Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Y en ese Egipto solo cabe lo que está homologado por el
régimen. Eso afecta de las noticias, filtradas para evitar toda crítica, a la
vida sexual de las personas, el trabajo o las redes sociales. Egipto es un
gigantesco sistema de vigilancia, en el que un simple comentario en Facebook
puede dar con tus huesos en la cárcel, como le ha ocurrido al estudiante
egipcio que regresó de Italia. Le estaban esperando según llegó.
Todo en Egipto es reinterpretado como una conspiración
milenaria para destruir a los fabricantes de la civilización de las pirámides,
"donde todo empezó". Una feminista será acusada de querer destruir el
orden familiar e ir contra la religión; lo mismo les ocurre a los homosexuales,
contra los que la homofobia es galopante y fomentada desde los medios,
verdaderos altavoces del régimen. Los que tienen algo que decir se han ido.
Muchos guardan silencio por miedo al regreso, por sus familias, a que el largo
brazo de los Servicios de Inteligencia les pueda silenciar, como hizo Arabia
Saudí con Jamal Khashoggi. No es casual que Egipto fuera orgullosamente el
primer país en ponerse incondicionalmente del lado saudí tras el asesinato del
periodista en Turquía.
Son muestras de cómo los vicios del régimen, la vigilancia absoluta sobre cualquiera que discrepe, las presiones sobre las familias, las amenazas, la idea de intromisión constante, de que estás vigilado, etc. se han convertido en una marca de serie. Todo en nombre de Egipto, de su virtud, de ser el pueblo elegido, único. Al-Sisi ha sabido construirse el caparazón que le blinda, que le protege convirtiendo las bromas, los chistes o caricaturas, no hablemos ya de las críticas, en alta traición. Criticarle a él es criticar a Egipto y criticar a Egipto es criticar a Dios. Egipto es la verdad y no hay otra. El mundo se debe poner firme cuando los burócratas serviles les dicen cómo deben escribir sus artículos, cuáles son las verdades oficiales. Al-Sisi ya lo advirtió: "¡escuchadme solo a mí!" Y Egipto lo hizo y el régimen cortó cualquier otra voz.
El 2 de febrero de 2011, en pleno levantamiento egipcio, la BBC Arabic titulaba "Organización egipcia de derechos humanos se niega a defender a los homosexuales"***. El patriarcado corre parejo con la homofobia, que no se ha reducido; al contrario, se ha fomentado para hacer ver la virtud egipcia, para verla brillar frente a la degeneración del mundo, ellos son los que mantienen los valores auténticos. Es uno de los aspectos que al-Sisi ha dejado correr porque sabe que al egipcio le gusta mostrarse desde esa superioridad del juicio sumarísimo, del dedo acusador. La presión sobre las personas, sobre sus familias les llega de todas partes, sin menguar, infinita, obsesiva, cruel.
* "Egyptian LGBTQI+ Activist Sara Hegazy Dies Aged 30 in Canada" Egyptian Streets https://egyptianstreets.com/2020/06/14/egyptian-lgbtqi-activist-sara-hegazy-dies-aged-30-in-canada/
Ayer
hablábamos del caso de Giulio Regeni en Egipto. Hoy nos llega otro triste caso
por sus circunstancias y por sus efectos, la muerte por suicidio de la
activista LGTBI, Sarah Hegazy. Otra triste muerte egipcia.
Egipto trata con crueldad todo lo que no entra en sus cada vez más estrechas miras, con un puritanismo competitivo atroz en el que se trata de dar una imagen tartufesca de virtud pública y privada.
Egipto trata con crueldad todo lo que no entra en sus cada vez más estrechas miras, con un puritanismo competitivo atroz en el que se trata de dar una imagen tartufesca de virtud pública y privada.
La
represión del régimen ha conseguido contentar al juez, jurado y ejecutor que
muchos llevan dentro, lapidando a golpe de tuit, de condena en Instagram o
Facebook todo aquello que no encaja en sus estrechas mentalidades. Sarah Hegazy
no ha aguantado más tristeza en su corazón egipcio, dolorido por las secuelas
de los ataques sin piedad.
Egyptian
Streets reproduce el texto que ha dejado manuscrito antes de morir:
“To my siblings – I tried to find redemption
and failed, forgive me. To my friends – the experience [journey] was harsh and
I am too weak to resist it, forgive me. To the world – you were cruel to a
great extent, but I forgive.”*
Perdón y perdonadme, algo que no existe en la sociedad
egipcia para todo lo que es diferente, con todo aquello que no encaja. El
"perdón" no existe en una sociedad cada día más soberbia y engreída,
más pagada de su propia "virtud" mal entendida, poseedora de una
verdad con la que se enfrenta al mundo recriminando que siempre es
malinterpretada, que siempre es envidiada, que fracasa por conspiraciones y no
por su propia soberbia.
El régimen de al-Sisi es un ejercicio de soberbia nacional.
Desde su presunta llamada nocturna por el fantasma del piadoso Sadat al
presidente, que no se podía conformar con ser otro vulgar golpista militar,
sino que tenía que ser un "elegido" por Dios para la gloria propia y
nacional. Tenía que trasladar sus virtudes, convertidas en ejemplo, como su
nevera con agua cuando había hambre en el país. ¡De qué os quejáis, sobreviví
con agua en la nevera! El presidente al que no había que dejar salir al
extranjero porque los pueblos del mundo, ¡envidiosos ellos! no le dejarían
regresar, sí, un ser excepcional para un país excepcional, la suma de todas las
virtudes humanas.
El régimen egipcio es un calco de su presidente, la sonrisa
y la frialdad, la dureza y la intransigencia que hace desaparecer todo aquello que
critica o no se ajusta a las loas que se le dedican.
Puede que los lectores de este blog recuerden el llamado
"caso de la bandera arcoíris", ocurrido hace unos años durante un
concierto en Egipto de un grupo libanés, Mashru' Leila, cuyo cantante es un activista
de los derechos de los homosexuales. Durante el concierto se enarbolaron unas
banderas irisadas. Y aquello fue más de lo que el régimen y la sociedad que lo
aplaude podían resistir. ¡Qué ofensa tan terrible en sobre el suelo de la
patria sagrada! Se sucedieron los arrestos y uno de ellos fue Sarah Hegazy.
Recordemos que eran los momentos de las retransmisiones en
directo de las redadas gay en los baños de El Cairo a cargo de Mona Iraqi, una
de esas vergüenzas del Periodismo tan celebradas y con gancho en Egipto, las
que saben dar las dosis de infamia suficiente. Como justo reconocimiento, los
jueces egipcios —siempre tan justos e independientes—, la liberaron de
cualquier culpa. Egyptian Streets nos lo explicaba en su momento, en 2016:
An appeals court declared that the work of
Egyptian journalist Mona Iraqi, who had reported “a gay bathhouse orgy” to the
police in late 2014, is “journalistic work that serves public interest.”
In the reasoning released by the Cairo
misdemeanour appeals court on Wednesday, the reason behind Iraqi’s acquittal of
charges of defamation and “publishing false information” is that the intention
to “defame” did not exist in her case.
Instead, the court’s reasoning went on, Iraqi
intended to raise awareness regarding the causes of AIDS or HIV virus and
reveal the reasons behind its spread in Egypt, through her TV show
“Al-Mestakhabi” (The Hidden), to commemorate World AIDS Day, which the court
views as a matter of public interest.
The court had reversed on Jan. 19 a six-month prison
sentence previously handed to Iraqi in the case dubbed by Egyptian media as the
“bab al-bahr bath house” or “Ramses bath house” case.
Twenty-six persons had filed a defamation
lawsuit against Iraqi for filming a raid by Anti-vice police on a men’s bath
house after she had tipped off the police about the “practice of homosexuality”
inside the bath house.
In the wake of Iraqi’s show, the prosecution
arrested the 26 men over holding a “gay bath house orgy.” The owner and four
other persons were accused of running the place to “practice, facilitate and
incite debauchery.” The 21 other men were accused of “debauchery” and violating
public decency.
They were all acquitted in January 2015.**
En esas fechas, el régimen estaba decidido a mostrarse
"piadoso y virtuoso". Al-Sisi había decidido la estrategia, un
islamismo sin islamistas. El mismo espíritu doctrinal impuesto a toque de
marcialidad, con el cuartel como ejemplo, pero portador de un puritanismo que
convertía a Hosni Mubarak en un liberal añorado por muchos.
La dictadura de al-Sisi es sobre todo la imposición de un
modelo que insiste en la excepcionalidad del egipcio y trata de convencer que
basta con sentirse orgullosos a falta de justicia, riqueza o libertades. Y
"ser egipcio" implica que hay que bendecir el modelo puritano, el que
los islamistas habían hecho suyo y que al-Sisi les suministra militarmente.
Estado, Pueblo y Ejército son uno bajo la bendición de Dios y con el presidente
como ejemplo que seguir. Su imagen omnipresente les recuerda a los egipcios
dónde está el norte.
Mona Iraqi grabando con su móvil la redada homosexual |
Los egipcios son propiedad del estado. No tienen escapatoria
y pueden padecer ellos o sus familias cualquier exceso en el extranjero, como
les advirtió la ministra del ramo a los expatriados con el expresivo gesto de
segar el cuello. ¡No se tolera la crítica! ¡Cualquiera que hable mal de Egipto
es un traidor y será castigado por ello! Eso es ley y las embajadas son el
mecanismo de control de los que salen fuera, ya sean trabajadores o
estudiantes, que reciben advertencias sobre su regreso.
Sarah Hegazy no aguantó más. Estaba lejos, pero las
relaciones de los egipcios con su patria son muy ambiguas, una relación de amor
odio o, si se prefiere, de amor tristeza, pues es eso lo que provoca cada día
en los muchos que vieron frustradas sus esperanzas tras el hundimiento de la
Primavera Árabe, hoy estigmatizada, considerados sus participantes como
miembros vendidos a potencias extranjeras para destruir Egipto.
La nota de despedida dejada por Sarah Hegazy |
Son muestras de cómo los vicios del régimen, la vigilancia absoluta sobre cualquiera que discrepe, las presiones sobre las familias, las amenazas, la idea de intromisión constante, de que estás vigilado, etc. se han convertido en una marca de serie. Todo en nombre de Egipto, de su virtud, de ser el pueblo elegido, único. Al-Sisi ha sabido construirse el caparazón que le blinda, que le protege convirtiendo las bromas, los chistes o caricaturas, no hablemos ya de las críticas, en alta traición. Criticarle a él es criticar a Egipto y criticar a Egipto es criticar a Dios. Egipto es la verdad y no hay otra. El mundo se debe poner firme cuando los burócratas serviles les dicen cómo deben escribir sus artículos, cuáles son las verdades oficiales. Al-Sisi ya lo advirtió: "¡escuchadme solo a mí!" Y Egipto lo hizo y el régimen cortó cualquier otra voz.
La voz de Sarah Hegazy se ha quebrado por su propia mano.
Pero el estado anímico que le ha llevado a hacerlo ha sido fabricado, promovido
por el régimen y la sociedad represiva. La tristeza se vuelve crónica en los
egipcios, que ven cómo su país se vuelve cada día más oscuro, intransigente y
siniestro.
El 2 de febrero de 2011, en pleno levantamiento egipcio, la BBC Arabic titulaba "Organización egipcia de derechos humanos se niega a defender a los homosexuales"***. El patriarcado corre parejo con la homofobia, que no se ha reducido; al contrario, se ha fomentado para hacer ver la virtud egipcia, para verla brillar frente a la degeneración del mundo, ellos son los que mantienen los valores auténticos. Es uno de los aspectos que al-Sisi ha dejado correr porque sabe que al egipcio le gusta mostrarse desde esa superioridad del juicio sumarísimo, del dedo acusador. La presión sobre las personas, sobre sus familias les llega de todas partes, sin menguar, infinita, obsesiva, cruel.
No es de extrañar que la tristeza de Sarah Hegazy se haya
hecho insoportable. Sin embargo, en la nota que ha dejado hay una ejemplaridad,
una belleza del perdón que está en las antípodas de la soberbia nacional. Hegazy
pide perdón a los que hará daño con su muerte y perdona. "¿Perdonarme a
mí? ¡Qué atrevimiento!", pensará el egipcio desde la verdad y la
superioridad. Es lo que nunca entenderán, que en la debilidad de Sarah Hegazy
estaba su humanidad frente a la soberbia monstruosa de quienes la han lapidado
en vida y lo siguen haciendo tras su muerte.
He visto los comentarios a su muerte en algunas cuentas de redes sociales. Son infamias de una crueldad infinita, la imagen exacta de la soberbia nacional, del engreimiento y del juicio sumarísimo. Dan gracias a Dios por llevarse a la "gente sucia". Habrá quienes lo lamenten, pero los que manifiestan su odio gozoso son muchos jóvenes, los cachorros de al-Sisi, los que garantizan un futuro negro para Egipto. Son los favorecidos por el régimen, los virtuosos, los orgullos, los que levantan la cabeza y cantan himnos entre la hipocresía social y la mentira mediática. Es sorprendente cuánto odio puede destilar una sociedad cada día más alejada de la realidad, viviendo su fantasía heroica y virtuosa.
Sarah Hegazy ha muerto de tristeza y su mano ha sido guiada por el odio, el desprecio y los insultos de muchos. Ella participó de la campaña "No Hate Egypt", pero el odio en Egipto es cada día más frecuente y hay que tener cuidado con que no te apunten. ¡Líbranos de los virtuosos!
He visto los comentarios a su muerte en algunas cuentas de redes sociales. Son infamias de una crueldad infinita, la imagen exacta de la soberbia nacional, del engreimiento y del juicio sumarísimo. Dan gracias a Dios por llevarse a la "gente sucia". Habrá quienes lo lamenten, pero los que manifiestan su odio gozoso son muchos jóvenes, los cachorros de al-Sisi, los que garantizan un futuro negro para Egipto. Son los favorecidos por el régimen, los virtuosos, los orgullos, los que levantan la cabeza y cantan himnos entre la hipocresía social y la mentira mediática. Es sorprendente cuánto odio puede destilar una sociedad cada día más alejada de la realidad, viviendo su fantasía heroica y virtuosa.
Sarah Hegazy ha muerto de tristeza y su mano ha sido guiada por el odio, el desprecio y los insultos de muchos. Ella participó de la campaña "No Hate Egypt", pero el odio en Egipto es cada día más frecuente y hay que tener cuidado con que no te apunten. ¡Líbranos de los virtuosos!
Egipto es tierra de mártires, casi todos ellos lo son de los vicios
considerados virtudes nacionales. Mártires han sido los que cayeron en 2011 y
los que lo hicieron después por llevarles flores; mártires los que se han ido
porque no podían tener un show de humor; mártires los que no podían escribir
como pensaban o no creían en lo que les obligaban a escribir; mártires los que
levantaron, como Sarah Hegazy, una bandera irisada en la alegría de un
concierto.
Demasiados mártires para un país perfecto. Descanse en paz.
* "Egyptian LGBTQI+ Activist Sara Hegazy Dies Aged 30 in Canada" Egyptian Streets https://egyptianstreets.com/2020/06/14/egyptian-lgbtqi-activist-sara-hegazy-dies-aged-30-in-canada/
**
"Egypt Court Declares Filming of ‘Gay Cairo Bathhouse Raid’ as ‘Serving
Public Interest" Egyptian Streets 10/92/2016
https://egyptianstreets.com/2016/02/10/egypt-court-declares-filming-of-gay-cairo-bathhouse-raid-as-serving-public-interest/
*** "منظمة حقوق الإنسان المصرية ترفض الدفاع عن المثليين
جنسيا""Organización egipcia de derechos humanos se niega a defender a
los homosexuales" BBC Arabic 02/02/2011
http://news.bbc.co.uk/hi/arabic/news/newsid_1814000/1814501.stm
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