sábado, 27 de septiembre de 2014

La silla vacía o el liberal Erdogan boicotea una cena

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Los titulares se repitan en parte de la prensa turca: "¡Me han sentado a la mesa con un golpista!" (Takvim) y uno similar en el diario Sabah. La persona que clama contra el golpismo es ese liberal por los cuatro costados que es Recep Tayyip Erdogan y se refiere, evidentemente, a uno de los grandes fiascos de su carrera política: la salida del poder de su amigo Mohamed Morsi y la cofradía de los Hermanos Musulmanes, esa ONG que se dedica a la caridad sin mirar a quien.
La prensa turca recoge el desaire de Erdogan, boicoteando el banquete ofrecido por Ban Ki-moon ofrecido a los mandatarios de los países que han asistido a la Asamblea General de la Naciones Unidad por sus problemas con Egipto y su presidente. No fue desde luego, muy acertado sentarlos en la misma mesa, con Jakob Zuma por medio, barrera insuficiente para tanta enemistad. Pero fue Erdogan el que perdió al no sentarse:

President Recep Tayyip Erdoğan had refused to attend a luncheon hosted by UN Secretary-General Ban Ki-moon after learning that he was assigned to the same table as Egyptian President Abdel Fattah al-Sisi, a news report said on Friday.
Erdoğan was due to be seated at the same table with Ban and US President Barack Obama, as well as Sisi. South African President Jacob Zuma was to sit between Erdoğan and Sisi, the report, published by private broadcaster NTV, said.*


Los últimos asientos vacíos más famosos fueron la silla vacía a la que Clint Eastwood se dirigió como si estuviera sentado el presidente Obama en la última campaña en la convención republicana y el asiento vacío en el avión que salía de Rusia rumbo a Cuba en el que se suponía que debía viajar Edward Snowden. Ahora tenemos un tercer asiento vacío: el que dejó libre Erdogan por negarse a sentarse a la misma mesa que al-Sisi. Una ofensa para los demás invitados entre los que, por cierto, se encontraba el Rey de España en su estreno en la ONU.
La 69 asamblea de la ONU en Nueva York ha servido para que Erdogan haga una exhibición de histrionismo y malas maneras como suele ser habitual, ya sea contra los turcos que nos están de acuerdo con él, las series de televisión griegas que aborrece, las redes sociales y, en el extranjero, especialmente, contra el gobierno egipcio, al que acusa de golpista por quitar de en medio a otro santo de la política como Mohamed Morsi. Erdogan sigue enfadado y como quiere estar en el poder hasta el fin de sus días, seguirá enfadado toda la vida.


Para Erdogan —hay que explicarlo— lo que le preocupa de Egipto no es el bienestar de su población, los derechos humanos, la libertad de expresión, el encarcelamiento de revolucionarios, no. Eso no le preocupa demasiado porque si lo hiciera miraría algunas de las cosas que ocurren en esa finca en que ha convertido Turquía. Lo que le preocupa realmente es que todas esas cosas no las pueda hacer su amigo del alma y correligionario de la internacional islamista, Mohamed Morsi. Con los Hermanos Musulmanes le hubieran parecido razonables.
Si Recep Tayyip Erdogan hubiera protestado entonces, entenderíamos que le preocupaba algo Egipto y el destino de los egipcios. Pero como solo se queja de la salida del poder, a la brava, de Morsi, pierde credibilidad como liberal y persona preocupada por los derechos humanos. Sencillamente, no se lo cree nadie.

Erdogan ha aprovechado su intervención en la ONU para atacar directamente a Egipto y a su presidente. Cuando le sube la bilirrubina, Erdogan se pone frenético y así ha aprovechado para representarle la prensa egipcia. Es interesante ver las dos caras de la moneda, es decir, como representan los dos países a los jefes de estado en las portadas de sus periódicos y en las fotografías que ilustran sus reportajes.
La prensa egipcia muestra un Erdogan chillón, a punto de infarto, gesticulante y salpicando a los países de las primeras filas, a riesgo de crear más tensión internacional. Por supuesto, la prensa egipcia nos muestra a un presidente Abdel Fattah al-Sisi impecable, recién salido de la ducha, y con esa sonrisa beatífica de no haber roto un plato que le caracteriza.
Hoy mismo, Ahram Online nos cuenta lo que los egipcios han hecho con la página de Facebook de Erdogan:

Hundreds of Egyptians posted hostile comments on the official Facebook page of Turkish President Recep Tayyip Erdogan on Friday after he criticised Egypt’s president during his speech to the UN General Assembly.
Egyptians users wrote “long live Egypt” “Viva Sisi” and insulted Erdogan in Arabic and English in comments attached to official posts on the page on Friday.
Some Egyptian users even called for a boycott on Turkish products in their comments.**


Las fotografías sonrientes de Erdogan y ese fondo azul suave que los psicólogos de la comunicación dicen que transmite confianza y liberalidad por su asociación con los cielos limpios han tenido que aguantar los comentarios enfadados de los egipcios que no toleran que se metan con su Sisi ni que le llamen golpista. Mucho menos, claro, que regrese Morsi, algo que solo piden los acólitos y Erdogan. Reino Unido planteó una investigación para sacarlos del país por si realizaban actividades ilícitas en su suelo (¿en qué quedó el asunto, por cierto?) y Qatar, su principal valedor, se los está quitando de encima y planea una reconciliación con Egipto. Con lo cual a los islamistas de Morsi les quedará Andorra la Bella y poco más, aunque como dice Pujol, ya no saben guardar secretos y es poco segura.

La asamblea 69 de la Naciones Unidas y las reuniones posteriores en Nueva York han estado marcadas por lo que está ocurriendo en Irak y Siria. Ya vimos el otro día que la postura de ambos países, Turquía y Egipto, coincide en su reticencia —por motivos muy distintos— a participar en la coalición contra el Estado Islámico. Son los países grandes que enmarcan el conflicto por el este y el oeste. La diplomacia norteamericana los necesita y eso es bueno y es malo porque les permite a ambos buscar los lavados de imagen de sus problemas internos. En las relaciones internacionales los favores se pagan y si el mercado está como está, se pagan muy bien. Hoy, el mercado de la coalición está por las nubes, en una burbuja en la que las condiciones que se piden por sumarse pueden llegar a ser espectaculares. Cada adhesión puede costar mucho a la comunidad internacional y a los pueblos que verán cómo sus esperanzas de tirones de orejas exteriores se pierden. Los de Human Rights Watchers, por ejemplo, se han quejado de que la visita de al-Sisi a Estados Unidos no se haya aprovechado para recordarle la preservación de los derechos humanos, como recoge la propia prensa egipcia. Eso significa que algunos de los que se sumen tienen un cierto compromiso de que se mirará hacia otro lado en algunas cuestiones y que pueden aprovechar para resolverlas.


La indignación de Erdogan proviene de ver cómo al-Sisi es agasajado por Washington cuando él esperaba serlo en exclusiva. Pero nadie entiende el papel de Turquía en todo esto, más allá de recibir a los refugiados porque no tiene otro remedio.
Acabo de ver las imágenes de los kurdos rompiendo las vallas que separan la frontera turca con Iraq para ir a luchar y tratar de recuperar sus pueblos, invadidos y masacrados por los asesinos del Estado Islámico. Nos dicen en Euronews que acusan a Turquía de estar del lado de los asesinos de sus gentes.

Cientos de kurdos turcos y sirios han irrumpido en la frontera entre los dos países rompiendo una alambrada a cerca del puesto fronterizo Mursitpinar. Han logrado entrar en Siria, en respuesta a la llamada del Partido de los Trabajadores del Kurdistán para defender la ciudad estratégica de Ain al-Arab contra los yihadistas. Las fuerzas kurdas acusan a Ankara de apoyar a la organización del Estado Islámico.
Por su parte, el presidente turco ha reiterado la necesidad urgente de asegurar la frontera:
“Hay que tomar tres decisiones importantes. La primera es instaurar una zona de exclusión aérea para mantener en ella la seguridad. En segundo lugar, debe establecerse una zona de seguridad dentro de Siria. Y en tercer lugar vamos a cooperar en materia de entrenamiento y aporte de suministros, dijo el jefe de Estado turco a su regreso de la Asamblea General de la ONU en Nueva York”.
El Parlamento turco estudiará el próximo 2 de octubre si apoya el operativo militar internacional contra el Estado Islámico.***


La actitud de Ankara ante el conflicto en Siria ha sido bastante extraña desde el principio. Es extraño el caso de los diplomáticos turcos retenidos y después liberados sin que se sepa muy bien por qué ni cómo, mientras que el Estado Islámico retiene todos los rehenes extranjeros para su propaganda y seguir practicando asesinatos infames para intimidar. Era la excusa para no intervenir. ¿Y ahora? Decían que no negociaban, pero luego resultó que sí, pero solo un "poquito".
Hace unos días recogíamos comentarios de prensa en los que se veía desde la frontera a los del Estado Islámico allí mismo, patrullando y con sus banderas visibles. Los kurdos han tenido que echar abajo las alambradas —como muestran las imágenes de Euronews— para poder regresar a defender a sus familias, a los que han quedado atrás. Han tenido que hacerlo por la fuerza y ser atacados con cañones de agua y gases. Una reacción extrema, quizá por parte del gobierno de Erdogan. Parece que por la frontera turca los únicos que no tienen problemas para pasar son los yihadistas.
La cadena norteamericana ABC señala las acusaciones de los kurdos contra Turquía:

Kurdish leaders have warned that the discord could kill a peace process to end a bloody three-decade conflict over Kurdish autonomy in Turkey. Their followers go even further, accusing Turkey of supporting ISIS and using it to attack Kurds. Those claims persist despite Turkey's participation in a coalition against the Islamic State group and suggestions this week by President Recep Tayyip Erdogan that Turkey may take part in military operations.
On Thursday, about 1,000 Kurdish activists arrived at the border after a more than 750 mile (1,200 kilometer) overnight bus ride from Istanbul in response to a call for mass mobilization by the imprisoned leader of the PKK rebel group, Abdullah Ocalan.
The activists held a rally chanting: "Down with the Islamic State and AKP partnership," referring to Erdogan's Justice and Development Party, as black smoke and the sound of gunfire from the battle between Islamic State and Kurdish militants drifted over the border.
Turkey vehemently denies it has supported ISIS, which until recently was holding dozens of its diplomatic staff hostage. Officials have also said in recent days that they remain committed to the peace process with Kurds in Turkey.
But many Kurdish activists say they believe that Turkish intelligence trained the Islamic State group and provided it with the heavy weaponry that it is using in an offensive against Kurds in Iraq and Syria. Analysts say that the militants seized much of their heavy weaponry from garrisons, especially when they captured Mosul in Iraq in June.****


Las acusaciones son graves, pero no es la primera vez que esto ocurre, como sabemos. Mucho me temo que Ankara haya visto más problema en los kurdos que en los asesinos yihadistas. Parece estar más preocupado por lo que ocurra cuando el Estado Islámico sea barrido del territorio y los kurdos hayan salido fortalecidos ante la comunidad internacional como los únicos que plantaron cara realmente a los yihadistas sobre el terreno. ¿Error de cálculo? Probablemente. La política de estar siempre armando a la gente para una cosa u otra sale cada vez peor, como ha pasado en Siria donde ya no se sabía a quién armar. Hoy se llama paz a cualquier cosa.

Las relaciones de Turquía, a la que se le permite mucho por estar geográficamente donde está y estar en la OTAN asegurando el flanco oriental de la Alianza, puede que no sea tan segura como se piensa. Sus relaciones con los Estados Unidos se han complicado al acusarlos de estar tras los intentos de desestabilización con los escándalos de Erdogan, familia y amigos. En realidad, la vida se la está complicando a Turquía el propio Erdogan con su deriva autoritaria y represiva, con su estrategia de islamización, que es lo que le une con los Hermanos Musulmanes,  Mohamed Morsi y con Hamás, de la que también es vocero internacional. Hamás y los Hermanos Musulmanes, junto al partido de Erdogan son parte del mismo movimiento, con estrategias distintas, acomodadas a las circunstancias locales.
Erdogan cree que, como miembro de la OTAN y aspirante a miembro de la Unión Europea, algo cada día más lejos, puede hacer avanzar sus planes de islamización, que son a los que se resiste una parte importante de la población de Turquía. La pretensión de Morsi era la misma de Erdogan, pero lo hizo tan desastrosamente mal, que los egipcios estaban ya escandalizados del incumplimiento de sus promesas, del aumento de despotismo y del control del poder en todas las esferas de la vida social. Y ocurrió lo que en Turquía ha estado a punto de ocurrir en varias ocasiones, la llegada de los militares, que dan una de cal y otra de arena afianzando su control social. Las salidas estos días de los activistas de izquierda liberados en Egipto tenía, como era previsible, la finalidad de dar un titular amable ante la llegada a la ONU y la Casa Blanca, algo que no hiciera quedar mal al presidente Obama en sus halagos para captarlo para la coalición internacional.


El fracaso del "islam político" y su deriva autoritaria allí donde han conseguido hacerse con el poder es el resultado de una fallida operación norteamericana tras el 11-S: la apuesta por un poder de los islamistas "moderados" que pudiera ir hacia posiciones más liberales. Tremendo error: cuando crees que estás usando a un islamista, el islamista te está usando a ti. Allí donde los islamistas ponen un pie no se produce avance, sino retroceso en las libertades. Avanzan gracias al control de las mentalidades a través de la educación (educación segregada en Turquía), el control de los medios (Turquía es uno de los países que tiene más periodistas encarcelados, multas y descalificaciones públicas de Erdogan a los medios y profesionales), la instrumentalización de la justicia, etc.
A Egipto, la cuestión del Estado Islámico, en cambio, le viene mejor porque le sirve para meter en el mismo saco a sus islamistas problemáticos con los del Estado Islámico. Obama trata de atraerse a Egipto para la coalición, pero lo que el gobierno egipcio prefiere es que se homologue su lucha interna como una variante local del yihadismo. Quiere, por decirlo así, luchar sin tener que salir de casa y jugar un papel en el que se maten dos pájaros de un tiro: eliminar a los enemigos interiores y lavar su imagen exterior ganando protagonismo.


Una parte ya la han conseguido y de ahí el enfado de Erdogan, que no tolera que le roben el protagonismo que ha jugado hasta el momento y menos un enemigo declarado. Pero Erdogan ha llegado a un punto en el que todo son dudas y oscuridades sobre sus actuaciones, tanto internas como exteriores. Hay muchas cuestiones abiertas en Turquía, con Erdogan y su partido. La idea de limitarse a recoger a los refugiados y mostrarse como un buen samaritano es bastante poco convincente con una guerra que se detiene misteriosamente en sus puertas y cuyos rehenes son liberados con la cabeza sobre los hombros.


Erdogan tiene que aclarar muchas cosas antes de dedicarse a pedir cuentas a los demás. La situación de los derechos humanos en Egipto no es buena y se trata de acallar a los que lo dicen. Pero Turquía no es un ejemplo de cumplimiento, algo que saben los propios turcos que quieren una sociedad más abierta y no retroceder. Erdogan es autoritario y las libertades retroceden ante cada nueva victoria.
Egipto ha decido dejar que Erdogan siga enrabietado a sabiendas que se vuelve contra él. Han cancelado un encuentro diplomático que los turcos niegan que existiera, algo muy típico de la diplomacia.
Cuando Erdogan se queja de que le han puesto un golpista en su mesa, otros se podrían haber levantado igualmente airados por su propia presencia. Pero eso a Recep Tayyip Erdogan no le importa mucho. Él es el centro del mundo y todo lo que hace está bien.



* "Report: Erdoğan boycotted UN lunch to avoid Egypt's Sisi" Today's Zaman 26/09/2014 http://www.todayszaman.com/diplomacy_report-erdogan-boycotted-un-lunch-to-avoid-egypts-sisi_359926.html
** "Egyptians spam Erdogan's Facebook page with 'Viva Sisi'" Ahram Online 26/09/2014 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/111729/Egypt/Politics-/Egyptians-spam-Erdogans-Facebook-page-with-Viva-Si.aspx
*** "Tensión política en la frontera turca con Siria tras el asedio yihadista al enclave kurdo de Kobani" Euronews 27/09/2014 http://es.euronews.com/2014/09/27/tension-politica-en-la-frontera-turca-con-siria-tras-el-asedio-yihadista-al-/

**** "Kurds See Turkey Impeding Islamic State Fight" ABC News  25/09/2014 http://abcnews.go.com/International/wireStory/kurds-turkey-impeding-islamic-state-fight-25758905











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