Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El
titular de RTVE.es no admite muchos vueltas: "Casi tres millones de
trabajadores se encuentran en situación de pobreza en España"*. En una
España en la que el mantenimiento de la sonrisa, la actividad del consumo y el
ocio productivo, las salidas viajeras, etc. son el pan de cada día, los datos
imponen otra realidad. Es la que ves en los carritos a medio llenar en los
supermercados, en los pequeños robos de alimentos, en los pagos de la compara
familiar por parte de los jubilados y en
muchos otros detalles que se pueden percibir y que certifican un aspecto contra
el que los políticos, enzarzados en lo suyo, no sabe lucha: la enorme
desigualdad que se ha generado en estos años de sonrisas y pobreza encubierta.
Acostumbrados a jugar con los datos y entremezclar las cifras, los crecimientos
están mal repartidos.
Los
datos sobre la crisis de la vivienda han mostrado la realidad del sistema y su
punto de crisis: es imposible vivir con lo que se pagan. Con sueldos a la baja
y precios al alza, no tienes dónde vivir y cada vez necesitas más dinero para
poder llevarte algo a la boca. Surgen entonces las redes de apoyo familiar y se
trata de financiarse entre miembros; los que tienen, fruto del ahorro de otras
épocas, financian a los que no llega a final de mes, en muchos casos ni a
principios pues alquileres e hipotecas se tragan todo. Es la España voraz
devorando a lo que queda al otro lado. Despreciada ante el poderoso turismo,
esa España sobrevive como puede, manteniendo el tipo y haciendo muchos cola con
el carrito de la compra ante instituciones de ayuda.
Las cifras que nos dan son estas:
Casi tres millones de personas con trabajo se encuentran en situación de pobreza en España, según un informe de Oxfam Intermón publicado este miércoles que destaca la especial vulnerabilidad de los migrantes, de las trabajadoras del hogar y de las familias numerosas y monoparentales.
En la investigación 'Pobreza Laboral: cuando trabajar no es suficiente para llegar a fin de mes', Oxfam Intermón analiza la "alarmante realidad" que afecta a 2.957.000 trabajadores, pese a los avances en materia de empleo en los últimos años: subida del SMI, reforma laboral, cifras históricas de empleo y una tasa de paro que ha descendido a su nivel más bajo desde 2008.
Actualmente, el 13,7% de las personas empleadas vive por debajo del umbral de pobreza, cifra que se duplica entre las personas migrantes (29,5%). Además, el 40% de las familias numerosas y el 30% de los hogares monoparentales sufren esa situación.
Del total de personas en situación de pobreza, tres de cada diez tienen un empleo.*
Las consecuencias son claras, pero hay que barrerlas bajo la alfombra. Los medios tienden a repetir las palabras de los políticos, que en su narcisismo se ven a sí mismos como víctimas unos de otros. En esta situación, las cifras de corrupciones y corruptelas escandalizan por su tamaño y por la facilidad con que se dan, por lo fácil que les resulta sacarse comisiones, conseguir privilegios y dar pelotazos.
¿Extraña en esta situación que la política atraiga a los corruptos vocacionales? ¿Extraña que las preocupaciones por la realidad de la desigualdad brillen por su ausencia ante el deseo de enriquecimiento? La corrupción se extiende por todos los partidos porque un porcentaje elevado de personas que acceden a la política no lo hacen para atender aquello que se llamaba ingenuamente el "bien común", sino para encontrar oportunidades para el bien propio.
Que teniendo trabajo se mantengan en la pobreza dice mucho sobre los sueldos y sobre la explotación y la forma de gestionar muchas empresas, con trabajadores que van y vienen, aprovechándose de ellos, en constante trasiego y teniendo que aceptar lo que les ofrecen, por poco que esto sea.
Pobres con empleo es la fórmula que la España rica ofrece a la España pobre. Como se puede ver en la hostelería, el trasiego laboral ya no es porque vaya mal el negocio, sino para que vaya mejor. Un negocio va bien cuando amplía sus beneficios y reduce sus costes. Los costes son, por supuesto, los trabajadores. Podemos apreciar el cambio constante de personal allí donde los sueldos son a la baja.
Observo en alguna gran superficie la reaparición de cajeras desparecidas hace meses para cumplir sus estancias mínimas calculadas en sus puestos. Aparecen y desaparecen. ¿Dónde han estado? Probablemente en sus casas, esperando a que les toque de nuevo ir a trabajar sus días mínimos aprovechando alguna fórmula ideada para tapar los parados.
Nos dice la noticia dada por RTVE.es y EFE:
El informe revela que los sectores más golpeados por la pobreza laboral son la agricultura y el trabajo de hogar, donde tres de cada diez trabajadores viven en pobreza a pesar de tener un empleo. Le siguen, la hostelería y la construcción, con dos de cada diez personas empleadas en situación de pobreza.
El encarecimiento de la vivienda y de los servicios básicos ha agravado aún más el problema: los hogares en situación de pobreza laboral destinan entre el 67% y el 79% de sus ingresos al pago de la vivienda y los servicios básicos, expone la investigación.
Más de la mitad de los hogares en pobreza laboral (55,3%) ha tenido que renunciar en el último año a servicios de salud esenciales como tratamientos dentales, gafas o seguimiento psicológico, debido a la falta de recursos.*
El sistema hace agua ante la falta de soluciones y a los intereses políticos y económicos detrás de estas situaciones, como ha dejado en evidencia la cuestión de los alquileres turísticos.
El modelo económico español no funciona o, para ser más precisos, solo funciona para algunos. Precariedad y bajos sueldos no son los mejores factores para conseguir una economía equilibrada y una tranquilidad bien repartida. Los datos son los datos, pero no son las personas. Estas están mucho peor que lo que los datos cantan. No es admisible que los políticos e instituciones hagan lecturas enfermizas de los datos e insulten a aquellos que tapan ocultándolos.
La pobreza no es un dato ni un concepto que haya que ocultar. Es una realidad de angustia y sufrimiento, algo que genera tensión y violencia social, un fenómeno creciente que suele estar motivado por la concepción selvática de la sociedad, donde los grandes se comen a los chicos, donde uno sale a divertirse con una navaja o con un bate de béisbol por si acaso.
Pero un buen partido de la selección lo tapa todo; una historia de "famosos" tapa la historia de los pobres anónimos y un polémico divorcio oculta la realidad de las familias que hacen milagros para mantenerse.
Me dicen que aumentan los robos de comida en los supermercados. Los políticos deberían hablar de estas cosas, probar su utilidad resolviendo los problemas de todos.
Oxfam |
* "Casi tres millones de trabajadores se encuentran en situación de pobreza en España" RTVE.es / EFE 16/10/2024 https://www.rtve.es/noticias/20241016/casi-tres-millones-trabajadores-situacion-pobreza-espana/16289577.shtml
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