Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Me
imagino que mucha gente se está imaginando cómo podría ser un mundo capitaneado
por Donald Trump. Puede incluso que Woody Allen pudiera estar preparando un
guión sobre su llegada a la Casa Blanca. Algunos líderes de diferentes países han
formulado algunos comentarios, pero la procesión va por dentro. Más de uno se
estará preguntando ¿Y si sale? Es el
momento en el que la gente empieza a moverse nerviosa en el sillón, que se
vuelve súbitamente incómodo.
Por
ahora le están creando citas imaginarias, que son como ejercicios mentales que
hasta no hace mucho pudieran parecer imposibles, como el que Euronews nos recoge:
Además de renegociar el Acuerdo
sobre Cambio Climático, el virtual nominado republicano asegura que se
entrevistaría con el líder norcoreano Kim Jong Un, en una reunión que daría un
giro a la política estadounidense.
Donald Trump:
“Hablaría con él, no me supondría
un problema hablar con él; y al mismo tiempo presionaría con fuerza a China,
porque tenemos un enorme poder económico sobre China. China puede acabar con el
problema en una reunión o con una llamada de teléfono”
El entorno de Hillary Clinton- su
asesor de campaña Jake Sullivan- ha califica los comentarios de Trump de “sin
sentido” además de “insultantes” para Corea del Sur, principal aliado de
Washington en la región.*
Nadie
se ha atrevido a preguntar a Trump que entiende por "presionar con fuerza a
China", pero no sé si todo el mundo se atrevería a hacerlo. Puede que
desconociera la existencia de Corea del Sur y no haya tenido intención de
insultarla. Quién sabe.
La
posibilidad de un encuentro en la cumbre entre el líder sexy de Corea del Norte
y el líder los Estados Unidos, Donald Trump, puede superar el guión de la
película The Interview, que causó
algunos problemas por gastar bromas con un país tan serio.
Lo
cierto es que el Partido Republicano ha hecho una jugarreta a la Humanidad que
no sé si vamos a poder perdonarle en algún momento de la Historia. Ser
recordado como el Partido que nominó a Donald Trump para la Presidencia de los
Estados Unidos no es algo agradable, teniendo en la historia tantos ilustres
nombres. Pero Trump los borrará todos de la memoria como un ciclón amnésico.
El
papelón de los republicanos es irrepetible por mucho que se esmeren. No creo
que se haya dado una campaña tan poco productiva y más mediática. Son dos
aspectos que han ido de la mano: cuanto mayor eran los disparates, los medios
han dedicado más espacio, unos llevándose las manos a la cabeza y otros
tratando de explicar cómo había que hacer para intentar pararlo.
Ni unos
ni otros han servido de mucho, me temo. Ahora todo quedará en las manos de los
votantes, como debe ser. No por ello hay que dejar de examinar lo que ha
ocurrido aquí, entre otras cosas porque lo que ocurre en los Estados Unidos
acaban repitiéndose en muchas otras partes. La modernidad hace tiempo que llega
de USA y si Trump (el renovador) sale adelante, mucho me temo que vamos a tener
reality para rato.
Los
problemas mundiales de liderazgo solo son comparables con los problemas de
liderazgo mundial. Recogíamos el otro día aquí que ya estaban algunos echando
de menos a Barack Obama como líder
mundial, como líder de Occidente. Hillary Clinton es mejor que Trump, pero
casi cualquier cosa es mejor que Trump.
Como
esos monstruos de las películas de mutantes que se alimentan de aquello que
usan para combatirlos, Trump se ha ido haciendo meriendas y desayunos con todo
lo que le arrojaban. Los candidatos republicanos no pasaban de aspirantes a
premios de feria de barrio mientras que Trump se encargó de despreciarlos y humillarlos. Él es rico y no necesita ir mendigando: mi jet contra vuestros autobuses de campaña.
La BBC
ha recogido los piropos que se han ido lanzando en la campaña esos dos
monumentos a las libertades que son Trump y Vladimir Putin. La estrategia de
Trump ha sido que le compararan con el ruso, entre otras cosas porque Putin ya
había batido a Obama en el campeonato mundial que es la portada de la revista
Forbes. Y a eso Trump y Putin le han sacado mucho provecho.
Putin siempre
juega con blancas y le ha arrebatado a Obama, si no el liderazgo, sí las
iniciativas. Putin tiene muchos problemas, pero —como Trump— los usa para los
demás vean lo poco que le importan. Ahí está la anexión de Crimea y la guerra
de Ucrania como amenaza de reactivación cuando le parezca; ahí está su
comportamiento en Siria apoyando a
Al-Assad y convirtiéndose en el que manda realmente en la zona.
Donde
Obama realiza cincuenta discursos de advertencia, Putin no dice una palabra y
lo hace. Eso le vale la admiración de la parte del planeta que no sabe ruso, pero entiende lo que Putin quiere decir. Un gesto suyo de desprecio equivale a
veinte páginas de discurso de Obama.
Como
personaje televisivo, Trump es hablador. Le toca porque es el aspirante y tiene
que quitar protagonismo. Putin no lo necesita porque en la mentalidad rusa
hablar mucho debe ser signo de debilidad.
En el
artículo de la BBC se señalaba:
La analista rusa Masha Gessen explicó que un
rasgo común entre Putin y Trump es su sentido de "virilidad".
"Trump dijo que si alguien lo golpea
devolverá el golpe 10 veces más duro. Podría estar citando a Putin, que toda su
narrativa personal se basa en golpear diez veces más duro. Además de golpear,
la virilidad se basa en denigrar a las mujeres. Aquí, de nuevo, los dos hombres
dicen las mismas cosas, incluso sobre las mismas mujeres", escribió Gessen
en su sitio web.**
Desde
luego ninguno de los dos es un caballero. De eso no cabe ninguna duda. La Fox
ha montado un show, que ha sido criticado por muchos otros medios, con Trump y
la periodista "ofendida", Megyn Kelly. Las críticas han ido hacia la
cadena y la periodista por adquirir un protagonismo excesivo, pero quizá
coincidían en ello ambos interlocutores. Cuando Kelly quiso preguntar por los
"suyo", Trump se dejó llevar. Gran astucia porque mientras estuvieran
hablando de ella no estaban hablando de él, lo que le permitía quedar como un
caballero. La propia Fox News lo resume así:
Megyn Kelly asked Donald Trump about his
attacks on her following the first GOP debate last August, where Kelly asked
Trump about his offensive comments toward women.
"I thought it was a fair question. Why
didn’t you?" she asked.
Trump responded:
I thought it was unfair. I didn’t think it was
really a question. I thought it was more of a statement. That’s the first
question that I have ever been asked during a debate. And I have never debated
before. I mean, my whole life is a debate, but I have never actually debated
before. And I am saying to myself, 'Man, what a question.' And then, of course, then you have Bret doing
his thing. So I am saying to myself, 'I got two hours of this?' Um, I don’t
really blame you because you are doing your thing. I mean, you have to do your
thing. And from an entertainment standpoint, it was fantastic. You got the
highest ratings in the history of cable television, 24 million people. I give
you credit for it actually. But from my standpoint, I don’t have to like it.
Trump said that looking back, he feels that the
tough questions might have been a positive for him as he moved forward in the
campaign.
"I said, 'If I could get through this
debate, with those questions, you can get through anything.'"
Kelly asked whether his anger toward her in the
ensuing months was "anger" or part of a "strategy."***
El lobo mediático Trump se pone la piel de cordero primerizo.
Y le sale bien porque le permite recuperar su objetivo y desandar los errores. No
solo insultó con vulgar obscenidad a la periodista sino que ahora ella come de
su mano. Si gana Trump, Kelly cantará el Happy Birthday en la Casa Blanca.
El mundo se está llenando de personas que rozan o llegan al
poder cargadas de un infame pragmatismo maquiavélico. Están consiguiendo que
muchos, dentro y fuera de sus espacios, les admiren. Les copian el estilo
(incluso de peinado) y se lanzan con el peor estilo.
Es horrible imaginar los encuentros de un electo Trump con
Kim Jong Un, pero también con Putin, con Erdogan, con Maduro, con Boris
Johnson, que está dispuesto a ser su copia británica, con Marie LePen, con...
Mejor dejarlo.
Echamos de menos la elegancia verbal, la inteligencia bien
entendida, la capacidad de dialogar más allá de la respuesta ingeniosa. Hay demasiada
"comunicación", demasiados mediadores entre la política y los
políticos, demasiado equipo. La
política se ha convertido en un plató lleno de marrulleros que se desafían con
el convencimiento de que van a dar mejor ante las cámaras, que dominan mejor
los trucos retóricos que sus rivales y, en fin, que hacer política es eso.
Echamos de menos políticos de carne y hueso y no de plástico
maquillado; con madurez y cierta sabiduría que surja de su experiencia de la
vida y no de la Wikipedia como último recurso. Echamos de menos personas
sensibles, con emociones sin programar; personas con principios.
Trump es lo contrario de lo que una persona normal querría
para la presidencia de los Estados Unidos o de cualquier otro sitio. Pero la
cuestión es cuántas personas normales quedan.
* "Donald Trump asegura que se reuniría con Kim Jong Un
si llega a la Casa Blanca" Euronews 18/05/2016
http://es.euronews.com/2016/05/18/donald-trump-asegura-que-se-reuniria-con-kim-jong-un-si-llega-a-la-casa-blanca/
** "Los llamativos piropos que no paran de lanzarse
Donald Trump y Vladimir Putin" BBC Mundo 21/12/2015
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/12/151221_llamativos_piropos_trump_putin_parecidos_bm
***
"'Let's Talk About Us': Megyn Kelly Asks Trump About His Attacks on
Her" Fox news 17/05/2016
http://insider.foxnews.com/2016/05/17/megyn-kelly-asks-trump-about-his-attacks-her-lets-talk-about-us
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