Joaquín Mª Aguirre (UCM)
No sé
si la absurda moción de censura de hoy servirá para algo, pero desde luego ha
inspirado grandes titulares en todos los medios, que han tenido que echarle
imaginación (algunos, excesiva) a lo que no lo tiene. ¿Para qué sirve una
"moción" de este tipo, es decir, del inútil? Evidentemente para dar
espectáculo, que es lo que los medios han tratado de hacer. Cada uno a lo suyo.
Los
políticos, por su parte, la utilizan para lanzarse los trastos a la cabeza ante
la proximidad de unas elecciones. Lo hacen siempre, aunque no haya elecciones,
pero esta vez se encuentran especialmente motivados. Este juego constante del
"solo sí es pero" o del "solo pero es sí", además de otras
variantes, al que ha quedado reducido esto, solo trata de encubrir un único
problema real de la política española: cómo deshacerse de los llamados "socios
de gobierno" por cada lado. El PSOE tiene que desprenderse de Podemos, del
que trata de desprenderse "Sumar" para evitar ser fagocitados antes
de salir a la calle, por un lado; y por el otro, cómo se puede uno desprender
de Vox para poder ampliar el electorado moderado.
El PSOE
trata de convencer al centro defenestrado de que son moderados, alejándose de Podemos, que se agarra a Sumar para
controlar que nada le surja por la izquierda y se quede en la mitad de la nada,
con pésimos augurios electorales ante el fracaso del "solo sí es sí"
y la conducta soberbia que ha dejado en evidencia. Los de Podemos deberían crear
menos conflictos y ver más películas de Bruce Lee, "be water, my friend!",
pero no.
El PSOE, por su parte, dando por descontado que van a ganar la moción, pone todo su empeño en intentar dejar en evidencia al Partido Popular por no votar en contra. "El que calla, otorga", le vienen a decir. Pero el Partido Popular tiene sus apaños con Vox allí donde no tiene más remedio. Se sacude lo que puede estos ataques desde el gobierno y contraataca devolviendo la pelota.
Vox,
que busca protagonismo, se encuentra en otra historia. Ha propuesto un
candidato al que no controla y que en lo único que coincide es en que las cosas
están mal, aunque difiera en las interpretaciones. Presentar a un ex del
Partido Comunista, un ex del CDS ha sido una jugada rara, pero ¿hay algo normal en la política española? La jugada, con toda probabilidad, le saldrá mal en diferentes sentidos. No solo no saldrá adelante, sino que puede salirle el disparo por la culata, siendo contraproducente y perdiendo votos.
El
regreso de Tamames, aunque sea un intervalo entre dos grandes porciones de la
nada, una especie de materialización plasmática, fantasmal, define bastante la
clase grotesca de espectáculo en que se nos ha convertido, desgraciadamente, la
política. Los españoles nos merecemos algo mejor. Nos merecemos futuro real y no tanta promesa; nos merecemos realismo y eficacia.
Nos
gustaría escuchar palabras inteligentes para gente que las entienda y no un
galimatías incongruente y constante en el que los políticos se explican unos a
otros sin que lleguemos a verle el sentido a nada.
La
propia filtración del discurso de Tamames se ha tomado a chirigota. La moción
es ya cosa del pasado, como lo es el propio Tamames. No es malo ser parte del
pasado; el problema es otro, es el de la inconsistencia, el del juego inútil y
enrevesado.
El verdadero
problema, como hemos señalado, queda subyacente, actuando desde lo
inconfesable, el horror a tener que depender otra legislatura de estos
acompañantes escénicos. Para ello es necesario ganar más votos, desligarse del falso amigo. Cómo se hace esto o cómo se impide (las dos caras de la moneda) es lo que queda por poner encima de la mesa.
Nos
queda lo previsible, ver cómo se ignora a Tamames y se lanzan los adoquines
unos a otros intentando rascar unos votos, más que de los indecisos, de los confusos,
que son cada vez más. ¿Una pérdida de tiempo? Sí, otra más.
Mientras,
los problemas reales se acumulan, se apilan en la vida diaria de los ciudadanos sin
que nadie se digne atenderlos. Todos son inferiores a los de la conservación
del poder.
¡Paciencia!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.