Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Las
cifras del acoso sexual en Egipto son conocidas por el exceso que suponen. Tras
el asalto sexual hay muchas cosas más allá del hecho, llegándose a hablar de
"terrorismo sexual" en la medida en que muchas mujeres han sido
atacadas como un mecanismo de represión política, es decir, para retirarlas de
las calles, lugares de trabajo, etc.
En la mente de muchos estarán los ataques
contra las mujeres, las violaciones, que ocurrieron durante la Primavera Árabe
para sacarlas de la vida pública y de las manifestaciones, así como la infamia
de los "exámenes de virginidad" practicados por los médicos militares
a las mujeres que se manifestaban en la Plaza de Tahrir en 2011. Los exámenes,
dentro de la hipocresía cínica que caracteriza a los militares era presentados
como una garantía para las familias de que sus hijas seguían
"intactas", eso sí, después de haber pasado por la manos expertas de
los gloriosos médicos militares. No quería, decía el entonces responsable de la SCAF y actual presidente del país, que los militares fueran acusados de "violadores" por las familias si sus hijas resultaban no ser vírgenes. El Ejército y el pueblo, una sola mano, como
reza el eslogan.
La
cultura del acoso sexual está arraigada en una mentalidad tradicionalista que
proclama por un lado la santidad de la familia —como se ha hecho estos días
para condenar a las influencers de
TikTok— pero por otro ampara y practica la violación con el silencio. Hay
innumerables estudios y encuestas sobre el acoso egipcio, considerándolo muchas
instituciones internacionales como uno de las países en donde peor se vive por
ser mujer.
Los
primeros casos por denuncias llevada a los tribunales se dan en esta década
dejada atrás, ya que la labor esencial de la Policía era convencer a las
mujeres que era mejor para el honor familiar dejarlo pasar, cubrir la
"vergüenza" con el silencio, antes que denunciar que llevaba a la
exposición pública.
En
estos años de cubrir informaciones sobre Egipto, casi una década ya, hemos dado
cuenta de múltiples casos en los que más allá del acoso, incluso los medios han
contribuido a condenar a las mujeres agredidas, como el "caso del Mall",
en el que una mujer —todo fue captado por las cámaras— fue acosada y abofeteada
al resistir a su agresor. Fue invitada a un programa de TV en donde se le robó
el teléfono mientras estaba en maquillaje para exponer sus fotos personales y
"demostrar" ante la audiencia que era ella la responsable, quien
había provocado.
Las infamias mediáticas egipcias, especialmente por parte de determinados
personajes adeptos al régimen, es un auténtico escándalo y recibe las críticas
desde esas redes sociales que el gobierno quiere tener bien controladas. Las
redes son muy molestas por incontrolables y por sus críticas, de ahí que el régimen
prefiera estos canales puestos a su servicio por los empresarios que sacan
rendimiento al apoyo, concentrándose en una serie de presentadores y
presentadoras que proclaman la grandeza de la familia egipcia y atacan a las
mujeres que osan tener o reclamar una vida propia, una identidad al margen del
tradicionalismo religioso y social proclamado oficialmente y su idea de
"virtud".
Al problema
del coso se le suma las enormes distancias sociales que hace que se cree un
cierto clima de impunidad por parte de los poderosos, de los ricos, de los bien
relacionados que llega al escándalo social en paralelo.
En
estos días, hay cierta rebelión en las redes sociales con salto a los medios
tradicionales que se han hecho eco de las denuncias de violadores impunes y
orgullosos de serlo. Violar no es solo una forma de violencia es una
manifestación violenta del doble poder del macho
y del rico, que se exhibe para
aumentar así el miedo social a su persona. No son ya casos en los que se
mantenga el anonimato, sino más bien al contrario. La amenaza a las víctimas es
precisamente la publicidad, el decir sus nombres en una sociedad que está
acostumbrada a considerarlas culpables, que cree siempre al hombre porque
plantea una maldad congénita en la mujer, siempre provocadora, siempre infiel,
siempre débil.
En Egyptian Streets leemos sobre el sistema anónimo de
denuncia "Assault Police" de estas situaciones en las que el silencio
trata de esconder los crímenes:
According to sources speaking to Egyptian Streets who wish to remain
anonymous, Assault Police went offline as its administrator had received a
number of serious death threats following Assault Police’s posts about various
alleged gang rapes, including an alleged gang rape at the Fairmont Nile City
hotel in February 2014 which is known on social media as the ‘Fairmont
incident’ and the ‘Fairmont crime’.
The source of the threats are unknown but is
believed to be linked to the investigation by Assault Police into the Fairmont
incident. Assault Police, which gathers almost 200,000 followers on Instagram,
has also been a source of raising awareness on rape and harassment culture more
generally as well as a source of education on sexual consent in Egypt. The
account has worked with authorities to bring Ahmed Bassam Zaki to justice,
including by referring victims to the National Council for Women and providing
other assistance.
Egyptian Streets is currently investigating the
Fairmont incident and other related alleged sexual crimes. Please contact Egyptian Streets via email at
info@egyptianstreets.com or via social media if you have any verifiable
information or first hand accounts.*
La cuenta "Assault Police" funciona denunciando los casos
ante el silencio de los medios y la inoperancia de las instituciones, que
prefieren no meterse con los poderosos que ejercen esta violencia contra las
mujeres. Los casos que siguen adelante son aquellos de pura violencia machista
en los que los agresores tienen poca relevancia.
En estos días ha habido varios casos de enorme violencia
machista en la que los maridos se han deshecho de las esposas (en algún caso de
más miembros de la familia, como las hijas) para casarse de nuevo. Muy mal debe
estar la economía para practicar este
tipo de violencia.
El llamado "Fairmont incident" es conocido en las
redes, un secreto a voces, que lleva circulando desde 2014, una violación en
grupo en el exclusivo hotel que da nombre a los hechos. Los hijos de los ricos
del régimen son los conocidos como culpable. "Assault Police" recibe
amenazas de muerte cuando denuncian los hechos y ponen las informaciones en
manos de las autoridades.
El último párrafo del texto de Egyptian Streets es la valerosa oferta de cumplir el mismo papel
denunciando desde el medio a los responsables de este tipo de casos, los de la
violencia y la intimidación contra todos aquellos que tratan de sacarlos a la
luz.
Los medios independientes, en mayor o menor medida, no
quieren ya sumarse a este silencio institucional y han optado por pedir las
denuncias, es decir, en tomar el relevo a los amenazados de muerte de
"Assault Police".
En Egypt Independent, igualmente se recoge el
"incidente" y se anima a la denuncia:
Testimonies about a gang rape that allegedly
occurred in a hotel room at the Fairmont Nile City Hotel in Cairo in 2014 have
been circulating on social media over the past few days, along with demands to
arrest the suspects, all of whom belong to wealthy and influential families.
The hashtag #Fairmontcrime is now trending on
Twitter in Egypt, with testimonies claiming that eight young men raped a young
woman after giving her GHB (gamma-hydroxybutyrate, also known as the date-rape
drug) at a party at a five-star hotel. The perpetrators also allegedly filmed
the gang rape, after which they each signed their name on the victim’s body and
then used the video to blackmail her.
The names of the alleged suspects, as well as
their photos, have been shared by social media users, although the case still
has not been taken up by Egypt’s Public Prosecution, since no formal complaints
have been made against the suspects.
The case provoked anger among many human rights
activists and media personalities, including Egyptian feminist and television
presenter Radwa al-Sherbiny, who urged victims to submit formal claims to the
Egyptian Public Prosecution.
Sherbiny posted a message to both the victim
and the accused men on her Facebook account on Thursday: “In 2014, a group of
the dirtiest young men drugged a girl and gang-raped her in a famous hotel,
amid a lot of laughter. They then signed her body after they were done.”
She added, “After their story unfolded, they
threatened [everybody], thinking now is still their good old days. We want to
inform these rapist men of influence that the good old days are gone. To every
woman who has been raped in these famous hotel incidents: Do not be afraid, the
state supports you with all its strength and the National Council for Women
will stand up for you like a lion.”
She concluded her message by saying: “Report
anyone who has assaulted you, and whoever has evidence should provide it. To
the sons of powerful people, sorry, but nobody is above the law.”**
El límite de aceptación
de ese comportarse como "en los viejos tiempos" se ha cerrado ante
este escándalo. La expresión "viejos tiempos" no es casual y se
refiere a esa cultura de la violación y del acoso plenamente aceptada por parte
de la sociedad, pues solo así es posible que se den esas cifras que los
estudios recogen. La impunidad de los ricos y los poderosos, los cercanos al
poder político y económico, debería acabarse, si bien lo que ocurre, por el
contrario, es que se renueva y es la segunda generación la que goza de los
"privilegios" de la nueva casta emergente. Crecen con el sentimiento
de impunidad, que pueden hacer lo que quieran y que serán protegidos. Eso es lo
que se les dice que se ha terminado, que se ha perdido el miedo. A esos "sons
of powerful people", tal como les ha calificado Radwa al-Sherbiny, se les
han acabado los privilegios.
La primera visita que hizo al-Sisi tras ser nombrado
presidente fue a un hospital para ver a una mujer atacada. Desde entonces, palabras
y fotos se acumulan, celebraciones del día de la "mujer egipcia",
etc. toda una retórica que es incapaz de cubrir el retroceso de los derechos de
las mujeres que se planteo con la llegada de Morsi al poder y que continuó tras
su derrocamiento. Pese a las incorporaciones de muchas mujeres al gobierno, todo
que quedaba en una maniobra de imagen que, era denunciada por los jóvenes, como
se comprueba con diferentes iniciativas, como la señala "Assault Police".
Recuerdo otra consistente en una "app" telefónica que marcaba sobre
el plano las zonas peligrosas denunciadas por las mujeres y que servía de aviso
para no adentrarse en ella. Así era posible esquivar a los acosadores cambiando
de ruta. Pero no han servido de mucho. Solo estallidos populares como el
ocurrido ante la concentración de casos de muertes de mujeres, antes señalados,
o la impunidad de los violadores, de los hijos de los poderosos.
La insistencia del régimen en la "virtud", además,
no deja mucho margen de maniobra. Solo puede aceptar ir contra los violadores y
acosadores porque el escándalo trasciende las fronteras y la imagen que el
régimen quiere transmitir hace agua por los cuatro costados.
La importancia del caso va creciendo conforme aumenta la
indignación ante la parte "política" del asunto. La mezcla de la violación
con la impunidad de los poderosos es explosiva y puede estallar en las manos
del régimen. Leemos en Egypt
Independent:
Director Amr Salama commented on the incident
on his Facebook account: “The story of this famous hotel is a story about a
number of young men who raped a girl in 2014 in a hotel room, filmed the
incident and circulated it among their friends to show off. A page [attempted]
to expose the incident and the names of the accused became known. Then the page
closed, announcing that [the admins] were threatened by the accused, who have
power and influence, as do their parents.”
He added: “If even a small part of this story
is true, then this is perhaps the most heinous crime in Egypt for a long time.
This crime is more important than a million other crimes […] Chasing rapists is
more important than going after the TikTok girls, and more important than
punishing Sama al-Masry […] It is more important than crimes of murder and
treason, and even more important than the Beni Mazar murder. It is the duty of
every authority in Egypt to investigate this. It is the duty of the media to
play its role and show us the truth. And whoever neglects [their duty] will be
considered an accomplice, and a rapist through their passiveness.”**
Las declaraciones de Salama sitúan en un punto político la cuestión. Ya no es solo
quiénes sean, que ya han sido denunciados, y la violación realizada, sino la
capacidad de estos individuos de amenazar de muerte a quienes les acusen, algo
que añade un componente fuertemente provocador. Las excusas para no actuar
contra ellos han sido las amenazas de muerte también contra los testigos y la
víctima, lo que lleva a un punto en el que todo se junta como una prueba para
el régimen, que debe elegir entre enfrentarse a los hijos de sus apoyos o
enfrentarse a la ira de los que consideran que es una situación de rendición del
estado.
También hace daño, como señala Salama, las comparaciones con
las condenas a dos años a las chicas influencers de Tiktok, hechas públicas
estos días. La impunidad de los violadores deja en evidencia a todo el régimen
y al sistema de Justicia. Es realmente un insulto a las mujeres y al conjunto
de los ciudadanos que piensan en un Egipto distinto al de siempre, el de la
impunidad de los poderosos.
Ha ocurrido también aquello a lo que el régimen más teme, la
salida a los medios internacionales. Los millones invertidos en lavado de
imagen del régimen para la atracción de inversores, turistas y apoyos políticos
y militares, como ocurre con los Estados Unidos, se pierden con cada uno de
estos casos que arruinan los intentos.
Egypt Independent
señala el interés de la Deutsche Welle en el tema asociándolo con otros casos
escandalosos recientes:
German news outlet Deutsche Welle reported that
the “Assault Police” Instagram account, which contributed to the arrest of
alleged rapist Ahmed Bassam Zaki and has more than 170,000 followers, also
published these allegations, but was forced to close abruptly on Wednesday
after its admins “received several death threats,” according to a source close
to the admins.**
El caso de Ahmed Bassam Zaki ha sido otro enorme escándalo
por la acumulación de violaciones en un personajillo despreciable, otro de esos
hijos de los afortunados del régimen. Las amenazas de muerte lograban mantener
a los testigos fuera de los juzgados, con miedo a declarar en su contra. Su
juventud e historial delictivo junto al hecho de la capacidad de intimidación o
de exponer a las víctimas a la vergüenza pública han conmocionado al país. O al
menos a una parte. Las víctimas deben aguantar los ataques de sectores de las
redes sociales que juegan con la difamación contra ellas responsabilizándolas
de las violaciones. Es una forma más de agresión, de mantener a las mujeres y a las familias contenidas por temor al escándalo. Saben que se enfrentan a gente poderosa.
Del lujoso Hotel Fairmont en el que ocurrió el ataque, que se ha
puesto a disposición de las autoridades para declarar lo que saben de los
hechos (seis años después) al Consejo Nacional de las Mujeres, que también
anima a denunciar, el caso ha conmocionado a Egipto. Los medios lo destacan e inciden en sus aspectos más escandalosos reclamando ejemplaridad y justicia.
El país puede ver un caso de justicia ejemplar contra los
poderosos o asistir al cotidiano espectáculo de la impunidad que ha
caracterizado su historia. Las mujeres, una vez más hay que decirlo, son el
punto de verificación de las libertades en Egipto. La carencia de estas ha
hecho regresar con toda virulencia los ataques contra las mujeres. Cuanta mayor
es la represión, más crece la violencia contra las mujeres pues la sensación de que
si estás en el lado bueno de la acera política todo te está permitido y todo
quedará tapado es un poderoso incentivo.
Habrá que seguir este caso, pues es una nueva prueba para un
sistema que ha dado múltiples síntomas de estar paralizado.
*
"Anti-Harassment Egyptian Instagram Account Assault Police Forced Into
Silence Due to Threats" Egyptian Streets
29/07/2020 https://egyptianstreets.com/2020/07/29/anti-harassment-egyptian-instagram-account-assault-police-forced-into-silence-due-to-threats/
**
"Social media users reveal details of alleged gang rape incident at
famous" Egypt Independent 31/07/2020 https://www.egyptindependent.com/social-media-users-reveal-details-of-alleged-gang-rape-incident-at-famous-cairo-hotel/
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