Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El
discurso de Donald Trump ante Naciones Unidas es lo más desganado de los que he
visto en mucho tiempo. Confirma que Trump necesita de un auditorio que le
sea favorable, que le sirva como respaldo ante su falta de empatía, así puede
desarrollar toda su teatralidad. Trump necesita sentirse seguro y no lo estaba
en la asamblea de Naciones Unidas. Penoso y muy revelador. Tiene motivos para estar bajo de forma. Se crece en momentos negativos, pero ahora va un poco más en serio.
La
prensa del mundo muestra en estos momentos, con grandes titulares, la palabra
"impeachment". Después de mucho tiempo rondándolo por todo tipo de
escándalos, sería irónico que Trump cayera con una historia como la ucraniana.
De ser así, el presidente Volodymyr Zelensky pasaría a la historia por lo que
hizo por los Estados Unidos más que por lo que pudiera hacer por Ucrania en el futuro.
Por su
parte, los ucranianos están asustados por verse involucrados en este desastre
que creen solo beneficiará a una persona, Vladimir Putin. La CNN nos da cuenta de ello:
Many Ukrainians are concerned the US political
drama benefits their powerful neighbor, Russian President Vladimir Putin.
In an interview with CNN, former Ukrainian
Foreign Minister Pavlo Klimkin said that the scandal surrounding the telephone
conversation is undermining Ukraine's fight against Russia, which occupied and
annexed the Black Sea peninsula of Crimea from Ukraine in 2014 and has backed
separatists in the country's east.
Klimkin said the scandal will undermine Kiev
and play into the hands of Putin.
Asked to guess what the Kremlin is likely
thinking about the Trump phone scandal, Klimkin said: "They are definitely
(thinking), 'Open the champagne.' For them it is the best way to drive a wedge
in (the) unique -- and I really mean unique -- bipartisan support for Ukraine.
(The) United States for the past five years has been the most important ally,
not only in the sense of military aid, not only in the sense of pressure and
sanctions but fundamentally leading the international community, so now the
Russians should be crazy happy about it."*
Por algún extraño motivo, muchos de los desastres que
ocurren por el mundo acaban beneficiando a Vladimir Putin. No llego a poner "Rusia"
porque no tengo claro si no sería engañoso identificar a ambos. Lo ocurrido en
las últimas "elecciones" en Rusia confirmaría la crisis que Putin
estaría viviendo por la pérdida de electores. Los resultados ya no son tan
buenos como eran anteriormente, descendiendo su popularidad.
Que Ucrania se haya visto enredada en los líos de Trump
confirman que allí donde se acerca, algo ocurre, casi nunca bueno. El resultado
de su campaña de apoyo a Benjamín Netanyahu ha sido nefasto. Los carteles
electorales con ambos, colocados por las calles de Israel, han sido una de las
imágenes más insólitas de la política internacional en estos años. ¿Cuándo se
ha visto que un candidato se fotografíe con el presidente de otro país para las
elecciones? ¿No es una falta de pudor electoral?
Quizá Trump no tenga muy claro su propio discurso ante
Naciones Unidas indicando que el futuro es de los patriotas y no de los globalistas. No casa muy bien con la
interferencia presidencial en los asuntos israelíes.
El temor ucraniano es real. Trump la lía siempre. Es un
peligro con un teléfono en las manos, ya sea para tuitear o para intentar
sobornar con los fondos de ayuda pidiendo a cambio información sobre el hijo
del que puede ser su rival para la reelección, Joe Biden. Las insistentes llamadas de Trump al presidente ucraniano tenía como fin que este le suministrar información "sensible" sobre el hijo de su rival. Es puro Trump. La liberación de fondos secuencial hace el resto. No hay más que comprobar llamadas y acciones hacia Ucrania.
Los ucranianos pueden sentirse asustados ante el temor a que
los Estados Unidos dejen de prestarles el apoyo necesario, en todos los
niveles, para mantener las ansias de territorio rusas controladas. De ahí la
suposición de que Putin saldría beneficiado de una tensión con los Estados
Unidos. Desde su perspectiva, ocurra lo que ocurra, ellos pierden. Si Trump
pierde la Casa Blanca, serían vistos como culpables
y si Trump gana, peor, lo serían como traidores
y cesaría el apoyo norteamericano. Tengo mis serias dudas de que el apoyo de
Trump sea bueno para nadie.
En Oriente Medio, Egypt Independent nos muestra el
incondicional apoyo que Trump le concede al presidente egipcio, Abdel Fattah
al-Sisi, un hombre que goza de muy poca simpatías internas. El titular ya es
bastante claro: "Trump Not Concerned About Protests in Egypt, Sisi Blames
Political Islam". Si yo fuera al-Sisi, comenzaría a preocuparme ya que
cuanto más apoyo reciba de Trump, más riesgos corre. El ejemplo de Netanyahu es
claro. Señala el diario:
US President Donald Trump reaffirmed his
support for his Egyptian counterpart, President Abdel Fattah El-Sisi, in a
meeting the two leaders had on the sidelines of the 74th UN General Assembly in
New York this week.
When reporters asked whether the US President
was concerned about the demonstrations demanding the departure of Sisi. Trump
replied, “I think everybody has demonstrations, even your best friend in the
whole world, President [Barack] Obama, he had a lot of demonstrations,” and
called Sisi “a great leader who has eliminated chaos.”
On the other hand, Sisi attributed the cause of
protests to “political Islam.” He said that as long as political Islam craves
power, the country will be in a state of
instability. “And public opinion does not accept for political Islam to
rule in Egypt again,” Sisi explained.
“It is an honor for me to be with my friend the
President of Egypt, a real leader, who did really amazing things in a short
period of time,” Trump said during the joint meeting with his Egyptian
counterpart. “There was chaos, and now there is no longer chaos.”**
Puede que al-Sisi haya eliminado el caos, pero ¡a qué
precio! Trump se ha mantenido "fiel" a al-Sisi, teóricamente, el
primer presidente que le felicitó por su nombramiento y la persona que le
dedicó tiempo, precisamente durante una viaje a la Asamblea de las Naciones
Unidas. Entonces, nadie quería recibir al "candidato Trump", molesto
y con pocas ganas de ser recibido por nadie. Quizá fue eso lo que les unió, ya
que nadie quería tampoco dedicarle mucho tiempo a al-Sisi, ya entonces un paria
internacional al que se recibía de mala manera y con poco entusiasmo. Los dos
estaban en posiciones similares y no tenían a muchos con los que hacerse la
foto.
Hoy, al borde del "impeachment", Trump sigue
jugando al fetiche de la suerte de aquellos que le hablan. Lo cierto es que no
tiene muchas simpatías por el mundo, pese a ser el hombre más poderoso del
planeta. O ¿no lo era Putin, cuando ya adelantó a Obama?
Con el escándalo ucraniano y con los escándalos de
corrupción que han sacado a —unos pocos por ahora—los egipcios a la calle,
habría que tener cuidado. El presidente ucraniano tiene la posibilidad de
ganarse el respeto internacional según se comporte y según lo que nos muestren
las cintas de la conversación telefónica. El egipcio ya ha mostrado lo que
podía hacer.
Hay que mantenerse lejos de Trump. Es el mejor consejo. El Brexit —May y Johnson—, la situación de Oriente Medio —Netanyahu y al-Sisi, más Arabia Saudí— ... y ahora Ucrania. Son muestras de su indiferencia hacia cualquier cosa que no le incluya a él como prioridad. Alguien que es capaz de comprometer la situación de Ucrania intentando comprar la ayuda con información para batir a sus rivales, se ha retratado a la perfección. No es la primera vez, pero esperemos que sea la última.
* "Ukrainians worry Putin is the winner in Washington's
latest scandal" CNN 24/09/2019
https://edition.cnn.com/2019/09/24/world/ukrainians-worry-putin-trump-call-winner-intl/index.html
**
"Trump Not Concerned About Protests in Egypt, Sisi Blames Political
Islam" Egypt Independent 24/09/2019
https://egyptianstreets.com/2019/09/24/egypt-sisi-trump-meet-74th-un-general-assembly-political-islam/
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