Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Los
detenidos y los vinculados con ellos, por supuesto, se quejan de una
conspiración en su contra y el gobierno habla del buen funcionamiento del
"estado de derecho" aunque, también por supuesto, el estado de
derecho es más de derecho cuando no
hay intento de fraude. Pero no sabemos en qué acabará esto si ya hay titulares,
como los de El Mundo de hoy, en los que se señala "Afines a Aberchán se
reunieron con agentes de Rabat antes del fraude electoral en Melilla". Se
empieza con unos votos por correo y se acaba en no se sabe bien qué. Todo es
posible con Marruecos, segundo país en conflicto en el caso del llamado "Qatargate"
y en el que eso del voto tampoco es algo relevante. Sí parece interesarles lo
que ocurre en las urnas de Melilla.
Otro
titular del mismo diario califica la ciudad «"El lejano oeste" de
Melilla controlado por el yerno de Aberchán». Lo del "far west" no
es precisamente la definición del "estado de derecho", sino la jungla
en la que se lucha con todo tipo de recursos, por no decir armas.
Lo que
de nuevo nos sorprende es la actitud victimista de la Coalición por Melilla.
Ellos son los damnificados. De nuevo, todo es conspiración a su alrededor.
Ellos son los "buenos" de la película y los demás envidiosos
conspiradores. Pese a los precedentes de condenas por lo mismo, parece que todo conspira contra ellos.
En RTVE
intentan descubrirnos los entresijos de lo que ocurre en Melilla con la
Coalición y sus miembros:
Elección tras elección, Melilla está bajo la sombra de fraude electoral por las irregularidades en el voto por correo, pero este 28M la situación es más patente que nunca ante el disparado número de solicitudes para esta modalidad, unas cifras nunca antes vistas. La Policía Nacional ha detenido ya a nueve personas, entre ellas el número tres en la lista de Coalición por Melilla y un familiar del presidente de este partido, Mustafá Aberchan, en una operación que sigue abierta y está judicializada. Cabe recordar que Aberchan ya fue condenado en 2008 por estas prácticas irregulares en las generales de ese año. Y la Junta Electoral Central ha exigido el DNI para todo aquel que quiera votar por correo a las elecciones melillenses dentro o fuera de la ciudad autónoma.*
Según nos dicen, las cifras de votantes por correo en Melilla son auténticamente desproporcionadas en relación con el resto del país: "Las sospechas vinieron por el elevadísimo número de solicitudes de voto por correo. Hasta la fecha, el número asciende al 21% del total del censo, mientras que en el conjunto de España la cifra se sitúa en el 3% de media." Es mucha diferencia, sí. Un 21% del censo que solicita hacerlo por correo es algo más que una "tendencia"; es más bien una "dolencia" electoral.
Hay otros detalles, como los asaltos a carteros, que tampoco se explican demasiado. Pero, con todo, lo más llamativo es esa cantidad de votos que pueden ser entregados por una persona en nombre de los que supuestamente votan por correo. El procedimiento, a todas luces, debería ser revisado porque es una puerta abierta al fraude por compra venta de votos.
El diario ABC hasta le pone precio al fraude en su titular: «La mayoría absoluta en Melilla se puede comprar por menos de un millón de euros». Sale barato si lo confrontamos con otro titular también en ABC: «Fraude electoral en Melilla: el gobierno de la ciudad adjudicó más de 68 millones en contratos menores esta legislatura».
La
política, de nuevo, como tapadera perfecta para los chanchullos. Parece que lo del soborno
y demás es un negocio rentable que se bendice en las urnas. El caso de la
conocida como "narco concejala" de Vox, que citamos antes, es un modelo. La política pasa a ser un modo
de negocio directo o indirecto cada vez más productivo. Como siempre, se trata
de manejar el dinero público haciéndolo fluir en una dirección determinada que
se traduce en beneficios para unos y otros. En tiempo de crisis, esto se
acrecienta y el dinero fluye de las arcas públicas a los muy selectos bolsillos
de amigos e interesados en serlo.
Algo
está fallando en los sistemas de control, porque el número de casos crece. Si
son los políticos los que deben promover sistemas de control, habrá un punto
crítico en el que deje de interesar hacerlo, que vean que son ellos mismos los
que se cargan el negocio. La atracción a la política por causas extra políticas
es muy peligrosa, como se ha mostrado en caso de la concejala detenida hace
unos días. ¿Cuánta gente llega así a la política, hablando de "patria" y pensando en su "bolsillo"? Esa es la cuestión. Diremos que la mayoría son honrados, algo que no dudo, pero eso soluciona poco o nada si no se paran los casos.
En
Antena 3 calculan que el precio de los votos comprados oscila entre los 50 y
los 200 euros. Supongo que de ahí saldrá el cálculo anterior sobre cómo hacerse
con el poder municipal en Melilla, por debajo del millón de euros, una
inversión muy rentable en función del presupuesto municipal disponible.
Lo importante, de nuevo, es cómo reaccionamos en casos de este tipo. Sin una voluntad de rectificar para evitar que el sistema se deteriore, todo irá a peor. Y eso es lo que hay que evitar. La vigilancia, la corrección de errores es esencial en una democracia. El mayor peligro es dar por sentado que todo funciona bien y que los males se curan solos. Eso se acaba pagando.
Creo que estamos acumulando casos que muestran, pese a lo que digan los políticos, un claro retroceso en valores, donde no se corrigen errores, simplemente se olvidan para volver a repetirlos. El precio de los votos es lo que se valora el derecho a dirigir tu futuro en una democracia. Que todos esos votos se puedan comprar por un puñado de euros es un signo de deterioro innegable, una muestra clara de que no se valora la democracia o lo que representa; significa que no se cree que los políticos o la política puedan mejorar tu futuro, que solo vale ese puñado de euros. Nada más.
* Rocío Gil Grande "¿Qué está pasando en Melilla con el voto por correo? La claves de un supuesto fraude electoral" RTVE.es 23/05/2023 https://www.rtve.es/noticias/20230523/claves-fraude-voto-correo-melilla/2447224.shtml
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