Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Estos días ha habido debate encendido en el
parlamento relacionado con la cuestión
religiosa (finalmente todo lo es). Ahram
Online lo titulaba "Controversy in parliament over removal of religion
from ID cards" y planteaba una vieja cuestión, el carné de identidad. La
especificación de la religión de cada uno es una forma de etiquetado
administrativo, social y evidentemente político. Hace algún tiempo —cuando la
gente creía que podía cambiar algo— hubo una iniciativa mediante la que se
tapaba este apartado en el documento. Era una forma de reivindicar la igualdad
real de los ciudadanos y no ser tratados de forma sectaria en función de su
religión.
El debate en el parlamento es significativo del estado
actual:
Opinion in parliament has split over a
Citizenship bill presented by MP Alaa Abdel Moneim containing an article
abolishing the listing of citizens' religion on national ID cards, to be
discussed next Saturday.
Parliamentary sources said that Ossama al-Abd,
former head of Al-Azhar University and current Chairman of the House of
Representatives' Religious Affairs Committee, told a number of MPs he would
reject the bill in objection to that particular article.
Salafi-oriented Nour Party MPs also rejected
the bill, saying it would be a move towards a secular state and infringe on the
vision of a state run on the principles of Islamic Sharia law.
Chairman Abd reiterated resistance to the
controversial article, arguing that it could lead to complications and mix-ups,
such as the burial of Muslims in Christians' burial grounds and vice versa.
On the other hand, MPs from the Wafd Party, the
Free Egyptians Party and Mostaqbal Watan (Homeland Future) Party supported the
bill, saying it would be the first step towards eliminating intolerance and
sectarianism.
Mostaqbal Watan MP, Abdel Fattah Yehia,
supported the proposal to remove the listing of religion on ID cards as a way
of fighting sectarianism and hatred. He recommended further reforms that would
allow Christians to build churches freely.*
De forma clara: el sectarismo existe y las leyes no son
suficientes porque no hay esa voluntad de considerarse solo egipcios en una parte importante de la sociedad. Ese ser
egipcios, por encima de las distinciones religiosas era una de las
reivindicaciones de la revolución de 2011. Pero duró poco, el tiempo que los islamistas
tardaron en reaccionar. ¡Qué aberración!
El aumento de los conflictos sectarios en estos días pasados ha llevado a la
protesta de la comunidad copta, que se ha visto atacada en diversas ocasiones
en el área de Minya. De ello hemos dado cuenta aquí en ocasiones. La prensa ha
recogido cómo los responsables de los ataques a los coptos ya están en la
calle.
Los regímenes de Mubarak y El-Sisi han sabido asegurarse el
voto copto —aproximadamente el 10%— precisamente transmitiendo el sentimiento de
que ellos amparan a los cristianos
frente a los islamistas. En última instancia, a ninguna de las comunidades
religiosas le interesa difuminar la identidad religiosa en ciudadanía, aunque sea por motivos diferentes. Solo les interesa a
los que quieren difuminar lo religioso ante lo civil, pero esos tienen en
contra a las autoridades de ambas comunidades.
Los argumentos dados para hacer desaparecer la religión del
carné de identidad tienen en contra a las autoridades religiosas y
probablemente a las políticas, que siempre han vivido de crear paz después de
permitir la guerra. Los ataques sectarios a los coptos recuerdan el periodo
islamista de Morsi y los suyos, con quemas de iglesias. La construcción de
iglesias, por cierto, es otro de los tremas controvertidos, ya que los
musulmanes más radicales se oponen a que sean construidas, ya que implican
expansión y eso lo tienen prohibido. Es "natural" y acorde a la
voluntad de Dios que los cristianos se conviertan al Islam, pero no lo
contrario, que es una aberración teológica y se considera apostasía, por ello
condenable e incluso la muerte.
Puede que formen parte de este "discurso renovado"
las declaraciones del Gran Muftí realizadas en Alemania referidas a los
homosexuales y recogidas por Egyptian
Streets:
Homosexuals are not “second-class citizens” and
hurting them is unacceptable, despite the fact that homosexuality is a
religious sin, Egypt’s Grand Mufti Shawki Allam said.
In an interview with German newspaper
Süddeutsche Zeitung, Allam denounced the mass shooting at a gay nightclub in
Orlando, Florida that left 49 dead, saying it is wrong for people to “take the
law into their own hands.”
“Religiously, [homosexuality] is not an
acceptable practice … But we live in a system governed by the rule of law and
we have to respect that,” he said. “Even though homosexuality is a sin, this
doesn’t give anyone else the right to injure or harm someone else.”
He went on to say that the Pope of the Coptic
Church in Egypt has also condemned homosexuality as a religious sin to highlight
that “Islam is not alone” in condemning the practice.
Allam’s comments came in the context of a
discussion on moderate Islam, which the Grand Mufti said requires “openness” in
order to counteract extremist thoughts and terrorist organizations such as the
Islamic State.
“The pure and original understanding of faith,
which is universal, can meet all the needs of Muslims, regardless of time and
place. Faith, in this sense, includes a moderate view of all important issues
with which we are dealing with in our community,” Allam said.**
Está muy bien decir estas cosas en Alemania, aunque no se
especifique si el evitar ser atacados, heridos o muertos se refiere a dentro o
fuera de la cárcel. La "modernidad" del discurso se queda en nada
cuando precisamente el régimen actual se ha destacado por la persecución y
encarcelamiento de homosexuales, contra los que ha emprendido su particular
campaña piadosa. Lo único que dice es
que está mal matarlos por cuenta
propia, que debe ser la ley —como ocurre en Egipto— la que se encargue de
ellos. ¿Cómo? Eso que lo decidan los legisladores. Él se queda en la idea de
"pecado" que dice —y es cierto—compartir plenamente con las autoridades
coptas.
"Religión" y "pecado" no significan lo
mismo en una sociedad laica que en un lugar donde le corresponde, como en
Egipto, a las autoridades religiosas decidir, por ejemplo, si se aplica o no la
pena de muerte decretada por los jueces. La homosexualidad, nos repiten
continuamente, no está penalizada en Egipto; pero las cárceles les acogen con
gusto de las autoridades y satisfacción de la mayoría social.
Difícilmente habrá renovación alguna si depende de las
mismas autoridades que atacan —como hizo Al-Azhar con Islam Al-Behery— a los
que pretenden la renovación. La historia de Egipto está llena de estos ataques
a los reformistas.
Es muy difícil que esto se produzca de forma institucional
pues cualquiera que dé un paso real en este sentido se enfrentará a las iras
islamistas que dirigirán contra ellos a la opinión pública a través de los
medios de que disponen —bien financiados— y si esto falla siempre queda la vía
expeditiva del atentado mediante el cual han sido borrados del mapa las voces
que querían cambiar la sociedad. En 1995 —no era la época islamista, sino la
del liberal Mubarak— un tribunal
egipcio condenó como apóstata al profesor Nasr Hamid Abu Zayd. Sus penas comenzaron
cuando intentaba promocionarse a un puesto superior. Uno de los miembros de la
evaluación declaró que su obra era herética y desde entonces comenzó su
persecución. Finalmente, un tribunal presidido por un juez formado en Arabia
Saudí aceptó el caso y lo declaró "apóstata". Esto implicaba "divorciarle"
de su esposa, ya que el matrimonio queda nulo.
Se hicieron, como es habitual,
llamados públicos a acabar con su vida, esta vez desde los profesores de
Al-Azhar, institución que hoy quiere liderar la reforma moderada, sea lo que sea. Acabó exiliado en
Holanda.
Su gran pecado teológico fue criticar el pago de impuestos especiales
a judíos y cristianos por vivir en un espacio musulmán y "ser
protegidos", como manda el Corán. Los jueces dictaminaron que eso no
estaba sujeto a discusión.
El que aparezca o no la religión en el documento de
identidad no es una cuestión baladí cuando se quieren establecer las diferencias, aunque se desee mantener la
calma, que son dos cosas distintas.
Las discusiones que se han producido son viejas discusiones y la aspiración de
hacerlo desaparecer del documento una vieja reclamación laica y democrática,
que reivindica la igualdad ante la ley. ¿Pero se cree alguien esa "igualdad"?
Que le pregunten a Abu Zayd. Más bien, no.
La moderación del islam que muchos reclaman es muy clara:
menos vigilancia social y más derechos y libertades personales. La
"moderación" que se ofrece, en cambio, no va en esta línea y, de
hecho, en ninguna. Es una "moderación" retórica por contraste con los
radicales violentos del Estado Islámico. ¡Hasta los saudíes se llaman "moderados"!
Pocos lo realizan en la práctica, donde deben hacerlo: en la legislación, en
los hechos y en las actitudes sociales. En este sentido, no solo es cuestión de
estandarizar los predicadores y los sermones, sino esencialmente a los jueces.
La información de Ahram
Online se cierra con la opinión de algunos diputados partidarios de quitar
del documento la indicación de la religión:
On the other hand, MPs from the Wafd Party, the
Free Egyptians Party and Mostaqbal Watan (Homeland Future) Party supported the
bill, saying it would be the first step towards eliminating intolerance and
sectarianism.
Mostaqbal Watan MP, Abdel Fattah Yehia,
supported the proposal to remove the listing of religion on ID cards as a way
of fighting sectarianism and hatred. He recommended further reforms that would
allow Christians to build churches freely.
Wafd Party MP Mohamed Fouad pointed out that
the article should not be a reason to reject the whole bill. For his part, he
praised the article as a symbolic start in the fight against sectarian bigotry,
saying it should be followed by many serious steps to eradicate extremism.
Nonetheless, said Fouad, the removal of
religion from ID cards will not protect Christians against assaults, and what
is needed is the establishment of equal rule of law for everyone.
Free Egyptians Party MP Ayman Aboulela
supported the abolition of registered religion on ID cards as a prerequisite
applied all over the world.*
En 2009, la minoría de religión bahá'i consiguió
judicialmente que se les expidiera un documento de identidad sin que apareciera
su religión, que ha sido sometida a presiones mucho mayores, ya que el Corán no
dice nada de "protegerles". La falta de documentación ha hecho que
carecieran de muchas cosas y de acceso a otras, como los demás egipcios, a los
que les constaba su religión. La victoria de entonces fue tener un documento de
identidad en el que nos constara nada frente a los de los demás, en los que era
obligatorio que apareciera una de las tres religiones.
The Court's ruling and Ministry's decree
cleared the way for an end to deprivation for Egyptian Bahá'ís, who have in
recent years been unable to get identification cards, birth certificates and
other documents essential for access to things like education, financial services,
and even health care in government hospitals.
The ruling goes beyond the issue of rights for
Egyptian Bahá'ís, said Hossam Bahgat, director of the Egyptian Initiative for
Personal Rights (EIPR).
"This is the first time that the Supreme
Administrative Court has found that any Egyptian has the right to keep their
religious convictions private, even if the state does not recognize their
belief system," said Mr. Bahgat, whose organization handled legal
representation for Bahá'ís in court.
"The final ruling is a major victory for
all Egyptians fighting for a state where all citizens enjoy equal rights
regardless of their religion or belief," he said.***
Hossam Bahgat, el abogado y activista de
derechos humanos que llevó el caso, acabó este mismo año encerrado por el gobierno egipcio por otros motivos pero po el mismo autoritarismo.
La
aspiración que tenía entonces Bahgat era que el etiquetado religioso desapareciera para hacer a los egipcios iguales. Han
pasado unos cuantos años y dos revoluciones y se sigue discutiendo lo mismo. Lo
que se ganó entonces no era el derecho a la privacidad, sino a la existencia
administrativa. Sin documentos no eras nadie ni nada tenías derecho. Se ganó un documento en el que una raya sustituía a la religión por
desprecio a los bahá'is a los que se considera paganos y, por ello, inexistentes. Su religión era innombrable, por decirlo así. Una raya, todo lo más.
En 2013, con la llegada de los islamistas, se produjo una
iniciativa ciudadana: en el espacio del carnet destinado a la religión se ponía
una pegatina con una inscripción: "no es asunto tuyo". Pasado el
tiempo y con un gobierno resultado de un golpe que expulsó a los islamistas del
poder, las mismas actitudes se repiten y el estado y sus instituciones vuelve a
afirmar: "sí es asunto nuestro".
Los que perciben la desaparición del etiquetado religioso
como una especie de insólita e insultante pretensión de igualdad aducen razones
como el equivocarse al enterrarlos. Los que son partidarios de hacerlo
desaparecer, en cambio, saben que no frenará el sectarismo, pero que sería un
gesto que reconocería la privacidad, el derecho de los ciudadanos a no tener que revelar su religión a nadie y, por ello, ser considerado solo ciudadano egipcio.
El etiquetado religioso servirá de prueba del talante del régimen de
El-Sisi para saber si la famosa y repetida necesidad de modernizar el discurso
religioso logra pasar más allá del carnet de identidad o se queda en ambiguas declaraciones
en Alemania. Declaraciones que ateos, reformistas, homosexuales, herejes, apóstatas,
etc. pueden seguir con gran interés desde sus celdas.
Jordania ha podido.
**
"Controversy in parliament over removal of religion from ID cards"
Ahram Online 1/08/2016
http://www.egyptindependent.com/news/controversy-parliament-over-removal-religion-id-cards
***
"Egypt’s Grand Mufti Says Homosexuals are ‘Sinners’ But Harming Them is
‘Unacceptable’" Egyptian Streets 1/08/2016
http://egyptianstreets.com/2016/08/01/egypts-grand-mufti-says-homosexuals-are-sinners-but-harming-them-is-unacceptable/
**** "Egyptian
court removes barriers to ID documents for Baha'is and others" One
Country. Newsletter of the Bahá’í International Community junio-julio 2009 http://www.onecountry.org/story/egyptian-court-removes-barriers-id-documents-bahais-and-others
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