Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
No sé
por qué se empeñan los políticos en encontrar nuevas ideas cuando lo que
deberían hacer es abandonar las viejas. Más que cambiar de ideas, deberían
pensar en cambiar de hábitos, que son las ideas que ya no hay que pensar, que
salen solas. Los problemas que vivimos todos —con diferente intensidad, eso sí—
vienen del exceso de malas ideas acumulado. Los problemas no son las ideas; el
problema es lo que hacen o no con ellas.
De
hecho —para algo estamos en el siglo que estamos— los problemas suelen estar
cantados, y lo que falta verdaderamente es la voluntad de resolverlos antes de
que crezcan. ¡Es tan barato tener ideas!
El
Partido Popular también dice tener "buenas ideas", aunque se pasa el
día repitiendo que han tenido que abandonar las que tanto les gustaban porque
se encontraron todo peor de lo que pensaban y que las que aplican son buenas pero no son las suyas ni les gustan —aquí se lían un poco—, lo que lleva a una
nueva definición de la Política como el arte de tener ideas en la oposición y
luego tomarlas prestadas en el gobierno. Tomarlas prestadas de aquellos que no
las aplicaron cuando estaban en el gobierno, claro, porque si las hubieran
aplicado no estarían unos en un sitio y otros en otro. ¡Otro lío que convierte
el votar en la bonoloto!
Hay
ideas que son buenas solo durante unos segundos, como las que tiene el ministro
Wert sobre las becas Erasmus. Son como los fuegos artificiales, suben, suben,
suben... explotan y se vuelve a la oscuridad. Otros dicen que la única idea que
Mariano Rajoy duda que sea buena ha sido precisamente el nombramiento de Wert,
pero de esa idea no puede echarle la culpa a nadie diciendo que se lo
encontraron ya en el Ministerio.
El otro
día salió un señor del PSOE en la tele diciendo que no tenían ni idea —porque
nadie les avisó, ni el Banco de España, dijo— de lo que ocurría con la Cajas o
con la burbuja inmobiliaria. Ya es mucho no enterarse, cuando yo recuerdo los
avisos que Europa daba sobre las consecuencias de seguir estimulando
fiscalmente la adquisición de viviendas en España. Quizá le pareció excesivo
decir que no tenían ni idea y explicó
que se arrepentían de no haber pinchado la burbuja, aunque añadió que no podían
políticamente hacerlo. Le duró la
contrición unos segundos más; paso como
ángel. Y se fue. Los que se lo perdieron desperdiciaron la ocasión de ver a
un político reconociendo por unos instantes que se habían equivocado, que les
faltó la voluntad y la valentía de decirle a la gente que no estuvieran tan
contentos porque el precio de sus casas entonces subía pero luego caería de
golpe.
Hoy la
gente queda para "tener ideas" como queda para tomar unas cañas.
Tenerlas ya es un signo de modernidad, progreso y justificación del pasado, presente
y futuro. Las ideas nuevas borran las ideas anteriores —aunque sean las mismas—
gracias al autoengaño; son mercancía en el presente y permiten la euforia
resolutiva —¡ya tienes solución para todos los males!—; y, lo mejor de todo,
nadie se acuerda de ellas en el futuro o puedes decir, como el PP, que las
cambias porque la realidad estaba escondida debajo de unos pliegues posmodernos
y afrancesados —¿por qué los filósofos franceses siempre hablan de
"pliegues"?—, por ejemplo.
Antonio
Elorza despierta hoy a los cofrades del PSOE con un artículo duramente amable en El País, con el título significativo de Los árboles y el bosque, diciéndoles que han llenado cuatrocientas páginas de
obviedades, sin análisis, y llenas de complacencia:
Muchas propuestas son razonables. ¿Quién
discute la necesidad de la transparencia en los partidos, de poner fin a la
corrupción o de definir una nueva política económica en la que el factor
trabajo no sea siempre la variable dependiente? Este último aspecto es el más
elaborado de la ponencia y representa la única justificación clara para otorgar
el voto al PSOE en las circunstancias actuales. Pero lo que Tzvetan Todorov
llamaba la infracción al orden, en este caso el silencio sobre cuestiones
cruciales, revela hasta qué punto prevalece la voluntad de rehuir el examen de
la realidad cuando esta es desfavorable. De poco sirve una retahíla de medidas
anti-corrupción si es pasado por alto el tema de la corrupción actual en
España, tanto en el partido de Gobierno como en el propio. En cuanto a la transparencia
y a la participación en el partido, ¿dónde se encuentran en el PSOE actual,
cuando la lluvia y el buen tiempo resultan de una sola voz y de un solo centro
de decisión? ¿Cómo es posible encubrir la responsabilidad de la crisis,
llegando incluso a sugerir que la derrota de 2011 puso fin a “una ambiciosa
agenda modernizadora”?*
Pero la
finalidad de tener ideas no es discutirlas por más que nos preguntemos
"¿quién discute?". Lo esencial es decir que se tienen, comunicar la "nueva nueva" antes de que
llegue la "nueva 'nueva nueva'" que sustituirá a la anterior. Puede
ser la misma o la contraria porque todo se centra en la convicción con que se
transmite a los demás. No se transmiten ideas, sino la sensación de que se
tienen. Es como la "confianza" económica, son indicadores.
Pero la
gente de lo que quiere discutir realmente es de "caras", pero no les dejan,
y para ello se lanzan ideas, como la tinta del calamar, con la doble función de
avanzar y de obstaculizar la visión del contrario. Están todos como locos por
hablar de "primarias", y hasta Carme Chacón ha abandonado sus tareas
académicas en los Estados Unidos para venir a decir que está también por aquí,
que no se olviden. Por supuesto, también viene con sus ideas.
Todo el
mundo se ha puesto a decir cosas crípticas —otro síntoma—, como lo del "de
frente" y "de perfil" o la "pomada". Porque una cosa es comunicar ideas con
claridad y otras exponer ambiciones demasiado descarnadamente. Las primeras se
hacen a la luz, las otras por los rincones y con palabras misteriosas. El
extremeño Guillermo Fernández Vara ha tenido que hacer síntesis de
declaraciones para aclarar un poco el panorama:
"Aquí ahora unos dicen que no se van a
poner de perfil, otros que depende del número que lleven, aquí todo el mundo
dice algo pero la realidad es que nadie ha dado un paso todavía al
frente", ha señalado Fernández Vara en una entrevista en la Cadena Ser y
recogida por Europa Press.**
No está
mal, pero no es eso lo que cuentan los periódicos, que hablan de reuniones y
más reuniones, llenas de ideas y pactos que no aparecerán en las cuatrocientas
páginas de distracción ideológica.
Dice
José Bono que cuando se hicieron "primarias" con Borrell y Almunia fueron
un desastre, pero es mucho peor estar
en la oposición con los datos actuales en la mano. Pero, por mucho que las
temas, están todos como locos por debatir sobre liderazgo, aunque no por
mostrar las cartas y así cuando unos hablan de "perfiles", otros lo
hacen de "dorsales", como señalaba Fernández Vara, variando el campo
semántico de la metáfora para adecuarlas a las carreras deportivas:
La exministra de Vivienda y Defensa y
aspirante a liderar el PSOE en el 38 Congreso, Carme Chacón, ha asegurado este
jueves que formará parte de "un proyecto de renovación" de su partido
pero no sabe todavía "con qué dorsal", porque, según ha dicho, será
el que decidan sus compañeros.***
Está
los "aspirantes" y los "respirantes", que son los que
tienen el control del aire que respiran los demás; también están los
"asfixiados", que ni aspiran ni
respiran, pero de esos mejor no hablar. Los que quieren continuar donde
están hablan de "ideas" y dicen que no es tiempo para otra cosa. Los
que quieren ocupar su espacio quieren hablar de las "caras" pero sin parecer
ambiciosos, por más que lleven moviendo las sillas varias temporadas y tomando
posiciones. Todo esto es muy legítimo, claro. Lo sorprendente es que no lo
hagan de forma más clara, sin tanto paripé y eufemismo. Pero se ven obligados a
hacerlo porque en el fondo no hay demasiadas ideas; se trata de hacer pensar
que sí las hay, pero las ideas son muy sencillas y están inventadas hace mucho
tiempo. No se puede a estas alturas de la película salir diciendo, como su
fuera un sueño de Martin Luther King, que se va a hacer pagar más impuestos a
los que más tienen y menos a los que no los tienen o lo de la transparencia,
como se quejaba Antonio Elorza, porque..., bueno, pues porque es evidente y
causa sonrojo que un partido de izquierdas diga estas cosas ahora como novedad.
A la
oposición le toca jugar con las ideas como al gobierno le toca jugar con las
realidades. Como la realidad es deprimente y desgasta al poder y las ideas, en
cambio, pueden ser muy bonitas y se pueden expresar con mucha gracia y salero,
para quitarle protagonismo al caninita encuentro socialista de estos días, el
Partido Popular ha realizado también un sarao de "confirmación de
ideas", que es la variante desde el poder. Me dio un poco de sonrojo
escuchar a Dolores de Cospedal dirigirse a su público afiliado y simpatizante
para hablarles del Partido y de lo que significaba estar en él. Lo digo sin
ningún tipo de ironía o reticencia. Lo suyo no fue un discurso, fue un publirreportaje.
Reunir a la gente para decirles "lo importante que es ser del partido"
no es demasiado serio o es irrelevante si está ya dentro. Pero tampoco se trata
de ser serio, solo de repetirlo con solemnidad.
Creo
que los partidos se están equivocando, unos y otros. Me parece entender que la
gente está un poco harta de ciertos comportamientos y realidades como para
marearles la perdiz con "ideas" y "caras", Es a nosotros a
los que nos salen "caras" sus "ideas" cuando son incapaces
de hacer aquello para lo que han sido elegidos.
En mi
modesta opinión de afectado, de lo que la gente se queja es de tres cosas: de
la cantidad de sinvergüenzas que han hecho de todo ante la pasividad o
connivencia de los compañeros dirigentes y militantes, por un lado; de la falta
de anticipación ante problemas cantados, como ha sido la burbuja inmobiliaria y
sus consecuencia derivadas; y finalmente por no haber sabido resolver un
problema que ha crecido durante dos décadas sin cesar, el paro, verdadero crimen
provocado por la falta de acuerdo político y, especialmente, por la falta de un
verdadero liderazgo que dibujara uno objetivos reales y alcanzables por España
en su conjunto.
Es
función de los políticos ofrecer un modelo con el que identificarse
positivamente y ofrecerlo como camino, ofrecer expectativas que se pueden
alcanzar para beneficio general del conjunto. Sin embargo, eso no ha ocurrido porque
la política española hace mucho tiempo que es a cara de perro, destructiva antes que constructiva, motivo de
conflicto más que de integración, demagogia antes que acuerdo. Es más fácil
reunirse para criticar a otros que para ofrecer soluciones al conjunto. Los portavoces
dedican sus intervenciones públicas a "explicar" a sus rivales antes
que a explicarse ellos mismos. Es más sencillo, necesitas menos luces y la
gente se engancha mejor al insulto que a complicadas teorías.
¿Ideas?... ¡A montones! Pero lo que hoy
se exige es otra cosa: realidades, demostraciones palpables, acuerdos para
acabar con situaciones insostenibles, compromiso, negociación para mejorar lo
mejorable... Lo que se pide es más voluntad y menos protagonismo, más
generosidad y menos ambición, más diálogo y menos condescendencia con los males
propios. Y eso no se ve por ninguna parte. Solo caras y más caras.
Si quieren ver caras, miren las de la gente, que son bastante expresivas.
*
Antonio Elorza: "Los árboles y el bosque" El País 9/11/2013
http://politica.elpais.com/politica/2013/11/08/actualidad/1383935225_190255.html
**
"Vara cree que "nadie ha dado un paso al frente" para las
primarias porque esperan "a que se dé el pistoletazo de salida""
El diario 7/11/2013
http://www.eldiario.es/politica/Vara-frente-primarias-esperan-pistoletazo_0_194231507.html
***
"Chacón: "Estaré en el proyecto de renovación del PSOE aunque no sé
con qué dorsal"" RTVE 7/11/2013 http://www.rtve.es/noticias/20131107/chacon-dice-estara-proyecto-cambio-psoe-aunque-sabe-dorsal/785942.shtml
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.