Joaquín Mª Aguirre /UCM)
Los
argumentos sobre el regreso el lunes próximo a las escuelas oscilan entre el
mantra "la escuela es segura" y la salud emocional de los niños. En
medio se encuentran otras explicaciones pragmáticas, como la necesidad de ir a
trabajar los padres. Por un lado están las opiniones de los epidemiólogos, que
piensan en términos de espacios, interacciones y variables de vacunación; por
el otro están los educadores que hablan de la socialización de los niños, que
se quejan de que no se desarrollan bien si no ven la "expresiones" de
la cara de sus maestros. Hay teorías para todos los gustos y opiniones en cada
esquina, donde se pregunta al que pasa. Otra cuestión: el foco de los contagios
ha pasado de los niños menores de 12 años, que ya se están vacunando, a la
franja de 20 a 29 años, lo que también es interesante en cuanto comportamiento
social y vírico, ya que ambos están ligados. Son nuestros movimientos e
interacciones, junto con el mayor o menor cuidado, lo que determina el contagio.
Como
escribíamos aquí ayer, la idea de la levedad encubre la de la necesidad. No
deja de ser interesante que los políticos hayan salido todos unánimemente
partidarios de la "presencialidad" y apoyando una serie de medidas
con las que se arriesgan mucho y que veremos de forma rápida en las dos o tres
semanas siguientes a través de las bajas de niños y de profesorado.
El
mantra de la seguridad —"las aulas son seguras"— entra en la misma
categoría mágica que otras, como "la cultura es segura". Es obvio que
no es lo mismo "cultura", una categoría, que un "aula", que
es un espacio definido para unas actividades específicas. Estos conciertos
masivos de los que ha salido la gente contagiada eran "cultura" según
sus organizadores, pero muy poco seguros por las condiciones en que se
realizaron. Una sala de cine no es segura o insegura por ser "cultura";
todo dependerá de cómo se comporten en ella, las distancias de seguridad y la
ventilación, las mascarillas, etc.
Hemos
justificado la realización de todo tipo de eventos inseguros con el mantra de
la "seguridad" de la Cultura, aplicando un tonto silogismo, en donde
la seguridad de la cultura era lo que establecía mi seguridad y no al revés.
Con el mantra de la seguridad, los cines y demás actividades culturales que
requieran una sala han vuelto a saltarse los aforos en un intento de recuperar
lo perdido en este tiempo pasado. Las condiciones son determinantes en los
contagios, tanto como lo son las actitudes de las personas. Son las dos
variables básicas y no los que se cuente o haga. No se contagia uno más en una
clase de Lengua que en una de Historia, pero sí puede hacerlo en una de
Gimnasia. Con buen criterio, eso nos han dicho, se suspenden las clases de
gimnasia. Pronto saldrá alguien diciendo que la "Gimnasia es segura".
Si preguntamos, todo es seguro, pero la realidad es otra, la de los datos de lo que llega a hospitales, a las UCI, desbordándolas ya ante las quejas sin contestación de los sanitarios. ¿Ocurrirá lo mismo con los docentes?
diario El País, 5/01/2022 |
En el diario ABC no tienen tan claro el optimismo de los políticos por el regreso a las aulas. Esa unanimidad solo significa que todos tienen el mismo problema, no que la solución sea buena. Leemos:
Gobierno, comunidades, padres y
docentes están de acuerdo en que el regreso a las clases presenciales
es lo más adecuado pese al avance imparable de los contagios por la
variante Ómicron. Sin embargo, discrepan en cómo se va a llevar a cabo esa
vuelta al colegio tras las vacaciones navideñas. Desde Csif-Educación, el
sindicato que representa a los docentes en la educación pública, aseguraron
este martes a ABC «que basta con ver la evolución de la incidencia del virus en
las últimas semanas para saber que habrá problemas».
Su responsable, Mario Gutiérrez, alertó que «los mensajes de tranquilidad» dirigidos este martes por los ministerios de Sanidad y Educación «a la opinión pública no dejan tranquilos a los profesores porque no se ha tomado ninguna medida extra para garantizar la seguridad de los alumnos y de los profesores». «Va a haber contagios entre los docentes sin lugar a dudas», comentó.
Gutiérrez recordó que «los mismos que se ponen medallas por el éxito con el que concluyó el curso anterior decidieron en septiembre de 2021 dejar de reducir los ratios en las aulas y de contratar profesores de refuerzo por el Covid». El representante de CSIF subrayó que si bien los docentes apuestan por lo presencial necesitan que los colegios sigan siendo espacios seguros.*
Evidentemente
la educación no es lo que tiene que ser "segura" sino las aulas, que
es donde se desarrolla la actividad. Y eso requiere medidas específicas:
distancia, ventilación y aumento de la vacunación. Pero eso es solo una parte.
Hemos
fraccionado los espacios —culturales, deportivos, etc.— en función de las
actividades. Nosotros vemos esas "diferencias", los virus no. Nos
contagiamos en lugares donde no se dan las condiciones adecuadas y hay más probabilidades
que las personas contagiadas lo transmitan.
En
realidad, vivimos en un espacio difuso en donde el virus se puede coger fuera y
llevarlo dentro y, viceversa, cogerlo dentro y llevarlo a nuestros otros
espacios. Conozco varios casos de familias enteras que se han contagiado tras
los primeros días de colegio en septiembre. Por eso es una barbaridad la
propuesta de que no se aíslen los casos de contagios leves y sus contactos
(aunque estén vacunados), ya que siguen teniendo el mismo poder transmisor, por
lo que se irán contagiando todos con mayor o menor celeridad.
El
espacio de transmisión no un elemento que se pueda medir en metros cuadrados
como el espacio simple, sino en probabilidades de contagio, interviniendo todos
los elementos copresentes.
Lo que
se está transmitiendo ahora es una sensación de que estamos llegando al final,
que solo causará imprudencia y frustración. Ignorar lo que perjudica en una
forma de aumentar los perjuicios. Lo que tenemos ahora es una enorme explosión
de casos y unas variantes en el horizonte.
Que el
ámbito escolar plantea una problemática específica no se le escapa a nadie; que
está combinada la salud con elementos como el transporte, disponibilidad de las
familias, nivel educativo, etc. es una obviedad. Pero lo que no tiene sentido
es ignorar los problemas bajo el mantra de la seguridad y el antecedente (poco
claro) de que está seguridad ha existido por igual en todos los niveles y ámbitos.
Tratar de la misma forma la educación infantil que la universitaria es un
despropósito absoluto pues las condiciones son muy diferentes, los sujetos
tienen muy diferentes niveles de autonomía y responsabilidad, al igual que hay
enormes diferencias en los medios disponibles.
Cuando
escucho repetir el mantra que la
educación es segura no puedo dejar de pensar que es más un deseo que una
realidad, una falta de ideas, en definitiva. Hacerlo en esta explosión de casos
puede volverse contra quienes lo están afirmando con la seguridad del
Fuenteovejuna.
* Anna
Cabeza/P. Abet/L. Daniele "«Basta ver la evolución del virus para saber
que habrá problemas en los colegios»" ABC 5/01/2022
https://www.abc.es/sociedad/abci-basta-evolucion-virus-para-saber-habra-problemas-colegios-202201042036_noticia.html
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