Joaquín Mª Aguirre (UCM)
En
Antena 3 se recogen en un breve artículo el resumen realizado por Manuel Muñiz,
decano de la Escuela de Ciencias Políticas del IE University, sobre la Conferencia
de Seguridad en Múnich. Me quedo del resumen con la frase «La percepción es que está emergiendo realmente un gran
telón de acero, un bloque Occidental y con países de terceras geografías y
luego Rusia en el otro extremo.»
Creo que refleja eso que hemos tratado aquí en
varias ocasiones: la irresolución de esta guerra en sí y su enquistamiento en
una situación de este tipo. Un "telón de acero" plantea el problema
de qué queda a cada lado, por un lado, pero también la situación de Ucrania y
una división de su territorio.
El diseño global de nuestro planeta surge como
superación de la etapa de bloques anterior, especialmente en Europa tras la
caída del muro de Berlín y de la Unión Soviética. Sin embargo, ninguna de las
dos cosas salió de un "deseo" ruso, sino de una imposibilidad. ¿Vive
la Rusia de Putin con nostalgia su etapa de superpotencia en un mundo dividido,
con deseos de llegar hasta Alemania o —¿por qué no?— más lejos?
La pregunta por las fronteras y su derecho a controlar la vida de los que queden dentro es la que realmente debería preocuparnos en esta situación bélica producida por un deseo incontrolado de territorio.
La propia falta de justificación —más allá de las estupideces propagandísticas— es preocupante en dos sentidos. El primero es la conquista en dos tiempo de territorios; primero Crimea y ahora no sabemos hasta dónde llegará ni con cuánto territorio se quiere quedar, quizá tampoco lo sepan ellos. El segundo se refiere al estatus de esos territorios con los que busca quedarse, ¿cómo será la vida en ellos? La historia rusa ha sido despoblar y repoblar; desplazar o eliminar —así ocurrió en 1945 con su actual bastión de Kaliningrado, la que fuera la prusiana Königsberg— y después rellenarla con población traída de fuera, garantizándose así la tranquilidad de la ocupación.
La creación de un nuevo telón de acero justificaría
el destrozo que Rusia está haciendo en Ucrania, especialmente en las zonas de
civiles, con la destrucción de infraestructuras que imposibilitaran permanecer
hasta que ellos decidieran selectivamente repoblar con personas "fieles".
Los secuestros de niños, como comentamos hace unos días, formaría parte de esa
situación de futuro rusificado que
Putin habría diseñado para Ucrania.
¿Pero qué ha llevado a Rusia a buscar esta solución conflictiva a sus aspiraciones como "potencia ocupante"? La creación de un nuevo telón de acero no es solo un elemento defensivo —la mejor barrera defensiva es la paz con tus vecinos—, sino también una forma de cárcel para la población.
Aquí ya comentamos que Ucrania era la principal puerta de salidas de Rusia a través de las migraciones. La pregunta es: ¿escapaban o repoblaban? Es decir, si los rusos que abandonaban Rusia formaban parte de un plan de rusificación de las zonas ucranianas limítrofes o si, por el contrario, esas salidas eran alejamiento, abandono de una Rusia imposible, pobre en posibilidades. La función del telón sería doble, defender y contener. La estrategia histórica rusa ha sido rodearse de estados controlados desde Moscú, ahora y antes a través de gobiernos títeres, de dictadores amigos de Moscú. A estos dictadores, Moscú les garantiza la permanencia y, como hizo con varios países en la etapa soviética, enviando sus tanques cada vez que hay alguna revuelta en su contra. Así ocurrió con Hungría, Checoslovaquia, Polonia..., allí donde trataban de sacudirse el yugo soviético. La etapa rusa de la Federación ha mostrado el mismo patrón.
La
vuelta a un telón de acero es una perspectiva peligrosa. Significa una nueva
tensión constante en el este y la necesidad de fortalecer fronteras para evitar
que siga fagocitando países o territorios.
En estos
días se ha denunciado en Moldavia un intento de golpe de estado bajo la
influencia de Moscú:
Maia Sandu, la presidenta de Moldavia ha asegurado este lunes en
una rueda de prensa conjunta con el presidente del Parlamento, Igor
Grosu, y el candidato a primer ministro, Dorin Recean, que Rusia planea dar un golpe
de estado en el país fronterizo con el objetivo de derrocar el poder
legítimo.
Sandu ha acusado a Moscú de desarrollar este ataque
violento con ayuda de ciudadanos de Bielorrusia, Serbia y Montenegro
que llevarían a cabo acciones de violencia disfrazadas en forma de protestas.
Después de revisar una advertencia de parte de
Ucrania, la presidenta moldava ha dicho que "el plan contempla acciones
que incluirían subversivos con entrenamiento militar, vestidos de civil, que
montarían acciones violentas, ataques a algunas instituciones del Estado y
la toma de rehenes".**
La estrategia desestabilizadora no solo se basa en los intentos de golpe de estado, como se denuncia en Moldavia. Durante años se ha acusado al Kremlin de apoyar a partidos nacionalistas y separatistas, ultraderechistas por toda Europa. Visitantes —aquí lo hemos tratado durante años— distinguidos como la ultraderechista francesa Marine Le Pen o el separatista del Brexit, Nigel Farage (también los tenemos en España) han sido asiduos de Putin y han recibidos fondos para debilitar Europa y sus políticas de unidad. Es seguro que si algunos de estos mencionados hubieran estado en el poder, el apoyo a Ucrania no habría sido el mismo. Algunos políticos, como el alemán Schroeder, quedaron al descubierto con los escándalos de las financiaciones o su admisión en empresas controladas por Rusia.
Todo esto acaba con la guerra en Ucrania, mediante la cual Putin deja las tácticas en la sombra y se lanza a la acción directa. Ha sembrado media Europa de "prorrusos", de grupos a los que ha financiado y de los que ahora espera apoyo y obediencia. Sus acciones pueden ser las de sutiles "pacifistas" que traten de evitar el envío de material para la defensa o los que plantean reservas al boicot del gas ruso.
Por el otro lado, siguen falleciendo opositores o simples discrepantes. Es rara la semana que no fallece alguien por extraños motivos. La salud de los opositores siempre es frágil.
Asusta pensar cómo es la vida de estos territorios que quedan del lado ruso. Durante décadas ya lo vivieron sufriendo la política de bloques y la creación de un telón, cuyo muro dejó muchos muertos entre los que intentaban huir. A día de hoy, cientos de miles de rusos han salido antes de que Putin levante el muro que les deje dentro.
* Manuel Muñiz "Manuel Muñiz, decano del IE, sobre la guerra en Ucrania: "Está emergiendo realmente un gran telón de acero"" Antena 3 19/02/2023 https://www.antena3.com/noticias/mundo/manuel-muniz-decano-guerra-ucrania-esta-emergiendo-realmente-gran-telon-acero_2023021963f22a2cf152210001dbb8f3.html
** "La presidenta de Moldavia acusa a Putin de dar un golpe de Estado con formación militar en el país" Antena 3 13/02/2023 https://www.antena3.com/noticias/mundo/presidenta-moldavia-acusa-putin-planear-golpe-estado-ella-infiltrando-personal-militar_2023021363ea6158b670df000149c9f5.html
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