Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
muerte de Giulio Regeni supone un nuevo listón en Egipto para la violencia.
Como anticipábamos, la muerte del joven estudiante italiano —haciendo su
doctorado en la Universidad de Cambridge y acogido en estancia investigadora en
la Universidad Americana de El Cairo— va a complicar mucho la vida del régimen
egipcio. Los frentes que se le abren desde dos países, Gran Bretaña e Italia,
le afectarán en dos niveles que le preocupan intensamente: las relaciones
bilaterales y la imagen exterior. Italia es un socio importante y no le bastará
a la opinión pública un par de llamadas entre los ministros de asuntos
exteriores para dejar zanjada la cuestión. La imagen pública afecta a los intentos
de convencer al mundo de que Egipto es un lugar seguro para inversores y
turistas.
Las
voces en Italia se siguen levantando desde la prensa exigiendo que se llame a
las cosas por su nombre, un crimen político, un crimen de Estado. El diario
italiano La Stampa titula «“Il governo racconta solo bugie, quello di Regeni è un omicidio di
Stato”» (El gobierno solo cuenta mentiras, lo de Regeni es un crimen de estado)
para señalar a continuación "Colleghi e conoscenti: il regime sta perdendo
il controllo".
La idea de que la Policía está trabajando por su
cuenta, sin control alguno, la hemos barajado como hipótesis desde hace tiempo
por muchos otros signos. Los choques de la Policía son constantes creando
altercados con los médicos en los hospitales, de tal forma que se anuncian
reuniones de los sindicatos. Los conflictos son tanto por exigir falsos partes
de heridas por parte de los agentes, presumiblemente para justificar muertes y
agresiones en comisaría, como por impedir la entrada a los médicos en los
recintos a su cargo para evitar que se vean muestras de tortura y maltrato o
para dejar sin asistencia a presos enfermos o heridos. Hoy mismo, la prensa
egipcia da cuenta de otro posible caso, si bien es todavía confuso.
Il
Corriere della Sera tampoco se anda con demasiadas
sutilezas en el tratamiento ya que todo el mundo da por descontado que se trata
de un crimen y da cuenta de los intentos por encubrirlo. Los empeños de la Policía egipcia de hacer ver que se trataba de
un "accidente automovilístico" ha logrado el descrédito absoluto por
parte de las autoridades. Nadie puede creer ya nada después de esto; no con los
signos evidentes de tortura en el cadáver abandonado. Señala Il Corriere estos
intentos oficiales de encubrir la verdad del crimen:
Il depistaggio
L’ultimo
tentativo per depistare la ricerca della verità risale a ieri mattina quando il
quotidiano filogovernativo Al Ahram,
rilanciato dall’agenzia Ansa, scrive: «Le indagini degli uomini della Sicurezza
hanno analizzato gli ultimi momenti prima della scomparsa della vittima e si è
constatato che egli era a una festa in compagnia di un certo numero di suoi
amici e dopo è scomparso il 25 gennaio». È la bugia che serve ad accreditare la
tesi di un delitto maturato nell’ambiente degli attivisti, il tentativo
maldestro di smentire quello che appare ormai assodato: Giulio è stato ucciso
da una squadra dei servizi di sicurezza locali.*
Siempre que ocurre un asesinato es la misma historia:
son los compañeros de la víctima los culpables. Hicieron lo mismo con el
asesinato a sangre fría de Shaimaa al-Sabbagh. Aunque los vídeos mostraban cómo
un agente de Policía le disparaba a corta distancia, se detuvo a sus compañeros
socialistas como sospechosos. El sistema policial egipcio, además de brutal,
carece de imaginación. Cada aniversario de la Revolución —Giulio Regeni
desapareció el 25 de enero— se tiñe de mentiras, sangre y vergüenza.
Il Corriere supone que la aparición del cadáver se
debió a la presión italiana y al temor a meterse en un conflicto internacional
serio.
In
realtà la convinzione è che il piano originario prevedesse la sparizione di
Regeni e che sia stato deciso di consegnare il cadavere soltanto quando il
presidente Al Sisi, che aveva incontrato Massari e la ministra Federica Guidi,
ha capito che si rischiava una crisi senza precedenti nei rapporti tra i due
Stati.*
Ya solo falta que salga el prepotente ministro de
Asuntos Exteriores a dar sus condolencias y a decir que se investigará lo
ocurrido, como ya han hecho. Cualquier esperanza de que se pueda alcanzar una
verdad o una aproximación es casi nula. Es lo que dice la experiencia continua.
El mismo diario señala que la embajada italiana ha
avisado a los amigos y compañeros de Regeni para que mantengan la "máxima
prudencia" e incluso a alguno de ellos se le ha recomendado que abandone
Egipto por lo que pudiera ocurrir.
Nadie, absolutamente nadie cree ya al gobierno
egipcio. Ni los rusos con los atentados al avión de pasajeros, ni los italianos
ahora con la muerte de Giulio Regeni. Solo la parte de la población que quiere
creer, cree. Ya sea por la propaganda oficial, por el "síndrome de
Estocolmo" o por cualquier otra circunstancia que los explique, incluso el
deseo de vivir en la fantasía, hay una parte que quiere creer. Otra, en cambio,
vive con el miedo de tener que ajustarse a la farsa oficial.
Ha levantado una profunda indignación el tuit de la Universidad Americana de El
Cairo en el que muestra sus condolencias. En Mada Masr podemos leer el artículo de Khaled Fahmy. Tras señalar
las complicaciones que les trae esta muerte el régimen egipcio para sus
relaciones con Italia, Fahmy recoge esa indignación hacia la institución
universitaria en la que se encontraba acogido y tutelado en su investigación y
aprovecha para criticar la situación de las universidades egipcias:
Amid the
lack of defenders of academic freedom, the American University in Cairo, where
Giulio was a visiting scholar, posted a shameful statement to extend its
condolences for his “passing away recently” — Security forces have tightened
their grip on all aspects of academic life. We can see how security personnel
at all Egyptian universities have extended their authority over university
campuses through approving faculty appointments, deciding whether conferences,
seminars and public lectures are to be held or not, and granting faculty
members travel permits. As we all know, anyone conducting social science
research that requires fieldwork must get permission from the Central Agency
for Public Mobilization and Statistics (CAPMAS). As is evident by its name,
CAPMAS reflects a vision of information as a war effort. These restrictions
apply to Egyptian researchers, even those employed in public universities. We
can imagine then how state security must have viewed a foreign researcher who
spoke Arabic fluently, was present in the street without a permit, and, when
questioned, revealed that he was conducting research on the state of workers
and their syndicates following the January 25 revolution.
We are
not certain of the events surrounding the death of Giulio Regeni, but we know
for sure that his murder is a tragic manifestation of how students and
researchers have absolutely no rights in Egypt. It is true that the Egyptian
constitution stipulates the freedom of universities (article 21), and the
freedom of scientific research (article 23), but the reality is that the
over-riding powers of state security forces have led to the systematic
violation of constitutional rights. Researchers and academics have at best
fallen suspect to the whims of security officers, and at worse fallen prey to
their brutality.**
Los
controles a las investigaciones sociales no son algo nuevo en Egipto. Como señala
Fahmy, cualquier investigación que implique encuestas debe ser autorizada por
la comisión señalada. La obsesión por la imagen pública es una constante de los
gobiernos egipcios, que siempre venden que la información negativa es una forma
de conspiración. Si la investigación es financiada exteriormente, pasa a ser
considerada poco menos que espionaje.
La
combinación del espionaje con la de expandir noticias "falsas" o que
"perjudiquen" al Estado egipcio son frecuentes y no solo afectan a
los encuestadores o investigadores sociales, sino especialmente a la prensa.
"Mentir" o "expandir noticias falsas" significa simplemente
que la versión que se da por "verdadera" —por decreto explícito— es
la oficial. Solo el régimen es capaz de decidir qué es verdad y qué no. Hay una
ley que así lo dice.
Se
entiende la preocupación de Fahmy por el estado del mundo académico, por las
presiones y por la autocensura que lleva al miedo real cuando se plantea
cualquier investigación. Los cambios en la situación del país en estos últimos
años han dado lugar a sucesivos cambios en los objetos de investigación en
tesis doctorales y proyectos de investigación. El temor a estar mal visto por las autoridades o colegas en
función de aquello que se investigue hace que la vida académica sea un foco de
miedos y de insulsos temas en el campo de la Humanidades y Ciencias Sociales,
campos en los que se investigan las ideas y su concreción social. Los que difieren
del mundo idílico que el régimen pretende, de ilusorias mejoras constantes,
democracia y deseo de paz, los que tratan de escarbar un poco en él y
describirlo, ya saben a lo que se arriesgan.
Reclamar
la posibilidad de investigar libremente no es solo una cuestión académica, como
comprenderán pronto los investigadores italianos desplazados a Egipto. Es una
necesidad vital para la sociedad egipcia. Muchos se han acostumbrado a vivir en
la fantasía maniquea que el régimen mantiene; otros no pueden vivir bajo ella.
Y a muchos les sale muy caro.
En el
diario italiano en el que Giulio Regeni publicaba artículos sobre la situación
sindical y política de Egipto, se ha publicado una "carta abierta"
firmada por su directora de la tesis y otra colega, que ha sido enviada a la
prensa.
Open letter of protest over the death of Giulio
Regeni, forced disappearances and torture in Egypt
Open letter to Egyptian President Abdelfattah al-Sisi
To be
offered to The Guardian and the
Italian media for publication and sent to the Egyptian authorities via the
embassies in London and Rome.
As
members of the wider academic community of which Giulio Regeni was a part, we
were deeply saddened to learn of his death. Our community has been enriched by
his presence. We are diminished by the loss of a young researcher whose work
tackled questions which are vitally important to our understanding of
contemporary Egyptian society. Our thoughts go out first of all to his family
and friends at this acutely painful moment.
We are appalled
to hear prosecutors in Egypt report that there were extensive signs of torture
on his body. Those of us who knew of Giulio’s disappearance before the
discovery of his body were desperately concerned for his safety because he
vanished in the midst of a security campaign which has resulted in mass
arbitrary arrests, a dramatic increase in reports of torture within police
stations, and other cases of disappearances, according to documentation by
local and international human rights organisations. While we welcome the
statement by Egyptian Ambassador to Italy, Amr Helmy, that the Egyptian
authorities will fully investigate Giulio’s death, we note that according to
Amnesty International, bodies reporting to the Egyptian Ministry of the
Interior and the Egyptian Ministry of Defence routinely practice the same kinds
of torture that Giulio is reported to have suffered against hundreds of
Egyptian citizens each year.
We
therefore call on the Egyptian authorities to cooperate with an independent and
impartial investigation into all instances of forced disappearances, cases of
torture and deaths in detention during January and February 2016, alongside any
ongoing investigations by criminal prosecutors into Giulio’s death, in order
that those responsible for these crimes can be identified and brought to
justice.
Dr. Anne
Alexander (University of Cambridge)
Dr. Maha
Abdelrahman (University of Cambridge)***
No
sabemos hasta dónde lograrán llegar las investigaciones sobre la muerte del
joven investigador italiano, pero nadie tiene demasiadas dudas sobre el origen.
Es interesante hasta qué punto la comunidad académica internacional y la
egipcia en particular hace suya esta víctima. La primera está dando muestras en
Italia y Gran Bretaña de apoyo. La Universidad Americana de El Cairo la que
acogió a Giulio Regeni, por el contrario, ha levantado irritación con sus
condolencias. Su tutora allí ya dijo claramente que no acogería más alumnos extranjeros, interesante declaración.
Giulio Regeni era un admirador de la obra del novelista
español Javier Cercas. De él había aprendido, decía, su interés por la
complejidad de la vida social y política. Escriben en Il Corriere della Sera:
Dalla tesina su Cercas emerge
l’apprezzamento di Regeni per l’umiltà dello scrittore «nei confronti del
comportamento umano che richiede capacità di autocritica e sacrificio al fine
di valorizzare i traguardi raggiunti dalla società spagnola... La complessa
evoluzione delle vicende storiche (la guerra civile, le riforme di Adolfo
Suarez, il colpo di Stato del 1981) è in parte vincolata dall’irrazionalità
dell’animo umano... Non c’è una ragione per la quale personaggi legati ai
repubblicani piuttosto che ai nazionalisti si aiutino tra loro, eppure ciò
avviene». In «Libertà e disuguaglianze» conclude con l’auspicio della creazione
di «una Carta costituzionale europea che possa essere al tempo stesso locale e
sovranazionale, in modo che i cittadini possano sentire il progetto europeo
come il loro, con i temi dell’uguaglianza e della libertà al centro». Infine la
tesina «Venti dal Mediterraneo» (in parte uscita sul Corriere) in cui Giulio
torna all’Egitto e alla primavera araba. Primavera diventata per lui, di colpo, inverno.****
Todos le definen como un joven brillante y comprometido con sus ideas. Fue su intento de comprensión y su pasión por el mundo que quiso conocer y describir lo que le llevó a Egipto y hablar el árabe. Sus valores eran democráticos y, lejos de la comodidad, el deseo de que otros lo compartieran. Con 28 años estaba comprendiendo el mundo. Poco podía imaginar que su interés por conocer y por difundir lo que aprendía cada día le iban a llevar a una muerte lenta, con torturas, y a que su cuerpo fuera abandonado en una polvoriento cuneta varios días después de muerto.
Javier Cercas, sabedor del interés de Guilio Regeni por su obra, ha tenido a bien escribir un artículo sobre él reproducido por la prensa italiana:
Il mio posto è scrivere, ma
ammiro moltissimo i giovani che mettono in pericolo la loro vita per offrire
una testimonianza, per descrivere l’orrore. Ci raccontano quando gli Stati
diventano criminali e calpestano il concetto di civiltà. Giulio è un eroe, come
altri insieme a lui.*****
Tras ello, Cercas equipara a El-Sisi con Hosni Mubarak y Gadafi. Y pide que se proteja a los jóvenes que, como Regeni, tratan de contar las verdades del mundo. Si el propósito de la muerte de Giulio Regeni era silenciarlo, se ha conseguido lo contrario. La indignación crece en paralelo a los intentos por encubrir la verdad del crimen.
Egipto
se sigue complicando la vida.
*
"Dalla festa al «ritrovamento» Tutti i depistaggi degli egiziani"
Corriere della Sera 8/02/216
http://www.corriere.it/esteri/16_febbraio_08/dalla-festa-ritrovamento-8daa4c5c-ce2d-11e5-8ee6-9deb6cd21d82.shtml
**
"Giulio and the tragic loss of academic freedom" Mada Masr 7/02/2016
http://www.madamasr.com/opinion/politics/giulio-and-tragic-loss-academic-freedom
***
"Open letter of protest over the death of Giulio Regeni, forced
disappearances and torture in Egypt" Il Manifesto
http://ilmanifesto.info/open-letter-of-protest-over-the-death-of-giulio-regeni/
**** "Sindacati, Europa, Javier Cercas. Nei suoi scritti le passioni di Giulio. Il primo articolo su «il manifesto»" Il Corriere della Sera 6/02/2016 http://www.corriere.it/cronache/16_febbraio_07/scritti-articoli-giuglio-generi-866a797a-cd16-11e5-a5a3-6d487a548e4e.shtml
***** "«Difendere i giovani eroi che offrono la vita per descrivere l’orrore»" Il Corriere della Sera 7/02/2016 http://www.corriere.it/esteri/16_febbraio_07/difendere-giovani-eroi-che-offrono-vita-descrivere-l-orrore-giulio-regeni-javier-cercas-ccdb98ce-cddb-11e5-9bb8-c57cba20e8ac.shtml
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