Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Como
hemos dicho muchas veces, la prensa egipcia es capaz de lo mejor y de lo peor.
Tan pronto tenemos periodistas capaces de decir lo que piensan, lo que ven,
críticos con la situación de su país y la actuación de los poderes públicos,
como los episodios más vergonzosos de los medios, del servilismo más acusado y
escandaloso.
Si ayer
hablábamos de la hipocresía y del conformismo social, este se debe en gran
medida a esa falta de crítica, esa acusación constante contra el que discrepa y
que hace sentirse al que tiene otras ideas como un bicho raro por ver una
realidad diferente a la que los medios les ofrecen. La prensa juega un papel
importante en el conformismo y eso lo sabe el presidente que ha prestado particular
atención a los medios para fijarles las agendas dándoles los temas ya
reorientados y las promesas de un futuro glorioso que nunca se ve aparecer en el horizonte por donde, en cambio, aparecen nubarrones cada vez más
oscuros.
Después
de haber afirmado el presidente que "Egipto vivía una época de libertad de
expresión sin precedentes", estos días ha salido a la luz el resultado de
la investigación "profesional" realizada para ver cómo calificar las
críticas que la periodista de la televisión estatal egipcia, Azza el-Hennawy.
Mada Masr nos recuerda los hechos y el momento actual
de este "ejemplo" de la libertad de expresión existente:
The administrative court referred state TV
anchor Azza al-Hennawy to trial on Saturday, along with the director and
producer of her show “Cairo News.” She told Mada Masr she only learned of the
referral through the media. Hennawy was suspended from her show and subject to
investigation earlier this year after criticizing President Abdel Fattah
al-Sisi on-air.
According to the Al-Bedaiah website, Hennawy
currently faces charges of failing to carry out her duties sufficiently, going
off-script during her live show and insulting the president.
Hennawy was initially suspended and referred to
an internal investigation in March after criticizing Sisi during an episode of
“Cairo News” on Al-Qahera channel. The administrative prosecution then opened
an investigation into the case in the administrative court, on charges of
insulting the president, later that month.
In the offending episode, Hennawy addressed the
president saying: “The president asks Egyptians to work — Egyptians do work,
but most officials don’t. And frankly, neither do you Mr. President. You
haven’t solved one issue since you came to power.”
In the same episode, she claimed that
corruption is rife in Egypt’s state institutions including the presidency, and
accused Sisi of being too lenient towards it. She also spoke out on highly
controversial topics including forced disappearances, the imprisonment of
journalists and the ongoing crackdown on civil society, asserting that the
president hasn’t taken the necessary measures to fight these practices.
Hennawy ended the episode abruptly when her
guest accused her of promoting a hostile agenda of entities working against
Egypt. She told Mada Masr that the guest, who defended the president and his
government throughout the episode, was one of five individuals Maspero
management forced her to host on the show.*
Habría que estudiar con detenimiento cuáles son los
"deberes" de los periodistas a la vista de lo expresado. Opinar que
el presidente no ha creado ese "nuevo Egipto" cuando se acercaba el
final de los dos años prometidos no debería ser considerado un
"insulto" sino una declaración sincera, algo que probablemente la
mayoría de los egipcios dé por buena aunque no lo manifieste, por lo que pueda
ocurrir. Hablar de la "corrupción" tampoco parece grave un exceso
después del escándalo del trigo, la harina y el pan, con unas cifras
escandalosas y, sobre todo, la acusación al ministro y a la mitad del ministerio,
los propietarios de silos, los panaderos, los fabricantes de las tarjetas
inteligentes de control del pan, etc. de haber robado millones y millones de
libras egipcias con un sistema que era el no
va más de la lucha anticorrupción y que ha mostrado ser una herramienta muy
útil para el robo. No tampoco parece que hablar de corrupción y decir que no se
hace mucho sea para ponerse así con Azza el-Hennawy. Lo más grave finalmente es
saltarse el guión, es decir, hacer otras preguntas distintas de las que el
equipo pro gubernamental le había puesto sobre el papel y que, según parece,
deber tener alguna dimensión religiosa
ya que no se puede alterar ni una palabra.
Cada mes que ha pasado desde que se suspendiera a al-Hennawy la realidad ha ido dando razón a sus argumentos. La ineficacia ha
sido notoria y la corrupción ha pasado a los titulares de forma constante, ya
fuera por los escándalos del ministerio de Educación con las filtraciones de
los exámenes o del Ministerio de Abastecimientos, que es el que tiene en sus
manos el escándalo del trigo.
Decir al presidente que
no ha trabajado mucho para hacer lo que prometió es un derecho de todo
votante en un sistema democrático. Como periodista, Azza el-Hennawy no está
para lanzar flores, sino para mostrar precisamente ese estado de insatisfacción
en el que muchos egipcios se encuentran. Es un sistema muy curioso: se puede
decir que un ministro es corrupto, pero no se puede responsabilizar al que lo
nombró, que está por encima del bien y del mal. O al menos, de los titulares.
El presidente El-Sisi prefiere —como vimos hace unos días— reunir a los
directores de los periódicos estatales y decirles cuáles son los temas
importantes, cómo deben ser tratados y que el futuro tarda un poco más de los
esperado, pero que llegará sin duda. Para eso se presentará otra vez a la
presidencia, algo para lo que ya se está mentalizando a la gente. Así se hace
el periodismo.
Un ejemplo de lo contrario a lo realizado por Azza el-Hennawy
—es decir, "buen periodismo" en todo el mundo, pero "mal
periodismo" según los criterios de Egipto— nos lo trae también Mada Masr
con el titular "TV host Ahmed
Moussa backpedals after Sisi poll gone bad on Twitter". El caso parece
tomado de una de esas comedias para las que los egipcios están tan dotados (ahora
ya sabemos por qué):
"The shit host backpedals," is the
new hashtag going viral on social media in Egypt, referring to TV host Ahmed
Moussa's online blunder.
Moussa, a staunch supporter of President Abdel
Fattah al-Sisi, ran an impromptu Twitter poll on the president's popularity,
only to find just 20 percent of the votes were in favor of Sisi's candidacy for
a second term.
A screenshot circulated online of Moussa's
poll, which he held on his personal Twitter account, showing 80 percent of
respondents saying "no" to the question: "Do you support Sisi's
candidacy for a second presidential term?"
The poll was followed by an avalanche of tweeps
mocking Moussa, and his sometimes uncalculated support for Sisi.
Moussa's Twitter account has been closed since
then, and he quickly claimed it was hacked. The associated Sada al-Balad
website reported that hackers, known for their animosity toward the Egyptian
government, took over his account from Turkey.
Moussa's latest ordeal has put an end, for now,
to his short life on Twitter, which Sada al-Balad described as attracting much
attention from a loving public, shortly after he created an account on August
25.
Meanwhile, Twitterland declared itself free from
Moussa's love affair with the government.**
El hashtag "The shit host backpedals" deja a Ahmed
Moussa en una situación "periodística"
que no creo que le importe mucho a la vista de que lo importante, su apoyo incondicional
al presidente, ha quedado demostrado. ¿Ridículo? Pues, sí, la verdad, pero parece
que el ridículo también favorece las audiencias.
La ocurrencia de hacer una encuesta a través de Twitter incumple
la primera de la norma de la propaganda: controla
el proceso y saca el conejo de la chistera. ¡Ay... la tecnología! ¡Nos pierde! De la
chistera no salió el impoluto conejo blanco sino más bien un arenque ahumado,
poco usual en los números de magia política. Ahmed Moussa sabe que se perdona
antes el ridículo que una mala encuesta del presidente en su programa.
La última vez que supimos de este personaje, prototipo de lo
peor de periodismo del periodismo pro gubernamental, fue con el escándalo de un
vídeo sexual atribuido al director de cine y diputado de la oposición Khaled
Youssef. Se trataba de hundir a Youssef, uno de los pocos candidatos que no
tuvo que recurrir a la segunda vuelta por la gran cantidad de votos que recibió
en la primera.
Al-Monitor
señalaba en julio:
Egypt’s parliamentarians were caught by
surprise June 26 when it appeared one of their colleagues sent a sex tape link
to a WhatsApp internet message-exchange group — a group that includes 256
legislators.
The case is being investigated. The member in
question said his account had been hacked. Osama Sharshar has submitted a
statement explaining the situation to the secretary-general of parliament and
the Cybercrime Investigation Department.
The scandal was quickly made public by news
outlets after Alaa Abed, the head of the parliamentary commission for the
liberal Free Egyptians Party, asked the parliament in a June 27 plenary session
to investigate the incident. He said whoever sent the video “does not deserve
to be present in the parliament.”
The screenshot of the WhatsApp group
conversation, including the link to the sex tape, went viral.***
Khaled Youssef negó que fuera él la persona que salía de
forma borrosa en el vídeo, pero el daño estaba hecho. Era el segundo escándalo
en el que se trataba de involucrarle en el año. El envío se realizó desde la
cuenta "hackeada" de otro parlamentario de la oposición, para acabar
de enredar las cosas, por un lado, pero también dejándolas más clara en cuanto
a su intencionalidad. Y entonces
apareció Ahmed Moussa:
TV presenter Ahmed Moussa broadcasted screen
grabs from a video, claiming that they were images of Youssef. Later, Moussa
apologized to his viewers and was sanctioned by the Journalists Syndicate.
In a suspicious twist, this was the same video
sent via WhatsApp from Sharshar’s account.***
Como puede apreciarse, la "democracia" egipcia
tiene unas peculiaridades entre parlamentarios, poder y medios que son
difícilmente encontrables en otros lugares con esta intensidad. Es difícil
encontrar parlamentarios y periodistas de esta calaña, pero los hay. Aquí ya
hemos dado cuenta de algunos casos.
El uso de los medios para hundir a los políticos que no son proclives
al poder acaba con el actual conflicto sin resolver: la cúpula del Sindicato de
Periodistas llevados a juicio, acusados de amparar a dos colegas que se refugiaron
en los locales del Sindicato durante una asamblea y de "mentir" al
ser discordante el número de policías que entraron a detenerlos; para el
ministerio fueron pocos y bien educados. No opinaron lo mismo los periodistas.
Por esto han estado encarcelados. Por esto y por el clima creado por el poder y
por los medios allegados al poder, que usan su influencia para desacreditar,
insultar, calumniar... a las personas.
El poder necesita de estos medios que son comprados por
millonarios amigos para silenciarlos, despidiendo a los periodistas críticos.
Necesita de los periodistas que como Ahmed Moussa no tienen escrúpulos y
demuestran que lo que hay en Egipto no es por asomo una democracia, sino un
régimen autoritario en el que la verdad corresponde al poder, que puede detener
a cualquier por contradecirlo. El monopolio de la verdad lo tiene el gobierno.
Según las recomendaciones que repiten una y otra vez, es obligación de los
periodistas reproducir la versión del gobierno porque no hay otra. El que
quiere dar otra, acaba en la cárcel. Los dos periodistas que se refugiaron en
los locales del Sindicato de Periodistas eran perseguidos por decir que las
islas de Tiran y Sanafir eran "egipcias", tal como pone en los libros
de texto que todavía estudian. Da igual que un tribunal haya paralizado el
proceso de entrega de las islas a Arabia Saudí. Todo volverá a su curso y lo
que el presidente les ha dicho, escuchadme
solo a mí, se cumplirá una vez más.
Daily News Egypt recogía
declaraciones de algunos expertos en medios sobre la situación creada por
Moussa y su finalidad:
”Ahmed Moussa is a media tool
that political leaders use to achieve their goals. This was proven in the sexual pictures he published of the
movie director, as Moussa did not even provide any evidence to prove their
accuracy. The photos were unclear. They
are definitely fabricated. I do not
doubt that Moussa did this based on orders from a certain political figure”,
Ashraf Sadek, media professor at October University of Modern Sciences and
Arts, told Daily News Egypt.****
¿Es posible que un sistema sobreviva a este tipo de
procesos? Según el presidente El-Sisi, Egipto había completado su hoja de ruta
hacia la democracia con la elección del parlamento. ¿Es esto? Desde entonces
los escándalos por corrupción gubernamental o por los excesos parlamentarios,
enfrascados en luchas sin límites, expulsando a unos por reunirse De nuevo: ¿es
esto?
El régimen de El-Sisi es hijo de la sociedad del
espectáculo. Ha reaccionado mal al papel crítico de los medios porque creyó que
realmente se puede controlar hoy a la opinión. Esa encuesta incontrolada a
través de Twitter que tan mal le ha salido a Ahmed Moussa es un recordatorio de
que la realidad está ahí afuera, más allá de los titulares.
Afortunadamente esa realidad se puede intentar mostrar —con
riesgo— a través de periodistas como Azza el-Hennawy, que fue suspendida
durante un año en la época de Mubarak y durante meses en la breve época de los
islamistas con Morsi al frente. Mada Masr recoge sus palabras y su opinión
sobre la situación:
Hennawy said that the crackdown that she faces
under Sisi is more than severe anything else she has faced during her 29 years
as a broadcaster, which have often been marred by controversy due to her vocal
criticism of government institutions. She told Mada Masr that since the start of Sisi’s presidency, Maspero
officials have been given unprecedented liberty to pursue critical voices
within the institution.
“It seems as if Maspero officials have been
given assurances that they can resort to any means possible against those who
oppose the president, and that they should feel free to violate the law and the
constitution without fear of retribution, going to any lengths so that only
hypocrites remain in the building,” she said.*
Es la idea que hemos traído aquí en ocasiones sobre el papel
de los medios egipcios: mayor represión cuanto más discordante sea la realidad
respecto a la propaganda. ¿Puede seguir El-Sisi diciendo que Egipto disfruta de un periodo de libertad de
expresión sin precedentes? En las cárceles están activistas políticos, periodistas,
escritores y hasta reformistas religiosos. No hay
excusa.
Nuestra solidaridad con Azza el-Hennawy y la peor suerte del mundo con las encuestas para Ahmed Moussa.
*
"Presenter Azza al-Hennawy after referral to trial: Now only space for
hypocrites at Maspero" Mada Masr 27/08/2016
http://www.madamasr.com/news/presenter-azza-al-hennawy-after-referral-trial-now-only-space-hypocrites-maspero
** "TV
host Ahmed Moussa backpedals after Sisi poll gone bad on Twitter" Mada
Masr 26/08/2016
http://www.madamasr.com/news/tv-host-ahmed-moussa-backpedals-after-sisi-poll-gone-bad-twitter
***
"Another Egyptian MP ensnared in sex video scandal" Al-Monitor
14/07/2016
http://www.al-monitor.com/pulse/tr/originals/2016/07/egypt-cybercrime-porn-video-politician-phone-parliament.html
****
"Discipline levied against TV anchor Ahmed Moussa by Press Syndicate"
Daily News Egypt 20/12/2015
http://www.dailynewsegypt.com/2015/12/20/discipline-levied-against-tv-anchor-ahmed-moussa-by-press-syndicate/
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