Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Las
imágenes de la gente corriendo junto a los aviones que despegaban, intentando
subirse, dejaron pronto paso a las de los talibanes patrullando armados por las
calles y a las mujeres respondiendo antes sus órdenes. Pronto quedó clara la
situación, a lo que los talibanes llamaban "orden" islámico y quienes
eran sus principales infractoras, las mujeres. Ellas eran la resistencia, el
obstáculo. También las excusa para la vigilancia, para el control.
En RTVE.es encontramos una importante noticia que reconoce esa situación con el titular "El Tribunal de Justicia Europeo dicta que las mujeres afganas tienen derecho a asilo por su persecución". En el artículo se nos indica que
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE)
dictaminó este viernes que los Estados miembros pueden limitarse a tener en
cuenta el sexo y nacionalidad de las afganas para otorgarles el asilo en
la UE debido a que las medidas discriminatorias contra ellas del régimen de los
talibanes constituyen actos de persecución.
La Corte, con sede en Luxemburgo, respondió así a una cuestión prejudicial sobre el caso de dos mujeres de nacionalidad afgana que recurrieron ante el Tribunal Supremo de lo Contencioso-Administrativo de Austria contra la negativa de las autoridades de ese país a reconocerles el estatuto de refugiadas. *
El hecho es relevante porque asume que por el hecho de ser mujer en Afganistán eres víctima de un sistema represivo, un sistema que te anula los derechos más elementales, que te reduce a la nada limitando al extremo tus posibilidades de desarrollo como persona en cualquier dimensión.
Uno de los enlaces que el artículo nos ofrece a noticias anteriores nos lleva a la reciente condena de la voz femenina en el país, de su silenciamiento por ley, a su encierro y a salir bajo el hiyab y siempre vigilada por un responsable de ella.
Ser mujer en Afganistán no tiene presunción de inocencia; eres culpable por el hecho de nacer mujer.
Eres la responsable de lo malo que haya en la vida desde los orígenes, de una estirpe pecaminosa, de llevar al varón a su destrucción, aunque en el cielo te prometan hermosas vírgenes con las que disfrutar de la otra vida en una orgía sin fin. Pero en la Tierra es otra cosa. Te alejan de Dios, te debilitan ante los hombres alejándote de tus deberes de obediencia ciega.
Afganistán en un espacio en el pasado considerado como perfecto. Todo lo ocurrido desde los tiempos del Profeta no es más que desvío y corrupción. Afortunadamente, los talibanes van a enderezar esto gracias a sus barbas proféticas y a sus armas, que no son del pasado glorioso, pero que son fieramente masculinas, una herramienta eficaz para mantener el orden, para restaurar la autoridad. Esta mezcla de lo antiguo y lo nuevo funciona.
En su orgullo fundamentalista, los talibanes se han sumado a la alianza de Rusia, China e Irán, sin duda una aportación valiosa que les dará un respiro a los afganos y aportará "nuevas" ideas represivas a sus amigos. Permitirá vender en el interior la idea de que existe una internacional que les bendice.
La doctrina del Tribunal europeo reconoce que toda mujer en Afganistán está sometida, por el hecho de serlo, a una persecución por el hecho de serlo, sin necesidad de probar un trato específico. Es un paso importante, una condena indirecta al régimen de los talibanes. Cualquier mujer que huya de Afganistán tiene motivos suficientes para hacerlo. No hace falta probar nada, el origen es suficiente.
Prohibida su voz en público, prohibido su rostro considerados como parte de una especie de "peste de género", una epidemia destructiva del débil varón, una epidemia que trae el mal con el olvido de Dios, la mujer afgana es heroica por el simple hecho de decidir estudiar (algo prohibido), trabajar (también prohibido) o salir sola a la calle (igualmente prohibido).
Bienvenido todo aquello que reconozca esta horrenda situación, esta aberración ideológica que legitima la opresión y entierra los derechos. La resolución del Tribunal europeo enmienda un fallo de los tribunales austriacos que consideraban que para conceder el asilo tenía que haber algo "personalizado", demostrando una falta de sensibilidad pasmosa.
En estos momentos asistimos a una ola de conservadurismo que vuelve a plantear los derechos de las mujeres de forma más o menos sutiles. La idea del anti patriotismo de las mujeres que no tienen hijos —y tiene gatos, en la caricatura trumpista— es un ejemplo de ello. Se empieza así y se sigue subiendo hasta considerar que está mal que la mujer trabaje y que es mejor que se quede en casa.
Siempre pensamos que estas cosas no pasarán, pero siempre hay alguna tribu talibán esperando para hacer cumplir las leyes divinas en su versión particular. Los talibanes son hoy un dramático y sangriento recordatorio. Inhibirse en ideas de la "cultura", las "tradiciones", etc. no es más que una forma de autoengaño, desgraciadamente cada vez más practicado en diversas fórmulas.
¡No olvidemos a las mujeres afganas!
* "El Tribunal de Justicia Europeo dicta que las mujeres afganas tienen derecho a asilo por su persecución" RTVE.es / EFE 4/10/2024 https://www.rtve.es/noticias/20241004/tribunal-justicia-europeo-dicta-mujeres-afganas-tienen-derecho-asilo/16274249.shtml
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