Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
En su
discurso ante las Cámaras políticas de los Estados Unidos, Zelenski ha dicho: "Es una batalla no solo para la vida, la libertad y
la seguridad de Ucrania y de cualquier otra nación que Rusia intente
conquistar. Esto definirá el mundo en el que vamos a vivir". No le falta razón, pero las
cartas del futuro ya están echadas se gane o no la guerra. Rusia ya no necesita
conquistar, solo destruir. Si quiere mantener algo es la franja de separación
de las autoproclamadas repúblicas que ha reconocido y anexionado en una tacada.
Esta guerra sin sentido "solo" busca tener ese espacio y destruir el
colindante para evitar lo imposible, que Ucrania renuncie a ello. No lo hizo
con Crimea y no lo va a hacer ahora.
Lo que
sí ha hecho esta guerra ya es dividir al mundo en dos bloques, uno abiertamente
prorruso, compuesto mayoritariamente por dictaduras, y otro difusamente
democrático frente a las maniobras estratégicas rusas. Parece ser que Rusia no
puede subsistir sin ser una "imperio" o, al menos, que los demás lo
piensen así. No hablo ya de "súper potencia", sino de
"imperio", un concepto mucho más viejo, con miles de años, que se
basa en la conquista, en la necesidad psicológica y política de extender
constantemente los límites. En esto, Rusia es un anacronismo.
Rusia
es inconquistable, por lo que los
cambios solo se pueden hacer desde dentro, como ya ocurrió, mediante
revoluciones. La gran defensa de Rusia es su tamaño, lo que la convierte en
inaccesible y necesita de un cinturón de seguridad, tal como hizo el terreno
conquistado y ocupado a Europa, que le hizo convertir los países que iban desde
Alemania "Oriental" hasta sus propias fronteras en un territorio defensivo
de miles de kilómetros hasta su propia frontera. Se hablaba entonces de países "satélites", ya que rodeaban
a Rusia.
Con
Bielorrusia al norte, Rusia necesita de una frontera ucraniana al sur para
completar la zona de seguridad de su imperio. No es tanto un problema político
como de psicología histórico-geográfica.
En esto
se percibe el anacronismo antes señalado. Rusia es incapaz de establecer lazos
que no sean perversos y defensivos. En varias ocasiones —en especial con
Oriente Medio— hemos comentado cómo las alianzas rusas se construyen sobre la
base del anti occidentalismo. El propio origen autoritario de la cultura rusa
hace que repudie cualquier fórmula democrática. Sencillamente, el poder ruso no
reside en el pueblo más que retóricamente. Produce autócratas y visionarios,
con coronas y cetros o con hoces y martillos. La Rusia de Putin es una mezcla
de las dos rusias anteriores.
Sea
cual sea el resultado, el mundo ya ha cambiado, aunque nos cueste reconocerlo o
pensemos que está por producirse el cambio. La invasión y guerra en Ucrania ha
servido para producir un alineamiento y un panorama de lo que se puede esperar
de los distintos países y regímenes. Ese cambio está por encima de lo que pueda
ocurrir en la misma guerra.
Una vez
que Ucrania no se ha sometido a la bota rusa, como estos esperaban, Rusia se ve
obligada a buscar una salida que no ve por ninguna parte, vagando errante de
una parte a otra de la frontera, bombardeando poblaciones, destruyendo Ucrania.
¿Mal cálculo? Probablemente. Sea cual sea su objetivo, algo que no está claro
una vez que Ucrania no se ha rendido, Rusia pierde un poco cada día.
Es
lógico que Zelenski fije el futuro en el resultado de la guerra, pero es la
guerra misma la que ha cambiado el futuro. Las decisiones tomadas en el entorno
de Ucrania por los países de la zona son el testimonio claro del cambio. En
realidad, el futuro es cómo percibimos el mañana y no el mañana mismo. Y eso ha
cambiado provocando una serie de modificaciones en el presente.
Pero el
principal resultado es el retrato ruso, cómo se percibe a Rusia y qué espacio
se le ofrece en ese futuro. Los movimientos que se dan en la mayor parte del
mundo son precisamente los de un futuro no dependiente, por lo que Rusia ha
determinado su propio aislamiento desperdiciando el poder real que pudiera
tener. Pero Putin hizo realidad el dicho de Donald Trump, alguien con quien
tuvo buena sintonía: ¿de qué sirve el
poder si no lo usas?
La
estrategia rusa, más allá de la guerra de ucrania pero condicionado por esta,
es clara: provocar desunión en los frentes anti Rusia, tratar de dar vuelcos a
los gobiernos apoyando a las oposiciones, desunir las uniones, sembrar el
descontento provocando crisis y alimentándolas con otras crisis paralelas,
especialmente las económicas, usando el arma del descontento. Para ello, Rusia
solo ha tenido que potenciar lo que ya tenía, el aparato de desinformación y
subversión heredado. Posee todo un aparato especializado en crear descontento.
Rusia
ve el descontento como la gran arma contra los países democráticos. Es la
visión propia de un país construido sobre la propaganda y la vigilancia, sobre
la desaparición de la disidencia y las caídas por las ventanas de los
opositores; un poder construido sobre oligarcas y traficantes de armas,
canjeados por jugadoras de baloncesto.
La
esperanza —Putin lo sabe— está en el pueblo ruso, en el cambio desde dentro,
aunque no existan mecanismos para que ese cambio se produzca, ya que toda posibilidad
ha sido desmantelada y las voces están fuera o en la cárcel.
Rusia
tuvo la oportunidad de integrarse al futuro común europeo, pero no lo ha hecho.
Ha utilizado los vínculos económicos para el chantaje y la presión sobre los
países que habían establecido lazos económicos con ella. Con esto solo se ha asegurado el aislamiento y la necesidad de aumentar
la represión en el interior y en los países que se vayan sumando a ser sicarios
del poder ruso.
Peor todavía: está acumulando aliados problemáticos, como Irán, y arrastrando a otros, como China, terminando por crear un espacio de inestabilidad que tendrá consecuencias para todos. Teniendo que mirar con mucho cuidado de quién se depende (acaba de pasar con el gas de Qatar o a nosotros por el conflicto Marruecos-Argelia) el mundo se hace más complicado y peligroso, con un futuro cada vez más a corto plazo ante la imposibilidad de prever el mundo más allá.
* "Zelenski pide más ayuda al Congreso de EE.UU.: "Esta guerra definirá el mundo en el que vamos a vivir"" RTVE.es 22/12/2022 https://www.rtve.es/noticias/20221222/zelenski-discurso-congreso-eeuu/2412619.shtml
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