Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
visita de Donald Trump a la Asociación Nacional del Rifle (NRA) ha tenido
efectos internacionales. Trump se empeña, desde su ignorancia y torpeza, en
convertirse en traductor e intérprete de la realidad del mundo a los auditorios
que gozan con sus payasadas, pues no pueden describirse de otra manera sus
actuaciones públicas. Más todavía si el público con el que contaba era proclive
a reírle las gracias al presidente.
Los
titulares generados son claros: "Francia indignada con Donald Trump"
(Euronews), "Amid Knife Crimes, Trump Compares London Hospital to ‘a War
Zone’" (The New York Times), "La indignación del gobierno de Francia
por los gestos que Donald Trump hizo sobre los ataques de París de 2015"
(BBC), "Les propos de Trump provoquent la colère des rescapés du
13-Novembre et des politiques" (Le Figaro) o "La France outrée par
les propos de Trump sur les attentats du 13 novembre 2015" (Le Monde).
Es
difícil comprender cómo un mandatario de un país puede ofender de tal manera a
sus aliados. La respuesta puede ser obvia: Trump no tiene más aliados que él
mismo. Lo máximo a lo que puede aspirar es a "compañeros de foto". La
incapacidad de controlar sus ofensas revela un profundo defecto de
comportamiento social. En su mente no existe diferencia entre poder y ofensa o
insulto. El poder lo es todo y eso implica no tener que preocuparse por los
otros. Ya lo manifestó hace años cuando dijo que la ventaja de ser rico es que
puedes cambiar de mujer cuando la tuya es molesta o ha dejado de interesarte.
El poder (dinero, política, sexo...
todo es lo mismo para él) tiene la doble cara de hacer y la impunidad por
lo hecho. La tormenta de reacciones en su contra le provoca también un
sentimiento de poder, como es característico de un narcisista.
¿Qué ha
sido esta vez? Durante su discurso a uno de los grupos más controvertidos en
estos momentos por las matanzas recientes, la Asociación Nacional del Rifle,
Trump ha criticado a Francia y a Reino Unido por tener una legislación
restrictiva respecto a la compra y posesión de armas. Más lejos: se ha burlado
de ellos haciendo gestos de disparos y apuñalamientos mientras reforzaba su
teoría sobre lo bueno de ir armado a todas partes. Si ya había suscitado el
rechazo en los Estados Unidos por su propuesta de que los profesores vayan
armados a clase como forma de frenar las matanzas escolares, ahora le toca a
Francia y Reino Unido tener que aguantar sus conflictivas propuestas.
A Trump
le gustan —lo necesita— este tipo de confrontaciones. Le permiten, además,
controlar las agendas de los medios descolocándolas con sus nuevas
provocaciones. Unas palabras suyas y ya está en los titulares de medio mundo.
¿Hay mayor poder que ese?
The New
York Times da cuenta de las reacciones en ambos países ante las palabras y
gestos de Donald Trump ante la NRA:
LONDON — If anyone had any hope that President
Trump would adopt a more conciliatory tone toward Britain before his visit in
July, it was dashed on Friday, when he appeared before a National Rifle
Association conference in Dallas and took a jab at London’s crime rate.
“Knives, knives, knives, knives,” he said,
mimicking a stabbing motion as he defended gun ownership in the United States.
Saying that Americans’ rights to carry guns
were “under siege,” he said: “I recently read a story that in London, which has
unbelievably tough gun laws, a once very prestigious hospital right in the
middle is like a war zone for horrible stabbing wounds.”
Appearing to link the wave of knife crimes in
London to a ban on guns, he added: “They don’t have guns. They have knives, and
instead there’s blood all over the floors of this hospital.”
He also drew sharp rebukes in France for using
his hand in a gun gesture during the speech to mime how a gunman had killed
hostages during a terrorist attack in Paris in 2015.
The reaction in Britain was weary humor and
bewilderment, with many in the news and on social media questioning where the
president got his information.
The writer and performer Robert Webb wrote on
Twitter: “Well, it’s a beautiful day here in Trump’s war zone. I’ve been to the
shop and didn’t get even mildly stabbed.”*
A esto le sigue la indagación a de
dónde ha sacado esa información Trump, cuál era esa historia que ha leído. Cuando se ven sus fuentes, se comprende su
forma de "leer", unas distorsiones siguen a otras. Trump no lee, manipula los textos para adecuarlos
a su performance ante el público. Es pura manipulación.
Trump sigue argumentando que la solución a la violencia es
más violencia. Esta se ha convertido, además, en el eje de su política exterior
de amenaza constante. La fuerza ya no es el último recurso, sino que pasa a ser
el primero, del que se alardea en los discursos, como hizo en Siria con la
bombas (they will be coming, nice and new
and "smart"! 11/4/2018 Twitter). Es un comportamiento
infantiloide, inmaduro, que convierte una vez más los actos de muerte en exhibicionismo
de gallo de corral.
La BBC recoge sus palabras y gestos en el discurso:
El presidente de Estados Unidos
sugirió el viernes pasado que los atentados de París de 2015 pudieron haberse
evitado si la gente hubiese estado armada.
Luego imitó a los atacantes
cuando dispararon a las víctimas.
"¡Boom! Ven aquí", dijo
varias veces seguidas, apuntando al aire con su dedo índice como si fuera un
arma.
Sus comentarios estuvieron
seguidos de rondas de aplausos de los asistentes a la convención de la
Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).**
Esta vez ha ido más
lejos ridiculizando a las víctimas con sus gestos de disparos y apuñalamientos,
creando una corriente de indignación. No han sido los únicos en sentirse
humillados. La humillación va con el carácter prepotente de Trump. Las armas, les
ha dicho, son necesarias cuando los demás países (esos a los que llamó
"pozos de mierda"), "envían lo peor" a los Estados Unidos. La maquinaria de ofender es constante en alguien que está acostumbrado a que solo exista un punto de vista, el suyo.
Es difícil entender está retórica de la amenaza y el insulto constante entre países que mantienen relaciones diplomáticas o son aliados, como ocurre
con Reino Unido y Francia. Trump mantiene la misma falta de empatía con las
personas que con los países.
Las reacciones de los líderes políticos franceses y del gobierno han sido muy duras mostrando con claridad el distanciamiento de sus
palabras y el rechazo de su actitud y propuesta de que un país seguro es un
país armado. Los Estados Unidos son un país armado hasta las cejas y no es
seguro, con 30.000 muertos por arma de fuego el año pasado.
Le Figaro recoge el rechazo de los políticos franceses:
«La France exprime sa ferme
désapprobation des propos du président Trump au sujet des attentats du 13
novembre 2015 et demande le respect à la mémoire des victimes», a répliqué le
gouvernement, sous la plume du porte-parole du Quai d'Orsay dans un communiqué publié samedi 5
mai, défendant la réglementation française en matière de port d'armes. «La
France est fière d'être un pays sûr où l'acquisition et la détention d'armes à
feu sont strictement réglementées. Les statistiques de victimes par armes à feu
ne nous conduisent pas à remettre en cause le choix de la France en la
matière.»
«La libre circulation d'armes au
sein de la société ne constitue pas un rempart contre les attaques terroristes,
elle peut au contraire faciliter la planification de ce type d'attaque», insiste
le ministère dirigé par Jean-Yves Le Drian.
«Les propos honteux et les
simagrées obscènes de Donald Trump en disent long sur ce qu'il pense de la
France et de ses valeurs», a également estimé François Hollande dans un
communiqué. «L'amitié entre nos deux peuples ne sera pas entachée par
l'irrespect et l'outrance. Toutes mes pensées vont aux victimes du 13
novembre», a-t-il ajouté.
«Indécent et incompétent. Que
dire de plus?» a tweeté Manuel Valls, en accompagnement d'une dépêche sur les
propos de Donald Trump. «La mise en scène des attentats de 2015 par le
Président Trump est méprisante et indigne. Fluctuat nec mergitur», a quant à
elle posté la maire de Paris, Anne Hidalgo.***
Se rechaza todo lo que se ha aplaudido en la asamblea de la
NRA: las palabras, las ideas, los gestos y las propuestas.
"Indecente", "incompetente", "despreciable",
"indigno", "vergonzoso", "obsceno",
"irrespetuoso", "exagerado", etc. son los calificativos que
Donald Trump ha cosechado en la Francia de François Macron, que tendrá que
reconducir la política de gestos amables después de la oleada de indignación.
No es fácil ser "amigo" de Trump, aunque se sea "amigo
de foto". Parece empeñado en crear conflictos a aquellos a los que define como
"nice guy", como al presidente egipcio con la decisión de cambiar la embajada a Israel. Le siguieron los conflictos con la que iba a ser su pareja política emulando a Reagan y Thatcher, Theresa May, amistad duró poco, poquísimo. Hoy Trump ha sido declarado persona non grata en Londres, el Parlamento no quiere recibirle y la reina tampoco. Los piropos a Macron se han
saldado pocos días después con un conflicto.
¿Intencionado o simplemente zafiedad?
*
"Amid Knife Crimes, Trump Compares London Hospital to ‘a War Zone’"
The New York Times 5/05/5/2018 https://www.nytimes.com/2018/05/05/world/europe/uk-trump-london-knife-crime.html
** "La indignación del gobierno de Francia por los
gestos que Donald Trump hizo sobre los ataques de París de 2015" BBC Mundo
6/05/2018 http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-44020568
*** "Attentat du Bataclan : La France condamne vivement
les propos de Donald Trump" Le Figaro 6/05/2018
http://www.lefigaro.fr/international/2018/05/05/01003-20180505ARTFIG00095-politiques-et-rescapes-repondent-a-donald-trump-selon-qui-un-client-arme-aurait-pu-sauver-des-vies-le-13-novembre.php
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