Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Egipto
no es solo un país de contrates entre lo antiguo y lo nuevo. El día a día es un
contraste entre lo real y lo imaginario, entre lo que se dice y lo que se
tiene. Lo podemos apreciar en la prensa de hoy, en la que se acumulan temas relacionados
con un elemento muy sensible en cualquier sociedad, la salud.
La
situación actual de Egipto es, además, de montar y desmontar la sociedad misma;
más lo segundo que lo primero, a la vista de los resultado. El cierre de
servicios o los recortes brutales de un país que vivía y vive las ficciones de
las subvenciones hace que las situaciones se extremen. Cuando un servicio llega
al colapso o desaparece es cuando los egipcios son conscientes de la sociedad
en la que están desarrollándose. Con la gran devaluación de la libra egipcia y
con la inflación entre el 15 y el 17'5% en su momento más bajo, el bolsillo de
los egipcios ya no contiene mucho.
Las
tensiones se acumulan en distintos sectores por el deterioro de los servicios y
la pérdida de poder adquisitivo para una gran mayoría, que sufre en silencio,
pues las quejas corren el riesgo de ser tenidas por amenazas de terrorismo o de
difamar a la patria. La noticia de las restricciones de la venta de chalecos
amarillos en Egipto, no hace sino confirmar el temor al estallido social en
fechas próximas. La extensión oficial del rumor de que eran los Hermanos
Musulmanes los que estaban detrás de las revueltas en Francia (¡el sentido del
ridículo brilla por su ausencia en estas cosas!) no ha hecho sino caldear los
ánimos. Las noticias de que en 2019 llegarán millones y millones de turistas de
cualquier parte del mundo (los próximos de Ucrania, según dicen), repiten las
de 2018 sin más fundamento.
Ahram
Online vuelve a dar otro toque crítico con la situación sanitaria o, más
precisamente, la denuncia que de ella hacen desde el sindicato de médicos, con
una entrevista con Mona Mina, la cabeza del Sindicato médico. No es la primera
vez que la Dra. Mina interviene, pero ese es su papel, la denuncia de la
situación crítica en que se encuentran, tal como recoge desde el inicio de la
entrevista:
“The practice of medicine in Egypt is at a very
critical point,” Mona Mina, secretary-general of the Doctors Syndicate, said.
“This is the short end of a very long story that includes so many details about
the difficulties facing medical doctors, essentially those working in public
hospitals that serve the vast majority of the population.” Mina had just had a
long day of meetings at the syndicate’s headquarters in Cairo on the growing
complaints by doctors about their work conditions.
Mina, who in the past few years has been at the
forefront of spotlighting a severe sense of unease among physicians, especially
but not limited to younger doctors, is now seeing the “worst case scenario”
happening. “Doctors are so demoralised that they are just giving up,” she said.*
En Egipto, como en otros países de enormes desigualdades,
son la educación, la sanidad, etc. las que marcan las diferencias económicas y
sociales. Educación y salud establecen los filtros sociales. De ahí que el
matiz introducido desde el principio entre la sanidad pública y la privada sea
determinante del fenómeno que se vive actualmente, en donde el deterioro es significativo
del camino elegido.
Las tensiones se trasladan a los hospitales en donde médicos
mal pagados se enfrentan a irritados pacientes y familiares que no se sienten
atendidos como deberían ante la falta de recursos.
“I will give one example to show the alarming
situation: Galaa Hospital, the nation’s top destination for gynaecology and
obstetrics care, is now referring almost all operations, including cesarean
sections, to other hospitals in the evening shift because they are short on
anaesthesiologists. There is also a significant drop in the number of resident
doctors in Al-Demerdash Hospital, which is the Ain Shams University Hospital,”
Mina said.
For the secretary-general of the Doctors
Syndicate, it is only too obvious that if this is the case for leading Cairo
hospitals, one could only expect worse from remote and smaller hospitals.
In a recent, shocking statement, Minister of
Health Hala Zayed acknowledged a severe drop in the number of doctors
practising in public hospitals.
During the past few weeks, many physicians
chose to share their frustration with their working conditions on social media.
In a recent Facebook post, one physician shared a resignation letter of an
orthopaedic surgeon to the minister of health in which he listed deep
frustrations over working conditions, financial compensation and many hazards,
from obvious infection risks to the fury of patients and their family members who
are often infuriated by the medical service at government hospitals.
Mina agrees. “It is a tough situation for
doctors and patients at the same time,” she said.*
Cuando en un país las circunstancias económicas empeoran, la
salud es un indicador del deterioro. Empeoran las condiciones de la
alimentación, el riesgo laboral hace que se trabaje en peores condiciones de
salud, con más cansancio, lo que aumenta también las posibilidades de contraer
enfermedades. Las condiciones en los hospitales empeoran, por lo que el riesgo
de contraer infecciones aumenta entre unos y otros.
La cuestión salarial es otro factor importante en el
descontento. Señala la
representante de los médicos: «... for the most part, physicians
receive “a really inadequate salary” that does not reach LE3,000 for no less
than 16 hours a day. The syndicate has been lobbying for the past five years to
try to increase the salary if only a little, with hardly any significant
success.»* En estas
condiciones, es comprensible que se produzcan deserciones de los médicos, uno
de los factores señalados. Salen hacia países en donde puedan encontrar un
sueldo adecuado a la inversión que han realizado en su formación. A esto se
añade la bajada, señala, de residentes ante los bajos ingresos que supone, por
lo que la formación igualmente se deteriora.
Cuando
se lee en los medios la expresión "turismo médico", que hemos visto
en múltiples ocasiones, se comprende la irritación de los egipcios. Se atiende
a los que vienen de fuera como forma de negocio, mientras que el servicio
interior se deshace entre la desatención y los sueldos míseros. Es comprensible
que en estas circunstancias los médicos deserten de la sanidad pública y se
dedique a los rentables centros médicos establecidos en lugares turísticos.
Podemos
leer en la publicación Cairo360 el artículo titulado "A New Map
Shows The Sheer Potential of Medical Tourism In Egypt" en donde se centran
en la atracción del turismo médico en los lugares de visita:
Egypt is becoming almost synonymous with
tourism, but in recent years, we’ve become even famous for medical tourism.
After the success of the Virus C campaign, Tour
n’ Cure, with the participation of many internationally renowned figures,
Egypt is taking more steps towards empowering the medical tourism industry.
Aside from the amazing scenery and stunning
artefacts found everywhere in our country, we have a host of meditating and
treating areas. To promote all of those lesser known areas, the Egypt Medical
Tourism Organization has opted to create a medical map showcasing all such
locations. The map will also be offered in Braille, ensuring that all everyone
has easy access to it.
This was not the result of a day or two’s
thoughts, the Egypt Medical Tourism Organization has been working on this since
2008. They’re not done yet, as they’re now planning to record audio materials
describing the map with the aim of promoting these snippets on radio shows to
promote medical tourism in Egypt.
We’re glad to see such initiatives taking place
in our country, and we hope to see more and more of them. Medical tourism has
been booming worldwide, and it’s time we entered the race with our full
potential. It’s hard to beat the natural facilities and sceneries we have in
our oasis and coasts.**
La atracción del turismo médico forma parte de la captación
de divisas que Egipto intenta desesperadamente para compensar la devaluación de
la libra y la pérdida del turismo por motivos de seguridad.
Si ponemos uno junto a otro ambos discursos, el de la cabeza
del Sindicato médico y el discurso de promoción del turismo, queda un mal
sabor. Especialmente si las quejas de los sindicatos sobre su situación y la de
los propios pacientes son consideradas poco patrióticas cuando no conspiratorias
y son reprimidas.
En este mismo contexto suenan a sarcasmos las declaraciones
del presidente al-Sisi que ayer recogía Ahram Online con el titular "Egypt's
Sisi calls for raising awareness of obesity among Egyptians" en la
siguiente noticia:
Egypt’s President Abdel-Fattah El-Sisi has
called for greater awareness of the problem of obesity, the second time in less
than a month that he has addressed the issue.
In an impromptu address held during the
inauguration of a number of national projects, El-Sisi addressed the topic
after Health Minister Hala Zayed spoke about the country’s largest-ever
nationwide health screening campaign, ‘100 million lives’.
The campaign, launched in September 2018, aims
at screening citizens for hepatitis C and other non-communicable diseases.
Zayed said that the screening of 17 million
Egyptians as part of the campaign’s first phase showed that 75 percent of
Egyptians have an above normal weight.
“There are about 11 million citizens with
different diseases, with the most common diabetes, blood pressure, hepatitis C,
and obesity. Why do we do this to ourselves?” said El-Sisi.
El-Sisi said that citizens should be educated
about the effect of their weight on their health, as it paves the way to
disease.
He also called for sports to be a main subject
in schools and universities curriculums.***
Alguien escribió una vez que los discursos de las
autoridades egipcias siempre están guiados por un principio: el pueblo tiene la
culpa. La insistencia del presidente al-Sisi en la obesidad obedece a este
principio. Los egipcios tienen mala salud porque comen demasiado y se produce
la obesidad. Cuando los egipcios dijeron que tenían hambre, el presidente les
contestó que él había vivido durante mucho tiempo con solo agua en el
refrigerador, algo que los egipcios se tomaron con la sorna que les caracteriza
y con el límite del desacato. Las bromas sobre el agua y el refrigerador milagrosos
sirvieron para mitigar el problema central.
Es una pena que el presidente no recomiende también a los
turistas hacer más ejercicio para no tener que alojarse en los lujosos centros
destinados a su mejora y relajación. Se podría hacer una campaña internacional
en este sentido. Pero la vida del turista ya es bastante dura como para tener
que ponerse a hacer ejercicio.
Los egipcios que no velan por su salud, en cambio, son
cargas para el estado, enferman y luego quieren que se les cure. En vez de
aprovechar las carencias económicas para hacer dieta, como aconseja el sentido
común y las autoridades, comen demasiado y ¡fuman!, por lo que enferman y
pretenden que los demás les sufraguen sus vicios y dejadeces. Ya es bastante
con que tampoco sigan las indicaciones sobre el número de hijos que luego
quieren enviar a las escuelas, para que además enfermen por comer demasiado.
Pese a ello, salen a molestar a las calles protestando por la vida que llevan y
porque se acaban medicamentos o la leche maternizada, se les retiran los
subsidios, etc.
Las carencias médicas son observadas por los inversionistas
que se frotan las manos ante el deterioro de la sanidad pública. Egyptian
Streets nos trae la noticia de la llegada de las compañías privadas —japonesa
en este caso— que vienen a encargarse de los egipcios que puedan pagarlo,
formar a los médicos para hacerlos más competitivos y lo que haga falta:
On 29 November, Sysmex Corporation, a Japanese
health care company, celebrated the opening of its first Egyptian affiliate
where it will be selling its wide range of products as well as providing
training courses for medical practitioners.
Established in 1968, the Japanese company
specializes in manufacturing high-tech
medical tools and is now serving over 190 countries around the world. It
is committed to improve the diagnostic and health system in Egypt by providing
Egyptian medical practitioners the latest and most innovative technology to
facilitate their practice.
To further reinforce its educational role Sysmex
is interested in nurturing, Sysmex’s
training center aims to host and sponsor a “plethora of scientific
workshops and clinical research studies”. The academy is set to welcome 200
students per course with the aim of holding 12 courses per year. These courses
include diagnoses assessment, and blood sample analysis.
This will help also help doctors in identifying
and understand the prevalent diseases in Egypt such as Hepatitis C, anemia and
cancer as well as the develop skillsets needed to operate the machines. The
academy will give medical professionals the opportunity to practice scientific
research and learn avant-garde methodologies to medical solutions.
“Egypt is a big market and has many influential
decision makers for the Middle East region. Lots of doctors are global and
regional leaders and the market is, of course, large and there is a very high
demand for the population in health care,” Mattias Völkel, managing director of
Sysmex Europe explained.
Ahmed Shawky, general manager for Sysmex Egypt
highlighted that Egypt has a population growth rate of 2.2% annually, which
puts pressure on the healthcare industry and drives the need for more advanced
healthcare solutions. Accordingly, “our investment in a local sales and service
organization as well as our drive to advance healthcare, we aspire to be a
contributing force to streamline public healthcare budgets and shape the future
of scientific research and development in Egypt.”
Due to Egypt’s dense population, Völkel
believes the country needs to have an efficient healthcare system. It will need
to automate as many tests as possible, to centralize as much as possible, in
order to get the most qualitative best results with the money people pay.
However, in he argues that in rural areas, there is a need to decentralize the
labs because there is a need for immediate tests and diagnostic at the primary
medical center.***
Si las compañías extranjeras aterrizan
en el mercado egipcio para aprovechar la situación ("una crisis es una
oportunidad", especialmente para quien no la padece), las algunas compañías
egipcias se ponen del paciente, como es el caso de la empresa Vezeeta, una
compañía que inicialmente iba a poner de lado de los proveedores de servicios
médicos, pero que dadas las circunstancias decidió estar del lado de los servicios
a pacientes.
El negocio pasó a estar en la evaluación de los servicios
médicos ofrecidos, tanto por los hospitales como por los propios médicos. En
vez de buscar enfermos para los médicos, se dedicaron a un negocio más amplio,
buscar médicos para los pacientes, asegurando a estos —como cualquier otro
servicio— una adecuada evaluación para la selección, según nos cuentan en el
artículo "How Vezeeta Is Revolutionising the Doctor-Patient Relationship
in Egypt", en el que señalan:
What Vezeeta does is that it gives patients the
option to decide which doctor to go to based on different criteria. Patients
are also empowered post their visit by allowing them to review their experience
as well as the appropriate information and more data about their condition.
By empowering patients through data and
technology, Vezeeta is changing the relationship between patients and the
health care industry.
However, this change was not easy to adopt.
Vezeeta’s CTO Adel Khalil shares that “doctors were not so welcoming to the
idea, because they were skeptical about being reviewed.”
“But, we took a stand to empower the patients
and emphasized that whatever the patient chooses to share is valid.”
Vezeeta carries out a thorough verification
process to ensure that all the feedback is from patients who actually visited
these doctors and clinics.*****
Creo que estas cuatro fuentes reflejan, en su coincidencia
temporal, una parte relevante del problema egipcio actual desde las perspectiva
de la sanidad. La entrevista con Mona Mina nos muestra el abandono al que está
sometido el sistema sanitario y las quejas de los médicos, mal pagados y mal
tratados. Una de las quejas de la doctora Mina era el tratamiento negativo que
se da a los médicos en los medios de comunicación convirtiéndolos en
responsables del mal estado del sistema. Ellos, en cambio, se sienten víctimas
intermedias, tanto de la violencia de los pacientes en los hospitales como por
parte del estado que no los valora ni paga como debe.
El mal estado del sistema hace que este se desvíe hacia sectores
más productivos para las empresas privadas, como ocurre con el sector del turismo
médico en el que el gobierno egipcio y otros sectores sociales quieren especializarse
para conseguir recuperar los ingresos perdidos desde 2011 añadiendo un nuevo
valor, el sanitario.
La entrada de compañías extranjeras en el campo es otro
hecho producido ante el deterioro del sistema público. Los egipcios que quieren
tener mejores condiciones para su salud tendrán estas compañías esperándoles con
los brazos abiertos. El deterioro permite ampliar los negocios y contratar de
forma más barata a unos médicos muy mal pagados por precios módicos.
Finalmente, el negocio se deriva hacia los pacientes, a
"empoderarlos", como se señala en la noticia a darles la posibilidad
de saber dónde se meten y en qué manos médicas caen en cada momento. El cambio
de la aplicación desarrollada es claro.
No sé si la crisis de los egipcios les hará hacer más
deporte, como recomienda el presidente; tampoco si podrán elegir médicos que no
tengan negocios particulares montados para cubrir los fallos del sistema.
La salud es un tema prioritario junto a la educación. En
este sector, las quejas son casi idénticas. Los problemas sanitarios se acumulan en Egipto y no parece que las soluciones (si se pueden llamar así) sean las más correctas. Eso sí, por ejemplo, se puede defender la subida de los carburantes como una forma de que la gente camine más y reduzca su obesidad, causa de las enfermedades. Igualmente, se pueden justificar los recortes sanitarios para que la gente cuide más su salud, etc. Las compañías extranjeras que invierten en salud lo hacen para aprovechar las carencias observadas. Todo se puede leer de una forma distinta.
Afortunadamente, alguien ha decidido realizar unas conferencias para teorizar sobre la idea de "felicidad económica". Cuando todo falla, siempre nos queda la teoría.
*
"NTERVIEW: Doctors Syndicate secretary-general Mona Mina warns of growing
shortage of physicians in public hospitals" Ahram Online 14/12/2018
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/320079/Egypt/Politics-/INTERVIEW-Doctors-Syndicate-secretarygeneral-Mona-.aspx
** "A
New Map Shows The Sheer Potential of Medical Tourism In Egypt" Cairo360
21/05/2018 https://www.cairo360.com/article/sights-travel/a-new-map-shows-the-sheer-potential-of-medical-tourism-in-egypt/
***
"Egypt's Sisi calls for raising awareness of obesity among Egyptians"
Ahram Online 15/12/2018
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/320136/Egypt/Politics-/Egypts-Sisi-calls-for-raising-awareness-of-obesity.aspx
****
"Japanese Health Care Company Sysmex Launches in Egypt" Egyptian
Streets 30/11/2018
https://egyptianstreets.com/2018/11/30/japanese-health-care-company-sysmex-launches-its-affiliate-in-egypt/
*****
"How Vezeeta Is Revolutionising the Doctor-Patient Relationship in
Egypt" Egyptian Streets 12/12/2018
https://egyptianstreets.com/2018/12/12/how-vezeeta-is-redefining-the-relationship-between-patients-and-doctors/
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