viernes, 11 de diciembre de 2015

Las rutas mentales a la violencia

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La globalización de los efectos del terrorismo, es decir, su deslocalización y reparto como amenaza a la totalidad del mundo —con la excepción del espacio controlado por el Estado Islámico— ha hecho que se aceleren los intentos de comprensión de los mecanismos de la radicalización. Ya no son solo los distintos caminos para la acción, las rutas de los desplazamientos. A las rutas físicas (si vienen por Turquía o salen de Bruselas), le sigue ahora el interés por las rutas mentales, los caminos hasta los núcleos en los que se toma la decisión de matar.
Este proceso es complejo y diverso, como se puede comprobar en cada nuevo caso. Ahram Online publica un artículo, titulado "Profiles of radicals reveal numerous paths to extremism", en el que se señala:

For some, the turn to Islamic extremism begins with a Google search, for others a stint in prison. Most of those who embrace such beliefs are young men, but not all. Many are loners or outcasts, while others leave behind family and friends who are shocked by their transformation.
The attacks in Paris and California have many wondering how seemingly ordinary people, many from prosperous Western countries, become radicalized. While certain patterns exist, there are enough outliers to confound law enforcement and make it impossible to anticipate every attack.*


A continuación, el periódico realiza un recorrido por ocho casos de extremistas, casos de Alemania a Jordania, de Siria a los Estados Unidos, en los que los casos no constituyen un patrón, sino que muestran caminos diversos.
Lo primero que comprendemos es que está es la primera guerra de la Sociedad Digital de la Información. Al igual que hubo diferencias enormes entre lo que fueron las dos guerra mundiales, dominadas por prensa y radio, mientras que el proceso que va de Vietnam a la Guerra del Golfo estuvo dominada por la televisión esencialmente, la nueva situación está dominada por los efectos de la emergente sociedad de la Información, definida por la digitalización y las redes. La digitalización implica la conversión de los lenguajes a uno, el binario, capaz de circular a través de los bits de información por lo que constituye el vehículo de distribución, las redes. Estas últimas son redes de transmisión que crean las redes sociales. De las primeras se ocupan ingenieros e informáticos; de las segundas, sociólogos, antropólogos, mediólogos, polítologos, psicólogos sociales, etc. De la conjunción de ambas surge nuestro escenario cultural global.


Y en él surge una nueva forma de guerra y de terrorismo. Ambos fenómenos se conjuntan con la globalización, como formas de violencia localizadas —las guerras— y dispersas —los ataques terroristas— y globales —la violencia informativa de la propaganda y demás formas de agresión simbólica—.
En este contexto, el perfil del yihadista combatiente en el frente de Siria, por ejemplo, puede ser muy diferente que el del terrorista suicida que atenta en un maratón en Boston o en una playa de Túnez ametrallando a sangre fría a los turistas. Es diferente también el perfil del que actúa solo o el del que actúa en grupo; el del que actúa con su hermano, como los de Boston, o el del matrimonio de San Bernardino. Es diferente el del que dispara en la nuca del que se hace estallar.
Los que pueden ser similares son los fundamentos ideológicos de los que parten, su visión del mundo. Es de ahí de donde salen los fundamentos sobre los que se toman posiciones en el mundo. Y esas raíces creo que son conocidas desde hace mucho. No se combaten; solo sus consecuencias: la violencia.
El tratar de separar estos procesos violentos de una forma perversa de entender la religión es un error grave ante el que muchos se están empezando a rebelar. No sirve de nada negar el fundamento religioso de unas raíces puristas, salafistas, wahabíes o de otra modalidad. Condenan el mundo "moderno" después de escuchar un fondo de coros persistente durante muchos años, de llamadas al alejamiento de la modernidad, negándola y convirtiéndola en el enemigo.


Que no sea lo que muchos millones de musulmanes en el mundo creen, no significa que no forme parte de ese camino al que llegan unos llegan a través de procesos guiados en los que creen encontrar la esencia del mensaje verdadero y, como contrapartida, la falsedad y el error en el que los demás viven. Muchos musulmanes defiende su visión del islam como religión de paz; pero eso solo no frena a los que la ven de otras maneras que están ahí desde hace mucho tiempo.
Como todo fanatismo, se llega a él a través de un proceso de eliminación de posibilidades ante la vida, a un punto en el que la verdad se hace evidente y única al que la contempla. Los demás, lo sepan o no, son víctimas o agentes de la mentira y el mal. Contra ellos dirigen su ira.
¿Qué combaten realmente? Es la pregunta que se enmascara constantemente. No se combate a los Estados Unidos o a Occidente, a Francia o a Inglaterra, los que se sabe que no se puede vencer o conquistar en un sentido convencional. Contra lo que realmente se está combatiendo es la posibilidad del acceso a la modernidad en el mundo árabe y otros países de corte islámico. Se combate por el poder, por la voluntad de verdad. Es la coacción del discurso; la palabra que tapa otras palabras, reduciendo la libertad de los demás. Para los fanáticos, no hay libertad de pensar de otra forma. Y no la hay porque la libertad no existe, solo la voluntad de Dios, que es la ellos siguen.


Por eso, negar el carácter religioso, incluso teológico, del extremismo de los terroristas es un error muy grave. Que se incurra en visiones nefastas e infames (como la de Trump) o errores de percepción políticamente incorrectos, que hay que corregir, no es óbice para que se analice esta raíz teológica excluyente que está en la base de la acción. Cuando has llegado a la "verdad", ni tú ni los otros importan, ni amigos ni enemigos.
Hay algo obvio: solo se llega a matar o al autoritarismo a través de un proceso, que puede ser positivo o negativo, de carácter religioso. Se llega a él por la profundización errónea en el mensaje, por su falta de actualidad o sentido, etc., también por la vía de la negación, que es el rechazo a todos aquellos a los que se les niega su existencia si no comulgan con las mismas verdades.
A diferencia de muchos que iban a luchar "por sus países" y solo tenían como enemigos a los enemigos de sus países, esta guerra es contra los que no piensan de la misma manera y no viven de la misma manera. Ese es el patrón que todos ellos tienen por más que hayan llegado por vías muy diferentes. Es una combinación de adhesión y rechazo. Ya se haya llegado por la inmersión personal o por la captación, la influencia familiar o social, los medios (hay canales islamistas de televisión bombardean a las audiencias de Oriente medio desde hace décadas desde países que han mirado para otro lado y son "amigos"), etc. esto se combina por el rechazo, el odio dirigido hacia el otro diferente. Y eso lo hace alguien, un director espiritual, un enrutador del sentimiento de agravio, las frustraciones, de todos los sentimientos negativos que en cada sujeto se pueda manipular para conseguir los objetivos. Los islamistas han sido maestros en este arte de la seducción y han desarrollado esos modelos de captación diciendo a la gente lo que quiere escuchar, redirigiendo sus limitaciones y fracasos hacia el exterior, hacia los que es fácil responsabilizar. Y ese sentimiento es muy intenso: la culpa de todo la tienen los otros.


Los "otros" son los responsables de la decadencia, de la mentira imperante en el mundo, de la injusticia... Todo eso que se ve no es responsabilidad de la desidia, de la corrupción de gobiernos, del despotismo, etc. La culpa la tienen los "otros", los que piensan de otra manera. Cuando se tiene un mal gobernante, este es un títere de los otros. Cuando se tiene un buen gobernante, los aviones se caen solos y no se puede cuestionar.
The Washington Post cierra su artículo sobre los avances en la investigación de la pareja terrorista de San Bernardino:

The husband-and-wife duo “were radicalized for quite a long time before their attack,” he added. This follows earlier statements by investigators that the couple had been adherents of a radical strain of Islam long before the massacre.
Farook, a 28-year-old county health inspector, and his Pakistani wife, Malik, 29, had begun communicating online, Comey said. It was during these communications that they began discussing jihadist thoughts, long before Malik traveled to the United States and they got married.
“And online . . . as early as the end of 2013, they were talking to each other about jihad and martyrdom before they became engaged and then married and lived together in the United States,” Comey said during his testimony.
This radicalization appears to predate the rise of the Islamic State, the terrorist group that in 2014 formally declared a caliphate in parts of Iraq and Syria.
“I think that there is evidence of radicalization in the case of Farook that went back years. The same may exist for Malik, so this was something that I believe in both cases may have predated the rise of ISIS,” Rep. Adam Schiff (D-Calif.), ranking member of the House Intelligence Committee, said Thursday.**


El Estado Islámico no es el origen sino la consecuencia —no causa, sino efecto— de la radicalización. Habrá un enganche de nuevos radicales que sigan al Estado Islámico, como el matrimonio declarándole su lealtad. Pero lo hacen a aquellos que se ofrecen a materializar sus ideales y exterminar su fobias.
Lo hemos señalado varias veces: el mundo musulmán está padeciendo los ataques a aquellos que trataban de modernizar el pensamiento religioso o vivir al margen. Ha sido a estos a los que se ha perseguido, como Nasr Hamid Abu Zaid, el intelectual y profesor egipcio que trato de abrir nuevos caminos interpretativos que introdujeran la modernidad en la lectura de los textos religiosos. Pero fue al que se persiguió en los tribunales, al que se le difamó y exilió. Fueron los islamistas los que le persiguieron, pero también la complicidad de los jueces de Mubarak que jugaron políticamente a dar a las masas piadosas un enemigo del pueblo y de Dios. 


El islam paga haber eliminado a aquellos que ponían su intelecto frente a los fundamentalistas, frente a los negadores de la convivencia, la modernidad y la tolerancia. De esa manera, el radicalismo se convertía en discurso único, hegemónico, el discurso de la intolerancia, el de la radicalidad excluyente. Los que se oponían fueron sacrificados por los poderosos; los que se oponían comprendieron que su camino intelectual solo podía esconderse del acoso de los islamistas y piadosos oficiales, que muestran sus méritos persiguiendo reformistas acusándolos de apostatas y lanzando fatwas pidiendo a todo buen musulmán que acabe con ellos allí donde se encuentren. Hoy se recoge esa cosecha. El cuerpo, sin defensas, enferma al mínimo contagio; la infección avanza destruyendo todo. 
Hoy, los mismos que persiguieron a los liberales y laicos, a los reformistas religiosos, persiguen a los islamistas y se presentan como las vías moderadas, como defensores de una "libertad" y ortodoxia. Son ellos los causantes de este mal que será difícil de erradicar. Lo son por sus oscuros pactos y alianzas, por dejar atacar y eliminar a los que denunciaban a la vez la opresión en sus países y el crecimiento del fundamentalismo. Los radicales les hicieron el trabajo sucio al librarles de los críticos, de los que defendían libertades y convivencia.
Las rutas mentales a la violencia son muchas. Pero si todos los caminos llevan a Roma es porque todos los caminos salen de Roma.



 * "Profiles of radicals reveal numerous paths to extremism" Ahram Online 10/12/2015 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/2/9/173124/World/International/Profiles-of-radicals-reveal-numerous-paths-to-extr.aspx

** "San Bernardino shooting investigation expanding to larger network of people" The Washington Post 10/12/2015 https://www.washingtonpost.com/world/national-security/san-bernardino-shooting-investigation-expanding-to-larger-network-of-people/2015/12/10/d3eb6ae4-9f7e-11e5-8728-1af6af208198_story.html?hpid=hp_hp-top-table-main_sanbernardino-750pm%3Ahomepage%2Fstory






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