viernes, 31 de mayo de 2024

Trump condenado por los 34 cargos

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)



La condena a Donald Trump por los 34 cargos de los que se le acusaba somete de nuevo a prueba a la democracia norteamericana. Lo hace además en todos los niveles institucionales. La declaración de Trump de que el veredicto está en las urnas, es un ataque más hacia el sistema, una forma de anulación del sistema judicial convirtiendo el voto en una especie de borrado de cualquier falta.

De esta forma, Trump vuelve a subvertir el sistema convirtiendo el presidencialismo en una especie de cesarismo por encima de la ley. Ser elegido significa que eres todopoderoso, que eres impune e inmune a cualquier otra circunstancia. Es la consagración de la base de la teoría política de Trump: el poder lo es todo. Recordemos su pregunta, decisiva para entender lo que representa: "¿de qué te sirve el poder si no puedes emplearlo?", una respuesta "inocente" a la película "Ciudadano Kane" cuando fue preguntado. Si el tema orwelliano era precisamente las pérdidas irrecuperables que el poder deja atrás, para Donald Trump esto es inconcebible. Si tienes poder, lo puedes todo, estás por encima de todo.

Las continuas dimisiones de  personas a su alrededor era la señal de que ellos no se sentían por encima de todo y, especialmente, que sabían que la inmunidad de que se reviste la figura presidencial norteamericana no afecta a sus cómplices, que pueden acabar ante la ley. Esta fue la primera defensa de Trump: el presidente no da cuentas. Ahora es responsable de los 34 cargos que se le imputaban, de todos y cada uno de ellos.

Pero que Trump sea Trump es algo inevitable. Lo preocupante es precisamente la capacidad de obtener seguidores, personas convencidas de que el camino trumpista es el camino de las sociedades, en especial de la norteamericana y de su mayor influencia en el mundo. La aparición de personalidades a lo Trump en países que no tienen ni las instituciones ni la tradición democrática norteamericana ha sido un hecho. Sus "imitadores", personas que no actúan bien, sino que está bien lo que hagan, han ido apareciendo por el mundo concentrando el poder y, sobre todo, buscando ser el centro de atención y adhesión, polarizando la sociedad e incitando a la violencia, como hizo Trump con el asalto al Capitolio tratando de impedir una transición, negando la posibilidad de la victoria al oponente. Trump llamó "traidores" a todos los que no le secundaron en su "historia alternativa", incluido Mike Pence, su vicepresidente, que "admitió" la victoria de Biden en las urnas.

La democracia americana está ante una peligrosa encrucijada, algo que puede marcar su futuro de forma definitiva. Trump, lo hemos repetido aquí en muchas ocasiones, es un test, una prueba para el sistema. El hecho de que lo ocurrido sea una forma de recaudar más dinero, de conseguir más apoyos, etc. demuestra que Trump ha desligado el poder de los elementos racionales, como la justicia, la armonía institucional, etc. y solo tengan sentido los irracionales, como la fuerza.

La pregunta de Trump —¿para qué sirve el poder?— tiene su respuesta: para no tener que dar explicaciones. Con esto satisface un tipo de expectativas en los votantes que se basan en el ejercicio de ese poder ilimitado y enfermizo. En estos tiempos de masas y redes, de frustraciones, la figura de alguien que está por encima de todo se vende bien, tiene algo de catártico para mucha gente. Trump es un dios imperfecto al que no le gusta que se lo recuerden.

El gesto de Trump quitándose la mascarilla en la terraza de la Casa Blanca tras su regreso del hospital donde fue tratado de COVID-19 revelaba una actitud: soy invencible, nada me doblega. Eso, trasladado a la política, es peligroso.

"No hay justicia en Estados Unidos", ha afirmado Trump tras conocer la decisión del jurado en una intervención ante la prensa en la que ha culpado al mandatario Joe Biden de dirigir este proceso. "Ha sido un juicio amañado por un juez conflictivo y corrupto", ha añadido el magnate en unas palabras que van en línea de lo que ha defendido desde que fue imputado. La defensa del exmandatario ya ha adelantado que está preparando la apelación.

Además, el expresidente se ha autoproclamado "preso político" en un mensaje a sus seguidores para que sigan donando dinero a su campaña para las próximas elecciones. Según medios locales, la página oficial de donaciones del Partido Republicano, WinRed, ha quedado bloqueada cerca de una hora tras conocerse el veredicto, y muchos usuarios han indicado en redes sociales que habían enviado dinero a la campaña de Trump tras conocer la noticia.

La página incluye ahora un mensaje firmado por Trump en el que acusa a "la izquierda" de atacarle con una caza de brujas e "intimidar" a su familia y socios para dejar la política, y agrega que no piensa rendirse y que sigue aceptando donaciones, desde 20,24 dólares hasta la cifra que deseen.*

La estrategia sigue firme... y le funciona. Las recaudaciones son una señal de aceptación de su mensaje. Para que le funcione, el ciudadano norteamericano debe aceptar que Trump es una víctima y si lo es se debe a que es el mejor. El argumento de que las personas a las que se critica o culpa es precisamente porque son las mejores, únicas, supone una adhesión incondicional. Toda acusación es una mentira cuya finalidad es impedir su acceso al poder. Recordemos que Trump, pese a ser el candidato republicano, accedió con un discurso "antisistema": él no era "político", sino un ciudadano exitoso que iba a devolver la "grandeza" de nuevo a los Estados Unidos. Lo políticos eran los responsables de la decadencia por permitir inmigrantes, por no frenar a China, etc. Él era la solución. Pero él es ahora el problema.

Las perspectivas internacionales de un regreso de Trump a la Casa Blanca hace temblar a los gobiernos de medio mundo. La experiencia fue terrible en cada reunión internacional, en cada institución de la que sacaba a los Estados Unidos —¿de qué sirven cuando puedes ir por libre y no dar explicaciones?—...

Trump ha sido encontrado culpable de todos los cargos, de los 34. Él trata de coinvertirlos en medallas. Todos tratan de evitar que Estados Unidos "vuelva a ser grande", como reza su lema.

Indudablemente, fallan los partidos políticos, incapaces de renovación, corruptos, clientelistas y envejecidos. Solo pueden prosperar los que siguen ese camino tortuoso y demagógico. Los candidatos que se opusieron a Trump eran la vida demostración de la degradación del sistema. Trump los laminó en el camino, pese a que le imitaban. Solo les queda a los que quieran prosperar a su sombra tratar de loarle y sumarse a sus teorías de la persecución, de que los demócratas son enemigos de los propios Estados Unidos, unos infiltrados de potencias extranjeras, unos mentirosos y conspiradores que tratan de evitar su inevitable éxito.

The New York Times

Un envejecido Biden, sometido al desgaste del apoyo a Israel, algo que no llevan muy bien amplios grupos, especialmente los jóvenes, no parece ser un opositor suficiente.  La elección norteamericana es algo más que una lección; es una doble prueba, para el sistema norteamericano, por un lado, y para el deteriorado orden mundial, que se ve afectado. Es un mundo lleno de crisis, un mundo que espera con temor lo que pase en las urnas americanas.

Se corre el riesgo de que el trumpismo, que ha tenido un papel importante en el desarrollo de los populismos ultraderechistas en todo el mundo, los que han copiado su modelo y programa, y se creen sus nuevas líneas de actuación. 

El cesarismo narcisista necesita de aplausos y cortesanos. La idea de "grandeza americana" es precisamente no tener que depender de nadie e imponer las líneas propias. Si no, ¿para qué sirve el poder? Orwell opinaba igual. 

* "El jurado declara culpable a Trump de falsificación de cuentas en el juicio penal por el caso Stormy Daniels" RTVE.es 31/05/2024 https://www.rtve.es/noticias/20240530/jurado-declara-culpable-trump-falsificacion-registros-contables-juicio-penal-caso-stormy-daniels/16127176.shtml

Vorágine 19/01 2021

jueves, 30 de mayo de 2024

Los (re)celos franceses

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Las reacciones negativas que ha producido el reconocimiento conjunto de un estado palestino por parte de España, Irlanda y Noruega nos dan cuenta de su valor, aunque solo sea en su capacidad de irritar. Ya hemos visto que ha irritado obviamente a Israel y en el terreno local, a Vox que ha ido corriendo a hacerse una foto chocando las manos con Netanyahu, y al Partido Popular, al que le han caído por todos lados. Vox le acusa de no seguirles, el PSOE les acusa precisamente de lo contrario, junto con el resto de las fuerzas de apoyo gubernamental, que acusan al PSOE de no dejarles salir en la foto y reivindican ir más allá, es decir, romper relaciones con Israel, embargarle, etc.

Es lo malo de vivir en un estado electoral permanente. Cada uno lo vive y aprovecha o niega a su manera.

En este contexto de fuego cruzado que lo incendia todo, nos llega un titular en 20minutos:

El ministro de Exteriores de Francia, Stéphane Séjourné, ha acusado este miércoles a los países europeos que recientemente han reconocido a Palestina como Estado (España, Irlanda y Noruega) de querer sacar provecho político de esta decisión como parte de la campaña electoral de cara a las elecciones europeas. 

"La cuestión que se nos presenta, y se lo he dicho de manera muy clara a mis homólogos españoles e irlandeses, es cuál será el día de mañana tras la cuestión del reconocimiento. ¿Cuál es la utilidad diplomática?", se ha preguntado el ministro en el Senado francés. 

En este sentido, ha asegurado que "Francia no adopta un posicionamiento político", sino que "busca soluciones diplomáticas a la crisis". "Decidme exactamente qué ha cambiado el reconocimiento español en la situación de Gaza al día siguiente. Nada", ha sentenciado frente a los senadores. *


¡Y teníamos poco lío!

La política del "día después", que predica el gobierno francés a través de su ministro, hay que entenderla en lo mismo que critica. Si otros hacen algo, parece que ellos no hacen nada. Esto, evidentemente, lleva a un galimatías diplomático, a un lío colosal en el que nadie quiere ser acusado de "no hacer" ante el desastre humanitario, ante este genocidio programado que vemos cada día y cuya reacción ciudadana preocupa a los políticos en todas partes.

La pregunta que se están haciendo muchos políticos por el mundo no es "¿qué hacemos para parar esto?", sino "qué hacemos para que no parezca que no hacemos nada". En este sentido lo que han hecho los tres países que han reconocido oficialmente al estado palestino es más que el simple "acto de habla" de "haremos algo cuando llegue el momento", una promesa que se puede puede prolongar hasta el fin de los tiempos o, más probablemente, hasta el fin del pueblo palestino, que entre bombardeos directos, "lamentable errores" y "cosas de la guerra", ve cómo disminuye su total cada día.


La postura francesa es valiente, pero todavía no ha dado un solo paso al que no se le puede realizar su misma pregunta: "¿en qué ha cambiado la vida de los palestinos el día siguiente?"

Hay que ser claros: mientras que los Estados Unidos siga respaldando a Israel en sus acciones brutales y solo haga algún que otro gesto para la galería internacional, mientras siga diciendo que su apoyo a lo que hace Netanyahu es ilimitado; mientras siga reduciendo el genocidio a "derechos" defensivos sin límite, etc. el gobierno israelí no solo seguirá haciendo lo que hace, sino que se seguirá permitiendo el lujo de llamar "criminales de guerra" a los que le critican, lanzar amenazas directas, etc. como vemos cada día.

RTVE.es

El estado de Israel, con Netanyahu al frente, no tiene pudor ni límites. Cree que puede seguir así hasta el fin de los tiempos. Es el "pueblo elegido" y eso da mucho caché... y derechos, según parece y algunos le reconocen.

Netanyahu pasará a la historia, haga ya lo que haga, como un genocida. En eso no hay vuelta de hoja. Otros querrán usar el caso para darse ciertos aires ante sus electores; otros, como Francia, quieren esperar a que sea el momento, algo que nunca llegará, pues el "momento" se crea, se construye, se fabrica. No hay azar alguno en todo esto; solo impunidad y barbarie.

Las declaraciones del ministro francés son para consumo interno, para que la amplia colonia árabe residente en Francia no sienta que el gobierno de Macron no hace nada. De este caso de genocidio se puede aprender mucho. Se puede aprender sobre cuál es el valor de las instituciones (útiles o inútiles) creadas para garantizar la paz y el orden internacionales; se puede aprender sobre si la justicia internacional es igual (o no) para todos; se puede aprender sobre si la diplomacia vale para algo (o son solo gestos para la galería).

La Vanguardia

Las dos guerras abiertas, la de Ucrania y la de Gaza, son pruebas sobre lo que vale todo aquello de lo que estamos tan orgullosos y sobre lo que es real o solo una convención que puedes saltarte si tienes poder. En el fondo, las muertes, las declaraciones, las osadías y cobardías que vemos es de lo que nos están hablando, del poder y que es la fuerza la que lo sostiene el mundo y no la razón o la justicia.

No hay razón ni justicia tras el exterminio; todo es desproporcionado. No las hubo en el holocausto judío y no las hay en el nuevo holocausto firmado por Benjamín Netanyahu, por más que le "molesten" las comparaciones. Reconocer al Palestina como estado es útil en la medida en que el día después ha sido más molesto para el gobierno de Israel. Puede que no sirva para mucho más ahora, pero es una línea en la Historia. Puede que eso sea lo que molesta a los ministros de Macron. 

* "El ministro de Exteriores francés acusa a Sánchez de buscar "rédito político" con el reconocimiento de Palestina" 20minutos 30/05/2024 https://www.20minutos.es/noticia/5356255/0/ministro-exteriores-francia-acusa-pedro-sanchez-buscar-redito-politico-reconocimiento-palestina/

miércoles, 29 de mayo de 2024

La foto infame

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

La fotografía de Santiago Abascal con Benjamín Netanyahu algo más que repulsiva. Revela muchas cosas sobre Vox, sobre la política española y sobre la política en general, si es que puede hablarse así.

Lo primero es que todos los caminos pasan por Vox. De nuevo los ataques a la política española, tal como ha ocurrido en el caso de la Argentina de Javier Milei, el otro conflicto abierto, revela una conexión que se hizo manifiesta en su intervención insultante en Madrid de la Internacional de la ultraderecha mundial. La internacional, en sí misma, se presta argumentos para el ataque a los rivales internos. Milei insulta al gobierno de España de la misma forma que lo hacen ahora desde Israel. Mismas formas, misma estrategia... con la foto final junto a los presidentes respectivos, Milei y Netanyahu.

Las caras y las solidaridades de la ultraderecha mundial están cada vez más presentes, con el consiguiente efecto de atracción: a mayor presencia, mayor demostración de fuerza y mayor atractivo. Las informaciones que dejan constancia de la preocupación por la presencia violenta de la ultraderecha en diversos países no se deben tomar como una exageración ni utilizarla electoralistamente, que es un peligro. Es un problema real, algo que afecta a los partidos democráticos y a la ciudadanía, pues cuestiona la convivencia.


Que la ultraderecha española adquiera protagonismo con este tipo de mensaje, del fotográfico a las declaraciones de futuro, es preocupante. Mientras Israel incluye a Yolanda Díaz en su lista de "genocidas" y "criminales de guerra", convirtiéndola en partidaria de Hamás y del exterminio judío, por haber utilizado la expresión "desde el río hasta el mar", Abascal se convierte en el adalid de un presidente y gobierno de Israel que se convierten en objeto de una orden de detención de la Corte Penal Internacional.

Israel sigue jugando con lo que ha sido su activo: es más que un "estado", es más que "un pueblo"; los demás juegan en otra liga, mientras que ellos cumplen, como pueblo elegido, su misión siguiendo instrucciones divinas y proféticas. La mezcla de todo ello les da el "derecho" de actuar siempre contra los que se oponen a su "destino" Esto permite convertir sus agresiones y crímenes sobre la población palestina en "errores" y "malentendidos".

La matanza de palestinos, con mayoría de mujeres y niños, se resuelve diciendo que su preciso bombardeo alcanzaría algún depósito de armas, lo que causó las explosiones y las muertes. "¡Cosas de la guerra!", suele explicar Netanyahu sin perder esa sonrisa que le define.

Ahora Netanyahu tiene, como Milei, un aliado que le suministrará los puntos débiles del gobierno español, para utilizarlos en sus insultos e insinuaciones. De esta forma, ambos quedan beneficiados de esta alianza. Tú te haces la foto con todos los honores en Israel y yo insulto a España y al gobierno de Pedro Sánchez de forma que tú lo puedas usar en tu provecho. Un pacto provechoso e innoble.

La política —si se puede llamar a esto "política— se ha convertido en una mezcla de patio de vecindario mal avenido centrado en golpes de efecto y, sobre todo, en una política de yo hago lo contrario de lo que tú haces, sea esto lo que sea.


El gobierno de Sánchez ha desaprovechado la ocasión de un acuerdo ante algo que se hace bastante aceptable para el conjunto: el cruel exterminio que se está haciendo de la población palestina con la más flagrante violación de los derechos internacionales. Los muertos recientes lo han sido en una zona a la que se habían desplazado por estar definida como "segura". Ha sido una reagrupación para bombardearlos.

La declaración del reconocimiento de Palestina como estado tendría que haberse pactado con el máximo de grupos. Sánchez no la ha hecho así. Pero eso no significa que no sea "razonable" el paso dado. Significa que quiere el protagonismo, no que no sea bueno. Sin embargo, este protagonismo ha llevado al Partido Popular a intentar una equidistancia imposible entre "no es el momento", una respuesta cobarde, y la negativa de Vox, asegurando que revertirá la medida "cuando llegue al gobierno". Por su parte, el protagonismo de Sánchez se ve nublado a su izquierda con los que afirman que se ha quedado corto, que había que romper relaciones con Israel, embargar las armas, los activos, etc.


De esta forma nadie renuncia a su protagonismo. Lo malo de todo esto es que perjudica a todos, a unos por exceso y a otros por defecto. De lo que se trata de de llevar la contraria, no de actuar con justicia. Si el hecho es bueno, me lo apunto; si de dejan fuera, entonces es criticable.

Esto es reducir a infantilismo la política española, su funcionamiento insufrible, su carencia de fines reales y su respuesta reactiva dentro del tablero. Lo lógico ante decisiones como estas es tomarlas mediante esa palabra olvidada, "consenso", que es la forma de crear país y asegurar futuro. Lo demás es un absurdo hacer y deshacer cuya culminación vergonzosa es la foto de Abascal intentando convertir en héroe a un genocida reconocido por aclamación universal, solo defendido por unos Estados Unidos que demuestran su dependencia interior y exterior, y por las ultraderechas más ultras del planeta.

Abascal ha dicho representar a España, que el pueblo español está del lado de Netanyahu. No se equivoque. Es fácil hablar y decir estas cosas. La ultraderecha suele ser megalómana y visionaria. ¿Ganará votos Abascal blanqueando, honrando las matanzas, por el momento, de más de 36.000 personas? Espero que no. Prohibir libros y películas allí donde están no es el camino de deseable al futuro. Abrazar genocidas tampoco.

martes, 28 de mayo de 2024

Errores trágicos

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Son demasiadas veces las que escuchamos hablar de "trágico error" en lo que hace el ejército israelí, demasiadas veces. Su forma de "defenderse" matando mujeres y niños ya no solo convence, sino que avergüenza e irrita. Comenzó con apoyos y ahora se está acercando ya a la condena universal. Solo la presión e indiferencia del gobierno de los Estados Unidos le mantiene vivo con armamento y vetos. También le va a ser difícil defender su idea de súper potencia mostrando su dependencia inmoral de las fuerzas exteriores que sostienen a Israel.

La potencia especializada en la vigilancia, a la vanguardia del uso del espionaje, con empresas que venden selectivamente sistemas de protección mediante la información, el espionaje, las escuchas, fue incapaz de detectar una invasión masiva por parte de jamás, bombardea por "error" con drones y misiles con toda precisión a cooperantes y periodistas perfectamente  identificados y que han notificado su posición. Ayer otro trágico error que espanta al mundo, que se le pide al mundo que no lo considere como una táctica programada.

De nuevo, las imágenes del error involuntario habitual dejando en evidencia una forma de actuar, una forma de "resolver los problemas".

Los efectos previsibles: rechazo, condenas, manifestaciones populares, concentraciones, repulsa, acampadas por todo el mundo, aceleración del reconocimiento del estado palestino. La respuesta de Israel: es antisemitismo y burlas a los que manifiestan cualquier forma de repulsa. En este sentido, Israel no se ha movido un milímetro de su proyecto. Ellos lo llaman "defensa", el resto del mundo "genocidio".

"Trágico error" deben ser considerados la ocupación de tierras de los colonos, ávidos de propiedad sembrándose a ellos mismos en los espacios que nunca devolverán, "Trágico error" es el asalto a los convoyes de medicinas, de alimentos que se les envía a la hambrienta y errante población palestina, a la que va quedando, la que se dirige a los lugares en los que será bombardeada por "error".

Demasiados errores, demasiada fatalidad. Netanyahu ya lo advirtió: "¡son cosas de la guerra!". Lo dijo encogiéndose de hombros, esperando para operarse de una hernia o recuperándose de ella. ¡Que una guerra no altere tu vida!

Los errores obligan a posicionarse, a tomar partido en el exterior y cada vez es más difícil mantenerse al margen. Pese a ello, nos obligamos a no coincidir, a hacer matizaciones que nos distinga. Si unos proponen el reconocimiento del estado palestino, otros dirán que se quedan cortos y otros que "no es el momento". El caso es no hacerse fotos juntos, fotos que se puedan interpretar mal, como acuerdo en algo.

Pero las imágenes que nos llegan de esa fantasmagórica Palestina, un conjunto de ruinas del que sacan cadáveres para los que ya apenas quedan lágrimas, nos dejan sin más palabras, después de condena tras condena.

Israel responde con burlas, como el vídeo flamenco, y amenazas, con represalias, con devolver los golpes a quienes les atacan en cualquier sentido de la palabra, incluyendo a España. Israel muestras sus garras más allá de su territorio.

Lo malo es que esto no parará. No lo va a hacer por las premisas que Israel ha sentado y de las que no se mueve un ápice. La principal es que los palestinos son un peligro, que no se les puede reconocer ningún tipo de estado porque sería un "estado terrorista" y un premio al terrorismo. Lo que el mundo ve como una "solución de dos estados", Israel no lo ve en absoluto. Esa idea de dos estados que "convivan en paz" es simplemente una entelequia, un sueño infantil. ¿Por qué perder lo que tiene ahora, ese "derecho a defenderse" que le permite masacrar y definir dónde están las fronteras y qué hacer con lo que queda dentro? Israel tiene tanto que en cualquier negociación, con cualquier cambio, pierde.

Netanyahu ha alejado décadas la posible solución a esto. La única solución israelí es la sumisión, la rendición sin condiciones, una vigilancia constante y represiva sobre los "criminales" palestinos.

De esta forma, se seguirán produciendo "errores", "fatalidades", etc. que les hagan sentirse bien y unan al pueblo israelí con sus dirigentes frente al antisemitismo galopante que asola el mundo.

Hoy tres países, entre ellos España, firmarán el reconocimiento de "estado palestino". No sé si servirá de mucho, incluso si no tendrá efectos negativos en términos humanos como temen algunos. Pero es un gesto necesario aunque no se traduzca en hechos positivos para los palestinos. Es un gesto destinado a Israel, un gesto para demostrar que no tiene el derecho al exterminio, que existen límites de humanidad por encima de las causas y que se puede perder mucho cuando no se ponen límites.

lunes, 27 de mayo de 2024

Los vídeos de Israel

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Dentro de la degradación de las relaciones internacionales, las noticias nos dejan una más: el vídeo israelí dedicado al reconocimiento oficial del estado palestino que será realizado en unas horas por parte de Irlanda, Noruega y España. La respuesta israelí es una pataleta videográfica, una exploración más en el reino del despropósito, un tópico reduccionista aplicado a los tres países y que pretende ser insultante. Sin embargo, toda esa vulgaridad palidece con los otros vídeos, los que llegan tras una noche de bombardeos con al menos cincuenta muertos. "No insulta quien quiere, sino quien puede", decía con sabiduría el  viejo refrán.

La noticia de los vídeos se cuenta así en RTVE.es:

El ministro de Exteriores de Israel, Israel Katz, ha compartido un vídeo en la red social X con imágenes de dos bailaores de flamenco intercaladas con ataques de Hamás en el que se dirige directamente al presidente del Gobierno de España con el mensaje "Pedro Sánchez, Hamás le agradece su servicio" por su intención de reconocer el Estado palestino el próximo martes.

A lo largo de todo el vídeo, que dura 18 segundos y que empieza con la bandera de España, aparece escrito "Hamás: Gracias España", con música flamenca de fondo y tomas de milicianos de Hamás empuñando armas o disparando. También hay imágenes del ataque del 7 de octubre en el festival de música electrónica de Israel, cerca de la Franja de Gaza, cuando Hamás irrumpió en la celebración.

Katz también ha difundido vídeos similares pero con música folclórica irlandesa por un lado, y motivos vikingos por otro, para recriminar a Irlanda y Noruega su compromiso con el reconocimiento de Palestina como Estado. En ambos casos, ha citado a los presidentes de los dos países y ha criticado que "recompensen el terrorismo declarando su apoyo a Palestina".*


A nadie se le escapa que la "solución" para Palestina no es sencilla ni única. Cada uno de los contendientes puede tener en mente diferentes posibilidades de un problema enquistado. Lo que tampoco se le puede escapar a nadie es que esta barbarie que se está viviendo no construye la paz sino el odio y que este limitará el futuro. La irresponsabilidad de Netanyahu y su gobierno es precisamente destruir las posibilidades de algún tipo de paz, frente a lo contrario que se pregona. Israel reclama el "derecho a defenderse" para ocultar su "solución final", el barrer al pueblo palestino del escenario con la destrucción masiva de poblaciones. No van más allá en su visión de un futuro porque no hay solución más allá de la destrucción del otro.

La enorme cantidad de intereses en la destrucción palestina hace que eso no se pueda negociar y que las soluciones hayan quedado estancadas en la idea de "dos estados", cada vez más alejada, pues si Israel ve hoy al "pueblo palestino" como un peligro, más verá como un peligro un "estado palestino", que implica barreras fronterizas y la existencia de un ejército. El odio sembrado hará que tras la idea del estado surja inmediatamente el siguiente problema: sus fronteras.

Es difícil que exista una propuesta de paz viable (y fiable) más allá de un "alto el fuego". Evidentemente, son propuestas muy diferentes sobre todo por una marca la detención en un estado, mientras que la de paz necesita precisamente marcar el futuro, las líneas posibles y hasta dónde es posible llegar, algo que hoy no es posible.


El reconocimiento, que tanto ha molestado al gobierno de Netanyahu, es un paso simbólico. La respuesta dada solo manifiesta que no es solo el futuro palestino lo que está en juego, sino también el futuro de Israel. Desgraciadamente la estrategia de aislarlo internacionalmente no impide que siga con su plan único de futuro, la desaparición de los palestinos y la expansión repoblando de sus propias fronteras. La estrategia —copiada de la extensión del imperio ruso— se basa en el mismo criterio: despoblar y repoblar, espacios de contención que absorban el peligro. Han llegado noticias de cómo se desplazan los colonos y de cómo algunos cortan los suministros de alimentos a los perseguidos.

En este contexto, los insultos del gobierno israelí a los países que reconocen oficialmente a Palestina como un estado dejan a Israel cada vez más solitario y eso afecta a su futuro. La contrapartida es que esto hace que refuerce sus intentos por controlar el espacio que necesita para su autodefinición.

Cada paso en ese sentido es una muestra de su falta de futuro, paralelo a su falta de apoyos, en estado decreciente. Estados Unidos se debate entre el "apoyo incondicional" y la responsabilidad que asume al armar a un estado del que se reclama la detención de su jefe de gobierno y de su ministro de la Guerra mediante orden de la Corte Penal Internacional.

The New York Times 26/05/2024

Hay dos guerras, la del territorio y la del prestigio. Si Israel va ganando una, la de la fuerza, va perdiendo la otra, derrota de la que los tres vídeos son muestra clara. Israel y su gobierno pierden la guerra de la comunicación, la del prestigio internacional, mientras que Hamás se esconde tras las víctimas, que se amontonan cada día tras los ataques indiscriminados.

Israel es cada día más difícil de defender, como bien saben en los Estados Unidos. Solo queda en pie la idea del "apoyo incondicional", que es la "no idea", su negación de las razones para apoyarlo. Simplemente, hay que hacerlo.

La respuesta de Israel, los tres vídeos, es la demostración palpable de la carencia de ideas que pudieran dar apoyo a una causa. Lo son igualmente los otros dos "no argumentos": el "derecho a defenderse", como algo ilimitado, y el "antisemitismo", aplicado a todo el que critica las acciones del gobierno israelí.



 * "El ministro de Exteriores de Israel ironiza en un vídeo con que "Hamás le agradece su servicio" a Sánchez" RTVE.es / Agencias 26/05/2024 https://www.rtve.es/noticias/20240526/ministro-exteriores-israel-dice-sanchez-hamas-agradece-servicio/16119940.shtml

domingo, 26 de mayo de 2024

Miedo europeo a la violencia

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Las preocupaciones que se muestran en los medios ante las próximas elecciones son dos: el aumento de la violencia, dando el paso de la verbal a la física, y el crecimiento de la ultra derecha. Es general esta preocupación y solo se varía en la conexión entre ambos aspectos.

En origen de estos problemas suele estar en el descontento, en la falta de confianza en que la política (democrática) sea capaz de resolver los problemas reales que tenemos cada día. En este clima de desconfianza es fácil dejarse arrastrar por los populistas que gustan de señalar culpables asequibles o abandonarse a la apatía, dejando hueco a los que afirman tener claro todo, soluciones y culpables.

Hay algo que falla en el sistema. El mundo cambia, se ha dotado de unas herramientas que modifican las reglas y el sentido mismo del juego. El sistema mucho más claro que se había manejado hasta hace treinta años permitía unos agentes bien definidos y un comunicación filtrada y jerarquizada. El diálogo, por decirlo así, estaba sujeto a reglas y moderado externamente.

El panorama actual hoy es mucho más complejo. Ha cambiado el sistema comunicativo, multiplicando los agentes en liza. Hay muchas más posibilidades de manipulación y el que está bien organizado tiene ventaja en un sistema que aparenta ser caótico. Por irónico que parezca, el aumento de la circulación comunicativa no ha conseguido una mejor comunicación, sino una aumento del ruido informativo, la proliferación de noticias falsas, el aislamiento de muchos y el descrédito de los medios profesionales, que se dejan arrastrar a muchas malas prácticas, la mayoría de la veces contraproducentes. Los medios ya solo son relevantes para los que creen en ellos; enfrente, poderosas corrientes de contrainformación programada, automatizada. La aparición de bots y de la IA ha acabado de enterrar la idea de escenario de debate. Actúan revolviendo el fango primero y luego como máquinas quitanieves limpiando el camino a fuerzas antidemocráticas.


Los resultados tienen mucho que ver con ese aumento de los temores a encontrarse con formas de violencia. No es "política ficción", ya ha ocurrido. El asalto al Capitolio en la democracia que ha servido de referencia, los Estados Unidos, es un ejemplo de cómo se puede manipular, desinformar y, finalmente, lanzar a la gente armada a la calle. No, no es política ficción. Lo dramático del caso es que los modelos antidemocráticos nos llegan de donde llegaban antes las ideas democráticas.

El papel de la información es sustancial. Entonces y ahora, pero en un sentido distinto. Estamos situados en el centro de un espacio informativo. Todos los flujos convergen en todos y cada uno de nosotros y es difícil aislarse, protegerse de ello en un sistema que nos estudia, evalúa y controla cada día. Vivimos en un sistema de seguimiento que nos observa y se anticipa a deseos y a acciones. Tampoco es política ficción; ya ha ocurrido con casos como los de Cambridge Analytica.

La Unión Europea manifiesta su preocupación por los efectos de las políticas rusas de desinformación, potenciado siempre lo que sea el debilitamiento de la unidad, lo que se consigue potenciando a los grupos populistas, separatistas, ultranacionalistas de cada país de la Unión. Se trata de aumentar discordias, de fomentar desunión. Lo que se prohíbe en Rusia se deteriora en Europa. Basta con potenciar los extremismos en un mundo cada vez más fragmentado; luego el caos está asegurado, creciente.

Las campañas contra los bipartidismos han creado escenarios ingobernables. Lo vemos en España, pero también por Europa. La división de los votos con innumerables escisiones crea pocas posibilidades de acuerdos. La escisión va seguida de la radicalidad que asegura la polarización. Desde ese momento, es una política basada en el desacuerdo que permita sobrevivir en aquello lo que se compite, las señas de identidad frente a grupos que necesitan forzar las diferencias para poder ser identificados.

A todo esto ha seguido una consecuencia: la violencia. Esta surge del clima de enfrentamiento continuo, de la deshumanización, de la estigmatización del otro. Los discursos no se basan en la construcción política sino en la destrucción del otro. Muchas veces —lo vemos en España— los enemigos se multiplican y acabas atacando a tus propios socios, que son solo una forma de acceso al poder, con límites de identificación para no desaparecer.

En España la transición se basó en procesos de convergencia ideológica, en los cuales se unían múltiples partidos para favorecer la gobernabilidad y los acuerdos. Esto ocurrió tanto entre la derecha y entre la izquierda. Los partidos convergían evitando las duplicaciones y el protagonismo. El centro, igualmente, se fue uniendo grupos, hasta que por un lado y otro se hizo desaparecer, un fenómeno que hoy le ha tocado a Ciudadanos.


El temor a que todo esto se escape de las manos es real. El intento de asesinato de un presidente, los ataques a políticos de todos los colores en las calles, en las sedes, está preocupando. Una campaña no es precisamente un momento de templanza o moderación, sino más bien al contrario.

Los políticos no parecen aceptar que son ellos con su elevación del tono, con su señalar furioso a los otros, una parte importantes de lo que ocurre, que se traslada luego a los modelos políticos incompatibles puesto en marcha. Esto hace que la política no sea el arte de construir un modelo evolutivo social, sino lo contrario, un modelo de alternancias con retrocesos.

En RTVE.es manifiestan ese temor a que con las próximas elecciones se desate la violencia física:

En un significativo número de países europeos existe una sensación general de descontento en una sociedad que todavía lidia con los efectos de la resaca de la pandemia, la guerra en Ucrania y una economía globalmente volátil.

Antes de la celebración de unos comicios pueden aumentar las tensiones, pero cada vez son mayores debido a los comentarios agresivos difundidos por las redes sociales y las divisiones fomentadas por la retórica de políticos populistas.

“Con los ataques físicos nos preocupa que se haya pasado la raya de un clima de discursos de odio y hostigamiento a los políticos que está generalizado en las redes sociales, donde se expresa sin filtro la polarización y las divisiones”, afirma a RTVE.es el director de la Oficina en Madrid del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), José Ignacio Torreblanca. “Nos habíamos malacostumbrado a vivir en ese tipo de esferas. Lo que estamos comprobando es que eso puede saltar a la arena política en determinados momentos de tensión”, recalca.

En la misma línea, Kausch afirma que “el odio digital ha aumentado mucho en los últimos años”. “El creciente discurso de odio digital que se fomenta en las redes al final salta y se comete violencia en la calle”, asevera.

Ejemplo de ello es Alemania, donde las agresiones que causan lesiones físicas contra políticos han aumentado. Según la Oficina Federal de Policía Criminal, en lo que va de año se han registrado 22 casos, frente a los 27 que hubo en todo 2023. Además, los ataques verbales y físicos contra políticos en el país se han más que duplicado desde 2019, según datos del Gobierno.* 

No hay "odio digital"; es simplemente "odio". La creencia en que es diferente solo manifiesta la poca compresión de su importancia. En España hemos vivido apaleamientos, ahorcamientos de muñecos, quemas de distintos objetos, como fotografías, banderas, etc. Esta violencia simbólica no deja de ser violencia y siempre habrá gente que dé el paso. La historia tiene ejemplos suficientes y recientes.

La violencia simbólica se vive como odio y puede dar en cualquier momento el salto en cierto tipo de personas; basta con que cambien las condiciones personales y contextuales para que se produzca. Si todo nuestro entorno se ha llenado de odio y violencia, es más fácil que se produzca.

Los medios deberían contribuir a esa paz, pero muchos viven de dar el espectáculo, de centrarse en esta guerra cotidiana. Dan cobertura a los conflictos y se aseguran audiencia mediante la radicalización. Han decidido sumarse a los excesos a cambio de crearse un público que se ve así reforzado.

Esperemos que no haya un crecimiento de la violencia. Hay que creerlo así y no contribuir a ello. 

* Laura Gómez Díaz "La UE afronta la campaña con una creciente violencia política: el odio salta de las redes a las agresiones en la calle " RTVE.es 26/05/2024 https://www.rtve.es/noticias/20240526/ue-afronta-campana-violencia-politica-odio-redes-agresiones/16118742.shtml


sábado, 25 de mayo de 2024

Yolanda Díaz y el antisemitismo

Joaquín Mª Aguirre (UCM)


España tiene ahora abiertos ya dos frentes diplomáticos. El de Argentina es explicable desde las la imprudencia española y el narcisismo provocativo de Milei. El que acabamos de abrir con Israel tiene una justificación mayor, pero no deja de ser otra metedura de pata. Vivimos en una lucha permanente por conseguir protagonismo, intentando conseguir que nadie nos robe la frase llamativa, el ir un poco más allá que nos garantice los micrófonos y las cámaras durante unos segundo en las pantallas.

Si no habíamos aprendido con lo de las "sustancias" de Milei, llegan ahora las declaraciones de Yolanda Díaz, que le han puesto en bandeja a Netanyahu el echar el cierre a las relaciones con los palestinos, al menos en territorio controlado por Israel.

Leíamos ayer en RTVE.es lo siguiente:

Este mismo viernes, el Gobierno de Israel ha anunciado su decisión de "cortar la conexión entre la representación de España en Israel y los palestinos" y "prohibir" que el Consulado en Jerusalén dé servicios a los palestinos residentes en Cisjordania tras el reconocimiento del Estado de Palestina y las declaraciones "antisemitas" de la vicepresidenta segunda. 

"En respuesta al reconocimiento del Estado palestino por parte de España y las declaraciones antisemitas de la vicepresidenta del Gobierno no solo de reconocer un Estado palestino sino de 'liberar Palestina desde el río hasta el mar', he decidido cortar la conexión entre la representación de España en Israel y los palestinos y prohibir al Consulado español en Jerusalén dar servicio a los palestinos de Cisjordania", ha dicho el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz. 

Asimismo, ha subrayado, en referencia a Díaz, que "si esta persona ignorante y llena de odio quiere entender lo que busca realmente el islam radical, debería estudiar los 700 años de dominio islámico en Al Ándalus, hoy España", según un mensaje publicado en su cuenta en la red social X. *

El afán empático de Yolanda Díaz al utilizar la expresión "desde el río hasta el mar" no tuvo en cuenta lo que significa en el propio contexto. Esto ha sido aprovechado para convertirla en un "monstruo antisemita" y cercar más a los palestinos levantando una barrera entre España y los necesitados palestinos.

¿Cuándo vamos a empezar a entender que en las relaciones internacionales hay que medir las palabras, saber cuáles se deben usar para evitar que el criticado les dé la vuelta?

Díaz trató de mostrar su empatía y proximidad usando una frase sin entender muy bien lo que significaba o lo que podía significar en el contexto. Inmediatamente se la ha convertido en "personas ignorante y llena de odio". Obviamente, Yolanda Díaz ha tenido que salir a dar explicaciones sobre lo que ella es.

Pero en las relaciones internacionales no se trata de quién tiene razón, sino de quién controla los medios y está claro que Yolanda Díaz, en Israel, ha quedado retratada como una "persona ignorante" y radical, antisemita, le guste o no. Si piensa que Albares puede hacer algo al respecto, se equivoca. El caso Milei lo muestra con claridad. En las relaciones internacionales, las cosas van bien cuando ambos quieren que vayan bien.

Desde el punto de vista de Israel, las declaraciones de Yolanda Díaz son puestas como ejemplo de antisemitismo en el mejor momento para ellos, es decir, cuando España piensa poner en marcha de inmediato el reconocimiento del "estado palestino". Esta forma el reconocimiento será gestionado mediática y diplomáticamente como una decisión de "ignorantes" y antisemitas. Se lo han puesto fácil a Netanyahu.

En RTVE.es se añade a lo anterior desde la perspectiva electoral española:

La vicepresidenta segunda ha querido zanjar la polémica con Israel y se ha remitido a la respuesta que dará el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, a la decisión de Israel de cortar la conexión entre la representación de España en Israel y los palestinos y por la que el propio Gobierno israelí la ha culpado además de calificarla como "persona ignorante" y "antisemita".

La propia cabeza de lista de Sumar a las elecciones europeas, Estrella Galán, ha restado importancia a la declaración de Díaz, de que "Palestina será libre desde el río hasta el mar" y ha puntualizado que solo es un lema y que su partido siempre ha condenado "cualquier acto terrorista".*

Hay que matizar lo de "electoral" porque se tendrá en cuenta que, además del uso de los israelíes, se producirá un uso electoralista español por parte de los contendientes en las próximas elecciones, que señalarán a Díaz con el dedo acusador, retomando las palabras dichas contra ella, lo mismo que ha ocurrido con el "caso argentino".

El primer efecto de las palabras de Díaz ha sido aislar más a los palestinos. Es cierto que si no hubiera sido por causa de sus palabras habría sido por cualquier otra cosa, por una excusa trivial. Pero lo que marca este asunto es la facilidad con la que damos facilidades a los contrarios por quedar bien ante nuestros electores. Hablamos demasiado y eso no es bueno para las relaciones internacionales.

En este mundo global, todo lo que dices sobre relaciones internacionales tiene consecuencias, todo el mundo está bien informado y aprovecha los pasos en falso, las imprecisiones o las descontextualizaciones.

¿No tenía otra forma Díaz de expresarlo? ¿Tenía que mostrar su empatía así? A muchos le parecerá que no tiene importancia, pero como podemos apreciar por las repercusiones inmediatas, sí la tiene para este juego maquiavélico que es la imagen pública. Díaz, vicepresidenta del gobierno es etiquetada como "antisemita" e "ignorante", incluso se permiten el lujo de recordarle los setecientos años de dominación musulmana en España. Con Yolanda Díaz se identifica al gobierno español y con este al "pueblo español", a España, que es a quien  representa el consulado en Jerusalén. Incluso se pueden poner en peligro a ciudadanos españoles que visiten la ciudad al ser identificados como llegados de un país antisemita que exige la eliminación de los israelitas del territorio reclamado. Es demagogia, pero la demagogia funciona. Aquí nadie defiende la verdad, sino los intereses.

Siempre podrá aparecer un "lobo solitario" al que le dé por quemar un local español en Israel, tal como un paquistaní hace unas semanas le dio por asaltar una hamburguesería en una localidad catalana. Estados Unidos le pillaba más lejos y se decidió por las hamburguesas, que era lo más próximo.

Todo el que critique las acciones de Netanyahu al frente del gobierno israelí será llamado "antisemita" antes o después. Es la única defensa que le queda, a menos que sea aceptable el exterminio como defensa, que era el argumento nazi para exterminar a los judíos. Afortunadamente hay muchos judíos por el mundo y en Israel que condenan estas prácticas. Netanyahu ha conseguido que las simpatías por el ataque recibido se inviertan, comprometiendo todos los apoyos recibidos.

Por eso es necesario medir bien las palabras, evitar que se rasgue las vestiduras cada vez que se le critique. Hay mucho margen para hacerlo. 


 * "Díaz niega ser "antisemita" y matiza sus palabras: "Reconocimiento de dos Estados que compartan del río al mar"" RTVE.es 24/05/2024 https://www.rtve.es/noticias/20240524/diaz-matiza-palabras-asegura-no-antisemita-reconocimiento-dos-estados-compartan-del-rio-mar/16117952.shtml"