Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Los
objetivos del terrorismo siempre van más allá del atentado que producen. Tratan
de conseguir el máximo de beneficio despertando el miedo y la división social.
El terrorismo del radicalismo religioso tiene como objetivo complementario
sembrar la discordia religiosa enfrentando a los grupos. El gran éxito del
terrorismo islamista —lo hemos dicho muchas veces— es provocar la islamofobia,
ya que de ese rechazo saldrá la ruptura de la convivencia y surgirán nuevos
odios que podrán ser aprovechados.
Cada vez
que un musulmán se siente inseguro solo por serlo y padece el recelo o los
ataques sin más causa que sus creencias, se está allanando el camino a las
futuras radicalizaciones. Todo extremismo religioso repudia la mezcla, la
convivencia. Necesita del gueto y del apartheid para controlar totalmente a los
que considera cultural e históricamente suyos.
El
radicalismo, las persecuciones, la pobreza, etc. han hecho moverse a millones
de personas que viven en primera, segunda o tercera generación, a veces más, en
otros países en los que no han tenido problemas. Pero ese agravamiento de los
conflictos, la realización de atentados, provoca los rechazos injustos hacia
comunidades que no participan de esas visiones radicales y que muchas han
abandonado sus países para huir de ellas. Ahora, sin embargo, se encuentran
metidos en el mismo saco que aquellos de los que huyen.
The
Washington Post recoge hoy un caso especial de discriminación: la de los médicos
musulmanes en Estados Unidos. Señala el diario:
The first study to examine religious identity
and workplace discrimination against American Muslim doctors found that nearly
half felt more scrutiny at work compared to their peers, and nearly one in four
said they experienced religious discrimination during their careers.
Almost 10 percent of the physicians said
patients had refused their care because they are Muslim, according to the new
study.
These experiences predate the anti-Muslim
rhetoric that is now being voiced most loudly by GOP presidential front-runner
Donald Trump -- which makes the
physicians' accounts all the more concerning, the study's lead author
said Thursday.
"This is significant, and that is before
Trump," noted Aasim Padela, an emergency medicine doctor at the University
of Chicago.*
Por muy perversa que esté resultando la campaña electoral
norteamericana, arrastrada por un personaje como Donald Trump y la escalada de
violencia del terrorismo islamista, la cuestión no empieza ahora. La encuesta
tampoco dice mucho por sí misma, porque debería contrastarse con otras formas
de discriminación posibles de los pacientes estadounidenses, que seguro que las
hay. Solo así tiene un verdadero valor, pero eso no quita para que deje de existir la discriminación.
El mayor interés en que esa brecha se amplíe lo tienen los
islamistas, no solo los del Estado Islámico, sino todos los que lo utilizan a
diario en la prensa, emisoras y mezquitas como un signo de la persecución a la
que están sometidas. Pretenden con esto ampliar las distancias entre
comunidades y evitar la fuga de aquellos que sueñan con un mundo distinto al
que poder escapar por motivos diferentes.
Recuerdo que aquí tratamos el caso de una niña de origen
egipcio, participante en un concurso de canto, cuyos padres habían emigrado a
los Estados Unidos porque querían unas vidas más libres, menos condicionadas
para sus hijas. Pensar que estas personas puedan sentirse hoy amenazadas o
incómodas es una triste ironía. Fueron allí buscando más libertades y se
encuentran como primeras víctimas de una radicalización que provocan aquellos
de los que huyen y en la que caen los que son azuzados por personas como Trump y
muchos personajes del integrismo religioso norteamericano, grupos de la
"supremacía blanca", etc. que buscan la discriminación racial o
religiosa de la que la sociedad no se acaba de librar.
Se está incurriendo peligrosamente en los mismos males que
se denuncian: la intransigencia y el sectarismo. La experiencia que se recoge
ahora de los médicos musulmanes en los Estados Unidos puede ser comparada con
la que padecen en algunos países los médicos cristianos, que quedan condenados
a atender a los pacientes de su misma religión, algo bastante triste. Aquí
analizamos este caso a través de las denuncias que los propios médicos realizaron
en la prensa egipcia, en la que señalaban que en los casos de la ginecología,
los médicos cristianos se veían postergados a tratar a su comunidad. Lo
denunciaba en Egypt Independent el doctor y divulgador de la salud Khaled Montasser
en su artículo "A Christian also
has the right to become a gynecologist" (ver entrada del 21 de mayo 2015).
Cuando nos enfrentamos a fenómenos como el terrorismo y el
totalitarismo fanático, como es el caso del islamismo y el Estado Islámico, es
frecuente escuchar a la gente decir que "no quieren cambiar su forma de
vida". Sin embargo, es sorprendente lo fácilmente que se cambia la forma de pensar en muchos casos. El
miedo y sus voceros hacen que se pierda la perspectiva de los valores que
sustentan la forma de vida, en especial, los de la convivencia y la justicia.
Una forma de vida no es un acto individual sino un estado posibilitado por las
relaciones sociales, algo construido entre todos. Si esa forma de vida se
ampara en la exclusión de los demás, no es más que un ejercicio retórico en el
que los privilegios de unos se toman ilusoriamente como fundamentos sociales.
Son derechos que se niegan a unos pero de los que otros disfrutan.
El caso de San Bernardino, con el matrimonio yihadista y la
matanza perpetrada por ellos, ha servido para desencadenar muchos miedos en
Estados Unidos.
La reacción de Donald Trump, diciendo que había que impedir la
entrad de musulmanes en Estados Unidos, que le ha valido la condena de mucha
gente pero el aplauso de otra, es la punta del iceberg. The Washington Post
incluía el otro día un artículo con un titular irónico: "Mapa de los
países en los que no se puede entrar por motivos religiosos". Cuando uno
entraba en el artículo se encontraba con un mapa en blanco. Era la forma
gráfica de representar el despropósito de Trump prometiendo no dejar entrar
musulmanes. Otros ironizaban sobre los negocios que Trump tiene por países de
Oriente Medio, no precisamente los más liberales, diciendo que no le
preocupaban los musulmanes que tuvieran los "bolsillos bien llenos".
Hasta los "amigos" saudíes han llamado una "desgracia" a
Trump y uno de sus príncipes lo ha calificado "como vergüenza para el Partido
Republicano y para América". Me temo que se queda sin campo de golf allí.
Combatir el extremismo y el fundamentalismo religioso con
más radicalismo es realmente una mala estrategia. Hará volverse a casa a los
que se sientan perseguidos y volver a caer en manos de los radicales, que les
utilizarán como ejemplo de lo mal que trata Occidente a los musulmanes. El
miedo se convierte en el centro de la sociedad: los unos excluyen por miedo;
los otros viven con el miedo de ser discriminados. Cuando ese estado se
prolonga se producen muchos problemas. A corto plazo es la discriminación y el
riego violencia, pero a medio y largo la consecuencia es la separación de las
comunidades y la cronificación del
conflicto.
Una vez un salafista me hizo bajar de un taxi porque iba
acompañado por una amiga egipcia que iba sin velo. No quiero que esto ocurra en
mi sociedad ni en las que constituyen nuestro entorno. Forma parte de nuestra
forma de vida y de pensar el respeto a los que no tienen culpa de nada.
Los médicos musulmanes que se sienten discriminados por
pacientes no son culpables de nada y padecen lo que otros hacen. Hay quienes
les incitan a hacerlo, sembrando y alentando estas conductas discriminatorias.
La base del extremismo religioso es siempre la misma: azuzar
la separación entre comunidades, crear sectarismo. Forma parte de la estrategia
del Estado Islámico y de los grupos integristas alejar las comunidades para
controlarlas mejor. Es un principio de las sociedades abiertas, en cambio,
fomentar la convivencia y la extensión de los derechos a todos con
independencia de cualquier consideración discriminatoria.
Lo que en, en efecto, es vergonzoso es que una campa
electoral sirva para sembrar la intolerancia. Si al mal hay que sumarle la
intransigencia y la discriminación, el mal que se hace al sistema es grande.
Frente a los objetivos militares, el Estado Islámico está
consiguiendo otro: que los Estados Unidos y Europa estén girando hacia partidos
xenófobos, como ha ocurrido en Francia estos días o en Suiza, junto a los casos
anteriores de giro hacia la extrema derecha. Lo hemos señalado a menudo porque
es uno de los mayores riesgos que se corren con consecuencias durante décadas.
En Egyptian Streets se publicó hace unos días un artículo
señalando precisamente este objetivo del Estado Islámico:
A significant number of parties in Europe are
against the European Union’s immigration policy and, with this most recent
attack, their voices will definitely be heard, much to ISIS’ pleasure.
As many Muslims praised Europe’s acceptance of
war-fleeing Syrians compared to Gulf countries’ lack of compassion, a situation
where the West is seen as a savior rather than an enemy is undesirable for
ISIS.
Instead, ISIS seeks to create a unified,
uniform enemy to facilitate the spread of the terrorist group’s message and the
pinpointing of its targets.
An article called “Eliminating the Grayzone” in
ISIS’ English-language magazine Dabiq highlights this mode of thinking. In it,
the group calls for dividing the world into two groups: The camp of Islam
(represented by ISIS) and the camp of the West.
For this to happen, the author calls for the
elimination of a grayzone where Muslims and the West coexist. He gives Muslims
the option between “apostatizing to the infidel version of Islam in the West or
migrating to the Islamic State.” He states that the aim of the Islamic State is
to “further the division of the world and destroy the grayzone everywhere.”
The purpose of the attacks in Paris wasn’t
solely to inflict fear in the hearts of the French but also to antagonize them
by fueling their hate towards Islam and Muslims, thereby furthering their
vision of the elimination of the grayzone.
ISIS wants far right parties, infamous for
their anti-Muslim agenda, to gain popularity throughout Europe and to
ultimately dictate its foreign policies.**
Esto no es una novedad. Durante siglos, los teólogos
islámicos debatían si los musulmanes podían
vivir en países que no estuvieran dirigidos por musulmanes. La contestación,
como nos recuerdan los historiadores, era "no". El tiempo y las relaciones internacionales
fueron haciendo más difícil impedirlo y las mentalidades cambiaron. Hoy vivimos
en un mundo globalizado y con derecho internacional, lleno de relaciones
económicas, políticas, culturales... El Estado Islámico, en su ortodoxia, trata
de crear un mundo al margen del tiempo y del resto del mundo borrando esa
"zona gris" de la vida en común, crear un mundo en blanco y negro en
el que el enemigo esté enfrente, separado por abismos y al que nadie se pueda
dirigir. El planeta serían dos grandes cárceles en las que estarían
"ellos" y "nosotros" a la espera del asalto definitivo, de
la gran batalla.
Los islamistas egipcios no querían que médicos cristianos
tocaran a sus mujeres o que se pudieran realizar transfusiones de sangre entre
pacientes de diferentes religiones. Ahora le toca padecer esto a una parte de los médicos
musulmanes en los Estados Unidos.
No se debe caer en
los extremismos para combatir al extremismo. Se acaban realizando acciones que benefician a los fundamentalistas en sus objetivos. Los hay que quieren que el mundo sea siempre blanco o negro. Pero el futuro esta en esa zona gris de libertades y convivencia.
*
"American Muslim doctors feel greater scrutiny, even patients’
suspicions" The Washington Post 11/12/2015 https://www.washingtonpost.com/news/to-your-health/wp/2015/12/11/american-muslim-doctors-feel-greater-scrutiny-even-patients-suspicions/?hpid=hp_hp-more-top-stories_muslimdoctors-1042pm%3Ahomepage%2Fstory
**
"The Importance of an Anti-Muslim Europe for ISIS" Egyptian Streets
14/11/2015
http://egyptianstreets.com/2015/11/14/the-importance-of-an-anti-muslim-europe-for-isis/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.