sábado, 5 de octubre de 2024

Trump, el martillo y la guitarra de Taylor Swift

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

De nuevo, los Estados Unidos se convierten en ejemplo negativo para la democracia. Uno más. Esta vez se le puede poner precio al odio, pues es hacia este sentimiento negativo el que se mueven los actos. Con alguien que odia al contrario no es necesario tener ideas brillantes, tan solo darle objetivos que odiar y momentos en los que darle salida.

Eso es de lo que nos habla Independent en Español a través de la noticia titulada "Hombre destroza guitarra autografiada de Taylor Swift subastada en $4.000 dólares"* y firmada por Kevin EG Perry. El hecho ha ocurrido en Texas y ante los ojos y móviles de los asistentes a la subasta.

Las imágenes del incidente que ocurrió durante una subasta benéfica en el condado de Ellis, en Waxahachie (Texas), se volvieron virales.

La guitarra fue solo uno de los numerosos objetos subastados, que también incluían boletos para ver a George Strait y Chris Stapleton, un safari en África, una expedición de caza de palomas y un recorrido por el Bourbon Trail en Kentucky.

En declaraciones a The Independent, uno de los organizadores afirmó que la guitarra de Taylor Swift era una “guitarra auténticamente autografiada” y que se vendió por USD 4.000.

En el vídeo se ve al hombre aproximarse al escenario, donde lo espera un miembro del equipo de la subasta con la guitarra, decorada con imágenes de Taylor Swift de su exitosa gira Eras Tour, y un martillo.

Acto seguido, el hombre toma ambos objetos y golpea la parte frontal de la guitarra con el martillo, mientras el público lo ovaciona con entusiasmo.*


El hecho es sencillo: pago 4.000 dólares por la guitarra de Swift y luego la destruyo a martillazos. Sencillo.

Ese es el punto en el que se concentra el odio, los martillazos, y su objeto simbólico, la figura de la cantante Taylor Swift, que ha manifestado, como otros famosos, que votará por Kamala Harris y no por Donald Trump.

Son varios los incidentes electorales que se han generado entre ellos. El origen es la manipulación de imágenes de la cantante por la campaña republicana asegurando que Swift y los "swifties" estaban con Trump y votarían por él, algo que ella desmintió rápidamente. Luego ella anunció que votaría por Kamal Harris tras el debate entre los dos candidatos, Harris y Trump. Después vino el episodio de los gatos, también mencionado aquí. Las fotos de Taylor Swift con su gato era una contestación a las ideas del vicepresidente sobre lo nada patriótico comportamiento de las mujeres que no tienen hijos a mayor gloria de las Estados Unidos y tiene, en cambio, gatos. Para la campaña republicana, no tener hijos es favorecer la invasión de la inmigración, que sí tienen hijos como parte de su "plan de invasión" del país. A largo plazo, los Estados Unidos estarán llenos, opinan, de traficantes e  hijos de traficantes con derecho a voto. Esa es su visión.

Taylor Swift lució su gato con orgullo, tal como hicieron decenas de miles de mujeres que entendían que tener o no tener hijos no las hacía más o menos norteamericanas. Era su decisión, no la de Trump o Vance.

Pagar 4.000 dólares para poder darse el gustazo de destruir a martillazos una guitarra firmada por Taylor Swift nos dice mucho del lo que está siendo la campaña electoral presidencial y de lo que se le pasa por la cabeza a algunos.

A nadie se le escapa que el generoso comprador de la guitarra y destructor de la misma estaba realizando un acto simbólico, que aquellos martillazos destructores de la guitarra estaban destruyendo otra cosa. Se empieza por lo simbólico y pronto todo te parece poco.  No sabemos cuántos objetos necesitará destruir para calmar su odio el generoso comprador de la guitarra, pero seguro que se puede convertir en una mala costumbre.

Según Rob Bartley, uno de los asistentes, la subasta de una guitarra de Taylor Swift “no fue una sorpresa”, ya que un artículo similar se había vendido en otro evento anterior a principios de año.

Sin embargo, cuando el hombre anunció que planeaba “destruirla”, muchos de los presentes comenzaron a sacar sus móviles para grabar.

Bartley añadió: “Fue inesperado, pero no sorprendente”. Explicó que esta región de Texas tiende a ser muy “conservadora” y la administración Biden/Harris “no cuenta con mucha popularidad”.

En sus palabras, muchos trabajadores locales sienten que, en lugar de apoyarlos, el gobierno comenzó a “actuar en su contra”.*

La normalización y trivialización del odio es siempre peligrosa porque mañana alguien lo ve "lógico" y se sube a un tejado con un rifle automático, como bien sabe la oreja de Donald Trump.

La campaña norteamericana es una desvirtualización de la democracia. Es un paso más en lo que es lucha por el poder sin más. Los temores —que hemos comentado varias veces aquí— sobre una "guerra civil" son un temor real. Especialmente desde el asalto violento al Capitolio y los intentos de evitar que Biden llegara al poder revirtiendo los votos conseguidos en las urnas en determinados estados. Eso está ahora sobre la mesa de los jueces.

Si los candidatos republicanos, Trump y su acompañante como vicepresidente, siguen sembrando el odio entre los votantes, las elecciones se convierten en otra cosa, en ocasión de violencia. Aquello de la "fiesta de la democracia" pasó a mejor vida en favor de un escenario bélico cada vez menos simbólico y más real en su violencia.

Si Trump ya lo hizo una vez antes de traspasar el poder, ¿puede hacerlo de nuevo? Lo que pueda haber en la mente de Trump se acerca a los peores escenarios posibles, si los precedentes son como estos, los de la siembra del odio, que es una forma de señalar con el dedo a los que puedan ser víctimas en un conflicto con las urnas como centro. ¿El martillo que destrozó la guitarra de Taylor Swift romperá las urnas con los votos si estos no se prevén favorables? ¿Alguna cabeza por el camino? 

 

* Kevin EG Perry "Hombre destroza guitarra autografiada de Taylor Swift subastada en $4.000 dólares" 4/10/2024 https://www.independentespanol.com/entretenimiento/musica/taylor-swift-guitarra-destrozada-subasta-texas-b2624221.html

viernes, 4 de octubre de 2024

La música que no cesa

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

El miércoles pasado vimos en nuestro cinefórum una película muy especial, "La música nunca dejó de sonar" (Jim Kohlberg 2011), con el destino incierto de las diferentes formas en que se traduce al castellano el título original en inglés, "The music never stopped". La película puede ser rastreada en español como "La música nunca dejó de sonar", "La música nunca se detuvo" o "La música nunca paró", algo que no suele ocurrir, pero que demuestra una situación extraña del filme, como el hecho de que fuera el debut de su director y su último filme, productor de películas como "Trumbo" (2007) y director teatral de una versión del "Todos eran mis hijos", de Arthur Miller, autor de una novela, "The Golden Gate is red". Lo último suyo que rastreo es de hace poco más de un mes, un artículo de Fortune con el explícito título "I’m committing $30 million to reforming the Supreme Court. It’s a small price to pay to protect our democracy". Un personaje curioso, como puede apreciarse.

La película se basa en una obra del afamado psicólogo y escritor, autor de grandes bestseller, Oliver Sacks. El filme recoge el capítulo llamado El último hippie, incluido en la obra "Un antropólogo en Marte", en el que estudia diversos casos de patologías.

Vimos la película y nos emocionamos todos.

Nos cuenta la historia de una familia en la que el padre modela el gusto musical del hijo con sus canciones y cantantes favoritos. El hijo crece y vive la rebeldía de los 60 a través de la música, que no gusta nada a su padre. La guerra de Vietnam acaba por distanciarlos y se produce la ruptura. El hijo se va de casa. Pasados 20 años les llaman para decirle que, a raíz de un tumor cerebral, su hijo esta postrado en una cama y ha perdido gran parte de sus recuerdos. Un día descubren que el hijo reacciona ante la música, que conecta con sus recuerdos y le devuelve a la actividad. Cuando la música cesa, el hijo se desconecta de la realidad. No es capaz, además, de generar recuerdos. Lo que vive se borra.

El papel de la música pasa a ser fundamental para llegar al hijo y el padre debe acercarse a lo que antes rechazaba, la música de su hijo, lo que se significa en el grupo Grateful Dead. La música que el padre despreciaba como una forma de pensar y vivir opuesta a la suya es ahora la vía que debe recorrer para entrar en la vida de su hijo. Un momento clave es cuando el padre coge todos sus viejos discos y va a venderlos para comprar los que le gustan a su hijo y así compartir con él las emociones.

La película tiene tres centros perfectamente equilibrados: el psicológico (el funcionamiento del cerebro en cuanto a la memoria y su construcción), el de las relaciones familiares y sus transformaciones y, finalmente, el de la música y lo que significa para nosotros individual y culturalmente.

Encendimos la luz al finalizar la película. Todos confesamos nuestras emociones por lo que habíamos visto.

—Tienes los ojos rojos —me dijeron después.

—He llorado —respondí—. Esa música del hijo fue también mi música. El personaje del hijo solo tenía cinco años más que yo.

Recordé mi adolescencia y cómo trasladaba una maleta de discos cada verano para las vacaciones.

— ¡Esa maleta vas a llevar! —me decía mi madre cuando cargábamos el 600 para salir camino de la playa a pasar el verano.

Yo defendía aquellos cien discos con mi vida; eran mis armas de supervivencia musical veraniega y herramientas para las fiestas de cumpleaños de los amigos. Yo ponía mi música, que era como mi otro yo en forma de vinilo.

Recordé cómo ponía a los Grateful Dead en el programa musical que tuve durante dos veranos en Radio Juventud de Murcia, algo insólito, pero que a me parecía normal porque era música.

Jim Kohlberg y Lou Taylor Pucci, el actor que interpreta al hijo

Todo aquello salía de los recuerdos que la música despertaba y de los personajes que la encarnaban dejando claro que, a diferencia de otras artes, la música juega un papel emocional muy diferente. La música tiene un intenso factor sentimental que hace que nos acompañe a lo largo de la vida. Se pega a los momentos intensos de nuestra vida. En un momento dado se cierra y dejamos de identificarnos con lo nuevo. Puede gustarnos más o menos, pero ya no somos nosotros.

Para la generación representada en la película, la música lo envolvía todo, lo personal y lo social. Era la forma de expresión que la distanciaba de la generación anterior. Cuando vemos al hijo compartiendo la música del padre, escuchando a Bing Crosby, sabemos que eso ya no es posible hacerlo con el pelo largo y la guitarra eléctrica que se convierten en sus señas de identidad. Comprendemos que son ya seres distintos de mundos distintos, con valores y recuerdos diferentes.

Bob Dylan, los Grateful Dead, The Beatles, The Rolling Stones, Crosby, Stills, Nash & Young... todas las canciones que suenan la película son algo más que música. Son ladrillos en la construcción de un yo distinto. No sé si las generaciones posteriores le han dado ese valor a la música. Creo que la MTV lo cambio todo y fortaleció una industria encargada de vender diversas cosas, modas, imágenes y sonidos. Pero la música que nos muestran en la película tenía una función diferente, esencialmente la construcción de un ente llamado "juventud" que significada sobre todo diferencia del mundo anterior, rebeldía, algo que se simboliza por la oposición a la guerra de Vietnam, frente al heroísmo orgullo de las victorias militares que el padre tenía. Es la quema de una bandera norteamericana en un concierto del hijo lo que separa definitivamente a ambos.

The Grateful Dead

La concesión del Premio Nobel de Literatura a Bob Dylan fue una distinción a ese tiempo y a su figura de trovador de una generación. Había grupos que incluían una versión de alguna canción de Dylan en cada disco que sacaban. Era una forma de hacer suyas palabras, música y sentir.

Quizá todos tenemos esas piezas musicales que constituyen nuestro ser emocional e histórico. Son las canciones que hemos escuchado y nos conmueven al traernos momentos distantes que han quedado fijados en unas notas, en unas líneas de una canción.

Me da la impresión que el director de la película descubrió el texto de Sacks y se identificó con todo esto. Quizá se sentía también ese "ultimo hippie" y quiso traer de nuevo sus recuerdos en forma de música y compartirlos. 

Todos nos emocionamos, aunque por causas distintas. Quizá no era su música, pero sí las emociones alrededor de la familia. 

jueves, 3 de octubre de 2024

Los límites de la presidencia

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

¿Podía hacer Donald Trump lo que le diera la gana por el hecho de ser presidente? La respuesta se centra en un concepto, el de "inmunidad" y en la forma en que sea interpretado. A Trump le va mucho en ello y aboga por el uso más amplio del concepto. A los demás les compete demostrar que Trump abusó de lo que está pensado para otras formas y fines.

En RTVE.es nos informa de la batalla legal en marcha y contra reloj por tratar de poner las acciones de Donald Trump, todavía presidente pues no se había hecho el relevo, algo que el propio Trump trató de evitar, Se nos dice

"Trabajando con un equipo de conspiradores privados, el acusado actuó como candidato cuando utilizó múltiples medios criminales para perturbar, mediante fraude y engaño, la función gubernamental mediante la cual se recolectan y cuentan los votos, una función en la que el acusado, como presidente, no tenía ningún papel oficial", sostiene el fiscal especial a cargo de la investigación.

En un informe de 165 páginas, los fiscales estadounidenses afirman que Donald Trump actuó fuera del ámbito de sus funciones como presidente cuando presionó a funcionarios estatales y al entonces vicepresidente Mike Pence para tratar de anular su derrota en las elecciones. En concreto, trató de revertir los resultados electorales legítimos en siete estados que había perdido: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Nuevo México, Pensilvania y Wisconsin. Esos esfuerzos, añade la Fiscalía, tenían como objetivo "el engaño".

De ese modo, intenta desmontar el argumento de que gozaba de inmunidad presidencial y, por el contrario, asegura que actuó en una capacidad privada. "Aunque era el presidente en ejercicio durante las conspiraciones denunciadas, su plan era fundamentalmente privado", dice el texto, según el cual ninguna de las acciones de Trump en ese momento eran inmunes a una eventual persecución.*


La oposición "público / privado" es esencial en el caso, pues parece evidente que Trump actuó en su propio interés y no en el del país, por más que él opine lo contrario. La palabra "revertir" da cierto empaque al más llano concepto de "manipulación". Trump intento cambiar el sentido del voto y alcanzar la victoria de forma fraudulenta y seguir así en la Casa Blanca, al frente del país.

Para nada puede decirse que actuó como "presidente", pues el primer deber de un presidente es respetar y hacer respetar las normas y bases de la democracia. Hizo, en cambio, lo contrario. No solo trató de manipular los votos de los estados, sino que incitó al asalto al parlamento, con muertes como consecuencia, tratando de impedir los actos de relevo y toma de posesión del nuevo presidente.

Creo que esto es más que evidente para quien lo quiera ver. Sin embargo, no solo sus abogados trabajan en sentido contrario —lo que es comprensible— sino que hay decenas de millones de personas que consideran verdadera la justificación de Trump para hacerlo: Trump defendía la democracia americana de los ataques demócratas, piensan y repiten.

Lo que se pone sobre la mesa con todo esto son los valores fundamentales de la democracia, sus postulados teóricos y prácticos, Sitúan, por decirlo gráficamente, a los Estados Unidos en el nivel de la Venezuela de Maduro. Ambos son ejemplos de la perversión del poder. Afortunadamente —y por ahora— la definición institucional de los Estados Unidos está medianamente clara por más que personajes como Trump quieran modificarla en su propio interés.

La teoría trumpista de la inmunidad es una forma clara de admisión de los hechos. No se debate tanto que ocurrieran o no, ya que hay evidencias más que suficientes. Lo que se debate es la teoría del poder "absoluto", por encima de la ley, de un cargo como es la presidencia del país. A Trump le sobran las leyes, las instituciones, cualquier idea de "equilibrio". Su idea del poder es enfermiza, patológica, y absoluta personalista. Quizá incluso "personalista" sea excesiva en este caso; es "trumpista", pues no es extensiva a otros presidentes, sino que queda reservada en exclusiva a su persona. Trump es Trump.

Cada día que el mundo se complica más, el peligro de que Trump llegue a la presidencia de nuevo eleva en riesgo. Él se presenta como el "gran arreglador", como la persona que evitará todos los peligros, riesgos, etc. haciendo que el mundo fluya en paz bajo su "reinado", que debería extenderse hasta su último suspiro, por encima de plazos o cualquier otra limitación temporal.

Es más que probable que Trump considere "necesario", bueno para el mundo, que ocupe la Casa Blanca. Eso es parte de su problema... y el de todos.

The New York Times

 * "La Fiscalía presenta pruebas de que Trump usó "medios criminales" para revertir los resultados electorales de 2020" RTVE.es 2/10/ y 3/10/2024 https://www.rtve.es/noticias/20241002/fiscalia-pruebas-trump-medios-criminales-revertir-resultados-elecciones-2020/16271958.shtml

miércoles, 2 de octubre de 2024

El fanatismo

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)


Es difícil encontrar la paz cuando se busca la guerra. No tiene mucho sentido buscar los comienzos de las responsabilidades porque aquí pecan todos, unos por acción y otros por omisión. Sea por lo que sea, las televisiones de todo el mundo conectan para ver el espectáculo de muerte y tecnología, de brutalidad y de conocimiento aplicado a la destrucción, una de las especialidades del ser humano.

Venía de regreso a casa leyendo el pesimismo de Cioran en sus textos. Me parecía demasiada negrura. Encendí el televisor y me encontré con la práctica de la brutalidad, con el enfrentamiento entre mitos, entre odios teorizados durante cientos, ya miles de años, entre las fórmulas que vienen salidas de los mundos religiosos, discusiones sobre de qué lado está Dios y a quién eligió primero.

Escribe Cioran en su texto "Genealogía del fanatismo", incluido en Adiós a la filosofía y otros textos, una obra compuesta por extractos de obras de los 40, 50 y 60:

No se mata más que en nombre de un dios o de sus sucedáneos: los excesos suscitados por la diosa Razón, por la idea de nación, de clase o de raza son parientes de los de la Inquisición o la Reforma. Las épocas de fervor sobresalen en hazañas sanguinarias [...]

El fanático es incorruptible: si mata por una idea, puede igualmente hacerse matar por ella; en los dos casos, tirano o mártir, es un monstruo. No hay seres más peligrosos que los que han sufrido por una creencia: los grandes perseguidores se reclutan entre los mártires a los que no se ha cortado la cabeza.*  

Es al fanatismo a lo que estamos asistiendo. Hace unos días escribimos sobre el fanatismo del que justifica la muerte como parte de un plan de Dios frente al mundo, frente a los que se le oponen, por un lado; por otro está la "lógica del martirio" que busca llevar a la muerte de forma gozosa prometiendo otro mundo rebosante de felicidad frente a este, en el que el mérito es hacerse explotar frente a otras personas.

La acción del fanático de uno y otro bando causa un sufrimiento que puede ser justificado mediante los principios que sustentan su propio fanatismo convertido en necesidad. Todos dicen estar haciendo lo inevitable.

El texto de Cioran opone el fanático al distante, aquel que no se deja atraer por los cantos de sirena. Tanto el sionismo como las corrientes fanáticas islamistas buscan el alejamiento de la indiferencia, insensibles al dolor. Ambos practican el "ojo por ojo", en donde todo es cómputo. No hay sentimiento, que es percibido como traición al mensaje divino, que es propio de cada uno, un mensaje de la verdad.

Israel e Irán no quieren paz alguna; solo existe la paz de la muerte. Esa "monstruosidad" incorruptible, señalada por Cioran, no es otra cosa que otra indiferencia imperdonable, la indiferencia ante el dolor humano, vista como excusa, no como algo que haya que evitar.

Cada bomba que cae lo hace para mayor gloria de Dios. Las víctimas propias son mártires; las ajenas tienen su castigo por desafiar la voluntad divina.

Cuando se inició el conflicto en sus fases últimas dijimos que nadie puede ganar una guerra que no tiene objetivos concretos, finitos, negociables. Aquí no se negocia nada, no hay nada que poner sobre el tablero. Alguien tendrá que inventarse alguno so pena de llegar a una destrucción sin fin.

Los ataques "preventivos" de Israel solo son una manifestación de esta guerra en la que se ha acumulado información (real o supuesta) sobre el otro. Es una guerra en la que los aspectos básicos se ven cubiertos con el espectáculo de la tecnología, como ha ocurrido primero con las explosiones de los buscas, los teléfonos, etc. y ahora con el espectáculo del escudo antimisiles. Las emisoras del mundo nos muestran este nuevo show, con las explosiones de unos y otros en el cielo, especulando sobre el número y el tipo de misiles empleados. Se destacan los pequeños detalles tecnológicos que permite el despliegue informativo. Es como una lluvia de estrellas, pero de terribles consecuencias. Es la guerra espectáculo de consumo.

El pesimismo de E.M. Cioran no era casual. Le tocó vivir otras guerras absurdas, otras guerras en las que viejos y nuevos mitos se usaban para justificar la destrucción. Los fanatismos de la raza, de la religión siguen acaparando nuestra necesidad patológica de destrucción. Como bien señala Cioran, aquellos a los que no se les cortó la cabeza y sobrevivieron son ahora los más fanáticos. Son fanáticos que necesitan de otros fanáticos para mantener el impulso de la dominación.

Lo que vemos hoy es el resultado de una acumulación de errores, propios y ajenos. De malentendidos y de malas intenciones, de deseos de que el fanatismo propio triunfe y dar las gracias a Dios por ello. Es el error del "apoyo incondicional", el que ata tu destino al de los fanáticos creando una cadena de responsabilidades, de decisiones condicionadas.

¿Cómo se para esto? ¿Cómo se libera al mundo de esta cadena de apoyos al fanatismo?

RTVE.es


martes, 1 de octubre de 2024

La Purga de Trump

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Las noticias sobre Donald Trump y sus declaraciones hacen cuestionarse sobre si estamos en el Día de los Inocentes o cualquier otra festividad en la que se pueda presentar noticias insólitas. Sin embargo, Trump es uno de los pocos personajes (me resisto a llamarlo "político" por más que haya sido presidente de los Estados Unidos) en los que lo más raro se nos vuelve "normalidad" por su constancia. Puedes ser "raro", de propuestas descabelladas —¿recuerdan las "inyecciones de lejía" para acabar con el COVID-19?—, pero ser el "presidente" de la súper potencia dominante, la del "botón rojo", hace que el mundo se perciba de otra manera, que sus exquisiteces, por llamarlas de alguna manera, se vean con temor. Probablemente, Donald Trump haya batido el record de dimisiones de asesores presidenciales, especialmente, los relacionados con lo militar- Y tiene su lógica; muchos pensaban que iban a "enderezarle", pero finalmente tiraban la toalla.

Ahora nos encontramos con otra propuesta del Trump aspirante a volver a la Casa Blanca. Nos la cuentan en 20minutos:

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a causar polémica tras afirmar que la solución para acabar con la violencia en su país sería autorizar "un día muy violento"  para que las fuerzas policiales pudieran restaurar el orden, según han informado varios medios británicos. El comentario ha desatado críticas en las redes sociales, donde los internautas han llegado a comparar la propuesta con el filme de terror conocido como La Purga.

El también candidato a las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre ha realizado estas declaraciones durante un mitin celebrado en la ciudad de Erie, Pensilvania. Trump incluso llegó a proponer la idea de establecer "una hora realmente dura" en la que se reducirían las restricciones para los agentes policiales y afirmó que con la implementación de esta medida se frenaría "inmediatamente" la violencia. Sin embargo, el expresidente no dio detalles al respecto.

Las reacciones a las declaraciones de Trump no se hicieron esperar. De hecho, varios usuarios en redes sociales compararon su propuesta con la trama de La Purga, película en la cual los delitos se vuelven legales durante una noche. "Simplemente está describiendo la premisa de La Purga", comenta un internauta. "¿Quién le ha dejado ver La Purga?", comenta otro usuario.*


Quizá haya que crear otra limitación en las películas, una categoría que además de la prohibición de entrada  de los "menores, o la insistencia en que vaya acompañados, las para "adultos", etc., incluya la prohibición expresa de la entrada de Donald Trump en las salas. La pregunta irónica con la que se cierra el último párrafo citado ("¿quién le ha dejado ver La purga?") responde a esa entrada de ideas peligrosas en la mente de Trump. No es la primera vez que a Trump le asaltan ideas de este tipo, lo que hace dudar de la conveniencia de que vea filmes de cierto tipo.

Ironía a parte, el problema es serio, no ya porque pueda llevarlas a la práctica, sino porque nos hace dudar —de nuevo— de su adecuación al cargo al que aspira y que pondría —de nuevo, otra vez— un poder en sus manos que siempre se puede escapar o, peor, ser tomado como línea de acción por algún admirador nada secreto. Ya ha ocurrido en alguna ocasión, algún "patriota" decide seguir sus ideas y convertirlas en "actos".

El artículo nos añade una línea más, una continuidad con otras: la obsesión con responsabilizar a la inmigración de toda la violencia en el país. Esto lleva a seguir aumentando el negocio de la armas en el país más armado del mundo, además del negocio creciente del armamento bélico, ahora alimentado por dos guerras y creciendo sus frentes.

El artículo se cierra con un polémico "...acusó a los migrantes de ser los culpables de ese supuesto incremento de la criminalidad e incluso afirmó que "la izquierda liberal quiere impedir que las fuerzas policiales intervengan cuando se cometen hurtos en los comercios"."*

La idea de La purga, un claro ejemplo de totalitarismo violento, puede estar de fondo como posibilidad. ¿Podría autorizarse una "hora limpiadora" en la que las fuerzas policiales (o cualquier ciudadano patriota) tuviera la posibilidad de ejercer personalmente la "justicia" eliminando aquellos "peligros" que se puedan dar (en su opinión) en las ciudades?


La idea de que los ciudadanos de la localidad en la que Trump ha realizado la propuesta puedan sentirse atraídos por ella es sencillamente aterradora. Lo que nos lleva a una cuestión fundamental: ¿piensa Trump lo que dice?

Vuelvo a recordar aquí una idea de Trump: ¿de qué sirve el poder si no se puede utilizar?, una vieja máxima que refleja su "visión política". La "ley" es vista como una "limitación" ante lo que serían las "soluciones" drásticas a los problemas. En su visión, el poder no está limitado y las leyes son obstáculos. Él se define como el "gran solucionador" precisamente por ignorar los límites.

Que una persona con esta visión del mundo sea presidente de los Estados Unidos hace cuestionarse muchas cosas sobre los derroteros de la política, de la incomprensión profunda de lo que significa la ley y el porqué de sus límites.

Hace cuestionarse cómo puede obtener millones de votos con propuestas de este tipo ante un electorado que aplaude las iniciativas de fuerza en una sociedad democrática, una sociedad que se arranca sus propias garantías en un acto suicida mediante el que pisotea las libertades y derechos.

Trump va más allá del republicanismo. Es una forma personalizada de poder que seduce, un poder narcisista que tiende a expandir sus límites. Los "límites" son la base de las democracias frente al absoluto dictatorial. Que esto haya seducido a una parte importante del electorado norteamericano y, más allá, al de otros países que han comenzado a imitarle con éxito, es una pregunta sobre la que deberíamos reflexionar.

 

* "La drástica solución que propone Trump para acabar con el crimen desata críticas en redes sociales: "Parece 'La Purga"" 20minutos 30/09/2024 https://www.20minutos.es/noticia/5638911/0/drastica-solucion-que-propone-trump-para-acabar-con-crimen-desata-criticas-redes-sociales-parece-purga/