Joaquín Mª Aguirre (UCM)
A las
múltiples guerras civiles españolas actuales se le añade otra más, la de la
tilde, que ya es rizar el rizo. En ABC titulan La 'guerra de la tilde' se
acentúa en la RAE: los dos bandos vuelven a chocar por 'sólo'". La guerra
del "sólo" es una variante gráfica del "solo sí es sí", que
será el próximo debate casi con toda seguridad. ¿"Sólo sí es sí" o
"sólo sí es sí"? ¿Llegaremos a esto? La nueva ley es se discutirá
sobre todo lo que se pueda discutir, hasta sus últimas consecuencias.
En el
diario El País titulan "La tilde de solo: ¿ha generado la RAE inseguridad
ortográfica?". Si a la inseguridad económica, sanitaria, etc. hay que
añadirle ahora la "inseguridad ortográfica", va a ser difícil no
vivir bajo el estrés, no sufrir ataques de ansiedad cada vez que te coloques
ante el folio en blanco, ante el teclado telefónico o ante cualquier
dispositivo que esparza ante nosotros las letras del alfabeto y los signos que
las acompañan. Ya teníamos bastante problema con que nuestros teléfonos
carezcan del signo de interrogación o admiración inicial para que ahora...
¿Tendremos que discutir también por la tilde?
La discusión tiene más predicamento hoy porque para discutir ya no hace falta aportar razones, eso que se llamaba discusión constructiva, ¡qué va! Ahora la finalidad es otra, oponerse. La oposición visibiliza y todos la practican. Estar de acuerdo ni vende ni consigue votos, es casi un símbolo de debilidad, de indefinición.
Es la
batalla la que nos permite la épica. Sin batalla no hay épica; con batalla hay
vencedores, pero con épica hay héroes. Y son los héroes los que pasan de boca
en boca. "Irene, valiente, aquí está tu gente", nos dicen en RTVE.es
que se coreaba. También los villanos: "Con Carmen Calvo / nadie está a
salvo", que se ha coreado también ayer. Es la rima la que te convierte en
parte de la épica. Hay que elegir a las personas no solo por su presencia y
capacidad; hay que tener cuidado con las posibles rimas que puedan ser usadas
en tu contra. Los líderes deberían pasar la "prueba de la rima" para
evitar que sean carne de grito de protesta. Sin embargo, no es fácil. La
capacidad de inventiva humana es infinita y por mucho que se resista un
apellido siempre habrá un momento de lucidez opositora que encuentre la rima
fatídica con la que pisotear un nombre, una trayectoria, un pasado glorioso.
Las
rimas insidiosas son las que impiden las manifestaciones conjuntas. Queda un
poco raro que todos vayan sosteniendo una pancarta y que al mismo tiempo se
escuchen cánticos contra unos y otros. Te exprimes el cerebro una semana para
conseguir un buen cántico y hacen un pacto y te lo revientan. Por eso en estos
tiempos tan revueltos es importante tener villanos bien definidos.
La batalla de la tilde es la batalla del "solo es solo" (coloque tildes variantes donde desee según su bando). Podría haber sido la del "este es este", pero no; en los tiempos del "solo sí es sí" puede ser la del "sólo sí es sí". ¡Puestos a discutir! Afortunadamente (por ahora) nadie discute la tilde del "sí" frente al "si", lo que causaría nuevos bandos partidarios de unas formas u otras.
A todas nuestras batallas, que no son pocas, se le añade ahora la de la tilde. Empiezo a sospechar que todo pueda ser una maniobra de marketing, que se trate de hacer que la gente tome parte a través de una nueva batalla y hacer así que se fijen en la RAE, en los autores disidentes... Ya tenemos héroes posicionados a favor y en contra; ya se habla de "escritores" frente a "académicos" como bandos en lucha. Ya tenemos preguntas sobre ello en las entrevistas a escritores. Pronto, seguro, tendremos manifestaciones en la calle, gente tomando posiciones, con cánticos a favor o en contra de la tilde...
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