miércoles, 10 de diciembre de 2025

Sanidad y mercado

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Dos de los pilares de la sociedad, la Sanidad y la Educación, se encuentran cuestionados en la Comunidad de Madrid. En el caso de la Sanidad, además de los médicos en la calle por toda España, tenemos el caso que se ve estos días, las muertes de personas mayores en las residencias durante la pandemia, al que hay que sumar la polémica por la dirección privada del hospital público en Torrejón. En el segundo caso, la Educación, además de dos días de huelga, los rectores de las universidades públicas se han concentrado como protesta por lo que consideran un infradotación económica y unas actuaciones que benefician a las universidades privadas de distintas formas.

Centrándonos en los casos planteados en la Sanidad madrileña, la preocupación es clara por la gravedad de los hechos y sus consecuencias. La Comunidad se defiende señalando que siempre se ha actuado de forma impecable, pero los resultados dicen otra cosa y los afectados han llegado a los tribunales.

En RTVE.es podemos leer sobre el caso, con el titular "El supuesto 'arquitecto' de los protocolos de las residencias de Madrid en la pandemia admite que eran "discriminatorios"": 

El ex director general de Coordinación Sociosanitaria de la Comunidad de Madrid, Francisco Javier Martínez Peromingo, considerado el 'arquitecto' del protocolo por el que no se derivó a usuarios de residencias de ancianos a hospitales en la primera oleada de la pandemia en 2020 ha admitido en su declaración como imputado ante el Juzgado de Instrucción número 23 de Plaza Castilla que los protocolos remitidos a los geriatras eran "discriminatorios" al excluir por patologías y que él mismo lo advirtió en varias ocasiones por escrito a Carlos Mur, el entonces responsable que firmó el protocolo.

A la citación como imputados —en la causa que investiga la querella de la familiar de un residente de Amavir Valdebernardo— no han acudido ni Mur, que entonces era director general de Coordinación Sociosanitaria del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, ni tampoco Pablo Busca, exresponsable del Servicio de Urgencia Médica (Summa 112), que gestionaba las ambulancias públicas. La defensa de las familias de los fallecidos en residencias de Madrid en la pandemia que ejerce Alejandra Jacinto, ha anunciado que pedirá la busca y captura de ambos.

Según ha asegurado Peromingo en su declaración, él se limitó a revisar borradores y la elaboración de los documentos partió de Mur —al que sucedió después en el cargo— indicando además que las residencias no estaban medicalizadas. Y ha negado haber participado en idear esa estrategia de protocolos ante el juez que investiga la causa a raíz de la querella presentada por una familiar de un residente de Amavir Valdebernardo.

Por su parte, el geriatra de enlace del Hospital Gregorio Marañón, ha dicho en su declaración también como imputado, que no tuvo constancia de ningún protocolo de exclusión hospitalaria y que únicamente aplicó criterios clínicos propios durante la pandemia. Admitió además que el paciente de este caso no fue derivado al hospital, aunque no pudo precisar detalles de diagnóstico.* 

En el caso de las actuaciones en las residencias durante la pandemia de COVID —aquí lo hemos comentado desde hace años— se impusieron una serie de intereses económicos en algo que ya era visto previamente como un "negocio" y, por ello, regirse por criterios de "marcado" o, si se prefiere, de puro beneficio. Los ancianos lo son desde el momento en que su traslado suponía la pérdida de ingresos de lo que en muchos casos eran meros lugares de almacenamiento humano.

El caso de la gestión privada del hospital público de Torrejón y la utilización también "selectiva" de criterios de mercado, por decirlo así, hacen bastante evidente, a la vista del conjunto de los casos, que hay un cierto modelo "económico" tras la concepción sanitaria.


Si caer en idealizaciones sobre el sistema de salud, lo que parece medianamente claro es que no es esta el centro de las actuaciones, sino que se ha producido un desplazamiento hacia la idea de mercado, es decir, se evita lo más costoso y se potencia lo que resulta beneficioso, no para la salud de los afectados, sino para el entramado económico del sistema.

A los muertos en las residencias hay que añadir muchos incidentes que se van produciendo y que nos intranquilizan, como la muerte hace unos días de una niña de seis años y otra en urgencias tras pasar por el dentista como efecto de una anestesia, al parecer robada de un hospital público por el que la administraba sin autorización. Un caso más de agujeros en el sistema y de la aparente impunidad de este tipo de actuaciones que pasarían desapercibidas de no ser por sus trágicas consecuencias.

No se trata de denunciar lo privado, pero sí de tomar nota de lo que ocurre en el sistema y, sobre todo, de comprender lo que supone para el país, envejecido y empobrecido, depender de este tipo de planteamientos donde unos buscan el enriquecimiento abaratando y otros pagar lo menos posible, que acaba saliendo caro.

La Sanidad, como hemos dicho, es un pilar de eso que cada vez cuesta más reconocer, el estado de bienestar, que es sencillamente un compromiso por la mejora de la situación de la ciudadanía. Pero la visión de mercado va invadiendo el sistema, lo que da lugar a esas "selecciones" de lo más rentable frente a lo más saludable.

España envejece y no nacen niños. Nos advierte de las consecuencias. Es el negocio de la vejez, donde importa poco la salud, que no es más que el resultado de un estado económico, lo que puedas pagar por encima de los mínimos. Tu "rentabilidad" es la que te situará en la zona sana o en la de riesgo.

Las residencias sin medicalizar son más baratas. Cuando ocurre algún problema, se llama a una ambulancia y te ingresan en la Seguridad Social. El gasto es común, el beneficio privado. Los casos son preocupantes, pero no podemos ignorar el cambio de sistema hacia un mercado que rentabiliza nuestra salud y prioriza el beneficio. Es lo que hay y no verlo es muy peligroso. El problema es que quien debería vigilar el funcionamiento del sistema sanitario ya ha tomado posición sobre lo rentable.

La enfermedad o los cuidados de la vejez ya no son un problema, sino una oportunidad. Son las leyes del mercado.

El País

* "El supuesto 'arquitecto' de los protocolos de las residencias de Madrid en la pandemia admite que eran "discriminatorios"" RTVE.es /AGENCIAS 9/12/2025 https://www.rtve.es/noticias/20251209/excargos-ayuso-imputados-juzgado-caso-muertes-residencias-pandemia/16850020.shtml

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