Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Se
votaron las enmiendas constitucionales propuestas al pueblo egipcio. Los que
votaron, como era de esperar, votaron mayoritariamente "sí", aquí no
hay sorpresas a lo David Cameron. Aquí se acierta.
Ya tuvieron una experiencia
electoral de la que todavía se está recuperando el régimen. Renovando el
periodo de emergencia por otros seis meses, todo está más tranquilo y, como se
ha votado la misma semana en que aprobaron las enmiendas, tampoco ha dado mucho
tiempo a que se debatiera. Mejor así, menos líos.
Los
datos que nos ofrecen son los siguientes:
More than 23.4 million voters voted in favor of
the amendments, constituting 88.83 percent of the valid votes, Ibrahim said
during a press conference last night.
According to NEA statistics, 27,193,593
Egyptians casted their votes out of about 61 million Egyptian eligible voters,
representing 44.33 percent of eligible voters.
The valid votes are more than 26.36 million,
while the invalid votes are 831,172, Ibrahim said, adding that more than 2.94
million voted against the constitutional amendments, representing 11.17 percent
of the valid votes.*
Lo que el régimen presenta como un gran logro, solo tiene
una cifra esperada, la abstención, que es el 65,66%, lo que no está mal en un
país en el que técnicamente la mitad de la población parece no existir. Ni las
elecciones presidenciales —incluso bajo
amenazas de sancionar a los que no votaran y añadiendo un día más para votar—
han logrado rebasar al cincuenta por ciento de los votantes. Si a esto le
añadimos los casi tres millones de votos en contra de las enmiendas, el
panorama es más bien un decorado teatral para la representación de esta ópera
que es la vida política egipcia.
Ni las capitales de ciencia-ficción, con las torres más altas
de África, o las escuelas japonesas, ni las inútiles ampliaciones del Canal,
logran animar a la gente a subir el listón de la división. El arte de Egipto es
estar dividido por su eje sin que lo parezca. La política es como esa pasta que
su usa para tapar las grietas y luego darle una capa de pintura.
El ministro que ha dado los datos ha insistido mucho en la
democracia, en que es el pueblo el que habla en las urnas, etc. Pero aquí todo
el mundo da por descontado que el presidente "ganará" hasta el fin de
los tiempos. Y una democracia en la que siempre gana el mismo es como una
ruleta en la que siempre sale el 22.
Por supuesto —como comprobamos cada cierto tiempo— solo a
efectos domésticos se habla de una democracia porque fuera no pasa de ser
considerado una cacicada, un montaje para aparentar que hay una democracia. Los
candidatos encerrados en las presidenciales o que fueron forzados a retirarse
podrían decir algo al respecto, pero no merece la pena arriesgarse.
La revista Mada Masr introduce el factor de la
desinformación entre las irregularidades cometidas. No basta con votar, hay que
saber qué se vota y ahí no parece que se haya explicado mucho. La velocidad del proceso ha hecho
mucho, evitando una campaña explicativa sobre los efectos y consecuencias de las enmiendas:
The extensive amendments include articles
related to the powers of the executive, the judiciary, the Armed Forces,
reintroducing a second legislative chamber, and more. Yet the actual text was
not available to voters at polling stations in Egypt or abroad. The ballots
presented voters with one choice: to accept or reject all the amendments. The
NEA made no attempt to inform voters about what the amendments mean.
According to several judges who spoke to Mada
Masr on condition of anonymity, not including the text of the articles on the
ballot violated both the law and the Constitution.
The dearth of information was compounded by the
sheer speed of the electoral process. Parliament approved the amendments in a
single session in mid April and sent the finalized draft to the president the
same day. The next day the amendments were sent to the NEA, which announced
that the referendum would begin two days later for Egyptians living abroad, and
three days later inside Egypt. This left little time for voters to fully
understand or discuss the final version.
Debate between supporters and opponents of the
changes rarely delved into the specifics. The prevailing sense was that the
vote was essentially a referendum on Sisi. “What difference does it make what
[voters] know or don’t know?” says one parliamentary source. “Whoever is with
the president will support it and whoever is against him will reject it.”**
En fin, que todo ha sido un ejercicio de transparencia, como
suele ser habitual en estos casos egipcios. Una vez más, todo se centra en la
figura, como se señala, de al-Sisi. En estos momentos, Egipto es un país
equilibrista que hace malabarismos apoyado en un solo punto, la figura del
presidente. Todo el empeño del régimen es la personalización, antes que la
institucionalización. Ese es un camino que cuadra bien con la mentalidad
nacional, acostumbrada a seguir un liderazgo bajo la figura del caudillaje.
Todo debe estar bajo la sombra y la invocación del presidente. En Egipto, el
poder debe ser visible, personalizado. Esto ha sido favorecido por un sistema
político centralizado que diluía el poder de los partidos, dejándolos en meras
molestias.
Esto no tiene nada que ver con el presidencialismo que
tienen otros países. En una forma más psicológica que institucional: no es
"la presidencia" es "el presidente". De la misma forma, el
estado necesita representarse de forma fuerte, como el Ejército. El presidente,
de esta forma, representa el "estado protector", el jefe fuerte que
les librará de los males venideros. El paso de lo personal a lo institucional,
de la fuerza a la ley, es lo que marca las diferencias.
Una presidencia sobre la que recae todo el peso es un enorme
riesgo. El primero de ellos es evidentemente los propios fallos. La pérdida de
la confianza se convierte en un drama de orfandad, como ocurrió con Nasser,
hasta la llegada de otro hombre fuerte. A esto le sumamos el carácter
providencial de su llegada y entonces se cierra el círculo perenne, es decir,
cualquier que asuma la presidencia de Egipto solo sale de ella muerto o por un
golpe de estado, que es lo ocurrido en su historia: Nasser y Sadat muertos;
Mubarak y Morsi desalojados del poder.
El artículo de Mada Masr recoge múltiples irregularidades en
un referéndum realizado tres días después de que se aprobaran las enmiendas. El
resultado probablemente no habría sido muy diferente con algo más de tiempo.
Las cifras de apoyo son ciegas, no necesitan muchas explicaciones; siguen lo
que se les pide. La auténtica campaña se ha hecho centrándose en la confianza en
que el presidente es un enviado a proteger a Egipto del caos y de sus enemigos,
que votar contra él es votar contra el país y contra Dios.
Para confirmar que Egipto avanzada decidido hacia la democracia, el diario estatl Ahram Online nos trae el "alentador" titular "Egypt MPs back Al-Azhar's new initiative to fight spread of atheism". Un síntoma más de cómo florecen las libertades. La prórroga de la situación de emergencia y la licencia para cazar ateos confirma a Egipto como democracia divina, un nivel superior a la humana.
Lo que sea para quitarse obstáculos y seguir reforzando la idea de la obediencia y del enviado divino a salvar al país. Si no eres creyente, ¿cómo va creer que tu jefe es un enviado divino? Con esto se refuerza la idea de otro falsa equidistancia, la existente entre ateos e islamistas. La virtud, claro, la tienen ellos en ese centro mal calculado en un espectro que calculan entre el que no cree y el fanático. Ellos son la moderación, la virtud, el orden y la paz.
Y no te atrevas a llevarles la contraria.
* Egypt
Independent "88% of Egyptian voters favored constitutional
amendments" 24/04/2019
https://www.egyptindependent.com/88-of-egyptian-voters-favored-constitutional-amendments/
**
"Voting in the dark: Ramming the constitutional amendments through"
Mada Masr 24/04/2019 https://madamasr.com/en/2019/04/24/feature/politics/voting-in-the-dark-ramming-the-constitutional-amendments-through/
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