viernes, 3 de septiembre de 2021

Un Afganistán con poco futuro

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)



Las imágenes que nos llegan de Afganistán parecen, desgraciadamente, confirmar lo que apuntábamos hace unos días. La salida de las tropas norteamericanas y demás han modificado una situación en un sentido mecánico, es decir, han intensificado los flujos de salida del centro a la hacia la periferia. Antes, la esperanza estaba en Kabul y su aeropuerto, algo que reducía el espacio mediante el aislamiento, rodeando su perímetro, el mayor error táctico de los norteamericanos, que prefirieron reproducir El Álamo, antes que obligarles a situarse en un perímetro más amplio. Pero es difícil organizar una evacuación cuando has reducido tus propias tropas y has dejado a los soldados de 20 años encargados de realizar una operación de esas dificultades. Varios de los soldados muertos en el ataque terrorista al aeropuerto, acababan de cumplir esa edad, por lo que poca experiencia podrían tener en Afganistán o en ningún otro sitio.

La única explicación de lo que nadie se explica es la ultra rápida caída del ejército afgano, una ficción que alguien inventó, supongo que para venderles armas modernas sin preocuparse no solo por si sabían usarlas, sino si tenían intención de alzarlas. El hecho es que nadie ha querido vincularse a esa ficticia resistencia y las armas han quedado en manos de los talibanes, que las lucen por las calles para mayor desesperación y descrédito de la operación montada por la superpotencia. Las celebraciones ofensivas de la salida exhiben este tipo de armamento y, como mostraban ayer, se pasean bombas y cinturones explosivos como prueba de la superioridad de la fe sobre la tecnología. Un tonto que se inmola es más eficaz que un ingeniero que sale corriendo.


Cuando el aeropuerto está ya en manos de los talibanes, no hay más opciones que dirigirse hacia la periferia, hacia las fronteras, donde, de nuevo los talibanes controlan las vallas que cierran las salidas, controlando quién sale y quién no.

Las informaciones que nos llegan es que el control de salida es férreo, que era lo previsto. La peor propaganda para los talibanes sigue siendo, como es lógico, la huida en masa del país o al menos el intento. Hoy se habla de "estampida mortal" en una de las salidas fronterizas hacia Pakistán, que no está dispuesto a recibir refugiados, con lo que esto implica de cuello de botella de nuevo. Las escenas terribles de aeropuerto se van a repetir en las salidas fronterizas.

Todo el que huye es, por definición, traidor, alguien que teme el castigo. De la misma forma, el que no abre la puerta cuando llaman es que es culpable de algo y es muerto, como avisaba un artículo del 16 de agosto, en la CNN, que se titulaba " The Taliban knocked on her door 3 times. The fourth time, they killed her". La huida, el silencio, la ocultación son síntomas de culpabilidad.


Hemos insistido en la idea del "país de rehenes" y ya se está concretando en diversos escenarios. Salir de Afganistán tiene ya sus vías "caras", ya se está cobrando y para que el precio suba —es el mercado— tiene que aumentar el riesgo y la desesperación.

En Antena3 se nos muestran las imágenes de la irrupción de los talibanes armados para franquear al comentarista de un programa de televisión:

 

El programa Pardaz, de la cadena de televisión afgana 'Peace Studio', vivió la visita de este grupo armado de talibanes, quienes irrumpieron en sus instalaciones para pedir que uno de sus líderes fuese entrevistado en directo.

Entonces, el presentador se dirigió a la audiencia para informar de que el "Emirato Islámico (el nombre preferido de los talibanes) quiere que el público 'coopere con ellos y no deberían de tener miedo'", según escribió el periodista de la BBC, Kian Sharif, en su cuenta de Twitter.*

 


Es su sentido de la "normalidad". El concepto de "normalidad" de los talibanes es, por supuesto han recalcado, islámico. "Normal" no es hacer lo que tú haces normalmente, sino normalizar lo que ellos quieren que hagas. Al final, deberás exhibir una sonrisa de sana aceptación de tu destino, ahora encarrilado hacia Dios, lo que te debe hacer sentir mejor.

La idea de financiar un régimen de este tipo, asistirlo incluso humanitariamente, es muy complejo, porque sería condenar a la gente a vivir bajo su yugo de forma impredecible. Toda mejora que se haga, servirá para afianzar su poder, lo que lleva a un callejón sin salida. Si la gente quiere irse —complicado, pero lo único sensato—, ellos pierden "capital humano" con el que negociar. Incluso para —como es frecuente en los países islámicos— para presionar a las familias de los que se han ido, una táctica habitual. Si tú comienzas activismo fuera, tu familia recibe una primera visita de aviso, algo que se irá complicando conforme actúes. Por eso, no importa mucho que te vayas ahora si han quedado los que te importan atrás.



Es poco probable que los talibanes permitan trabajar a ONG de ayuda. Eso va en contra de la idea de que lo occidental es malo, que forma parte de su propia idiosincrasia. Mostrar una dependencia de la ayuda exterior no les hará mucha gracia, pero lo cierto es que como organización, es caótica y disparatada en sus objetivos, que se basan en la fuerza y el control. Resulta entre cómico y patético ver el uso de los uniformes de combate que se han agenciado para intentar dar una "imagen moderna" a no se sabe muy bien quién. Si su capacidad de actuar no va a ir más allá de esta teatralidad, de estos golpes de efecto desfilando con ataúdes con las banderas norteamericanas o de la Unión Europea, el país colapsará porque su única reforma es congelar los bancos para evitar que la gente saque el dinero. Están provocando una inflación galopante y una caída en picado de la moneda. Eso les llevará a dos cosas, la consabida del opio, que ya es tradicional; y la venta de armas requisadas a terceros, que serán grupos terroristas y mercenarios del Medio Oriente y África. No tienen mucho más para vender un país que toda su riqueza no viene del ser humano, si no de la naturaleza.



Y esto nos lleva a la riqueza potencial de los metales por extraer, los llamado "minerales raros", de los que hay —según afirman— grandes cantidades en el subsuelo. ¿Pueden los talibanes recibir ayuda a cambio de estos materiales esenciales para muchas tecnologías punteras? Aquí veremos varios conflictos, los de las industrias que los necesitan y, después, el de los países oportunistas que ven una ocasión de aprovechar el cerco internacional para conseguir expandirse.

En pleno conflicto de Estados Unidos con China, muy mal haría esta en aprovechar para estrechar lazos con Afganistán y conseguir esos materiales ahora controlados por los talibanes. El primer incidente terrorista internacional o las primeras represiones fuertes, llevarán a China a una situación complicada con el resto de la comunidad internacional. Ya tienen bastante con seguir manteniendo el apoyo a regímenes como el de Corea del Norte para ahora convertirse en adalides de los talibanes. Pero la política internacional es muy compleja y dependerá de lo que los demás (en especial Europa) sean capaces de acercarse a China. Pero si se acerca a los nuevos dictadores talibanes, complica las relaciones con el resto y hace ganar terreno a los Estados Unidos en su ofensiva mundial contra China.



Las versiones chinas hablan de tratar de evitar que estos caigan en manos radicales; pero esto hoy es una ingenuidad pensar que alguien no lo va a aprovechar para cercar a su vez a China, considerándola como "amiga" de terroristas a las primeras de cambio. ¿Le importa esto a China y a otros países como Rusia, Irán, etc.? No lo sé, pero debería importarles porque esto va para largo y de forma oscura.



La "normalidad" afgana puede ser una enorme trampa para todos. Ahora mismo se tienen previsiones, pero la realidad puede ser mucho peor en la medida en que su control se basa en la fuerza y con ella solo se crea miedo, pero nunca riqueza, confianza, tranquilidad. Los talibanes son una fuerza reclutada para luchar en las montañas con un sentido dogmático de la vida. La flexibilidad necesaria para el gobierno (en términos positivos) de un país no la tienen. Tienen respuestas fijas para cualquier tipo de preguntas o situaciones. Y si no, Dios dirá. Nadie cree sus ofertas de que "todo" va a ir bien y que el país se va a recuperar. No lo hizo en casi 20 años, invirtiendo miles de millones de dólares, por lo ahora no hay demasiadas esperanzas con lo que queda. Gran parte de los técnicos, empresarios, etc. se han marchado y, con lo que se ve, pocas esperanzas quedan. Los talibanes han "conquistado" un país y expulsado a los enemigos; pocas esperanzas quedan ahora para que estos se pongan a trabajar para ellos, como algunos ingenuos humanitarios reclaman. Si cada vez que haces una conquista los demás deben arreglar lo que rompes... Como en el caso de Cuba, pronto veremos cómo los afganos fuera se enfadan si se ayuda a los de dentro; reclamarán un "bloqueo" que garantice que podrán volver en el futuro. 

Todo es muy complicado y en cualquier momento se pueden producir pequeños giros del destino que tengan grandes consecuencias, sobre todo, imprevistas y en cadena.

 


* "La impactante imagen de un presentador rodeado de talibanes armados que piden a la población no tener miedo" Antena3 31/09/2021 https://www.antena3.com/noticias/mundo/impactante-imagen-presentador-rodeado-talibanes-armados-que-piden-poblacion-tener-miedo_20210831612dd1df426181000131687d.html

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