miércoles, 9 de octubre de 2024

La verdad, el hecho y la fecha

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Tras asistir durante cuatro horas a una exposición y debate sobre biografía, autobiografía y "autoficción", salí con serías dudas sobre lo que era "real" y "no lo era", sobre quién sabe más de  uno mismo y una serie de cuestiones pendientes que, pese, a la duración de acto, apenas se desarrollaron, como el hecho de que ya haya gente que vive para contarlo, es decir, que hace de su vida espectáculo programado para un público deseoso de mirar por el ojo de la cerradura.

No se trató, por ejemplo, esa idea de "verdad" que se nos ofrece cada día a través de los medios de comunicación y que teóricamente (quizá, por contra, solo en la práctica) difiere de la ficción. El llamado "Nuevo Periodismo" habló en su momento de estas cosas y sembró debates.

Pero mi mañana comienza temprano con la inacabable cuestión de "qué" es "verdad" o si se prefiere "cuándo" es verdad. Lo provoca la interesante sección en RTVE.es sobre bulos, falsedades, descontextualizaciones, etc. en las noticias circulantes por medios y redes.

Ya es significativo para nuestra inquisición permanente sobre los hechos y los textos que los representan que los propios medios no solo deban defender "realidades" y "verdades" frente a "lo inexistente" y las "mentiras" —estas últimas son la textualización de lo que no ha existido— sino que deban vigilar y avisar de las falsedades que nos rodean e intentan convencernos de su existencia.

Lo verdadero y lo falso luchan, sí, pero lo hacen desde un mundo resbaladizo, el de la percepción de alguien que cuenta, de alguien que vive, de alguien que cuenta lo que le ocurre a otro/s y, otra pata de la mesa inestable, del propio deseo del público lector que lo recibe con una "voluntad" de verdad específica.

Vamos por eso que llamamos (por no deprimirnos) "realidad" como el esquiador desciende por la ladera, pasando puertas y saltándonos algunas, algo que no nos hace detenernos. Solo el final es el final.

La noticia de RTVE.es que he mencionado se refiere al uso fraudulento de lo que fue pero ya no es, pero que muchos desean y creen hoy. Es la siguiente: 

En redes sociales difunden una imagen de un titular de RTVE que dice: "Israel admite haber usado órganos de muertos palestinos sin autorización". Algunos de los mensajes que comparten la instantánea la presentan como si mostrase una publicación actual. Es falso, la noticia es antigua. Se trata de un artículo de RTVE.es de 2009 que informa de una práctica real que acabó en los años 90. A la fotografía que circula en redes sociales le han recortado la fecha de publicación de la noticia. 

La imagen que circula en redes sociales muestra el titular de una noticia de RTVE en el que leemos: "Israel admite haber usado órganos de muertos palestinos sin autorización". En la red social X un perfil publica la instantánea el 6 de octubre de 2024 junto al siguiente texto: "Sí, está pasando, frente a vuestros ojos. Sí, está apoyado, financiado y sostenido por vuestros gobiernos". Otro mensaje compartido más de 5.000 veces en la misma red social desde el 6 de octubre difunde la fotografía y dice: "Adelantando a Hitler por la derecha". Otra publicación compartida más de 5.000 veces desde el 5 de octubre adjunta la imagen y afirma que "algún día se estudiará todo lo que hicieron los sionazis, superando con creces a los nazis alemanes. Básicamente porque los apoyaban nuestros gobiernos".*  


Lo que fue dicho en una fecha y era verdad aceptable por reunir los requisitos, hoy deja de serlo porque se nos dice que dejó de ocurrir hace casi treinta años. La modificación de la fecha lleva a la manipulación de quien desea creerlo.

En estas décadas pasadas, se teorizó mucho sobre cómo los nuevos medios masivos de las redes iban a romper el monopolio de la verdad de los medios controlados por capitalistas y políticos. La verdad iba a resplandecer porque el pueblo siempre quiere la verdad.

Si de algo han servido estos años ha sido para comprender que un sistema barato trae a manipuladores baratos. Antes la manipulación era por parte de quien se la podía permitir comprando medios e informadores, quien era capaz de pagarla. Hoy tenemos manipulación al alcance de todos los bolsillos. Se nos ha caído el tópico de que el pueblo quiere la verdad y ha sido sustituido por el de que el pueblo quiere tener razón. El "pueblo" ha quedado como un concepto generado en 1789, hoy obsoleto, sustituido por un concepto amplio de mercado en el que se vende de todo, de ideas a coches, pasando por imágenes de países que tiene poco que ver con lo mostrado, etc.

La "verdad" es un producto muy variado y siempre deseable, una "etiqueta" que vende.

Cualquier verdad se basa en un sistema de certificaciones. El otro día una alumna peregrinaba de despacho en despacho rogando porque alguien le pusiera un sello sobre la carta firmada por un profesor aceptando un cambio de grupo. No bastaba con su firma; alguien tenía que estampar un sello, lo que lo convertía ya en "auténtico". Hay falsificadores de firmas y falsificadores de sellos, algunos de ambas cosas. Algunas verdades requieren solo un sello; otras, en cambio, muchos.

Los medios son el sello de los hechos. Pasado el tiempo, vendrán los historiadores con el escalpelo y la escoba, cortando y barriendo. Pasado el tiempo de nuevo, los historiadores nuevos vendrán y harán el mismo proceso. Daremos premios, títulos y honores para certificar su capacidad de dilucidar la verdad y el engaño. Así avanza la historia, rectificando, borrando y añadiendo. Lo demás es dogma.

Los biógrafos corrigen a los memorialistas y autobiógrafos. Las personas realizan sus autobiografías para evitar que los biógrafos les empantanen la vida con sus "interpretaciones", "selecciones", "omisiones", etc. Otros autobiógrafos lo harán por narcisismo o por deseo de ganar dinero contando su propia vida.

El hecho está ligado a la fecha. Lo que era verdad entonces, no ha dejado de serlo. Pero eliminando la fecha del documento se hace "presente" y muchos lo pueden creer. En cualquier caso, ¿qué garantías tenemos de que no se esté produciendo de nuevo? Del certificado de "pasa" nos vamos a la exigencia del certificado de que "no pasa". Todo es posible mientras no se demuestre lo contrario. Las realidades alternativas, como nos recuerda Trump de vez en cuando, son reales mientras no se demuestre lo contrario.

El debate parece estar en si debemos leer las biografías y autobiografías como novelas y las novelas como autobiografías, como en la "autoficción". Me temo que va a ser difícil tomar una decisión. 

Nos dicen los historiadores literarios que la gente del momento tomaba los poemas de Lord Byron como "autobiográficos", que él estaba camuflado tras sus Caín y demás. Un escritor francés contaba cómo la gente, al enterarse de que viajaba a Inglaterra, le pedían que saludara a Pamela, la heroína novelesca, a la que creían viva. Mientras debatían yo releía en mi pantalla las siempre instructivas primeras páginas de las Confesiones, de Jean-Jacques Rousseau.

Curiosamente, nadie mencionó el cine o la TV, que presentan una dimensión distinta de la realidad representada. Con "documentales", "autoficciones" o como queramos nombrarlas, como en el llamado "caso Sancho", tenemos tema de discusión más allá de las cuatro horas.

RTVE.es ha resuelto el caso citado con un "falta contexto", co lo que trata de establecer un interesante resquicio entre verdad y mentira, con el tiempo mediando. En el texto se señala la noticia directamente como "falsa". Algo es algo.

* "Esta noticia de RTVE sobre el uso de órganos de palestinos muertos por parte de Israel es de 2009" Verifica RTVE 7/10/2024 https://www.rtve.es/noticias/20241007/noticia-rtve-organos-palestinos-muertos-israel-2009/16277082.shtml

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