantenidos para favorecer la corrupción del propio sistema. La parte militar de la economía, que es mucha, tampoco favorece la transparencia y el Ejército sigue presentándose como el que lleva a los egipcios lo que les falta. Se crea así una imagen de dependencia que el egipcio medio comprende que sin el Ejército aquello sería el caos, algo probablemente cierto después de tantos años de intervencionismo camuflado, trucado de precios, corrupción en los grandes contratos y un  sector público que ha servido para colocar y lastra al país, esencialmente a su menguante clase media, estimada en un 5%, que es de donde se saca el dinero ya que los ricos se escapan y los pobres reciben.
Entre las iniciativas geniales del gobierno, recordaremos la de dejar el cambio en los bancos, esas monedas que dan las cantidades. Hace pocos días otra iniciativa hizo brillar la luz de la esperanza de nuevo, esta vez en el sector turístico, uno de los más castigados entre terrorismo y las poco afortunadas medidas que el propio gobierno toma en materia internacional. La cabezonería egipcia, por ejemplo, insistió en retomar una campaña promocional del turismo en Italia en plena crisis con el caso de Giulio Regeni. De poco sirve advertir que es un gasto inútil e incluso puede ser tomada como una provocación. Pero....
La nueva genialidad apareció primero, hace una semana, en Daily News Egypt, por boca de un asesor del ministro de Turismo:

Abdel Wahab pointed out that domestic tourism is considered the solution for tourism problems in times of crises. It also helps to increase the awareness of citizens and help them learn more about their country.
Abdel Wahab said that there are more than 12 million Egyptian immigrants around the world and the ministry aims to collaborate with the Ministry of Immigration in order to encourage them to visit Egypt.
He further added that the ministry, represented in its foreign offices and the Tourism Development Authority, is cooperating with the ministries of foreign affairs and immigration to attract Egyptian expats in a bid to reconnect second and third generation Egyptian expats to their home country.
He added that the ministry has prepared an integrated programme at special prices, including visits to archaeological sites and a trip to the Path of the Holy Family, pointing out that there are large Egyptian Christian communities in foreign countries including Italy, Saudi Arabia, Kuwait, France, and Canada.
Abdel Wahab said the programme began three months ago; however, there is no data regarding the number of visitors so far because the ministry does not quantify the number of Egyptians entering the country as they are not considered foreigners.
The ministry aimed to promote tourism through Egyptian immigrants in their countries, pointing out that if each Egyptian immigrant attracted one tourist from the country in which they live, Egypt would have about 24 million tourists annually.
He noted that the Egyptian communities can put pressure on governments that suspend flights to Egypt to review their decisions, adding that Egyptians in Russia and England have not stopped visiting Egypt by using different airlines and travelling through other countries.
Ambassador Nabila Makram said in previous statements that the children of second and third generation Egyptians will return to their countries to be the best promoters of Egyptian tourism and deliver an accurate picture of the country. They are akin to ambassadors who have enough knowledge to promote tourism destinations among their families and friends where they live.*


La novedad es relativa ya que el presidente Sisi lo planteó en 2015 y lo recogió la prensa en su visita a Alemania, visita que acabó mal precisamente por la intervención de una "expatriada periodista", incidente que sirvió para que un ministro recordara a los que estaban fuera que tuvieran cuidado no fueran a quedarse permanentes en el extranjero. Pasado año y medio (fue en junio de 2015), ahora se vuelve a pensar en ellos para revitalizar el turismo.


Dadas las propuestas de los ministerios, sorprendería alguna que no pase por exprimir a los egipcios que están fuera de Egipto. La falta de sentido de la realidad por parte de los ministerios se demuestra al no reconocer que esos 12 millones de personas que están fuera mantienen unas actitudes muy diferentes en función de los motivos por los que están alejados de su país. 
La retórica sentimental de la "madre del mundo"  o de la campaña turística del pasado año, que se llama "Egipto en nuestro corazón", va perdiendo eficacia en la distancia y se tiene una mejor información que en el interior, pese al mandato del presidente de que nadie haga caso a los periódicos, primero extranjeros y luego nacionales. El presidente ha llegado a pedir a los egipcios que no contesten a encuestas extranjeras no sea que se filtre no se sabe muy bien qué. Es todo absurdo y naif.


Las propuestas de hacer "circuitos turísticos cristianos" de la Sagrada Familia necesitan de algo más que de mucha promoción después de la bomba en la catedral de los coptos y las quejas de estos por la falta de eficacia de la vigilancia del recinto. El turismo exige algo más que promesas de tranquilidad cuando no es eso lo que se ve o percibe.
Pero la cuestión se hace un poco más agresiva en estos días por boca de la Ministra de Inmigración. El Middle East Observer recogía ayer sus declaraciones en la televisión:

While Egypt is striving to revive tourism to rescue its wrecked economy, Egypt’s Minister of Immigration and Expatriates Affairs Nabila Makram said in an interview with al-Ghad T.V,”We don’t need now the foreign tourist, but we need the Egyptian tourist. We want the Egyptians living abroad to come to Egypt and activate tourism in their country.”
She continued, “We need nothing from anyone (pointing to foreign tourists).”‘She also added, ”The Egyptians living in Egypt shouldn’t travel abroad but they should travel inside their country as we have places that are similar or even better than those in other countries.”
It is noteworthy that Egypt is struggling to revive tourism, one of the major sources of foreign currency in the country, that suffers from an economic crisis due to the shortage of foreign currency. The number of tourists fell 40% in the first quarter of 2016.**


Con este tipo de planteamientos, una vez más Egipto se crea sus propios problemas, dentro y fuera.
Lo primero es entender el turismo sin complejos. "No necesitamos nada de nadie" no es la actitud  ante el "turista", que elige sus destinos no como obra de caridad, donación, inversión o causa, sino como una forma de disfrutar de un espacio y un tiempo en un ambiente agradable y receptivo. No hace falta besarle al llegar, pero sí tratarle con respeto y cuidarle, pues se es responsable de él durante el tiempo que permanezca allí. La actitud de la ministra es despectiva y si había gente pensando ir pese a los problemas existentes, algunos se sentirán algunos por sus palabras. No hace ninguna falta hacerlo, es innecesario y grosero viniendo de una representante oficial.
Al menos, el asesor del ministro hablaba de la necesidad de promocionar el turismo nacional en tiempos de crisis, algo lógico y que no ofende a nadie, que incluso despierta simpatías. Pero la ministra de Emigración y Expatriados tiene una actitud muy distinta, la que caracteriza a los gobiernos egipcios: pensar que los egipcios son una propiedad de ellos. La tradición autoritaria, aunque se disfrace, no se acaba de marchar de los gobernantes. Supongo que pensará que el turismo interior lo van a hacer esa maltrecha clase media, cada vez más empobrecida gracias a los errores de los ministros sucesivos.
La frase de la ministra "The Egyptians living in Egypt shouldn’t travel abroad but they should travel inside their country as we have places that are similar or even better than those in other countries" tiene un carácter restrictivo que puede  convertirse en un mandato que reduzca las posibilidades de moverse de los egipcios a donde lo deseen o ser penalizados por ello. Es una frase demagógica y que no va a convencer a nadie si no es negativamente. De nuevo, el gobierno egipcio sigue creyendo que los egipcios ignoran la situación en la que viven y la necesidad de "oxigenarse" de muchos cuando salen del país de vacaciones.


No es cuestión de quién tiene los monumentos más bonitos o más grandes. Es sorprendente que una ministra de Emigraciones y Expatriados tenga esa percepción de los que se van. Recuerda algo el planteamiento de los diputados que afirmaron no sentirse apenados por las muertes en el hundimiento del barco que salía cargado con emigrantes egipcios. Ninguna pena, decían, ¿no se iban de allí y se llevaban su dinero?  El desprecio por los ciudadanos que se jugaban la vida (y perdieron) intentando encontrar un  futuro algo mejor es notable. Ahora los ven como una fuente de ingresos. Y me temo que muchos no están por la labor.
Recordemos que Egipto ya ha subido las tasas que deben pagar los egipcios para salir a trabajar al extranjero. Además de que no se creen oportunidades de trabajo, el estado le exige más dinero del que ya les cobraba por salir. Esto ha hecho que algunos analistas piensen que la confianza que la comunidad de expatriados tiene en el presidente haya podido resentirse. El-Sisi se dirige hacia la segunda mitad de su mandato y, la verdad sea dicha, hay poco de lo prometido.
La actitud de los gobiernos egipcios (y de muchos) hacia los expatriados es muy ambigua y equívoca. Evidentemente, muchos de los que se van fuera puede ser porque no les haga gracia las políticas de los gobiernos egipcios en un grado mayor o menor, en función de las simpatías políticas. Es evidente que muchos de los que están contabilizados en los 12 millones de los que habla la ministra (¡tampoco los necesitamos!, dirá) no tienen mucha simpatía por la ministra o la totalidad del gobierno. Se ha ido porque no podía quedarse, por decirlo así. Otros se han ido porque no han encontrado un trabajo a su altura y otros, ¿por qué no? para poder sentirse más libres de las presiones que sufren en la vida cotidiana por múltiples motivos. Pese a que esté mal visto decirlo, muchos no son felices. De esto se llevan encargando desde hace tiempo muchos que hoy piden su regreso vacacional. Que hagan gasto y se vuelvan después a los países en donde se encuentren, que siempre serán una reserva económica.
Que se hagan promociones para que los expatriados y sus familias vuelvan a ver Egipto, como está haciendo el ministerio de Turismo, me parece estupendo. No hay día que no se descubra un nuevo tesoro entre las arenas de algún sitio. Egipto está lleno de maravillas. Pero la actitud del ministerio de los emigrantes tiene algo de ofensiva y abusiva y revela ese sentido "propietario" que se cuela en las voces de los políticos egipcios cuando le hablan al pueblo.


* "Tourism Ministry re-evaluates ‘Egypt in Our Hearts’ initiative" Daily News Egypt 15/12/2016 http://www.dailynewsegypt.com/2016/12/15/604789/

** "Egypt’s Immigration Minister: We Don’t Need Foreign Tourists" Middle East Observer (MEO) 22/12/2016 https://www.middleeastobserver.org/2016/12/22/egypts-minister-of-immigration-and-expatriates-affairs-nabila-makram-saidwe-dont-need-the-foreign-tourist/

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