Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Egipto
tiene algunos jueces muy peculiares, con sentido de la justicia a tono con su
peculiaridad. Como desde dentro no es sencillo decírselo, hay que aprovechar
desde fuera. Recordamos que el gremio de los jueces ha estado en candelero por
los juicios continuos o por el aplazamiento hasta el infinito de los detenidos,
que se desesperan en las cárceles esperando a que alguien les diga de qué están
acusados y de que algún día se celebre su juicio. Pero los jueces están muy
ocupados con otras cosas, según parece.
Uno de
los jueces más célebres de Egipto, para desgracia de muchos, es el juez Mohamed
Nagy Shehata, más conocido por el "juez de
las ejecuciones", del que ya hemos hablado aquí, por desgracia.
Un juez
bocazas es un mal síntoma porque refleja
el sentimiento de impunidad, de tener la sartén por el mango, de un "aquí
mando yo", que estoy por encima del bien y del mal.
Parece que el juez Shehata se ha ido de la lengua. Eso no tiene demasiada importancia en
Egipto, donde al más bocazas de todos (el que dijo que solo los hijos de los jueces deberían ser jueces, para horror y protesta de los opositores en curso) le han hecho Ministro de Justicia y ahora
se plantean que presida el nuevo parlamento, quizá para darle un poco de
vidilla ya que como sigan buscando apoyos para sostener al "Estado",
es decir, al Presidente, no va a quedar una oposición con la que debatir.
Afortunadamente, algunos grupos han dicho que no se apuntan al
"bloque" laudatorio, aunque alguno ya se les había escapado rumbo a
la coba presidencial y han tenido que sancionarlo.
Los jueces que vienen de la época de Mubarak (casi todos) se creen en la obligación de fustigar a los que intentaron
cambiar las cosas (jueces incluidos). Asñi todo volverá a su cauce.
¿Qué ha
hecho esta vez el juez Shehata? Egypt Independent nos lo cuenta así:
A lawyer has submitted an official complaint to
the Supreme Judicial Council against a senior judge, accusing him of voicing
personal political views during a press interview a week ago, including views
on people detained pending judicial measures.
Lawyer Taha Abdel Galil said Mohamed Nagi
Shehata, the president of the Giza Criminal Court, renounced his impartiality
as a judge and expressed personal, negative views of political movements and
media figures in an interview with privately-owned Al-Watan newspaper.
During the recent interview, Shehata, who is
popularly referred to as the “executions judge” for handing multiple death
sentences to Muslim Brotherhood supporters, described the 2011 uprising against
former president Hosni Mubarak as a “loss”. Abdel Galil contended that such an
opinion “exposed a strong hatred and an egregious bias” against the uprising
recognized by the text of the Egyptian Constitution.
“His excellency labelled political prisoners ‘swindlers’
and ‘liars’ though they are still prosecuted before him,” Abdel Galil said in
his complaint. “He said they are always claiming to be tortured (by police)... deeming
the allegations as lies that are designed to tarnish the Interior Ministry,”
the lawyer added, pointing out that Shehata’s argument contradicts the fact
that the judiciary is already prosecuting police officers over torture charges.
The lawyer said Shehata’s reference to the
April 6 Youth Movement as the “Satan 6” also represented a “prejudice” against
group members who are tried in his own court.
According to the complaint, Shehata expressed
an “intense animosity” towards members of the outlawed Muslim Brotherhood,
though many of them are prosecuted in his court.*
Como presumiblemente no habría bebido alcohol, habrá que
suponer que lo que ha dicho le ha salido de su estricto sentido de la justicia.
No es de extrañar que con esas opiniones, se pida su recusación en cualquier
otro juicio a personas que entren en su amplio listado de fobias personales.
El poder mal entendido es esto: la imposición de las fobias,
su conversión oficial en "justicia". Cuando las autoridades egipcias
se quejan de que hay "intolerables injerencias" en las decisiones de
su justicia, hay que acordarse del juez Shehata y de su sentido de la Ley. Cada
vez que el ministro de Exteriores lamente escuchar lo que dicen desde la ONU a
las asociaciones de Derechos Humanos, nos acordaremos de este ecuánime juez.
Incluso se lo recordaremos al ministro, como muestra de imparcialidad.
Por supuesto, el juez ha negado haber dicho esas
barbaridades retrógradas y condenatorias de una Revolución sobre la que se
dicen cosas tan bonitas en el preámbulo de la Constitución votada por los
egipcios. Lo malo es que los periodistas de Al-Watan
dicen que tiene la grabación con la voz del juez en la entrevista.
¿Pero qué es eso si tienen que ir ante otro juez a probarlo?
Pues poca cosa.
Mada Masr ha
recogido los efectos de las declaraciones con el irónico título " The
notorious judge and the statements he never made". Señalan las reacciones del juez:
In a phone-in on Dream TV, Shehata denied making comments to the newspaper, in which
he reportedly criticized certain media personalities, the Court of Cassation
and the January 25 revolution.
“If this is really my opinion,” the judge
asked, “would I just express it like that?”
Shehata said he generally respects journalists,
but added that he knows nothing about the comments published in the interview.
“There is no way I can make comments on media
personalities,” he asserted.
His retraction was welcomed by host Nashaat al-Meehy,
who thanked the judge and said he was “extremely happy that the judicial
authority doesn’t express its political opinions.”
Shehata maintained the interview was conducted
around general topics, specifically the video “The Execution of a Nation,” which
criticizes the mass death sentences he’s handed down.
In response, Al-Watan newspaper published a statement maintaining it abided by
principles of accuracy and objectivity when reporting on Shehata’s statements.
The newspaper added that it had omitted other
comments Shehata made on the Court of Cassation, “which would have ignited
sedition among judicial institutions.”**
¡Menos mal que no lo sacaron todo! Es una buena estrategia cuando se tienen las pruebas en la
mano. Se deja que el interesado lo niegue todo y se saca una segunda andanada.
De esta forma se lía él solo con sus contradicciones. Es la mejor forma de
actuar en estos casos. Ahora habrá que ver si con eso es suficiente para
recusarlo, algo que no será sencillo —no porque él lo niegue—, porque es la
línea que está predominando en Egipto a la vista de las sentencias. No hay
mucha justicia para los que han
quedado en medio de islamistas y militares o para los que dicen lo que ven.
Egipto los borra de su memoria, como se tiró el muro de la AUC, en el que
estaban los recuerdos gráficos de las luchas de 2011. Queda por ver si este año
morirá, como Shaimaa al-Sabbagh, algún pacífico manifestante que lleve flores a
Tahrir. Todavía espera justicia.
Se dice que por la
boca muere el pez. El juez Shehata desgraciadamente ha hablado así porque
se siente suficientemente seguro como para hacerlo. Lo que dice es lo que
piensan otros que han ayudado a traer de nuevo el régimen de Mubarak
sancionando de forma continua a los que contribuyeron a su caída. La duda que
nos queda es si alguna vez realmente cayó o si fue solo una ilusión, un
espejismo en el desierto.
*
"Lawyer launches complaint against 'executions judge' over biased
political comments" Egypt Independent 20/12/2015
http://www.egyptindependent.com//news/lawyer-launches-complaint-against-executions-judge-over-biased-political-comments
**
"The notorious judge and the statements he never made" Mada Masr
13/12/2015
http://www.madamasr.com/news/notorious-judge-and-statements-he-never-made
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