Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Trump
ya está calentando el ambiente tras su
fracaso en Nueva York, donde había apoyado a un demócrata que se presentaba
como "independiente", asumiendo que quien le ganó en la nominación
era "demasiado radical" para los demócratas. La Historia pondrá a
Cuomo en su sitio.
El caso
no es menor y nos muestra que los tentáculos de Trump y los que le cubren en la
sombra, llegan también hasta los demócratas. El mecanismo es sencillo: el otro, el rival, es algo más que eso; es anti americano, comunista, árabe, un
peligro público. Tan es así, nos dice, que los propios demócratas rechazan al
recién elegido alcalde de Nueva York, un peligro para América, un obstáculo
contra la nueva grandeza. En RTVE.es
leemos:
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha calificado a Miami como un "refugio" para quienes "escapen del régimen comunista" en Nueva York tras la elección de Zohran Mamdani como alcalde de la ciudad. Trump ha ido un paso más y ha acusado a los demócratas de querer convertir al país en Cuba o Venezuela.
"Ahora los demócratas son tan extremos, que Miami pronto se convertirá en refugio para quienes están huyendo del comunismo en Nueva York. Huyen, huyen. ¿Dónde vives? En Nueva York, pero estoy tratando de irme porque no quiero vivir en un régimen comunista", ha declarado el mandatario en el America Business Forum (ABF).
Trump ha reconocido que "Estados Unidos perdió un poquito de soberanía anoche en Nueva York" con la elección de Mamdani, que se identifica como demócrata socialista y que ha hecho historia al ser el primer musulmán y el más joven (34 años) en ser elegido alcalde de la mayor ciudad del país. Aun así, Trump ha asegurado que quiere que "Nueva York tenga éxito" y ha propuesto ofrecer ayuda estadounidense a Zohran Mamdani: "Lo ayudaremos, tal vez un poco".*
Este
ataque radicalizado es claramente una estrategia que puede llevarle muy lejos
en sus afirmaciones y especulaciones sobre los rivales. Conforme se vaya
sintiendo presionado, Trump irá avanzando en la idea del peligro demócrata en
Nueva York y quién sabe hasta dónde puede llegar.
Debemos
esperar que está estrategia se intensifique hasta llegar al punto de
"riesgo nacional". Si la "violencia" ha sido la excusa para
ordenar prácticamente la toma de ciudades que quedan bajo el control militar de
sus calles y son impuestos dirigentes que la van a pacificar, el caso de Nueva
York con Zohran Mamdani puede ofrecerle un buen escaparate para avanzar en un
control del país a golpe de "necesidad". Trump se puede ofrecer así
como "salvador", como ejecutor de su deber mesiánico llevando al país
por el buen camino.
En esta
estrategia cuadra la amenaza reciente a Nigeria, un peldaño más, al proclamarse
"defensor de los cristianos" y amenazar con la invasión si el
gobierno del país no "frena la matanza de cristianos" a manos de los
grupos fundamentalistas islámicos, grupos terroristas del lugar.
Hoy las
amenazas son a Venezuela, que se resuelven en los ataques a las lanchas acusadas
de narcotráfico y las deportaciones. Trump lo justifica todo en la defensa de
Estados Unidos, por lo que no se aplican los tratados internacionales, que la
política norteamericana presenta como intentos de reducir el poder de América.
Con las amenazas vertidas hace unos días contra Nigeria, Trump da un paso estratégico
más: la defensa del cristianismo, otro tema esencial en la constitución de la
ultraderecha evangélica que le sostiene.
No
debemos pensar en un "cristianismo" desde una perspectiva "extra
americana", sino ese peligroso fundamentalismo que considera a los Estados
Unidos el nuevo pueblo "elegido". Estados Unidos no solo tiene la
fuerza militar, sino la "fuerza moral" que les da esa elección. Eso
le une con Netanyahu y su creencia en la designación como "pueblo de
Dios" y el derecho al territorio "entregado", la "tierra
prometida" y ahora "robada" por los palestinos.
Basta
con conocer por encima el gran peso de la ultraderecha en los Estados Unidos
para comprender que las estrategias de Trump buscan la conversión de la
política en "destino", en algo que ya está escrito y que él debe,
humildemente, aceptar y cumplir.
El mundo es un caos que él debe ordenar, en el nombre de Dios. Pensar
que esto es solo una locura —que lo es— es ignorar el poder cultural, económico
y electoral que ha ido adquiriendo esa ultraderecha, ahora exportado a parte
del mundo, incluida Europa (e incluida España). La agenda negacionista, en
todas sus variantes, del cambio climático a la igualdad de los sexos, ofrece
ese respaldo a las acciones que se puedan realizar, una justificación en el
fundamentalismo.
Creo que Trump irá realizando acciones de "prueba" para comprobar el respaldo y los límites hasta dónde puede llegar. Le sirven para perfilarse como "necesidad" frente a un mundo que tiende al caos y rechaza el mensaje bíblico, lo que Dios enseñó al hombre y que hoy se incumple poniendo al frente de Nueva York a un musulmán comunista. "Estados Unidos", ha dicho, "perdió ayer un poco de soberanía". La estrategia está en marcha.
*
"Trump califica Miami como un "refugio" para "escapar del
régimen comunista de Nueva York" tras la victoria de Mamdani" RTVE.es
5/11/2025
https://www.rtve.es/noticias/20251105/trump-estados-unidos-nueva-york-elecciones-democratas/16802792.shtml





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