Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Mientras
la "leyenda barcelonista" (así es calificado con justicia) Carlos
Puyol saluda confiado desde lo alto de un camello con el fondo de las pirámides
de Giza, mientras las autoridades de los museos le cuentan los detalles de sarcófagos
y estatuas milenarios, una ciudadana norteamericana, de nombre Ada Petiwala, es
retenida, humillada y expulsada de Egipto. La consideran, dice la versión
oficial, una amenaza para la seguridad nacional.
El
aeropuerto de El Cairo se ha convertido en la puerta de la infamia. Los hechos
vergonzosos se acumulan allí, en entradas y salidas. Si ayer era a un
periodista francés que regresaba a su trabajo después de unos días de
vacaciones, hoy es una ciudadana norteamericana que acompañaba a su marido. La
historia increíble, pero cada vez más frecuente, de Ada Petiwala nos la cuenta Mada Masr:
US citizen Ada Petiwala was refused entry to
Egypt on Tuesday, after being detained and interrogated at Cairo International
Airport, and has been told she is banned from entering the country again as she
is considered a problem for national security.
In a Facebook post published on Friday,
Petiwala explained that she was detained and her passport was confiscated after
it was initially stamped by the passport control office. Petiwala and her
husband, who is an Egyptian national and was accompanying her on a flight from
France, were subsequently interrogated. Airport security asked Petiwala about
her many previous visits to Egypt. She explained that had been a Center for
Arabic Study Abroad scholarship recipient from 2013 to 2014 and had later
worked at Townhouse gallery.
When Petiwala stated that she is a New York
University master’s student with a focus on media studies and Indian culture in
Egypt, airport officials laughed at her in disbelief.
"I repeated again and again that the
primary reason for my trip to Egypt was to spend time with my husband, whom I
only can now see during my breaks from school. He does not have an American
visa. I told these truths knowing full well that there is sensitivity and
surveillance surrounding every single one of the institutions I have been
affiliated with," she explained.
At 6:00 am, after several hours of
interrogation, Petiwala said that authorities decided to ban her from entering
Egypt, citing national security concerns.
“Leave her here and go home and sleep because
she’s not going to enter Egypt again," airport security told her husband,
according to Petiwala.
Petiwala went on to describe the
"humiliating treatment" she was subjected to by airport security
officials. Despite having recently undergone a medical procedure that induces
bleeding – of which she claims security officials were aware – Petiwala was
mocked by security officials, was forced to carry her luggage to several
detention centers throughout the airport and was denied access to food, water
and the bathroom as she waited to board a flight to Berlin.
When she was finally allowed to enter a
bathroom before boarding her flight, she yelled at an officer who, in return,
spat in her face.*
No se trata ya de que se deje entrar o no entrar a las
personas en el país con la arbitrariedad, sino del centro de humillaciones en
que se ha convertido el aeropuerto. Todas las personas a las que se les ha
prohibido la entrada en Egipto por los motivos más peregrinos coinciden en lo
mismo: el trato humillante, vejatorio y cobarde al que son sometidos las
personas.
Se les retira el teléfono, se les traslada de un lado a otro
cargando los equipajes, no se les explica qué ocurre, se les somete a interrogatorios
agresivos e insultantes, se les impide usar los servicios, se burlan de ellos
y, una novedad, como cuenta Ada Petiwala, se les escupe en la cara.
Uno mira una y otra vez la foto de Ada Petiwala y no ve la
amenaza a la seguridad nacional. Es una simple estudiante. No tiene la suerte
de ser una leyenda futbolística y que todos la sonrían, le pidan autógrafos y
la fotografíen junto a antigüedades y egipcios serviciales y correctos. Las
fuerzas de seguridad no vigilan que no le ocurra nada sino que, por el
contrario, son su fuente primera de inseguridad y agresión. Allí donde protegen a Puyol la leyenda, protegen a la sociedad egipcia de Ada, la amenaza. En Puyol ven el futuro turístico a lomos de camello; en Ada Petiwala la amenaza de la inestabilidad. ¡Estúpido, pero cierto!
Busco el currículum de Ada Petiwala en su centro de Nueva
York —el Hagop Kevorkian Centre — y es el
siguiente:
Ada Petiwala
Email: xxxxxxxxxxxx
1st year student
Bio:
Ada Petiwala is a pop culture enthusiast from
New York. At the Kevorkian Center, her work focuses on the historic and
contemporary connections between Bollywood and Arab music video production. She
is a graduate of the Bard College Political Studies and Middle Eastern Studies
programs. In 2012, she moved to the West Bank as a Post-Baccalaureate Fellow at
Al-Quds University/Bard College, where she fell in love with contemporary
Palestinian cultural production. She has studied Arabic in Morocco (Critical
Language Scholarship), Palestine, and most recently as a 2013-2014 Center for
Arabic Study Abroad (CASA) Fellow in Cairo, Egypt. During her tenure as
Archivist and Librarian for the Townhouse Gallery in Cairo, she launched and
curated the Townhouse Salon Series. Her research interests include: labor
migration patterns in the GCC; Middle Eastern and South Asian music and
television; stardom and celebrity; and contemporary Egyptian art.**
¿Hay algo que permita convertirla en una amenaza para la "seguridad
nacional egipcia"? Para usted y para mí probablemente no, ¿qué peligro
podría haber en una persona que se dedica a estudiar las relaciones entre la
música de Bollywood y la de Oriente Medio, en una bibliotecaria?
Pero eso es lo que usted y yo —ciudadanos ingenuos del
mundo— percibimos y no las bases de datos en las que usted no (yo probablemente
sí) nos encontremos registrados por el gobierno o las embajadas egipcias
repartidas por el mundo. Aparece unas palabras que habrá hecho saltar las alarmas
paranoicas egipcias: Townhouse Gallery, en donde Ada Petiwala trabajó de
bibliotecaria.
En diciembre de 2015 escribimos aquí un post titulado
"El arte egipcio, camino del silencio" (30/21/2015). Dábamos cuenta
de la redada y registro realizado por varias agencias de seguridad, según
informaba la propia prensa egipcia. Townhouse Gallery era uno de los centros de
arte de vanguardia egipcia, junto con una editorial. Comentábamos entonces que
se estaban produciendo cierres de los centros intelectuales que es lo único que
le queda a la sociedad civil egipcia para poder desarrollar algún tipo de
actividad. Con las calles prohibidas, los centros de arte eran la única
posibilidad de desarrollar algo de actividad más allá del sisismo, forma de
pensamiento único y de muy poca calidad, por no decir inexistente.
No hay otra "amenaza a la seguridad nacional" que
el hecho de que esta estudiante neoyorquina haya estado al cargo de algunas exposiciones
en el tiempo en que estuvo trabajando allí de bibliotecaria del centro. Carlos
Puyol ha realizado entradas en su carrera futbolística mucho más peligrosas que
eso y ahí lo tenemos, tan fresco sobre el camello, sin que nadie le considere
una amenaza para Egipto.
Pero la puerta de la infamia no solo se cierra para entrar.
Igualmente funciona en las prohibiciones de salida, que se multiplican en el
país. La estrategia es no dejar entrar y no dejar salir. A unos por darse el
gusto de escupirles a la cara como a la pobre Ada Petiwala; a otros para que
sientan el miedo en el cuerpo, que sientan que son una posesión del gobierno
egipcio que en cualquier momento —pese a lo que afirma el ministro— pueden
desaparecer una temporada o ser detenidos durante años posponiendo su juicio
hasta que un día, en un gesto de generosidad inigualable, decidan ponerlos en
la calle. Las cárceles están llenas y se siguen construyendo más porque no
caben.
Los que han protestado por la entrega de dos islas por parte
del presidente El-Sisi a Arabia Saudí sin contar con nadie, son condenados de 3
a 5 años. A los que no tienen las 100.000 libras para pagar las multas en un
solo pago se le impide pagarlas a plazos, como suele ser frecuente. Así están
controlados en las cárceles.
El panorama egipcio se oscurece cada día. El descontento
genera descontento y por ello más represión en un ciclo de pérdida de confianza
y aumento de la violencia. El gobierno egipcio no tiene más argumentos ni más
maneras.
Las prohibiciones son cada vez más absurdas porque la
paranoia y el aislamiento crecen. El régimen necesita alentar el miedo,
aumentar la sensación de que están en el objetivo de todos los países del mundo
en una misma conjura. Por eso lo trabajadores de las ONG, de las asociaciones
de derechos, de cualquier iniciativa que no pueda ser controlada y sea una
alternativa están en el punto de mira de los servicios de seguridad.
En este último año se han producido incidentes similares:
activistas retenidos en el aeropuerto notificándoles que tienen prohibido salir
de Egipto. Los motivos son esa cacareada "seguridad nacional" que
resulta ridícula y ofensiva. Nos recuerda aquella grulla detenida por espía y
cuyo delito era llevar en la pata un dispositivo para el control de las
migraciones. La Policía la detuvo y la entregó con diligencia a los superiores
para su interrogatorio. No sé si creyeron lo que la grulla contó sobre los
motivos de su viaje a Egipto desde tierras más frías y no sé si alguien la
escupió a la cara o eso se reservan para gente como Ada.
Cada vez es más
evidente la degeneración del régimen egipcio a lo que un periodista del que
nunca más se supo llamo "fascismo social". Se trata de crear un clima
contra todos aquellos que intentan dar una versión distinta o que tienen el
sueño de un país moderno y democrático. Eso implica a las ONG, las feministas, los periodistas, profesores, etc.
Alejados de islamistas y militares, aquellos egipcios que
quieren un futuro de libertades, un mañana que no viva entre desapariciones,
prohibiciones, condenas, etc. se trata de evitar que puedan tener fuerza
suficiente algún día. La estrategia del poder es anularlos y estigmatizarlos
ante una opinión pública acostumbrada a que le hablen del apocalipsis y de las
conspiraciones.
No ha habido bastante, según parece, con la experiencia de
Giulio Regeni. Están poniendo en práctica lo dicho por el presidente El-Sisi:
encarcelar poco y expulsar o impedir la entrada mucho. Si detienes a las gentes,
el escándalo es mayor. Dales una lección, mételes miedo en el aeropuerto y
ya verás cómo hay menos lío. Los que están dentro tienen la amenaza de no
salir; los que llegan de fuera son retenidos en el aeropuerto y humillados,
intimidados por los corteses funcionarios que escupen a la cara, quitan
teléfonos e impiden ir al baño.
Mientras tanto, Carlos Puyol cabalga sonriente a lomos de un
camello, se hace selfies en las pirámides sin ser consciente de la manipulación política de su imagen.
Puyol, por supuesto, no tiene más culpa que la de ir donde le mandan como embajador cervecero del patrocinador de la Champions. Menos suerte tuvo, recordemos, Lionel Messi al donar sus botas para subastarlas para proyectos humanitarios; fue por los medios en un mal entendido ataque de orgullo egipcio.
Las puertas de Egipto están abiertas para algunos; para otros en cambio, el riesgo es grande. Ya sea por la vigilancia desde las embajadas de las actividades que realizas fuera del país o por las que observen dentro, la puerta se abre o se cierra e incluso te puede pillar los dedos o darte en las narices si te descuidas.
Lo que es intolerable en todo esto son las humillaciones que los funcionarios egipcios hacen pasar a las personas que llegan y no les gustan.
Algún día Egipto deberá pedir disculpas a las personas que por querer un futuro mejor que el presente, por ser solidarios con ellos reciben salivazos en la cara o cosas peores. La lista de humillados en el aeropuerto, en la puerta infame, sigue creciendo.
* "US
citizen barred entry to Egypt due to ‘national security’ concerns" Mada
Masr 27/05/2016 http://www.madamasr.com/news/us-citizen-barred-entry-egypt-due-%E2%80%98national-security%E2%80%99-concerns
** HK Hagop
Kevorkian Center - Near Eastern Studies NYU
http://neareaststudies.as.nyu.edu/object/Petiwala_Ada.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.