Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
figura de Marine Le Pen se va dibujando cada vez con tintes más sombríos sobre
un fondo seco y áspero. La fascinación de algunos franceses, como ya tuvimos
ocasión de comentar, tan sonados como Depardieu —el hombre que no supo ser
Obélix— o Brigitte Bardot, musa del cine intelectual y epidérmico, acogida en
los pectorales de Vladimir Putin por anteponer su amor a las focas al de sus
compatriotas, empieza a sonar a quintacolumnismo.
Europa
empieza a tener un problema y debe identificarlo cuanto antes. Ya no se trata,
como comentaba divertido un profesor entrevistado por Euronews, de que "los euroescépticos
cuelguen más vídeos en la red". Me temo que a lo que
estamos asistiendo es a un proceso más complejo y radical que requerirá de
medidas algo más drásticas. Europa tiene siempre la miopía de no ver sus
propios cánceres hasta que se encuentra en estado de metástasis.
Lo que
empezó en Reino Unido con Nigel Farage señalando la admiración que siente por
Putin "como patriota" continúa ahora con esa nueva X-Men disfrazada
de Juana de Arco. Marine Le Pen ha apoyado directamente las políticas y
acciones de Vladimir Putin en Ucrania, especialmente en Crimea. La Marine Le
Pen que se enfada cuando se la considera de extrema derecha, suma ahora a su
antieuropeísmo, su xenofobia y su racismo, el belicismo reivindicativo del
territorio que caracteriza al fascismo puro, que es lo que está realizando
Putin desde una extraña mescolanza de sentimientos nacionalistas, gestión
religiosa de la "Santa Rusia" e imperialismo zarista y soviético, que
son las dos formulas con la que Rusia se ha convertido en el país con mayor
extensión territorial del globo y con máxima apetencia de más tierras,
incluyendo Alaska, que algunos lanzados reivindican ya.
Cada
vez se perfila con más nitidez la especie de pinza que Putin está creando con estos admiradores que son bien recibidos en Moscú. Históricamente, el
despropósito es de un calibre colosal y solo tiene explicación si se considera
que estos grupos no aspiran realmente a condicionar las acciones europeas sino
a un verdadero dinamitado de todo lo construido hasta el momento en la Unión.
La
proliferación de estos grupos que dicen actuar juntos pero no revueltos, tener rechazo a la Unión y actuar velando
por los intereses de sus ciudadanos, empieza a ser achacable a algo más que las
crisis del euro y similares. El apoyo nítido y el aplauso de la actuación rusa
en Ucrania y la anexión de Crimea como una forma de restitución histórica del
territorio a costa de otro estado, que es invadido y llevado al borde de la
guerra civil no declarada, excede la idea del nacionalismo francés para ir más
allá en sus justificaciones. ¿Por qué no defender, por ejemplo, la independencia
de Ucrania frente a otro ente imperialista como es la Federación Rusa,
maquinaria absorbente de los territorios que la rodean, que sufren presiones
que destruyen su soberanía, como el caso de la misma Ucrania o el de Armenia?
¿Qué tiene el nacionalismo ruso que no tengan los demás?
La
opción europeísta de ucrania como alternativa al imperialismo ruso y a su
propio ultranacionalismo, creado como contra imagen del ruso, es lo que ha
elevado la inquina de Marine Le Pen a odio enfurecido. Mientras ella hace
esfuerzos para que Francia salga de Europa, Ucrania ve en Europa la superación
de sus propios vicios, fomentados por la tutela
rusa, que ve en la corrupción el arma adecuada para mantener debilitados a los
que se puedan resistir. ¿Qué otra cosa, si no, es la historia de Yanukóvich
endeudando a Ucrania con Rusia hasta límites esclavos?
Desde
París, Juan Pedro Quiñonero, el corresponsal de ABC, señala algunas
contradicciones en la figura de Marine Le Pen junto a su apoyo a Putin:
En una entrevista concedida a la prensa
austríaca, este fin de semana, con motivo de las elecciones europeas, Marine Le
Pen ha relanzado de manera llamativa su apoyo sin falla al presidente ruso,
declarando: «Vladimir Putin es un patriota. Es lógico que esté muy apegado a la
soberanía de su pueblo. Putin es muy consciente que defendemos valores comunes.
Son los valores de la civilización europea».
En boca de la familia Le Pen, «los valores de
la civilización europea» tienen una dimensión muy aleatoria. Jean-Marie Le Pen
ha sido condenado jurídicamente, en varias ocasiones, por sus equívocos juegos
de palabras relacionados con los hornos crematorios de los campos de
concentración nazis.
En materia de «valores», Marine Le Pen, por
su parte, choca de manera significativa con los católicos que orquestaron la
gran campaña contra el matrimonio homosexual. A juicio de esos grupos de
católicos conservadores, Marine Le Pen tiene una posición «muy equívoca» que
«roza lo pagano» en materia de convicciones espirituales.
Para defender a Putin, Marine Le Pen no duda
en evocar la «herencia cristiana» que, según ella, defiende Vladimir Putin, no
solo en Ucrania.*
Las
palabras "civilización europea" suenan a sarcasmo en boca de Marine Le
Pen. Su "Europa" no es una realidad sino una construcción paralela a
su nacionalismo, una proyección de su propia visión de una Francia nacionalista
basada en valores meramente emocionales y atávicos.
Francia no es nada más que
un impulso aglutinador en la garganta de Marine Le Pen. Es un conjunto de
símbolos ante los que reaccionar: una Juan de Arco guerrera e iluminada, una
bandera ante la que envolverse, un grito desgarrado de "Viva Francia"
convertido en rechazo a todo lo que para ella significa lo opuesto. Su Francia es un ente atacado, víctima
de conspiraciones y engaños, de invasiones bárbaras, desarmado en sus
fronteras, gobernados por autómatas burocráticos que quieren el hundimiento del
país. El mundo para ella es una balanza emocional: en uno de sus platillos se
encuentra la "nación", ente orgánico, sentimental, poblado de seres a
los que se priva del contacto con la tierra; en el otro plato, se encuentran las "máquinas" desprovistas de alma, las instituciones
deshumanizadas. Es la Europa burocrática, anónima, la Matrix servida por los agentes Smith, siniestramente iguales frente a la diferencia viva nacional. Es la Marine orgánica frente a la mecánica Europa.
Es
interesante la información que Quiñonero aporta sobre la cuestión religiosa y los
recelos de los conservadores católicos, tradicionalistas, frente a ese roce con
lo pagano, característico de la
"Nouvelle Droite", de Alain de Benoist, más ligado a los cultos
paganos de la tierra, a lo dionisiaco,
que a lo "católico" universal. Con dos divorcios sobre sus espaldas y
una tercera pareja, no parece que sea la candidata ideal de la derecha
tradicionalista católica francesa, que recela de ella y de su padre, otro practicante de la familia seriada. La misma
ambigüedad del personaje de Juana de Arco, bajo cuya imagen Marine Le Pen gusta
situarse, tiene muchas lecturas simbólicas y emocionales: el coraje, la batalla, la locura, la santidad, la derrota que es victoria.... El uso de este tipo
de símbolos permite que cada uno establezca su vínculo en dimensiones
diferentes que resultan convergentes, idóneas para aglutinar gente. Juana,
guerrera.
En
muchas ocasiones se han establecido comparaciones y diferencias entre las dos
variantes francesas de la ultraderecha, la representada por Le Pen y la de
Benoist. Lo que ambas tienen en común es su rechazo de las políticas surgidas
de entidades supranacionales, como es la Unión Europea o la dependencia de
Estados Unidos en la OTAN, algo que caracterizó también a la política gaullista,
llevándola a mantener su independencia militar. Se entiende que desde esa
perspectiva el hecho de "supeditar" el destino de Francia al
liderazgo alemán (o de cualquier otra nación) le resulta intolerable y un
objetivo para su ira. Sus alianzas actuales son tácticas para acabar con la
Unión mediante la labor de ascenso al poder en cada uno de los países en los
que se logre canalizar el odio hacia Europa. Si algo se les ha reconocido a
todos estos partidos es la doble capacidad de canalizar el descontento hacia
Europa como proyecto y hacia sus instituciones, responsabilizándolas de
cualquier mal que se presente. Nadie se deja engañar más gustosamente que aquel
al que le explican el origen de sus males. Y Marine Le Pen tiene la causa de la
enfermedad muy clara: Europa. Si Europa funcionara mejor, seguiría siendo un
enemigo, mayor si cabe, pues es más fácil atacar a lo que no funciona que a
aquello que lo hace correctamente. Voladura u obstrucción, según interese.
Pero da
igual los aspectos teórico políticos que puedan establecerse entre las dos
corrientes de la ultraderecha como similitudes y diferencias, aunque el estudio
podría ser revelador. Lo que está claro es que cuando Marine Le Pen dice
"Europa" o "cultura europea" no es lo que ni usted ni yo
estamos pensando, que sus raíces son muy otras. La admiración por el nuevo
fascismo monopartido que Putin está creando en Rusia no es más que la constatación
de que está tratando con un igual
ideológico que tiene un enemigo común, Europa.
Cada
vez se hace más evidente que la idea de una Europa fuerte (en libertades y derechos sociales, en producción e
innovación), que funcione en sus diferentes niveles de integración y logre su
éxito como proyecto conjunto de convivencia, tiene muchos enemigos. Y da igual
que sea por motivos distintos; el objetivo es el mismo, evitar su crecimiento.
Desde ahora habrá que examinar con lupa el europeísmo
de los partidos políticos como un elemento prioritario, no sea que salgan
amigos de Putin o de cualquier otro del mismo pelaje. Es lo que se están planteando
en Polonia, por ejemplo, donde lo que ocurra con Ucrania es fundamental: ¿qué
piensa hacer por Ucrania? ¿qué opina de lo que Putin está haciendo? preguntan a sus políticos para Europa.
Marine Le
Pen estudio en el Liceo "Florent Schmitt", de Saint-Cloud. El Liceo
no siempre se llamó así. El propio instituto nos cuenta algo de la historia de
los nombres:
De 1968 à 2004, le lycée a porté le nom de
Florent Schmitt (1870-1958), compositeur de musique classique ayant vécu à
Saint-Cloud.
En 1995, un professeur a lu un
article qui a troublé la communauté scolaire : il signalait que Florent
Schmitt avait provoqué un scandale en criant « Vive Hitler ! »
lors d'un récital de Kurt Weill, le 26 novembre 1933. Rappelons que l’auteur de L’Opéra
de quat’sous était musicien d’avant-garde, sympathisant communiste,
juif ; il s'était réfugié en France dès l’arrivée au pouvoir de Hitler.
Des recherches ont établi que
cet incident n’était pas isolé.
En 1935, Florent Schmitt a fait
partie du Comité France-Allemagne, qui, sous prétexte de rapprocher les deux
ennemis héréditaires, avait pour but réel d'endormir la vigilance de la France
face au réarmement allemand. En 1938, le compositeur célèbre l'amitié
franco-allemande dans le Völkischer Beobachter, le journal du parti
nazi.
Sous l'Occupation, il a
participé à un voyage de propagande dans l'Allemagne hitlérienne, puis présidé
la section musicale du groupe Collaboration, un mouvement dont le nom résume le
programme.
Ces faits, faciles à vérifier,
ont amené la communauté scolaire à vouloir débaptiser l'établissement :
Florent Schmitt pouvait-il encore être présenté comme un modèle aux
lycéens ? Après consultation des élèves et du personnel, le Conseil
d'administration s'est prononcé, le 27 mai 1997, pour le nom d'Henri Matisse,
mais la procédure, qui exige l’accord du Conseil régional d’Ile-de-France et de
la municipalité de Saint-Cloud, a été longue et complexe. En mai 2002, une
pétition en faveur du changement de nom a été signée par les deux tiers des
élèves.**
Jean-Marie Le Pen, el padre de Marine, trasladó a Saint Cloud
su residencia y estableció la sede del Frente Nacional. En este contexto, el
hecho de que el nombre de Florent Schmitt —el hombre que gritó "¡viva
Hitler!" en 1933— se le pusiera al instituto en el significativo año de
1968 y que solo en 2004, después de la petición firmada por dos tercios de los
alumnos, se le cambiara el nombre después de descubrir quién era realmente el compositor
admirador de Hitler y de ansioso colaboracionista, Florence Schmitt. Aquel
grito infame contra el músico Kurt Weill, el que escribiría la partitura para
la Ópera de la perra gorda (o de dos peniques) de Bertolt Brecht, nos da
algunas claves de porqué Le Pen padre buscó el amparo de Saint-Cloud para
asentar su Frente Nacional. A todo el mundo le pueden colar el nombre de un
infame, pero que se frenaran los intentos de cambiar su nombre desde que fue
descubierto en 1995 dice algo de la zona y algunos de sus habitantes. La
documentación del Liceo se limita a decir que en 1968 se le cambió el nombre.
No explica porqué cambiaron el anterior ni de quién fue la idea. Pero parece
que fue más fácil cambiarlo entonces que cuando se supo quién era el músico pro
nazi. Marine nació en 1968, año en que se le cambió el nombre, y estudió allí
entre 1983 y 1986, antes de llegar a la universidad a estudiar Derecho.
El diario L'Express,
en sus reportajes para las presidenciales de 2012, incluyó uno sobre la casa de la familia en Saint-Cloud. El padre Jean-Marie, casado con una pin up de los
sesenta, y la hija, candidata a regir Francia, bajo el mismo techo, el templo del
ultranacionalismo, un "Saint-Cloud dentro de Saint-Cloud", como
comenta una antigua compañera del Liceo, que descubrió en la candidata a la
presidencia a compañera de clase, a una de aquellas tres niñas rubias de ojos azules
del Centro:
J’ai été dans la classe de l’une
d’elles, très franchement je ne me souviens plus laquelle, elles étaient toutes
les trois blondes aux yeux bleus, et surtout elles s’appelaient Le Pen. Un jour
je suis tombé sur une interview de Fifille dans un magazine de salle d’attente,
dans lequel elle expliquait que cela n’avait pas toujours été facile d’être la
fille de Le Pen, qu’au lycée notamment..., j’étais rétrospectivement
ithyphallique, elle m’en voulait encore. Donc vous voyez être la fille de Le
Pen ce n’était pas rose tous les jours. Et même que Papa avait du déménager
dans la seule ville de France, Saint-Cloud, dans laquelle Fifilles avaient
toutes les chances de ne pas trop vivre un enfer, tout ce petit monde serré
dans une étroite villa de Montretout (une sorte de méta Saint-Cloud, un
Saint-Cloud à l’intérieur même de Saint-Cloud, je vous jure que de tels
endroits existent).***
Las Le Pen, con
sus ojos azules, rubias. Un recuerdo de juventud antes de que la Historia
coloque a cada uno en su sitio. Hoy el Liceo tiene dos áreas "europeas"
bilingües. Se puede estudiar allí en inglés o en alemán, además del francés. Los
alumnos que rechazaron estudiar en un Liceo con el nombre de un pro nazi
colaboracionista han salido ganando con el cambio y podrán visitar otros países
como miembros de la Unión. Si Marine, la antigua alumna, no llega al poder, claro.
El reportaje de L'Express, con motivo de las elecciones de
2012 en Francia, se titulaba con gran sencillez "Marine et Jean Marie...
sous le même toit", y nos deja un curioso detalle, un apunte balzaquiano en el que —como en la Pensión
Vauquer, escenario central de Goriot el
padre— paredes y mobiliario son definitorios de sus habitantes, trazos
sólidos de un retrato espacial de finura insuperable:
Quand Le Pen hérita de
Montretout, en 1976, l'historien monarchiste Jean-François Chiappe lui lança:
"Jean-Marie, tu as maintenant une maison digne de toi." Trente-cinq
ans ans plus tard, la demeure semble figée dans le temps. La décoration n'a pas
changé depuis des lustres. Dans le salon, des plaids recouvrent les vieux
canapés et la peinture s'écaille. "Je ne sais pas si les filles pourront
garder la maison, étant donné que les charges sont lourdes", s'inquiète Le
Pen. En 2006, il fut tenté de la vendre. Valeur estimée à l'époque: 6,45
millions d'euros.
En attendant d'être reçus, les
visiteurs peuvent apprécier, accroché au mur, le portrait du chef en tenue
blanche d'officier parachutiste de la Légion étrangère. Il a été peint en 1968
par Ilya Glazounov, ancien portraitiste de Leonid Brejnev! Lors d'un voyage à
Moscou, Glazounov - "un homme de droite", selon Le Pen - lui a fait
visiter, sous la surveillance d'un agent des services secrets, les appartements
privés du Kremlin, dont il a été le restaurateur. ****
Hay una Historia grande y una historia pequeña, de detalles,
más allá de los discursos, más acá de las coincidencias; una historia que te lleva
del Liceo donde el infame grita "¡Viva
Hitler!" al músico judío que huye del exterminio, al retrato del
"jefe", vestido de oficial paracaidista, combatiente en Indochina y
Argelia; el hombre que dijo al mundo en 1955 "La France est gouvernée par
des pédérastes comme Sartre, Camus, Mauriac…"***** —Jean Marie, créeme, no
le llegas a la suela de los zapatos a ninguno—.
Un retrato de 1968 —¡de
nuevo este año, una anomalía de estudiantes desenfrenados, lanzando adoquines y pidiendo lo imposible, pederastas todos probablemente, como lo son los disidentes rusos actuales!—. Un glorioso retrato pintado por el retratista del líder despótico de la Rusia soviética de entonces, por un artista ruso, por "un hombre de derechas". ¡Buen ojo en la elección! ¡Qué retrato del
héroe galo, con su uniforme de combatiente, salido de la misma mano que retrató a los dictadores!
¡Y qué felicidad habrá tenido Marine ahora visitando Moscú
oficialmente este abril! ¡Qué placer condenar a la Unión Europea por sus
críticas a Putin desde el corazón de la Santa Rusia, la gran defensora de la "cultura
europea"!
¡Quién sabe!, quizá Marine llegue a tener en casa un retrato
pintado por el retratista oficial de Vladimir Putin, tal como su padre
consiguió que el de Brézniev se lo hiciera a él. Lo preocupante de todo esto es
cómo se van sumando siniestros personajes a esta obra que acaba siendo coral y
con un protagonista ya en el poder: Vladimir Putin. Todos sus admiradores,
franceses, ingleses, alemanes o lo que toque tienen un camino que pasa por las urnas.
Y a esos los alza al poder la dejadez, el aburrimiento, la falta de honestidad
y la mediocridad. No tienen que hacer
nada, solo gritar que aman lo que es de todos y que desprecian y boicotean lo
que entre todos deberíamos hacer funcionar.
"Madame Le Pen n’est pas patriote, elle est
nationaliste"******, le ha dicho anoche mismo el socialista Jean-Christophe
Cambadélis en el debate de Europe1. Importante matiz, gran verdad.
Esta larga historia solo tiene una moraleja posible: vota por
Europa, por una o por otra, pero vota a quien tenga un claro compromiso con
ella, porque va a hacer falta. Muchos desastres no llegan de puntillas, sino con
estruendo ante la indiferencia de los que después levantarán muros para sus
lamentos.
* "Marine Le Pen se convierte en la mejor defensa de
Putin en Europa" ABC 19/05/2014
http://www.abc.es/internacional/20140519/abci-marine-entrevista-putin-201405182056.html
** Liceo Alexandre Dumas
http://www.lyc-dumas-st-cloud.ac-versailles.fr/nom.html
*** Blog
"Le bloc-notes du désordre" 6/01/2011
http://www.desordre.net/blog/?debut=2011-01-02
****
"Marine et Jean-Marie....sous le même toit" L'Express
http://www.lexpress.fr/actualite/politique/marine-et-jean-marie-sous-le-meme-toit_1046795.html#RSJLE4UtLxBor1iX.99
***** LeJDDD Europe1 13/01/2011
http://www.lejdd.fr/Politique/Images/Jean-Marie-Le-Pen-une-carriere-en-marge
****** "Cambadélis : "Le Pen n’est pas patriote,
elle est nationaliste" Europe1 19/05/2014
http://www.europe1.fr/Politique/Cambadelis-Le-Pen-n-est-pas-patriote-elle-est-nationaliste-2126001/
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