domingo, 12 de mayo de 2024

Pecados eurovisivos

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

La gente se preguntaba ayer por qué Rusia fue excluida del Festival de Eurovisión y ayer estaba Israel sobre el escenario. Hay muchas respuestas, pero ninguna es buena. Todas se quedan en el "hasta cierto punto".

Ayer se pudo comprobar, además, que el Festival de Eurovisión tiene una naturaleza distinta a la que le suponíamos. Por ejemplo, manipuló el sonido ambiente, es decir, manipuló el sentir de los europeos participantes. Eurovisión y su festival ya no son garantías ni de la libertad de expresión ni de la de información. Es un ente extraño que nos manipula en algo tan tonto como un festival de música sin la más mínima trascendencia artística, solo sustentando por el autobombo de las televisiones participantes que le dedican sus informativos a promover sus contenidos. El festival es bueno porque participamos, simplemente. Lo que se suponía que contribuía a la unidad europea y a las buenas relaciones entre sus estados miembros se ha convertido en un festival controvertido que muestra simplemente que no todo se juzga de la misma manera, que Israel, pese a no ser Europa, está metido con calzador y a provecha, puestos a meter, a hacerlo con el dedo en el ojo.

BBC

Lo ocurrido rebaja nuestras expectativas europeas y deja claro lo poco que pintamos en esta Unión de Televisiones que están representando a las televisiones de los diferentes países. Pues no me siento "representado" por ninguna de las instancias. No, el Festival de Eurovisión ya no es el mismo porque Europa no es la misma, según se ha mostrado.

Ya el mensaje de Benjamín Netanyahu a la cantante era insultante. No venía a Europa a cantar sino a "enfrentarse a una ola de antisemitismo". Siempre se había dicho que el Festival era muy político, pero en otro sentido. Ahora la pobre cantante era una especie de kamikaze que Netanyahu no enviaba a ser inmolada en su propia gloria.

En la medida en que Benjamín Netanyahu trata de interponer a personas entre él y el rechazo universal, lo que hace realmente es tratar de diluir su responsabilidad personal convirtiéndose en héroe e intérprete de la voluntad nacional. Él, viene a decirnos, solo sigue la voluntad de pueblo, profetas y dioses.

El problema que se crea ahora es, en cada uno de los países participantes —que son algo más que "concursantes"—, cómo gestionar el disgusto creado, cómo explicar el control de seguridad de Israel con el Mossad —según explicaron ayer algunas cadenas, como La Sexta— y la expulsión de Países Bajos, por ejemplo.

El Festival, que quiere ser "popular", pero  que no es más que una ficción creada por las Televisiones, se ha convertido en algo difícil de explicar y, según se ha visto, de gestionar. Ha demostrado que las televisiones informan solo cuando interesa o no va contra sus intereses. La maniobra de ocultación de las protestas mediante manipulación del sonido de los abucheos mediante aplausos enlatados tiene que tener un responsable.

Ayer, mientras RTVE.es nos ofrecía el "sonido oficial", La Sexta nos hacía escuchar en directo los abucheos durante la intervención de la representante de Israel. ¿Información?

El tono en pantalla al contarlo hoy seguía siendo "exquisito" y minimizando lo ocurrido.

En la web no era tan fácil dejar escrito el despropósito, pero sí se ha minimizado dejando reducido a meros disgustos lo que, sin embargo, era contado en directos gracias a teléfonos y cámaras:

Durante su actuación en la semifinal, la cantante israelí fue abucheada por algunos de los asistentes al Malmö Arena, sin embargo, ella ha asegurado que no le afectan las críticas y que cuenta "con un gran equipo de seguridad". La corporación de radiodifusión israelí, Kan, se quejó a la UER y a la emisora pública de Suecia, la SVT, por lo ocurrido, haciendo también referencia a los mensajes propalestinos mostrados durante la primera semifinal del martes.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, envió un mensaje a la candidata israelí, apoyando su candidatura. "Edén, te felicito por cómo te enfrentas con éxito a una fría ola de antisemitismo", afirmó el líder israelí en un mensaje en vídeo publicado el viernes.[...]

La polémica por la participación de Israel en el concurso ha llevado a que varias decenas de manifestantes hayan irrumpido este sábado en la sede de la televisión pública finlandesa, Yle, para exigir que boicotee la final del festival de Eurovisión debido a la presencia israelí. En vídeos difundidos por diversos medios finlandeses se puede ver a los activistas sentados en el suelo con pancartas como "Boicot Eurovisión" o "Detened el genocidio".* 

Desde luego, lo que se pudo ver y escuchar, en ningún momento se puede señalar que fueron "algunos" lo que abuchearon o "varias decenas de manifestantes", los que protestaron. Es tratarnos como tontos y, especialmente, comprometer la objetividad informativa por tratar de manipular con ambigüedades lo ocurrido realmente.

Para acabar de arreglarlo, resulta que el voto popular español —según nos cuentan en 20minutos— se fue al completo para Israel, lo que es mucha melomanía, por llamarlo así.

Aunque la artista de 20 años logró solo 52 puntos del jurado profesional, el ranking dio un vuelco cuando recibió 323 del público de todo el mundo. Incluido de España, pues RTVE desglosó el televoto y dio la sorpresa al informar de que el público de nuestro país dio la máxima puntuación a Israel.** 


Pues sí, ¡vaya casualidad! Hace años que sabemos que eso del "tele voto" es una forma de intentar enganchar al público y de dar una ayudita al que lo necesita. Todo forma parte del espectáculo. El problema es cuando el espectáculo deja de serlo y se convierte en otra cosa, como ha sucedido este año. El "voto popular" volcado con Israel no es lo que vemos en la calle. Ya habían advertido algunos que lo de los votos populares acabaría mal.

De esta forma, este año el festival ha acabado con muchas cosas: con la idea de que es un certamen justo y no manipulable, con la idea de que las televisiones europeas son objetivas y neutrales y con la idea de que somos equitativos cuando se le admite a Israel lo que no se le permitió a Rusia, justamente alejada de los escenarios mientras invadía Ucrania.


Anoche, mientras se bombardeaban zonas de Gaza, mientras decenas de miles de palestinos se desplazaban de un lugar a otro siguiendo las instrucciones de los panfletos arrojados desde los aviones poco antes de que comiencen a lanzar bombas, Benjamín Netanyahu y los suyos aplaudían la actuación de su representante pegados a la pantalla. Me imagino que muchos lo harían con las ventanas cerradas para evitar que el ruido de las bombas cercanas les perturbaran la celebración del Festival. Para todo hay un momento, como le gusta citar a Netanyahu del Eclesiastés. Esta vez el tiempo era para contemplar es momento glorioso de Festival de Eurovisión.

Europa ha desperdiciado una buena ocasión de hacer ver su postura. Eurovisión ha mostrado y demostrado que tiene poco que ver con la sensibilidad de aquellos a los que ilustra desde las pantallas. Ahora todo volverá a su orden: Netanyahu se podrá volver a ocupar de la guerra; la cantante podrá incorporarse al Ejército israelí tras haber cumplido su tarea, los policías suecos y los llegados desde Noruega y Dinamarca como refuerzo podrán seguir leyendo novelas policiacas y los europeos... ¿los europeos?

Pero ya nada será igual. ¡Qué pena! 

* " Una manifestación con banderas palestinas protesta en las calles de Malmö contra la presencia de Israel en Eurovisión" RTVE.es 11/05/2024 https://www.rtve.es/noticias/20240511/manifestacion-banderas-palestinas-contra-participacion-israel-eurovision-malmo/16099188.shtml

** "Este es el desglose del televoto español en Eurovisión 2024: el público de España dio sus 12 puntos a Israel" 20minutos 12/05/2024 https://www.20minutos.es/television/estos-es-desglose-televoto-espanol-eurovision-2024-publico-espana-dio-sus-12-puntos-israel-5244546/

El Mundo


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