Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Una de
las frases que suelen acompañar a las noticias sobre detenciones de activistas
de derechos humanos en Egipto es "no está claro". En general, a gente
suele tener una cierta idea de por qué es detenida. Es esencial saber por qué
te detienen, no solo por la cuestión de la defensa. Lo es porque necesitas
vivir en un espacio de cierta racionalidad y no en una arbitrariedad peligrosa.
Lo arbitrario es un signo claro del autoritarismo, que usa la detención como forma
de intimidación, como una forma de advertencia y, sobre todo, como
manifestación de que el poder está de su lado. Hay un poder que se basa en las
leyes, que son límites al poder; pero hay un poder, como bien vio Orwell, cuya
fuerza es precisamente la arbitrariedad, la demostración de que las leyes no lo
contienen y es por tanto inesperado e ilimitado.
Dos
noticias en Mada Masr sobre detenciones de activistas tienen algo en común:
existen dudas sobre las causas. Ellos mismos se dan cuenta del patrón y lo
reflejan:
In a similar case, activist Amal Fathy was
arrested in the early hours of Friday morning, alongside her husband and
three-year-old son, also on unknown charges, after she posted a video on
Facebook criticizing the ongoing crackdown on political opposition in Egypt, as
well as a number of other socioeconomic issues.*
Son dos los casos que la publicación recoge, el de la citada
activista Amal Fathy y el de Shady al-Ghazaly Harb. A ninguno de los dos se les
explican los motivos de su detención en lo que ya está siendo una costumbre
egipcia. Debe ser otra incomprensible línea en la hoja de ruta hacia la
democracia.
En la detención de Amal Fathy hay sospechas de que su
detención está relacionada con sus denuncias por el acoso sexual.
Activist Amal Fathy was arrested by security
forces in the early hours of Friday morning, along with her husband — head of
the Egyptian Commission for Rights and Freedoms Mohamed Lotfy — and their
three-year-old son.
Fathy was remanded in custody, and Lotfy and
his son were released hours later, according to a statement by the commission.
Police stormed and searched the couple’s Maadi
house at 2.30 am and confiscated their phones, prohibiting them from contacting
a lawyer, the commission’s statement added.
The reasons for Fathy’s arrest are not yet
clear. Her detention, however, follows a strong campaign against her over the
last couple of days, mounted by state-supporting media outlets, and followed by
a wave of gender-based insults on social media, after she posted a video on her
personal Facebook account on May 9. In the 12-minute video, Fathy criticizes
the crackdown on political opposition in Egypt, and raises other socioeconomic
issues. She also recounts an incident of sexual harassment she experienced at
Bank Misr by security staff.**
Las entradas en los domicilios en la madrugada suele ser una
forma de intimidación, de meter el miedo en el cuerpo a la gente. Despiertas y
sin capacidad de reaccionar te encuentras que te sacan de tu domicilio y eres
arrastrado en mitad de la noche con ti familia, incluido en este caso un niño
de tres años, que como los adultos no entiende nada y añade un punto más de
sufrimiento a los detenidos que sufren por ellos y por el niño traumatizado por
lo que está ocurriendo.
El tuit de
OBS, un observatorio para defender a los defensores de los derechos humanos en
todo el mundo, pide la libertad de Fathy: "We strongly condemn the
arbitrary detention of #WHRD Amal Fathy for posting a video criticising
#Egypt’s failure to protect women against sexual harassment We call upon
@AlsisiOfficial to release her immediately and unconditionally". Lo
apoyan ECRF (Egyptian Commision for Rights and Freedom, la embajada suiza en El
Cairo, "EU in Egypt" (Delegación de la Unión Europea en Egipto),
Michel Forst (Informador Especial de Naciones Unidas sobre los defensores de
Derechos Humanos), OMCT (Organización Mundial contra la Tortura), CIHRS
(Instituto de El Cairo para Estudios sobre Derechos Humanos) y FIDH (una
federación de 184 ONG de Derechos Humanos). Como puede apreciarse, una amplia
gama de organizaciones de peso en la defensa de los Derechos Humanos, materia
en la que el gobierno se sigue enredando solo.
Difícilmente podrá convencer al mundo que Amal Fathy es una
terrorista, táctica con la que se trata de justificar la persecución de los
activistas que denuncian la situación del país. A la arbitrariedad de la
detención se suma lo que ya se ha convertido en otra marca de identidad: el uso
de los medios del estado para atacar a las personas que se mantienen distantes
y críticas con el poder.
El gusto egipcio por la difamación adquiere en estos casos
tintes grotescos. La batería de periodistas afilan sus armas y se lanzan en
persecución de las personas críticas publicando maldades sin pudor en un
intento de volver a la opinión pública en su contra. A eso se suele juntar otro
deporte nacional: la presentación de denuncias contra ellas ante los jueces por
particulares que hacen así méritos. Son los "ofendidos", las personas
que dice haberse sentido dañadas por lo dicho o escrito por alguna persona.
Estos son una recreación fascistoide de la denuncia para salvar al pueblo de
las malas influencias políticas y religiosas.
La información de Mada Masr se cierra con otra petición para
la liberación:
Amnesty International published a statement on
Friday about Fathy’s arrest, demanding her immediate release and arguing that
her arrest is part of an attempt to silence women who speak up about sexual
harassment. Amnesty added that the video Fathy released, while it contains strong
language, does not contain any incitement to violence, and should be protected
as part of her right to freedom of expression.**
Aunque los que detienen a los activistas dejen en la
oscuridad los motivos, ellos sí suelen saber qué es lo que ha molestado. Han
desarrollado esa faceta intuitiva de la molestia. En el caso de Shady
al-Ghazaly Harb, se señalan los motivos más probables, que son los relacionados
con las islas regaladas a Arabia Saudí y el negocio turístico inmobiliario que
pueda haber detrás. El caso de Fathy, en cambio, entra en una línea más "sociológica",
el acoso sexual. El desahogo de la activista frente a la cámara, difundido
después por su página de Facebook, parece haber tenido más repercusión de lo
que hubiera gustado a las autoridades.
Nuestra solidaridad con ambos activistas y también nuestro
deseo de que la claridad legal sea pronto una virtud nacional. La extraña hoja de ruta hacia la democracia del gobierno egipcio le está creando problemas con todas las instituciones dedicadas a la defensa de la democracia, los derechos humanos, asociaciones jurídicas, etc.
* "Mada MasrActivist Shady al-Ghazaly Harb brought before Supreme State Security Prosecution" 15/05/2018 https://www.madamasr.com/en/2018/05/15/news/u/activist-shady-al-ghazaly-harb-brought-before-supreme-state-security-prosecution/
** "Activist Amal Fathy detained after posting Facebook video criticizing Egypt’s political crackdown, sexual harassment" Mada Masr 11/05/2018 https://www.madamasr.com/en/2018/05/11/news/u/activist-amal-fathy-detained-after-posting-facebook-video-criticizing-egypts-political-crackdown-sexual-harassment/
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