Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
En
ocasiones hemos citado aquí a la profesora y poeta Fátima Naoot, denunciada y
condenada por "insultar al islam". Naoot, en las fechas del Eid, puso
unos comentarios junto a un vídeo en el que mostraba cómo se torturaban algunos
animales antes de sacrificarlos, calificando la práctica de "masacre"
y denunciándolo. A algún alma piadosa le pareció excesivo solidarizarse con el
sufrimiento animal y no con los piadosos verdugos y la llevaron ante los tribunales,
en donde fue condenada a tres años por el delito señalado.
Su
nombre lo hemos citado precisamente como muestra de los problemas de los
intelectuales para intentar cambiar las mentalidades, afrontar reformas o la
simple libertad de expresión. La ambivalencia del régimen, en donde el
presidente habla de la necesidad de reformar, mientras que los políticos,
jueces y ciudadanos siguen con la intención de hacer una sociedad más cerrada y
cerril, acogiendo cualquier idea diferente como una afrenta destinada a la
destrucción de Egipto y sus sagrados valores.
Daily News
Egypt la entrevista después de que el presidente la indultara, si bien los
jueces parecen empeñados en que las órdenes vayan por la vía más lenta. Naoot
es uno de esos intelectuales que desde la sociedad civil intentan, a expensas
de su libertad, recursos e integridad física, enderezar el rumbo
ultraconservador que la sociedad egipcia ha tomado desde que el piadoso Sadat
acogió a los islamistas en los años 80. Como es sabido fueron los islamistas
los que le mataron, pues nunca tienen bastante, algo que la sociedad egipcia
comprendió años después cuando llegaron al poder con Mohamed Morsi.
El
régimen actual ha echado a los Hermanos, pero su ideología intransigente está
metida tras décadas infiltrándose en la educación, la política, los medios y
las mezquitas. Fátima Naoot aboga por soluciones a largo plazo, educativas y culturales, más allá de las
represivas para que la sociedad egipcia pueda recuperar lo que en otra época
tuvo: unos mayores deseos de convivencia, tolerancia y respeto a los demás, y
liberarse de los vicios que ahora la aquejan, de la intolerancia a la
corrupción. Ese estado actual deja bastante que desear:
How do you see the
current status of freedom of expression and creativity in Egypt?
Egypt is still suffering from restrictions on
freedom it inherited six centuries ago. The writer Youssef Edris said, during
an era which generated great cultural awareness, that “the freedom allowed in
the entire Arab world is not enough for one writer”. Currently, we are
witnessing the imprisonment of several poets and intellectuals. This crackdown
represents a danger as those cultural and intellectual prisoners are the
leaders of cultural awareness.
These crackdowns effectively ensure that
intellectuals practice self-censorship and when this happens, you can be
certain that Egypt is in danger.
Recently the well-known intellectual Islam
El-Beheiry was released due to a presidential pardon. Immediately after his
release he announced he would be the last intellectual to be imprisoned as a
prisoner of conscience. Despite this, however, there have been files against
prominent TV anchor Mofeed Fawazy and writer Youssef El-Qaid for their
opinions.*
Todos estos casos —el de Naoot, El-Beheiry.... ahora los
Mofeed Fawazy o Youssef El-Qaid, la muerte de la también poeta y activista socialista
Shaimaa al-Sabbagh— pasan desapercibidos en los medios occidentales, que los
ignoran prácticamente, repitiendo un ciclo de atentados-víctimas, sin entrar
prácticamente en los que quedan en medio y que son el futuro necesario para que
ese mundo revuelto pueda tener esperanza.
Ellos son la "tercera vía", la vía civil frente a
islamistas y militares, que, sin embargo, permanece ignorada en nuestras
páginas periodísticas. Todos ellos representan los valores de la libertad de
expresión, de los Derechos Humanos, la libertad de conciencia, la
creatividad... frente a la fuerza y la violencia, la intransigencia y la
corrupción que representan los que sigue luchando por imponerse a la sociedad.
La política de ignorarlos ha tenido unas consecuencias
desastrosas en estas décadas, pues los poderes pronto descubrieron que no le importaban
a nadie, que podían ser atacados, encarcelados, difamados y silenciados. Pronto
las voces que defienden una sociedad democrática y de respeto empezaron a
callar por autocensura, miedo e indefensión.
La frase que Naoot cita del escritor egipcio Youssef Idrís
sobre la libertad de expresión debería hacernos reflexionar sobre la situación
que viven aquellos que han quedado al margen, que siguen intentando mantener la
llama de las libertades personales y que estas se extienden a las conciencias.
A Naoot le preguntan por algo que parece preocupar mucho, el
papel del presidente:
Do you think that
steps taken by the presidency, such as the pardons and the National Youth
Conference, contribute effectively to supporting freedom of expression in
Egypt?
President Abdel Fattah Al-Sisi issued
presidential pardons to several detained young men and intellectuals, however;
this is an individual decree by the president and does not necessarily indicate
a trend being adopted by the state. These pardons come from the presidency,
which is an institution apart from the state institutions.
In Egypt, there are “fundamental obscurantist”
parliament members. This ideology is present in different government and the
educational institutions in addition to media outlets.
We are suffering in general from an
obscurantist state not only in Egypt but across the Arab world. We are so
opposed to the spread of knowledge.
When you examine an educational book from Yemen
you will find that their syllabus incites sectarian strife. Such syllabi fuel
extremism and terrorism.
The Egyptian state is currently fighting
terrorism and supporting it simultaneously. The state only fights those who are
victims of the terrorist ideologies promoted by prominent fundamentalist
figures that have garnered respect and recognition from the state.
The state should first and foremost fight the
ideology, not the physical manifestation of terrorism. It is after all the
ideology which breeds its many physical forms.*
Creo que difícilmente se puede definir con más claridad el
problema al que Egipto (no solo allí) se enfrenta. La intransigencia y el
avance del oscurantismo son los males del mundo árabe. La combinación de los
dos expulsa del panorama a los que quieran sacarlo de ese estado de permanente
conflicto.
La educación es esencial, pero en estos momentos es una herramienta
al servicio del oscurantismo y la intransigencia. No ayuda a la convivencia
sino a manipular las conciencias en un sentido u otro. Por muy liberal y
reformista que se quiera presentar el presidente al-Sisi, lo cierto es que la
política egipcia se dirige hacia posturas cada vez más oscuras, como las
mostradas en el parlamento, que ha acogido los intereses de grupos antes que el
deseo de transformación inserto en su propia constitución, que es ignorada con
frecuencia.
Desde el exterior, lo único que nos cabe es tratar de hacer
que no sientan esa soledad terrible del que lucha cada día entre el silencio y
la cobardía ajenas. Darles a conocer y sacar a la luz sus casos cuando han sido
detenidos es una forma de reforzar su postura en el exterior, que existan
campañas en su defensa pues son la esperanza de Egipto, su futuro.
Sin intelectuales que debatan ideas, que realicen críticas
honestas al poder para mejorar sus actuaciones, es difícil que una sociedad
prospere. Los Hermanos Musulmanes se fueron, pero dejaron sembradas las
instituciones y las mentes durante años infiltrándose en todas las
instituciones. El Estado persigue hoy a los activistas, pero ha asumido muchas
de sus ideas transformadas en el tradicionalismo restrictivo de la sociedad,
cuyos indicadores negativos se han disparado.
La crisis económica no es más que una parte de otra, mucho
más profunda, que lleva décadas haciéndose con las instituciones, convertidas
en vigilantes de los egipcios y no en sus defensores. Esa vigilancia vela
porque no surjan personas libres, capaces de decir al pueblo lo que a este no
le gustara escuchar. Las instituciones prefieren seguir manteniendo la suicida
retórica nacionalista o piadosa, según el día, que los convierte en
"especiales". Cuando se produce una crisis de la envergadura de la
actual, los espejos se convierten en poco apetecibles compañías.
Los intelectuales como Fátima Naoot son esos espejos. Tratan
de mostrar la verdadera realidad oculta tras los encantamientos que ya no se
pueden mantener. Ella no está dispuesta a salir a la calle por un "indulto
presidencial". No desea favores, sino justicia. Y es importante —para
ella, para Egipto, para la libertad de expresión...— que quede claro su derecho
a pensar y hablar. Lo hace por todos, aunque muchos no lo agradezcan.
Nosotros sí y espero que muchos otros también.
*
"Egypt respects promoters of extremism, kill victims of terrorism: Fatima
Naoot" Daily News Egypt 25/12/2016 http://www.dailynewsegypt.com/2016/12/25/606666/
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