Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
función de los analistas económicos es tratar de adentrarse en lo que vendrá a
partir de lo que tenemos. Su labor es la interpretación, un arte bien valorado
cuando se acierta y despreciado cuando se equivocan. Son muchos más los que se
equivocan que los que aciertan porque la predicción no ha sido nunca sencilla
en un mundo complejo y complicado. ¿Qué influye en la Economía mundial? ¡Todo!,
le dirán con razón.
Los
efectos económicos del COVID-19 están siendo grandes. No es una sorpresa, desde
luego. El COVID-19 sí ha sido una sorpresa, pero no sus efectos crecientes, que
son los que se tratan de paliar en una carrera en paralelo con los efectos
sobre la salud. Son dos problemas distintos en una misma realidad.
Conforme
la preocupación crece por la salud mundial y la propagación, los efectos sobre
la economía aumentan y son cada vez más peligrosos porque no son simples
efectos, sino cambios profundos en lo que da estabilidad a las formas cotidianas
de vida. El COVID-19 nos cambia las vidas como rutinas, pero nos la va a
cambiar también si se producen efectos económicos en cadena, si los mercados
entran en pánico. Por eso se están produciendo evaluaciones diferentes con
mensajes diferentes.
En la
CNN podemos leer el artículo de Julia Horowitz desde Londres, con el titular " Parts
of financial markets are pricing in a global recession ", en el que recoge
la impresión de un analista sobre la situación actual:
Historical context: As with corrections in
December 2018 and Black Monday in 1987, valuations are coming back down in
anticipation of a hit to economic growth and therefore corporate earnings, [Ed]
Yardeni said. Should the health crisis be reined in over the coming weeks,
investors could regain their confidence, looking ahead to a rebound in earnings
in the second half of the year.
But bond markets are telling a different story,
Yardeni warns. The yield on the benchmark 10-year US Treasury note has
collapsed to an all-time low, touching 0.66% on Friday as traders pile into
safe-haven assets. "[Bonds are] starting to predict the zombie
apocalypse," he said.
It doesn't help that any further intervention
by the Federal Reserve could help ease financial conditions, but wouldn't boost
the economy because of the nature of the shock.
"If governments continue to respond with
quarantines and border closings and restricted air travel and closing schools
... that's going to cause a [global] recession no matter what the Fed is
doing," Yardeni said.*
¿"Apocalipsis Zombie"? No sé si es la expresión
más adecuada para un analista. Muy técnica no resulta desde luego, incluso de
mal gusto.
Pero lo llamativo es el párrafo final del analista Ed
Yardeni. Desde el punto de vista de los "mercados", no se deberían
tomar medidas que alienten un pánico que hagan que se paralicen y caigan. Sin
embargo, la función de los gobiernos —muy complicada— es tomar las medidas
eficaces jerarquizando la salud. De no hacerse, los efectos serán peores tanto
para los ciudadanos como, finalmente, sobre los mercados, que finalmente
acabarán perjudicando más a los ciudadanos, que verán sus vidas trastornadas
por los efectos económicos de la caída en los mercados, cierres de empresas,
etc.
¿Cuál es la solución del analista económico a las acciones
de los gobiernos para proteger a los ciudadanos? Ninguna. La Economía no tiene
respuestas a esto, por lo que el analista solo percibe movimientos que hacen
bajar o subir los indicadores de los mercados. Su preocupación no es la salud,
no es su trabajo.
En el diario El País de ayer domingo, encabezado con el
titular "Italia, en estado de ‘shock’ por las restricciones para frenar el
coronavirus", se podía leer sobre las medidas tomadas en el país que es el
segundo foco tras China:
Italia se acostó el sábado con el
anuncio de una cuarentena forzosa para 16 millones de personas en la zona norte
del país y sin ninguna certeza de cómo iba a afectar a la vida cotidiana
semejante disposición, a la que se suman severas restricciones para el resto
del territorio nacional. Así que el país ha amanecido este domingo en estado de
shock, con una sensación generalizada de caos y confusión y con muchas dudas
ante una noticia todavía sin digerir. La medida más radical de cuantas se han
tomado fuera de China para contener el coronavirus es ya una realidad que
cambiará completamente, al menos durante casi un mes, la rutina de las
personas. De hecho, en la mayor parte del país nadie sabía claramente qué podía
hacer y qué no estaba permitido. El decreto que el Gobierno italiano aprobó de
madrugada ha suscitado una mezcla de clamor y sorpresa en las calles. Algunas
personas han aprovechado para salir de las ciudades antes de que se aplique
completamente la cuarentena.**
Los platos de la balanza economía/salud son un falso dilema.
Solo hay un fin: la salud, que es la que permitirá salir de la crisis.
Responsabilizar a los países en riesgo por establecer medidas de control es
absurdo, por más que sean complicadas de implantar y compliquen la vida. Mucho
me temo que la Economía o los economistas tendrán que cambiar de estrategia a
la hora de mentalizar a los mercados sobre lo que hay y lo que espera.
Cada vez es más claro que la incidencia del virus está en
función de las medidas tomadas. Aquí no hay "mano invisible" de
Smith. Si se espera para tomar medidas a que se llegue a niveles en los que no
se pueda controlar, se habrá fracasado y los efectos serán negativos en todos
los ámbitos.
El texto de El País —que sigue etiquetando como
"Coronavirus de Wuhan"— nos muestra el desagrado de una turista
argentina que, después de haber comprado su paquete turístico, se encuentra con
los monumentos cerrados. No lo entiende.
La bajada del precio de viajes y hoteles está despertando la
apetencia de viajes baratos en algunos que consideran que, como los que se
mueren suelen estar por encima de los 60 años, son inmunes y aprovechan la situación de rebaja. La culpa será del gobierno italiano, claro, por cerrar espacios públicos por cuya visita han pagado. Los ejemplos se podrían multiplicar con los aprovechados, los que ven oportunidades con las que sacar provecho de situaciones.
En Estados Unidos, Donald Trump sigue del lado de la economía. Los ricos tienen islas, fincas, yates y helicópteros en los que pasar la cuarentena, como ya han señalado. Cuenta con el respaldo incondicional de su medio favorito, la FoxNews, que ha sido ridiculizada por los cómicos de Saturday Night Live.
* Julia
Horowitz "Parts of financial markets are pricing in a global
recession" CNN 8/03/2020
https://edition.cnn.com/2020/03/08/investing/stocks-week-ahead/index.html
** "Italia, en estado de ‘shock’ por las restricciones
para frenar el coronavirus" El País 8/03/2020
https://elpais.com/sociedad/2020-03-08/italia-en-estado-de-shock-por-las-restricciones-para-frenar-el-coronavirus.html
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