Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Los chinos acaban de desarrollar un sistema de puntos para
expulsar de su Twitter nacional, Weibo, a los que infrinjan una serie de
preceptos. Como en nuestro carnet de conducir, el gobierno chino comenzará a
descontar puntos a los infractores hasta dejarlos incomunicados eliminando su
cuenta. Los trescientos millones de usuarios de Weibo dispondrán de 80 puntos
que irán perdiendo con cada infracción. A los sesenta, recibes un aviso para
que no te pille desprevenido la eliminación de tu cuenta. Y si estás dos meses
sin infracciones, tu “salud” mejora y vuelve a subir tu nivel de puntos. De
todo ello nos da cuenta la BBC de hoy.*
Como ya hemos explicado en alguna ocasión, China ha
duplicado todos los servicios digitales existentes en el resto del planeta para
poder controlar a su población. Es la muralla cibernética que la aísla del
mundo. A China le preocupa profundamente el control de la sociedad porque sabe
que el secreto de su éxito está en marcar ella el ritmo y no en que se lo
marquen desde fuera o el propio pueblo. En China, sí, todo está clarísimo: el
partido lidera.
Se preguntarán, como es lógico, cuáles son esos
incumplimientos que pueden llevarte a una situación tan grave como es la desconexión
de una red social, auténtico drama para algunos. Los ocho principios que no
deben ser vulnerados, so pena de marginación virtual, son los siguientes:
1. Difundir rumores.
2. Publicar información falsa.
3. Atacar a otros con insultos o
comentarios denigrantes.
4. Oponerse a los principios básicos
de la Constitución china.
5. Revelar secretos nacionales.
6. Amenazar el honor de China.
7. Promover sectas o supersticiones.
8. Convocar protestas ilegales o
concentraciones masivas.*
Puede uno preguntarse si merece la pena tener una cuenta
abierta si no se puede hacer ninguna de estas cosas. La lista convierte el hecho
de twittear en chino (¿weibear?) en un acto aburrido y
oficialista. Rápidamente se comprenden las sutilezas de la lista. Por ejemplo, “difundir
rumores” es algo tan ambiguo que afecta por igual a lo que digas de una ex pareja
o del presidente del país, de un vecino o de un ministro. ¿Qué sentido tiene weibear entonces? Como puede apreciarse,
los tres primeros principios son muy generales. Los cinco siguientes, por el
contrario, son mucho más concretos (aunque algunos no tanto), para que luego no haya lío.
En China ya tienen bastante “primavera” con los rollitos y
no quieren que la gente comience a utilizar la red para difundir rumores
maliciosos sobre la corrupción de algunos o la ineficacia de otros. El ejemplo
de la “primavera árabe” ha sido muy revelador para todos aquellos países en los
que toses y ya eres disidente. Por eso están tan interesados en cómo se le
quita el enchufe a Internet, cómo controlar los mensajes, etc. Tampoco hace
falta meterse expresamente con alguien para buscarte un lío. Ya comentamos en su día cuánto se enfadó
el gobierno chino cuando los viajeros de un tren que descarriló mandaron
mensajes instantáneamente a sus familias y contaron lo ocurrido. Que todo el
mundo se enterara antes por los mensajes de los móviles que por los medios oficiales les sentó
fatal. Y es que el gobierno chino está cada vez más susceptible y picajoso.
Con estos ocho principios, uno se plantea cómo sería la acusación de “amenazar
el honor de China” —decir que algo no funciona—, “promover sectas o
supersticiones” —crear un partido político o elaborar una teoría económica
diferente a la oficial—, etc. Es más sencillo que les quiten directamente unos cuantos puntos al mes a todos porque seguro que habrán dicho algo malo del gobierno. Con este sistema, media humanidad se quedaría sin puntos en una semana. Por lo menos aquí.
Para evitar problemas futuros —que aquí el que no corre,
vuela—, se ha añadido un principio general del que ya dimos cuenta: nada de nicks, apodos, alias, pseudónimos o
cosas por el estilo. Nada de “martillo_celestial_39”, por ejemplo. ¡Nombre y
apellidos! ¡Que te empiezas cambiando el nombre y acabas cambiando el sistema!
Para evitar que estas cosas pasen y la gente utilice las
redes sociales chinas para difundir infundios, rumores y cree sectas más o
menos supersticiosas y se acabe manifestando en cualquier plaza, China Daily nos trae hoy una muestra del
énfasis del control cibernético en Shanghai para evitar que el cibercrimen avance por las redes.
En la fotografía que encabeza el artículo, se nos muestra al
simpático agente Li Qibin, cumpliendo con su trabajo de revisión de páginas del
Weibo por si alguien difunde rumores o forma sectas. En declaraciones al diario, su jefe explica y
advierte:
"Cybercrime is no longer a high-tech crime exclusive to technical
professionals. Internet users can use entry-level hacking software and become a
real threat on the network platform," Lu Weidong, deputy chief of Shanghai
police bureau, said at a forum on cybercrime on Saturday.
"We'll enhance supervision on the Internet
and have police oversight for every website to scrutinize illegal conduct,
similar to how police officers patrol communities in real life," he said.**
Debo reconocer que la imagen propuesta de patrullar la web
como el que patrulla calles es muy sugestiva. Prevención ante todo. Solo en Shanghai, el artículo
habla de 800.000 páginas. Un largo recorrido, pero en China todo es grande.
El cibercrimen es una realidad en todas partes, desde luego,
pero si sumamos las dos noticias nos dan un panorama restrictivo que además de
controlar a los criminales quiere dejar claro que la definición de criminal es muy amplia y acoge formas
que van más allá de las estafas en las compras, el porno o la evasión de
impuestos. “More cases
nowadays are related to the Internet, lawyers said, and 90 percent of the cases
involving young people are related to Internet”**, señalan en China Daily. En China, como vemos, preocupa la juventud.
No sabemos si en
esos casos delictivos se encuentran la difusión de rumores, etc., todo lo que hace perder
puntos. Es de imaginar que “revelar secretos nacionales”, por ejemplo, tendrá
en la legislación china algo más de penalización que la pérdida de puntos y
cierre de la cuenta de Weibo. Probablemente en la cárcel ya no te haga falta.
El que el gobierno chino haga estas cosas para que sus
ciudadanos sepan que están vigilados entra dentro de lo normal. Lo preocupante
es cuando lo insinúan los gobiernos democráticos, que ven en las redes también
una inquietante amenaza.
* "Las ocho prohibiciones del "Twitter
chino"" BBC 28/05/2012
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/05/120527_china_twitter_prohibiciones_ocho_fp.shtml
** "Supervision over
online crime heightened" China Daily 28/05/2012
http://www.chinadaily.com.cn/china/2012-05/28/content_15398566.htm
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