Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Los
titulares se repitan en parte de la prensa turca: "¡Me han sentado a la
mesa con un golpista!" (Takvim)
y uno similar en el diario Sabah. La
persona que clama contra el golpismo es ese liberal por los cuatro costados que
es Recep Tayyip Erdogan y se refiere, evidentemente, a uno de los grandes
fiascos de su carrera política: la salida del poder de su amigo Mohamed Morsi y
la cofradía de los Hermanos Musulmanes, esa ONG que se dedica a la caridad sin
mirar a quien.
La
prensa turca recoge el desaire de Erdogan, boicoteando el banquete ofrecido por
Ban Ki-moon ofrecido a los mandatarios de los países que han asistido a la
Asamblea General de la Naciones Unidad por sus problemas con Egipto y su presidente. No fue desde luego, muy
acertado sentarlos en la misma mesa, con Jakob Zuma por medio, barrera
insuficiente para tanta enemistad. Pero fue Erdogan el que perdió al no
sentarse:
President Recep Tayyip Erdoğan had refused to
attend a luncheon hosted by UN Secretary-General Ban Ki-moon after learning
that he was assigned to the same table as Egyptian President Abdel Fattah
al-Sisi, a news report said on Friday.
Erdoğan was due to be seated at the same table
with Ban and US President Barack Obama, as well as Sisi. South African
President Jacob Zuma was to sit between Erdoğan and Sisi, the report, published
by private broadcaster NTV, said.*
Los últimos
asientos vacíos más famosos fueron la silla vacía a la que Clint Eastwood se
dirigió como si estuviera sentado el presidente Obama en la última campaña en
la convención republicana y el asiento vacío en el avión que salía de Rusia
rumbo a Cuba en el que se suponía que debía viajar Edward Snowden. Ahora
tenemos un tercer asiento vacío: el que dejó libre Erdogan por negarse a
sentarse a la misma mesa que al-Sisi. Una ofensa para los demás invitados entre
los que, por cierto, se encontraba el Rey de España en su estreno en la ONU.
La 69 asamblea
de la ONU en Nueva York ha servido para que Erdogan haga una exhibición de
histrionismo y malas maneras como suele ser habitual, ya sea contra los turcos
que nos están de acuerdo con él, las series de televisión griegas que aborrece,
las redes sociales y, en el extranjero, especialmente, contra el gobierno
egipcio, al que acusa de golpista por quitar de en medio a otro santo de la política como Mohamed Morsi.
Erdogan sigue enfadado y como quiere estar en el poder hasta el fin de sus
días, seguirá enfadado toda la vida.
Para
Erdogan —hay que explicarlo— lo que le preocupa de Egipto no es el bienestar de
su población, los derechos humanos, la libertad de expresión, el
encarcelamiento de revolucionarios, no. Eso no le preocupa demasiado porque si
lo hiciera miraría algunas de las cosas que ocurren en esa finca en que ha
convertido Turquía. Lo que le preocupa realmente es que todas esas cosas no las
pueda hacer su amigo del alma y correligionario de la internacional islamista,
Mohamed Morsi. Con los Hermanos Musulmanes le hubieran parecido razonables.
Si Recep
Tayyip Erdogan hubiera protestado entonces, entenderíamos que le preocupaba
algo Egipto y el destino de los egipcios. Pero como solo se queja de la salida
del poder, a la brava, de Morsi, pierde credibilidad como liberal y persona preocupada por los derechos humanos.
Sencillamente, no se lo cree nadie.
Erdogan
ha aprovechado su intervención en la ONU para atacar directamente a Egipto y a su
presidente. Cuando le sube la bilirrubina, Erdogan se pone frenético y así ha
aprovechado para representarle la prensa egipcia. Es interesante ver las dos
caras de la moneda, es decir, como representan los dos países a los jefes de
estado en las portadas de sus periódicos y en las fotografías que ilustran sus
reportajes.
La
prensa egipcia muestra un Erdogan chillón, a punto de infarto, gesticulante y
salpicando a los países de las primeras filas, a riesgo de crear más tensión internacional.
Por supuesto, la prensa egipcia nos muestra a un presidente Abdel Fattah
al-Sisi impecable, recién salido de la ducha, y con esa sonrisa beatífica de no
haber roto un plato que le caracteriza.
Hoy
mismo, Ahram Online nos cuenta lo que
los egipcios han hecho con la página de Facebook de Erdogan:
Hundreds of Egyptians posted hostile comments
on the official Facebook page of Turkish President Recep Tayyip Erdogan on
Friday after he criticised Egypt’s president during his speech to the UN
General Assembly.
Egyptians users wrote “long live Egypt” “Viva
Sisi” and insulted Erdogan in Arabic and English in comments attached to
official posts on the page on Friday.
Some Egyptian users even called for a boycott
on Turkish products in their comments.**
Las fotografías sonrientes de Erdogan y ese fondo azul suave
que los psicólogos de la comunicación dicen que transmite confianza y
liberalidad por su asociación con los cielos limpios han tenido que aguantar
los comentarios enfadados de los egipcios que no toleran que se metan con su Sisi
ni que le llamen golpista. Mucho menos, claro, que regrese Morsi, algo que solo
piden los acólitos y Erdogan. Reino Unido planteó una investigación para
sacarlos del país por si realizaban actividades ilícitas en su suelo (¿en qué
quedó el asunto, por cierto?) y Qatar, su principal valedor, se los está
quitando de encima y planea una reconciliación con Egipto. Con lo cual a los
islamistas de Morsi les quedará Andorra la Bella y poco más, aunque como dice
Pujol, ya no saben guardar secretos y es poco segura.
La asamblea 69 de la Naciones Unidas y las reuniones
posteriores en Nueva York han estado marcadas por lo que está ocurriendo en
Irak y Siria. Ya vimos el otro día que la postura de ambos países, Turquía y
Egipto, coincide en su reticencia —por motivos muy distintos— a participar en
la coalición contra el Estado Islámico. Son los países grandes que enmarcan el
conflicto por el este y el oeste. La diplomacia norteamericana los necesita y
eso es bueno y es malo porque les permite a ambos buscar los lavados de imagen
de sus problemas internos. En las relaciones internacionales los favores se
pagan y si el mercado está como está, se pagan muy bien. Hoy, el mercado de la coalición está por las
nubes, en una burbuja en la que las condiciones que se piden por sumarse pueden
llegar a ser espectaculares. Cada adhesión puede costar mucho a la comunidad
internacional y a los pueblos que verán cómo sus esperanzas de tirones de
orejas exteriores se pierden. Los de Human
Rights Watchers, por ejemplo, se han quejado de que la visita de al-Sisi a
Estados Unidos no se haya aprovechado para recordarle la preservación de los
derechos humanos, como recoge la propia prensa egipcia. Eso significa que
algunos de los que se sumen tienen un cierto compromiso de que se mirará hacia
otro lado en algunas cuestiones y que pueden aprovechar para resolverlas.
La indignación de Erdogan proviene de ver cómo al-Sisi es
agasajado por Washington cuando él esperaba serlo en exclusiva. Pero nadie
entiende el papel de Turquía en todo esto, más allá de recibir a los refugiados
porque no tiene otro remedio.
Acabo
de ver las imágenes de los kurdos rompiendo las vallas que separan la frontera
turca con Iraq para ir a luchar y tratar de recuperar sus pueblos, invadidos y
masacrados por los asesinos del Estado Islámico. Nos dicen en Euronews que acusan a Turquía de estar
del lado de los asesinos de sus gentes.
Cientos de kurdos turcos y sirios han
irrumpido en la frontera entre los dos países rompiendo una alambrada a cerca
del puesto fronterizo Mursitpinar. Han logrado entrar en Siria, en respuesta a
la llamada del Partido de los Trabajadores del Kurdistán para defender la ciudad
estratégica de Ain al-Arab contra los yihadistas. Las fuerzas kurdas acusan a
Ankara de apoyar a la organización del Estado Islámico.
Por su parte, el presidente turco ha
reiterado la necesidad urgente de asegurar la frontera:
“Hay que tomar tres decisiones importantes.
La primera es instaurar una zona de exclusión aérea para mantener en ella la
seguridad. En segundo lugar, debe establecerse una zona de seguridad dentro de
Siria. Y en tercer lugar vamos a cooperar en materia de entrenamiento y aporte
de suministros, dijo el jefe de Estado turco a su regreso de la Asamblea
General de la ONU en Nueva York”.
El Parlamento turco estudiará el próximo 2 de
octubre si apoya el operativo militar internacional contra el Estado Islámico.***
La
actitud de Ankara ante el conflicto en Siria ha sido bastante extraña desde el
principio. Es extraño el caso de los diplomáticos turcos retenidos y después
liberados sin que se sepa muy bien por qué ni cómo, mientras que el Estado
Islámico retiene todos los rehenes extranjeros para su propaganda y seguir
practicando asesinatos infames para intimidar. Era la excusa para no
intervenir. ¿Y ahora? Decían que no negociaban, pero luego resultó que sí, pero
solo un "poquito".
Hace
unos días recogíamos comentarios de prensa en los que se veía desde la frontera
a los del Estado Islámico allí mismo, patrullando y con sus banderas visibles.
Los kurdos han tenido que echar abajo las alambradas —como muestran las
imágenes de Euronews— para poder regresar a defender a sus familias, a los que
han quedado atrás. Han tenido que hacerlo por la fuerza y ser atacados con
cañones de agua y gases. Una reacción extrema, quizá por parte del gobierno de
Erdogan. Parece que por la frontera turca los únicos que no tienen problemas
para pasar son los yihadistas.
La
cadena norteamericana ABC señala las acusaciones de los kurdos contra Turquía:
Kurdish leaders have warned that the discord
could kill a peace process to end a bloody three-decade conflict over Kurdish
autonomy in Turkey. Their followers go even further, accusing Turkey of
supporting ISIS and using it to attack Kurds. Those claims persist despite
Turkey's participation in a coalition against the Islamic State group and
suggestions this week by President Recep Tayyip Erdogan that Turkey may take
part in military operations.
On Thursday, about 1,000 Kurdish
activists arrived at the border after a more than 750 mile (1,200 kilometer)
overnight bus ride from Istanbul in response to a call for mass mobilization by
the imprisoned leader of the PKK rebel group, Abdullah Ocalan.
The activists held a rally
chanting: "Down with the Islamic State and AKP partnership," referring
to Erdogan's Justice and Development Party, as black smoke and the sound of
gunfire from the battle between Islamic State and Kurdish militants drifted
over the border.
Turkey vehemently denies it has
supported ISIS, which until recently was holding dozens of its diplomatic staff
hostage. Officials have also said in recent days that they remain committed to
the peace process with Kurds in Turkey.
But many Kurdish activists say
they believe that Turkish intelligence trained the Islamic State group and provided
it with the heavy weaponry that it is using in an offensive against Kurds in
Iraq and Syria. Analysts
say that the militants seized much of their heavy weaponry from garrisons,
especially when they captured Mosul in Iraq in June.****
Las acusaciones son graves, pero no es la primera vez que
esto ocurre, como sabemos. Mucho
me temo que Ankara haya visto más problema en los kurdos que en los asesinos
yihadistas. Parece estar más preocupado por lo que ocurra cuando el Estado
Islámico sea barrido del territorio y los kurdos hayan salido fortalecidos ante
la comunidad internacional como los únicos que plantaron cara realmente a los
yihadistas sobre el terreno. ¿Error de cálculo?
Probablemente. La política de estar siempre armando a la gente para una cosa u
otra sale cada vez peor, como ha pasado en Siria donde ya no se sabía a quién
armar. Hoy se llama paz a cualquier cosa.
Las relaciones
de Turquía, a la que se le permite mucho por estar geográficamente donde está y
estar en la OTAN asegurando el flanco oriental de la Alianza, puede que no sea
tan segura como se piensa. Sus
relaciones con los Estados Unidos se han complicado al acusarlos de estar tras
los intentos de desestabilización con los escándalos de Erdogan, familia y
amigos. En realidad, la vida se la está complicando a Turquía el propio Erdogan
con su deriva autoritaria y represiva, con su estrategia de islamización, que
es lo que le une con los Hermanos Musulmanes, Mohamed Morsi y con Hamás, de la que también
es vocero internacional. Hamás y los Hermanos Musulmanes, junto al partido de
Erdogan son parte del mismo movimiento, con estrategias distintas, acomodadas a
las circunstancias locales.
Erdogan
cree que, como miembro de la OTAN y aspirante a miembro de la Unión Europea, algo
cada día más lejos, puede hacer avanzar sus planes de islamización, que son a
los que se resiste una parte importante de la población de Turquía. La
pretensión de Morsi era la misma de Erdogan, pero lo hizo tan desastrosamente
mal, que los egipcios estaban ya escandalizados del incumplimiento de sus
promesas, del aumento de despotismo y del control del poder en todas las
esferas de la vida social. Y ocurrió lo que en Turquía ha estado a punto de
ocurrir en varias ocasiones, la llegada de los militares, que dan una de cal y
otra de arena afianzando su control social. Las salidas estos días de los
activistas de izquierda liberados en Egipto tenía, como era previsible, la
finalidad de dar un titular amable ante la llegada a la ONU y la Casa Blanca,
algo que no hiciera quedar mal al presidente Obama en sus halagos para captarlo
para la coalición internacional.
El
fracaso del "islam político" y su deriva autoritaria allí donde han
conseguido hacerse con el poder es el resultado de una fallida operación norteamericana
tras el 11-S: la apuesta por un poder de los islamistas "moderados" que
pudiera ir hacia posiciones más liberales. Tremendo error: cuando crees que
estás usando a un islamista, el islamista te está usando a ti. Allí donde los
islamistas ponen un pie no se produce avance, sino retroceso en las libertades.
Avanzan gracias al control de las mentalidades a través de la educación
(educación segregada en Turquía), el control de los medios (Turquía es uno de
los países que tiene más periodistas encarcelados, multas y descalificaciones
públicas de Erdogan a los medios y profesionales), la instrumentalización de la
justicia, etc.
A
Egipto, la cuestión del Estado Islámico, en cambio, le viene mejor porque le
sirve para meter en el mismo saco a sus islamistas problemáticos con los del
Estado Islámico. Obama trata de atraerse a Egipto para la coalición, pero lo
que el gobierno egipcio prefiere es que se homologue su lucha interna como una
variante local del yihadismo. Quiere, por decirlo así, luchar sin tener que salir de casa y jugar un papel en el que se
maten dos pájaros de un tiro: eliminar a los enemigos interiores y lavar su
imagen exterior ganando protagonismo.
Una
parte ya la han conseguido y de ahí el enfado de Erdogan, que no tolera que le
roben el protagonismo que ha jugado hasta el momento y menos un enemigo
declarado. Pero Erdogan ha llegado a un punto en el que todo son dudas y
oscuridades sobre sus actuaciones, tanto internas como exteriores. Hay muchas
cuestiones abiertas en Turquía, con Erdogan y su partido. La idea de limitarse
a recoger a los refugiados y mostrarse como un buen samaritano es bastante poco
convincente con una guerra que se detiene misteriosamente en sus puertas y
cuyos rehenes son liberados con la cabeza sobre los hombros.
Erdogan
tiene que aclarar muchas cosas antes de dedicarse a pedir cuentas a los demás.
La situación de los derechos humanos en Egipto no es buena y se trata de
acallar a los que lo dicen. Pero Turquía no es un ejemplo de cumplimiento, algo
que saben los propios turcos que quieren una sociedad más abierta y no
retroceder. Erdogan es autoritario y las libertades retroceden ante cada nueva
victoria.
Egipto
ha decido dejar que Erdogan siga enrabietado a sabiendas que se vuelve contra
él. Han cancelado un encuentro diplomático que los turcos niegan que existiera,
algo muy típico de la diplomacia.
Cuando
Erdogan se queja de que le han puesto un golpista
en su mesa, otros se podrían haber levantado igualmente airados por su propia
presencia. Pero eso a Recep Tayyip Erdogan no le importa mucho. Él es el centro
del mundo y todo lo que hace está bien.
*
"Report: Erdoğan boycotted UN lunch to avoid Egypt's Sisi" Today's
Zaman 26/09/2014
http://www.todayszaman.com/diplomacy_report-erdogan-boycotted-un-lunch-to-avoid-egypts-sisi_359926.html
**
"Egyptians spam Erdogan's Facebook page with 'Viva Sisi'" Ahram
Online 26/09/2014 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/111729/Egypt/Politics-/Egyptians-spam-Erdogans-Facebook-page-with-Viva-Si.aspx
***
"Tensión política en la frontera turca con Siria tras el asedio yihadista
al enclave kurdo de Kobani" Euronews 27/09/2014
http://es.euronews.com/2014/09/27/tension-politica-en-la-frontera-turca-con-siria-tras-el-asedio-yihadista-al-/
****
"Kurds See Turkey Impeding Islamic State Fight" ABC News 25/09/2014
http://abcnews.go.com/International/wireStory/kurds-turkey-impeding-islamic-state-fight-25758905
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