Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Comandante no te rindas |
Cada
vez que aparecen nuevas pruebas y testimonios, grabaciones de las
conversaciones inequívocas que mantuvo con la naviera, me acuerdo de sus
convecinos y de su ardor defensivo del ahora villano nacional e internacional. Todos quieren
ver en el hundimiento del barco un símbolo de la catástrofe italiana y
convertir al galante capitán en una especie de Berlusconi naviero, más preocupado por la rubia moldava acompañante
que por los peligros de la navegación costera, pendiente de saludar a los amigos del
pueblo de enfrente, avisados del paso del crucero por las páginas de Facebook. Luego,
lo de siempre. La roca que no estaba allí, pero que sí estaba allí; la roca que no estaba en los mapas, pero que sí estaba en los mapas. Todo estaba
donde debía, menos el capitán Schettino antes, durante y después del siniestro.
Las
causas reales son preocupación de las casas de seguros y de los jueces, que
dirán lo que tengan que decir al respecto tras sus investigaciones. Me interesa
conocer la evolución mental del pueblo del capitán, Meta di Sorrento, saber cómo
van a ir asimilando los vecinos el hundimiento del nombre del Capitán —y del
pueblo— tras el hundimiento del barco. Porque solo es posible defender a un
hijo del pueblo de esa manera realizando una operación retórica y tomando la
parte por el todo. Todos somos Schettino: ¡todos para uno y uno para todos! ¡Meta di Sorrento! ¡Fuenteovejuna! ¡No te rindas!
Hasta
el momento, su cerebro colectivo ha ido encontrando soluciones parciales para
resolver su conflicto emocional. El hecho de que haya más vivos que muertos lo
atribuyen a la pericia del capitán, por ejemplo, un héeroe para ellos. Desde esa perspectiva, el
capitán solo sería responsable negativo si las víctimas de su descabellada
operación fueran la mitad más uno del pasaje. Solo aceptarían una culpabilidad
estadística y democrática.
El
hecho de que saliera a toda prisa del barco también tiene explicación para los
vecinos: “coordinar el rescate desde un bote salvavidas es perfectamente legal”*, han señalado literalmente. Según esto, el bote en el que el Capitán
Schettino se alejó del barco sería el equivalente al Air Force One del Presidente de los Estados Unidos, bote en el que
habría reunido a su gabinete de crisis para tener una mejor visión de los
acontecimientos. Algo así como Napoleón dirigiendo la batalla desde lo alto de
una colina para tener mejor perspectiva del escenario bélico y tomar sus decisiones.
Los grandes hombres son así; necesitan distancia.
Como Curro Romero. La frase que ha quedado para la historia es la que le dijeron desesperados sus superiores: "Vada a bordo, cazzo!! (¡suba a bordo, cojones!). Hay frases más dignas, pero esta tiene lo justo: cortita y expresiva. Vale para las camisetas.
La profesión de la joven moldava oscila entre bailarina y traductora —aunque ambas cosas no son, por supuesto, incompatibles—; en este último caso estaría justificada su presencia junto al capitán, consciente este del problema que podría ocasionarle durante la navegación encontrar algún moldavo en el puente de mando, que es donde parece que estaban ambos.
Nuestra
capacidad identificadora, por un lado, y negadora, por otro, es infinita y
comienza con nosotros mismos, con la familia, sigue con el vecindario, luego la
ciudad, el equipo de fútbol, el partido político, y así sigue ascendiendo por la
escala emocional en la que está dividido nuestro corazoncito.
Para
complicar las cosas, los alemanes de Der
Spiegel han llamado “cobarde” al capitán y, por las operaciones retóricas
nacionales que señalamos, el conjunto de los italianos se ha dado por aludido.
Il Giornale ha contraatacado con
fuerza: “A noi Schettino, a voi Auschwitz”. Mencionarles a los alemanes, a estas
alturas, Auschwitz es algo más que un golpe bajo. El hundimiento del Costa Concordia —¡vaya nombre!— puede
dar al traste con los planes de Merkel para la recuperación de la economía
italiana. ¡Maldita roca indocumentada! Ya solo falta que Moldavia se dé por aludida porque se
la considere responsable de la distracción del capitán Schettino para volver a
tener otro conflicto internacional en plena crisis de la eurozona.
La
desgracia de los fallecidos queda tapada por tanta exhibición de orgullo
patrio, del pueblecito a Europa. Mientras tanto, el barco escorado se ha
convertido en motivo de peregrinación turística. A diferencia del Titanic, que se fue a pique en mitad del
mar, el Costa Concordia —mientras se siguen buscando cadáveres en su interior— es un
espectáculo costero. Los supervivientes tenían un recuerdo común que han utilizado
muchos de ellos para explicar su odisea a los medios de comunicación: ha sido como
el Titanic. Se refieren, por supuesto, a la película de James Cameron. Los medios nos dan también grandes noticias, como que un superviviente del Costa Concordia perdió un tío en el Titanic o que alguien escuchó el tema principal de la película de Di Caprio y Winslet poco antes de la catástrofe, según ha revelado un turista suizo**. ¿Alucinación, leyenda urbana, blockbuster?
Cuando
los orgullos y los ánimos se vayan mitigando, todavía quedará el recuerdo de unos fallecidos
víctimas de la irresponsabilidad de un hombre. Pasados muchos años, Meta di Sorrento olvidará que Francesco Schettino fue un hijo del pueblo. Las pancartas que ahora lo defienden en las calles se irán perdiendo durante la noche y nadie las repondrá. Y serán otras las emociones que vendrán a soliviantarnos, a sacar de nosotros el orgullo patrio. Todos somos hijos de nuestro pueblo.
* “El
pueblo natal del capitán del crucero salió a defenderlo” El Sol On Line. 18/01/2012 http://elsolonline.com/noticias/view/122898/el-pueblo-natal-del-capitan-del-crucero-salio-a-defenderlo
** "Costa Concordia: Titanic theme tune played as cruise ship hit rocks" The Telegraph 18/01/2012 http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/europe/italy/9022349/Costa-Concordia-Titanic-theme-tune-played-as-cruise-ship-hit-rocks.html
** "Costa Concordia: Titanic theme tune played as cruise ship hit rocks" The Telegraph 18/01/2012 http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/europe/italy/9022349/Costa-Concordia-Titanic-theme-tune-played-as-cruise-ship-hit-rocks.html
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