sábado, 9 de noviembre de 2024

El poderoso caballero en un mundo tramposo

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Ya saben aquello de "poderoso caballero es Don Dinero". No es nuevo. Lo que como ciudadanos nos sorprende cada día la facilidad con la que algunos se hacen millonarios desde la sombra. Mis respetos a los que son capaces de hacer fortuna de forma honesta; mayor admiración el que gasta e invierte en favor de los demás, con cierto sentido social o con vocación solidaria en un mundo cada día más  desigual y ostentoso.

Esto viene a cuenta de la noticia de la detención de un alto cargo policial que se nos cuenta en RTVE.es:

Agentes de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional han detenido este viernes al jefe de la Sección de Delitos Económicos de la Brigada provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Madrid en el marco de una operación dirigida por la Audiencia Nacional contra el narcotráfico, el blanqueo de capitales y el cohecho.

Fuentes policiales han confirmado a RTVE la detención del mando policial después de hallar en su casa 20 millones de euros emparedados, supuestamente vinculados a negocios relacionados con el narcotráfico, ha podido saber Europa Press. Su pareja, también agente, ha sido igualmente arrestada.

Durante esta semana, los agentes han efectuado registros en el despacho de este mando policial, donde se encontró también una considerable suma en efectivo, cercano al millón de euros.*


Por muy pesimista que sea nuestra idea de la naturaleza humana, hay ciertas cosas que nos desbordan, que no acaban de entrarnos en la cabeza. Su pareja, también agente de Policía, nos dicen, también ha sido detenida. Al menos era una pareja unida en algo.

¿Cómo debe pensar el ciudadano que ve que la persona que debe vigilar los delitos económicos es pillado con un millón en el despacho y otros veinte repartido por las paredes de su casa?

Las reacciones, claro, serán variadas. Las habrá de condena total y las de "¡cómo se lo ha montado, el tío!", que es la forma de manifestar entre envidia y admiración con un cierto tonillo admirativo. España es el país de la "picaresca" y lo que pensábamos que ya era un tópico y que habíamos salido de lo que nuestros clásicos no mostraron, resulta estar más vivo que nunca, con ejemplos diarios.

Aquí vamos de los "koldos" a los "errejones" y de paso damos un paso por la fauna pícara que ya no es la de los "pobres" que sobreviven, sino la fauna de los ricos que quieren ser más ricos, de los poderosos que quieren tener más sexo, de los policías que son una especie de Jeckyll y Hyde, por poner ejemplos de casos recientes.

Podemos comprobar que casi todos estos casos apuntan a la cumbre, política, empresarial o policial, que alguna gente aprovecha sus posiciones privilegiadas para tratar de conseguir cierta impunidad. Los juzgados están llenos de ex ministros, de ex presidentes autonómicos, de alcaldes, de jefes de servicios, etc.

Esto apunta en varías direcciones. La primera es, obviamente, la cuestión de la vocación, de la motivación real para llegar alto. ¿Se trata de ascender para tener mejores accesos a los botines, a la rapiña, a estar mejor cubierto? Indudablemente, algo de esto ahí. De no ser así tendríamos que recurrir a una teoría del ascenso corruptor: yo empecé siendo bueno y cada vez que me ascendían me volvía un poco más malo. Es la vieja idea de que "el poder corrompe". Es una posibilidad. Pero tenemos la más sencilla de que hay gente que busca ascender para tener mejores opciones de rapiña. Por mucho que respetemos la presunción de inocencia, veinte millones emparedados en tu casa no dejan mucho margen de explicación. Y era el "jefe de la Sección de Delitos Económicos de la Brigada provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Madrid", que se dice pronto.

Pero la otra cuestión está en los mecanismos de selección y ascenso. No creo en medios de acabar con los "defectos" de la naturaleza humana. Entrecomillo ·defectos" porque parte del problema es que muchos empiezan a considerarlos "virtudes". Pero sí creo que las instituciones pueden y deben ser mejoradas con mecanismos de vigilancia y control. El hecho mismo de que estemos hablando de personas detenidas o denunciadas es ya algo positivo, pero ¿cuántos se habrán ido de rositas?

Es esencial para la ciudadanía sentir que hay justicia, pero deberían ahorrarnos ver cómo llega a los cargos cierta gente, cómo se saltan los filtros que deberían vigilar por nosotros. Cada vez que alguien de este tipo —político, empresario, ministro, policía, juez, etc.— es llevado ante un tribunal y da con sus huesos en la cárcel o equivalente se produce un duro golpe en la ciudadanía, en su forma de percibir el mundo que construimos entre todos. Algunos reaccionarán pensando que los próximos en tratar de exprimir la situación, que por veinte millones de euros merece la pena arriesgarse; que vale la pena ser un "koldo", que no se vive mal así; que no está mal que te paguen un chalet en la costa o cosas por el estilo.

¿Es el viejo problema del "carro y los bueyes", de qué es antes ser corrupto o poderoso? Como ciudadanos nos debería dar igual siempre que el corrupto acabe en la cárcel. Por eso "amnistías", "rebajas" y cualquier otro acto que reduzca penas es mal vista. No es buen ejemplo, el que ha emparedado en su casa 20 millones de euros debería tener claro su destino, una habitación más sencilla por una larga temporada.

En estos casos, la responsabilidad se extiende a los que los colocaron en esos puestos desde los que pudieron dar rienda suelta a su codicia. Aunque seamos nosotros mismos los que los hemos colocado allí con nuestros votos y aplausos. Tendría que haber mejores, más eficaces mecanismos de detección, internos y externos. Casos como el de algunos políticos recientemente son un duro golpe para quienes creyeron en ellos, en su honestidad, Por eso los ataques que se producen en ocasiones a los (las) que denuncian son muy contraproducentes, pues ampara la corrupción, la violencia y el sentimiento de impunidad del poderoso.

El corrupto corrompe. Trata de extender e implicar, de asegurarse que los otros pierden si él pierde. Corrompe con su mal ejemplo cuando son hechos públicos sus actos. Hay que ser ejemplares ante este mundo tramposo que se extiende ante nosotros. Instituciones sólidas y vigilantes son necesarias. También mucha ejemplaridad positiva.

En estos tiempos de heroicidades populares también hay sinvergüenzas poco ejemplares que aprovechan para quedarse con dinero de mascarillas o de ayudas, que aprovechan sus cargos para robar o dejarse sobornar, sus cargos para abusar y agredir. Unos van por el dinero, otros por la bragueta. Pero todos por el mal camino, protegidos por la sombra del poder.

 

* "Detenido el jefe de delitos económicos de la Policía Nacional en Madrid tras hallar 20 millones escondidos en su casa" RTVE.es 8/11/2024 https://www.rtve.es/noticias/20241108/detenido-jefe-delitos-economicos-policia-nacional-madrid/16322679.shtml

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