Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Dice el
titular de la entrevista con Adela Cortina en el diario El Mundo que si no importa que un político robe o mienta,
"entonces la democracia está perdida". ¿Se nos han muerto los valores
de la sociedad y no tiene sentido la democracia más que como una lucha sucia
para alcanzar el poder? Puede ser. Solo nuestra retórica buenista nos hace ver
las cosas por encima de la realidad.
Hay que hablar de una "selección invertida", Los
mecanismos para la selección política no eligen según los valores que se citan positivamente,
sino conforme a criterios negativos. De esta forma, los mejores se alejan de la
política y los que quedan son el resultado de esos factores de selección, que
tienden a ser negativos.
Que en
todas partes aparezcan noticias sacando los colores a los políticos es
indicativo de este arma de doble filo que han pasado a ser los medios,
devoradores de este tipo de casos para unas audiencias cada vez más radicalizadas
y, a la vez, aburridas.
Hoy son
los medios los que te elevan y te hunden en un pispás. Saben que les necesitas
para conseguir una imagen sólida que te eleve y mantenga en el poder y saben
que caer en desgracia tiene consecuencias.
La idea
de Adela Cortina no es trivial y nos afecta a todos, aunque no lo pensemos.
¿Qué nos queda de la idea de democracia? Por lo pronto hemos perdido la idea de
"valores democráticos" y nos hemos quedado con su mecánica. La
mecánica es todo aquello que hace sumar, son también los pactos para llegar y
repartirse el poder. La mecánica, privada de valores, solo mira al poder y a la
permanencia.
Los
valores democráticos hacen de la convivencia el eje del sistema.
La mecánica, en cambio, opone la polarización y el enfrentamiento como centro
de su actuación. De esta forma extrae los peores deseos dividiendo a la gente y
haciendo ver que los objetivos son irreconciliables, que una democracia es una
forma de enfrentamiento no sangriento, un sustituto de la violencia. Esta se
traduce en su verbalización y en calentar a unos frente a los otros, usando la
constante mención de agravios para que veas en los otros el freno para tus deseos
y objetivos. El líder pasa a ser un "general" al frente de un
ejército.
Los
valores democráticos tratan de fomentar la convivencia a través de
la disminución de las desigualdades, creando una identidad común que se va
ampliando hacia el concepto de ciudadano.
Cuando
los miembros de una sociedad no se respetan y consideran que son los más listos los que tienen mayores
oportunidades, que son las conexiones con el poder las que permiten hacer
fortuna y que esa fortuna puede surgir del engaño y el robo, el sistema
democrático se resiente.
La mala
ejemplaridad política es una de las causas de mayor destrucción de los valores,
Cuando uno ve que hacia la política solo van los desaprensivos y que se agrupan
para tener más poder y conseguir mayor fortuna, la democracia se resiente
aumentado su degradación. Caso absolutamente destructivos de los valores
democráticos son, por ejemplo, todos aquellos que salen cada día con respecto a
las carencias durante la pandemia. Me refiero a ladrones y comisionistas que, a
las puertas del poder, consiguieron hacerse con millones de euros bajo la
mirada cómplice o cándida de los responsables en el poder e instituciones. Poco
ejemplares son los casos que están llevando a la calle a protestar a la gente
por situaciones que afectan a lo básico, como ocurre con la vivienda y toda la
especulación tras ella, amparada por las autoridades locales y autonómicas.
Todo aquello que atenta contra esos aspectos que afectan a la vida diaria, no
recibe el adecuado tratamiento para resolverlo. Los ciudadanos se preguntan
sobre el sentido de la política. Las noticias hablando sobre el enriquecimiento
indebido, fruto de corrupción, no ayudan a dar sentido a los valores de la
democracia.
Una
democracia plagada de políticos que sirven de puentes a los familiares,
próximos y lejanos, a los amigos, para el enriquecimiento, para el abuso y el privilegio,
deja de serlo rápido. Pasa a ser un país en el que vale todo. Si ellos lo
hacen, ¿por qué no yo? La imitación de los ejemplos negativos se convierte en
el verdadero eje de actuaciones.
Que
alguien se haya hecho rico con mascarillas en la época de pandemia, además de
otros negocios oscuros, con miles de muertos por medio, nos dice mucho sobre lo que se
llama "oportunidades".
Creo que está claro que una democracia es más que una aritmética del poder; son unos valores que se deben hacer propios y exigir que se cumplan por todos.
La democracia no es la urna. Eso es el método de elección. La democracia es lo que se hace con esos votos, las transformaciones sociales, las mejoras, la convivencia, la justicia social, etc. A diario escuchamos a gobernantes de todo el mundo presumir de "demócratas" y ejercer de lo contrario.
* Entrevista "Adela Cortina: "Si no importa que un político mienta o robe, entonces la democracia está en peligro"" El Mundo 11/10/2024 https://www.elmundo.es/papel/historias/2024/10/11/6707c27cfc6c83d2378b4584.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.