Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
libra egipcia ya se cambia por veinte el dólar en algunos bancos, nos dice la
prensa local. Pese a los deseos del gobierno, el mercado sigue sin dar tregua a
un sistema tan artificial por un lado y tan complejo, lleno de trucos, por otro.
El sistema es artificial porque ha estado recibiendo inyecciones que trataban
de mantenerlo vivo mucho tiempo y trucado porque no hay un mecanismo de mercado
claro sino toda una serie de productos que han estado subvencionados de forma
permanente, muchos de ellos mantenidos para favorecer la corrupción del propio
sistema. La parte militar de la economía, que es mucha, tampoco favorece la
transparencia y el Ejército sigue presentándose como el que lleva a los
egipcios lo que les falta. Se crea así una imagen de dependencia que el egipcio
medio comprende que sin el Ejército aquello sería el caos, algo probablemente
cierto después de tantos años de intervencionismo camuflado, trucado de
precios, corrupción en los grandes contratos y un sector público que ha servido para colocar y
lastra al país, esencialmente a su menguante clase media, estimada en un 5%, que
es de donde se saca el dinero ya que los ricos se escapan y los pobres reciben.
Entre
las iniciativas geniales del
gobierno, recordaremos la de dejar el cambio en los bancos, esas monedas que
dan las cantidades. Hace pocos días otra iniciativa hizo brillar la luz de la
esperanza de nuevo, esta vez en el sector turístico, uno de los más castigados
entre terrorismo y las poco afortunadas medidas que el propio gobierno toma en
materia internacional. La cabezonería egipcia, por ejemplo, insistió en retomar
una campaña promocional del turismo en Italia en plena crisis con el caso de
Giulio Regeni. De poco sirve advertir que es un gasto inútil e incluso puede
ser tomada como una provocación. Pero....
La
nueva genialidad apareció primero, hace una semana, en Daily News Egypt, por boca de un asesor del ministro de Turismo:
Abdel Wahab pointed out that domestic tourism
is considered the solution for tourism problems in times of crises. It also
helps to increase the awareness of citizens and help them learn more about
their country.
Abdel Wahab said that there are more than 12
million Egyptian immigrants around the world and the ministry aims to
collaborate with the Ministry of Immigration in order to encourage them to
visit Egypt.
He further added that the ministry, represented
in its foreign offices and the Tourism Development Authority, is cooperating
with the ministries of foreign affairs and immigration to attract Egyptian
expats in a bid to reconnect second and third generation Egyptian expats to
their home country.
He added that the ministry has prepared an
integrated programme at special prices, including visits to archaeological
sites and a trip to the Path of the Holy Family, pointing out that there are
large Egyptian Christian communities in foreign countries including Italy,
Saudi Arabia, Kuwait, France, and Canada.
Abdel Wahab said the programme began three
months ago; however, there is no data regarding the number of visitors so far
because the ministry does not quantify the number of Egyptians entering the
country as they are not considered foreigners.
The ministry aimed to promote tourism through
Egyptian immigrants in their countries, pointing out that if each Egyptian
immigrant attracted one tourist from the country in which they live, Egypt
would have about 24 million tourists annually.
He noted that the Egyptian communities can put
pressure on governments that suspend flights to Egypt to review their
decisions, adding that Egyptians in Russia and England have not stopped
visiting Egypt by using different airlines and travelling through other
countries.
Ambassador Nabila Makram said in previous
statements that the children of second and third generation Egyptians will
return to their countries to be the best promoters of Egyptian tourism and
deliver an accurate picture of the country. They are akin to ambassadors who
have enough knowledge to promote tourism destinations among their families and
friends where they live.*
La novedad es relativa ya que el presidente Sisi lo planteó en 2015 y lo recogió la prensa en su visita a Alemania, visita que acabó mal precisamente por la intervención de una "expatriada periodista", incidente que sirvió para que un ministro recordara a los que estaban fuera que tuvieran cuidado no fueran a quedarse permanentes en el extranjero. Pasado año y medio (fue en junio de 2015), ahora se vuelve a pensar en ellos para revitalizar el turismo.
Dadas las propuestas de los ministerios, sorprendería alguna
que no pase por exprimir a los egipcios que están fuera de Egipto. La falta de
sentido de la realidad por parte de los ministerios se demuestra al no reconocer
que esos 12 millones de personas que están fuera mantienen unas actitudes muy
diferentes en función de los motivos por los que están alejados de su país.
La
retórica sentimental de la "madre del mundo" o de la campaña turística del pasado año, que se llama "Egipto en nuestro corazón", va perdiendo eficacia en
la distancia y se tiene una mejor información que en el interior, pese al
mandato del presidente de que nadie haga caso a los periódicos, primero extranjeros
y luego nacionales. El presidente ha llegado a pedir a los egipcios que no
contesten a encuestas extranjeras no
sea que se filtre no se sabe muy bien qué. Es todo absurdo y naif.
Las propuestas de hacer "circuitos turísticos cristianos"
de la Sagrada Familia necesitan de algo más que de mucha promoción después de
la bomba en la catedral de los coptos y las quejas de estos por la falta de
eficacia de la vigilancia del recinto. El turismo exige algo más que promesas
de tranquilidad cuando no es eso lo que se ve o percibe.
Pero la cuestión se hace un poco más agresiva en estos días
por boca de la Ministra de Inmigración. El Middle
East Observer recogía ayer sus declaraciones en la televisión:
While Egypt is striving to revive tourism to
rescue its wrecked economy, Egypt’s Minister of Immigration and Expatriates
Affairs Nabila Makram said in an interview with al-Ghad T.V,”We don’t need now
the foreign tourist, but we need the Egyptian tourist. We want the Egyptians
living abroad to come to Egypt and activate tourism in their country.”
She continued, “We need nothing from anyone
(pointing to foreign tourists).”‘She also added, ”The Egyptians living in Egypt
shouldn’t travel abroad but they should travel inside their country as we have
places that are similar or even better than those in other countries.”
It is noteworthy that Egypt is struggling to
revive tourism, one of the major sources of foreign currency in the country,
that suffers from an economic crisis due to the shortage of foreign currency.
The number of tourists fell 40% in the first quarter of 2016.**
Con este tipo de planteamientos, una vez más Egipto se crea
sus propios problemas, dentro y fuera.
Lo primero es entender el turismo sin complejos. "No
necesitamos nada de nadie" no es la actitud ante el "turista", que elige sus
destinos no como obra de caridad, donación, inversión o causa, sino
como una forma de disfrutar de un espacio y un tiempo en un ambiente agradable
y receptivo. No hace falta besarle al llegar, pero sí tratarle con respeto y
cuidarle, pues se es responsable de él durante el tiempo que permanezca allí.
La actitud de la ministra es despectiva y si había gente pensando ir pese a los
problemas existentes, algunos se sentirán algunos por sus palabras. No hace
ninguna falta hacerlo, es innecesario y grosero viniendo de una representante
oficial.
Al menos, el asesor del ministro hablaba de la necesidad de promocionar el turismo nacional en tiempos
de crisis, algo lógico y que no ofende a nadie, que incluso despierta
simpatías. Pero la ministra de Emigración y Expatriados tiene una actitud muy
distinta, la que caracteriza a los gobiernos egipcios: pensar que los egipcios
son una propiedad de ellos. La
tradición autoritaria, aunque se disfrace, no se acaba de marchar de los
gobernantes. Supongo que pensará que el turismo interior lo van a hacer esa
maltrecha clase media, cada vez más empobrecida gracias a los errores de los
ministros sucesivos.
La frase de la ministra "The Egyptians living in Egypt
shouldn’t travel abroad but they should travel inside their country as we have
places that are similar or even better than those in other countries"
tiene un carácter restrictivo que puede convertirse
en un mandato que reduzca las posibilidades de moverse de los egipcios a donde
lo deseen o ser penalizados por ello. Es una frase demagógica y que no va a
convencer a nadie si no es negativamente. De nuevo, el gobierno egipcio sigue
creyendo que los egipcios ignoran la situación en la que viven y la necesidad
de "oxigenarse" de muchos cuando salen del país de vacaciones.
No es cuestión de quién tiene los monumentos más bonitos o
más grandes. Es sorprendente que una ministra de Emigraciones y Expatriados
tenga esa percepción de los que se van. Recuerda algo el planteamiento de los
diputados que afirmaron no sentirse apenados por las muertes en el hundimiento
del barco que salía cargado con emigrantes egipcios. Ninguna pena, decían, ¿no se
iban de allí y se llevaban su dinero? El desprecio por los ciudadanos que se jugaban
la vida (y perdieron) intentando encontrar un
futuro algo mejor es notable. Ahora los ven como una fuente de ingresos.
Y me temo que muchos no están por la labor.
Recordemos que Egipto ya ha subido las tasas que deben pagar
los egipcios para salir a trabajar al extranjero. Además de que no se creen
oportunidades de trabajo, el estado le exige más dinero del que ya les cobraba
por salir. Esto ha hecho que algunos analistas piensen que la confianza que la comunidad de expatriados tiene en el presidente haya podido resentirse. El-Sisi se dirige hacia la segunda mitad de su mandato y, la verdad sea dicha, hay poco de lo prometido.
La actitud de los gobiernos egipcios (y de muchos) hacia los
expatriados es muy ambigua y equívoca. Evidentemente, muchos de los que se van
fuera puede ser porque no les haga gracia las políticas de los gobiernos
egipcios en un grado mayor o menor, en función de las simpatías políticas. Es
evidente que muchos de los que están contabilizados en los 12 millones de los
que habla la ministra (¡tampoco los necesitamos!, dirá) no tienen mucha
simpatía por la ministra o la totalidad del gobierno. Se ha ido porque no podía
quedarse, por decirlo así. Otros se han ido porque no han encontrado un trabajo
a su altura y otros, ¿por qué no? para poder sentirse más libres de las
presiones que sufren en la vida cotidiana por múltiples motivos. Pese a que
esté mal visto decirlo, muchos no son felices. De esto se llevan encargando
desde hace tiempo muchos que hoy piden su regreso vacacional. Que hagan gasto y
se vuelvan después a los países en donde se encuentren, que siempre serán una reserva económica.
Que se hagan promociones para que los expatriados y sus
familias vuelvan a ver Egipto, como
está haciendo el ministerio de Turismo, me parece estupendo. No hay día que no
se descubra un nuevo tesoro entre las arenas de algún sitio. Egipto está lleno
de maravillas. Pero la actitud del ministerio de los emigrantes tiene algo de
ofensiva y abusiva y revela ese sentido "propietario" que se cuela en
las voces de los políticos egipcios cuando le hablan al pueblo.
*
"Tourism Ministry re-evaluates ‘Egypt in Our Hearts’ initiative"
Daily News Egypt 15/12/2016 http://www.dailynewsegypt.com/2016/12/15/604789/
**
"Egypt’s Immigration Minister: We Don’t Need Foreign Tourists" Middle
East Observer (MEO) 22/12/2016
https://www.middleeastobserver.org/2016/12/22/egypts-minister-of-immigration-and-expatriates-affairs-nabila-makram-saidwe-dont-need-the-foreign-tourist/
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